Imagen: El Mundo / Iván Mañero |
El 85% de las personas que inicia una reasignación de género son mujeres, que están pasando de la marginación social a la normalización.
Borja Rodrigo | El Mundo, 2017-05-12
http://www.elmundo.es/sociedad/2017/05/12/59147f44268e3edb4d8b45e2.html
Iván Mañero recorrió hace 20 años los hospitales de media España "suplicando" que le permitieran realizar operaciones de cambio de sexo; sin embargo se encontró con todas las puertas cerradas, la negativa de sus compañeros de profesión y las críticas de todo aquel al que le explicaba que quería realizar cirugías de reasignación de género. "Dos transexuales entraron a mi consulta, era una época en la que se les vetaba la entrada a ciertos lugares", recuerda Mañero. "Estaban desamparadas ante un problema que por aquel entonces yo desconocía, pero decidí tratarlas". Cinco años después montó su propia clínica y, desde entonces, ha realizado 2.000 intervenciones relacionadas con la reasignación de género, ayudando a "volver a nacer a hombres y mujeres que querían dejar morir a su antiguo yo".
Desde entonces, las "operaciones han mejorado, ya no son cirugías traumáticas de 15 horas, sino de tres horas como mucho". Mañero valora especialmente como positivo el perfil que acude hoy a su clínica para iniciar un cambio de sexo: "Mis primeros pacientes tenían trabajos precarios, estaban inmersos en el mundo de la noche o la prostitución, y les habían marginado socialmente. A día de hoy, quienes vienen son profesores, pilotos o estudiantes, acompañados de sus parejas, familias, e incluso hijos", constata Mañero, que en los últimos años ha destacado como referente internacional en este tipo de intervenciones.
Mañero ha presentado un estudio sobre la evolución de la transexualidad en los últimos 15 años en el que constata el cambio en la calidad de vida de las personas que deciden operarse para cambiar su sexo gracias a la normalización de la transexualidad en muchos ámbitos. En este análisis, se muestra además que, "mientras en los primeros años el rango de edad de los pacientes se situaba entre los 28 y los 35, hoy es más amplio y abarca desde los 22 años e, incluso, los 50 ó 60", asegura Mañero a este diario.
Son mujeres transexuales (85%) las que más demandan este tipo de cirugías, siendo la vaginoplastia la intervención más común (51,7%) de entre todos los procedimientos quirúrgicos que realiza. "Ninguno de mis pacientes se ha arrepentido nunca de operarse. De hecho, de vez en cuando me entero de que han formado familias, han tenido hijos, o que se van a casar, como me explicó hace poco una mujer a la que operé".
Esa futura novia a la que se refiere Mañero fue la primera -y única- paciente menor de edad a la que le permitieron someterse a una operación de reasignación de sexo. Este especialista fue el encargado de llevar esta cirugía a cabo después de que un juez autorizara la operación a esta adolescente de 16 años, que "tenía una cabeza de mujer en un cuerpo que se desarrollaba como un hombre".
El caso, sin precedentes en nuestro país, convirtió a la joven española en protagonista de los medios de comunicación. Mañero defiende que el número de demandas de cambio de sexo en menores va en aumento, "un niño de dos años ya sabe si es hombre o mujer, otra cosa es que sus padres se den cuenta y quieran ayudarle". En el caso mencionado, "se consideró la intervención antes de tiempo porque el beneficio de la operación superaba el de la espera por el riesgo de suicidio que consideró el juez" que tenía la menor.
De Giusseppe a Vittoria
De ser un ‘latin lover’ italiano a convertirse en la primera mujer transexual portada de ‘Playboy’. Es la historia de Vittoria Schisano, paciente de Iván Mañero y que ha acompañado al cirujano en la presentación de su estudio. "Yo quería morir para volver a nacer mujer", explica Schisano. Esta mujer comenzó su transformación en 2011 y la finalizó en 2014. "Sólo verme en el espejo era algo que me molestaba. Ahora, cuando miro mi reflejo cada mañana me doy un ‘hola’ espléndido.
Vittoria nació como Giuseppe, un actor que se hizo famoso en 2011 por su participación en la serie de televisión italiana ‘Io e mio figlio’ (‘Mi hijo y yo’). Y antes de que Giuseppe "muriera", salía con otros hombres; sin embargo, "la forma de amar a un hombre como mujer era la que yo anhelaba", explica Schisano.
Mañero hace hincapié en que, en casos como el de Vittoria, las personas transexuales dejan de sufrir cuando se visten, se comportan y desarrollan el rol social que corresponde con su identidad de género, y "este problema no entiende ni de culturas, ni de etnias, ni de nacionalidades, ni de condición socio-económica"
Pese a los avances en los derechos de las personas transexuales, Mañero critica que la actual Ley de Identidad de Género, aunque supuso un avance, sigue complicando la situación a muchos transexuales, especialmente en el caso de los menores de edad.
Desde entonces, las "operaciones han mejorado, ya no son cirugías traumáticas de 15 horas, sino de tres horas como mucho". Mañero valora especialmente como positivo el perfil que acude hoy a su clínica para iniciar un cambio de sexo: "Mis primeros pacientes tenían trabajos precarios, estaban inmersos en el mundo de la noche o la prostitución, y les habían marginado socialmente. A día de hoy, quienes vienen son profesores, pilotos o estudiantes, acompañados de sus parejas, familias, e incluso hijos", constata Mañero, que en los últimos años ha destacado como referente internacional en este tipo de intervenciones.
Mañero ha presentado un estudio sobre la evolución de la transexualidad en los últimos 15 años en el que constata el cambio en la calidad de vida de las personas que deciden operarse para cambiar su sexo gracias a la normalización de la transexualidad en muchos ámbitos. En este análisis, se muestra además que, "mientras en los primeros años el rango de edad de los pacientes se situaba entre los 28 y los 35, hoy es más amplio y abarca desde los 22 años e, incluso, los 50 ó 60", asegura Mañero a este diario.
Son mujeres transexuales (85%) las que más demandan este tipo de cirugías, siendo la vaginoplastia la intervención más común (51,7%) de entre todos los procedimientos quirúrgicos que realiza. "Ninguno de mis pacientes se ha arrepentido nunca de operarse. De hecho, de vez en cuando me entero de que han formado familias, han tenido hijos, o que se van a casar, como me explicó hace poco una mujer a la que operé".
Esa futura novia a la que se refiere Mañero fue la primera -y única- paciente menor de edad a la que le permitieron someterse a una operación de reasignación de sexo. Este especialista fue el encargado de llevar esta cirugía a cabo después de que un juez autorizara la operación a esta adolescente de 16 años, que "tenía una cabeza de mujer en un cuerpo que se desarrollaba como un hombre".
El caso, sin precedentes en nuestro país, convirtió a la joven española en protagonista de los medios de comunicación. Mañero defiende que el número de demandas de cambio de sexo en menores va en aumento, "un niño de dos años ya sabe si es hombre o mujer, otra cosa es que sus padres se den cuenta y quieran ayudarle". En el caso mencionado, "se consideró la intervención antes de tiempo porque el beneficio de la operación superaba el de la espera por el riesgo de suicidio que consideró el juez" que tenía la menor.
De Giusseppe a Vittoria
De ser un ‘latin lover’ italiano a convertirse en la primera mujer transexual portada de ‘Playboy’. Es la historia de Vittoria Schisano, paciente de Iván Mañero y que ha acompañado al cirujano en la presentación de su estudio. "Yo quería morir para volver a nacer mujer", explica Schisano. Esta mujer comenzó su transformación en 2011 y la finalizó en 2014. "Sólo verme en el espejo era algo que me molestaba. Ahora, cuando miro mi reflejo cada mañana me doy un ‘hola’ espléndido.
Vittoria nació como Giuseppe, un actor que se hizo famoso en 2011 por su participación en la serie de televisión italiana ‘Io e mio figlio’ (‘Mi hijo y yo’). Y antes de que Giuseppe "muriera", salía con otros hombres; sin embargo, "la forma de amar a un hombre como mujer era la que yo anhelaba", explica Schisano.
Mañero hace hincapié en que, en casos como el de Vittoria, las personas transexuales dejan de sufrir cuando se visten, se comportan y desarrollan el rol social que corresponde con su identidad de género, y "este problema no entiende ni de culturas, ni de etnias, ni de nacionalidades, ni de condición socio-económica"
Pese a los avances en los derechos de las personas transexuales, Mañero critica que la actual Ley de Identidad de Género, aunque supuso un avance, sigue complicando la situación a muchos transexuales, especialmente en el caso de los menores de edad.
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