martes, 7 de abril de 2015

#hemeroteca #pierpaolopasolini | Domar a Pasolini


Imagen: Google Imágenes
Domar a Pasolini
Eduardo Nabal | Facebook, 2015-04-07


La cultura oficial se ve obligada a celebrar los fastos de los 40 años de la muerte de un poeta y un pensador todavía incómodo. Un literato enemigo de la cultura oficial, de sus burócratas y empresarios. Algunas reediciones de sus obras y un discreto aunque algo apagado biopic del otro cristiano rarito y heterodoxo del cine Abel Ferrara (The Adiction) parecen, más o menos, sellar el evento. Las estrategias de asimilación del capitalismo o la "cultura burguesa" denunciadas por Pasolini en la Italia de los sesenta y setenta se ha refinado pero si bien han conseguido, de momento, suavizar un poco la voz de Ginsberg, el resultado empieza a no ser el esperado, sobre todo en el caso de Pasolini que, como de otra manera bien diferente, Lorca conoció el escarnio en vida, el éxito personal y profesional y la traición de sus amigos hacia la tumba del fascismo.

Pasolini no solo revive por esos fastos oportunistas si no, como de otra manera, Eloy de la Iglesia, vuelve para dar voz a los jóvenes sin recursos de las barriadas más desfavorecidas de Europa, el extrarradio de capitales urbanizadas a golpe de talonario. La Europa de los mercados, contra los parados y los jóvenes. Esos que crecen estos años a una velocidad exponencial que parece no detenerse por la avaricia de políticos, burócratas, estrategas y banqueros,, que presumen de sus azañas mientras que los pequeños delincuentes del cine de Eloy o Pasolini debían pagar los platos rotos de una sociedad corrupta y falsamente opulenta, donde el pensamiento de izquierdas empezaba a molestar.

La obra literaria y cinematográfica de Pasolini no es siempre fácil. Si películas como "Mama Roma" o sus ensayos políticos conservan una fuerza admirable (atacando a la derecha de su país y mostrando al pueblo en las afueras de las ciudades y su lucha por la supervivencia) su figura como gay comunista, intelectual y cristiano de base no resultó cómoda entonces y lo sigue sin ser aún hoy cuando sus profecías sobre el futuro europeo de tecnócratas y mediocres con dinero se ha convertido en una realidad sangrante, dejando a una gran mayoría de la población en la pobreza y además amordazada por la violencia policial, siempre del lado del capital, también en tiempos del autor de "Pocilga".

Pasolini hubiera sido desaprobado también por los cristianos de base de hoy día que pueden soportar o alabar "El milagro según San Mateo" pero no otras obras suyas cuya franqueza sexual, virulencia política y falta de pelos en la lengua casan cada vez menos con su tímido ideario de caridad y con su nuevo Papa de falsete. Con la desarmante sinceridad de un hombre culto pero con raíces populares e inquietudes inagotables, amante del mito y famoso por su polémica con Rohmer que defendía el cine de prosa frente a Pasolini que defendía el cine de poesía. El autor de "Amado mío" o "Los chicos del arroyo" llamaba a una revolución social, económica y sexual. No fue, al menos en vida, un intelectual querido en su país. Cineasta pero sobre todo escritor el autor de "Mama Roma" hablaba de "cinemas" y en su pasaporte figuraba la palabra "escritor", aunque en su país empezara a ser considerado un incómodo agitador al que los medios trataban de vetar sin éxito.

Aunque algunas de sus películas que escandalizaron en su momento no han resistido todo lo bien que se esperaba el paso del tiempo su cine sigue siendo absolutamente inconfundible. El director de "Teorema" y "Salo" -hoy consideradas pretenciosas y hasta aburridas- rodó también sátiras políticas como "Pajaritos y pajarracos", reivindicaciones de la libertad sexual en todas sus formas como en toda su desbordada y fresca "Trilogía de la vida" y dando su personal, carnal y personalísima versión de mitos como "Edipo" y "Medea" y sus obras de teatro ("Ostia", "Nebulosa", centradas en los jóvenes sin recursos de la Italia de los 60 o 70 y furibundamente anticlericales).

Pasolini rodaba en el desierto o las afueras de las ciudades, no necesitaba de grandes decorados, estrellas o efectos especiales. Reinterpretaba la historia y era un pesimista lúcido.

"Todos estamos en peligro"
Al principio Pasolini -como de otra manera Visconti o Fellini- empezó haciendo cine con regusto neorrealista o post-neorrealista aunque ya en sus primeros filmes como "Accatone", con sus barriadas desoladas y sus jóvenes errabundos, vemos una clara denuncia social que luego tomaría la forma de fábulas plásticamente arrebatadoras y más elaboradas aunque narrativamente algo lentas y crípticas. Un realizador que hizo de su cine, como de sus libros sobre "los chicos de la calle" o en sus ensayos recogidos recientemente bajo el título de "Nueva York" donde habla de su aproximación a la izquierda de EEUU, reducida, recluida pero combativa, que ahora parece resurgir con los "Panteras negras" ante la violencia racista.

O su compilación de ensayos sobre las libertades sociales y sexuales "Demasiada libertad sexual os convertirá en terroristas" (Errata Naturae) donde cuenta su aventura como hombre que busca conservar la conexión de la cultura con el pueblo y la indefensión frente a instituciones endogámicas devolverle a la gente esos mitos que les han intentado arrebatar los eruditos, los gestores y las academias.

En algunos de los últimos artículos que escribió parecía presentir, como nuestro Lorca, que los sicarios de la extrema derecha lo iban a matar. Y así fue aunque se señalara un chapero avaricioso como único autor de un crimen detrás del que estaban esas instituciones a las que atacó con tanto ímpetu y pluma certera, anunciando el analfabetismo emocional de generaciones futuras y el capitalismo o los mass-media como grandes enemigos de la verdad, la libertad y la cultura.

Más que el reciente y digno biopic de Abel Ferrara -con un esforzado y camaleónico trabajo de William Dafoe y una elegancia y contención inusuales en su director - para recordar a Pasolini podemos ver de nuevo sus atípicas películas, leer sus obras de teatro furioso, sus polémicos artículos e incluso ver "Ostia", el video-clip musical que le dedicó Derek Jarman, otro creador gay y contestarlo, enemigo acérrimo del establishement en momentos de gobierno de la derecha neoliberal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.