martes, 7 de abril de 2015

#hemeroteca #sexologia | Efigenio Amezúa: "El sexo es una mercancía y la industria, la clínica y el poder sacan tajada de ello"

Efigenio Amezúa //

Efigenio Amezúa: "El sexo es una mercancía y la industria, la clínica y el poder sacan tajada de ello"

"Se ha medicalizado, psicologizado... No lleva a nada eso de para cualquier cosa pastilla, pastilla"
Faro de Vigo, 2015-04-07
https://www.farodevigo.es/pontevedra/2015/04/07/efigenio-amenzua-sexo-mercancia-industria-16951330.html 

"Si hubiese más erotismo, habría menos pornografía", señala Efigenio Amezúa, que ayer habló en Pontevedra de deseo, erotismo o genitalidad ya en los antiguos griegos. "Acertaron en muchas cosas", explica para consolar de las dudas a la periodista, "y en otras se equivocaron, pero volvían sobre el tema, mantenían la duda, así que siga preguntándose, pregúntese; pocas certezas, que de seguros estamos aburridos".

-¿Qué tipo de sexología defiende?
-La considero una disciplina con una coherencia que no es que sea una serie de pizcas, que si le ponemos un poquito de fisiología o medicina, un poquito de psicología, de sociología, luego le ponemos moral todo alrededor y ya está. Me canso de repetirlo: no es una disciplina hecha de pizcas, llevamos más de 100 años, momento en el que se plantea el tratado más fundamental.

-¿Cómo debemos entender el sexo?
-Pues como ya planteaba esa obra en 1905, que es cuando se escribió el tratado más fundamental, en donde viene a decir que el sexo no es un tema trasversal ni de soslayo, es decir hay unos que lo toman en serio, otros a broma, otros como moral, otros como psiquiatría o patología, pero ha llegado el momento de ver que el sexo es una realidad que es estudiable como tal, bajo un nombre diferente que no es el sexo sino el hecho de ser sexuados, el hecho sexual humano. Todos somos sexuados.

-¿Cómo nos repercute el hecho de ser seres sexuados?
-Yo tengo la impresión de que si partimos del hecho de ser sexuados, la primera consecuencia que vemos es que no es un hecho periférico sino central, ser un ser sexuado vertebra toda nuestra biografía así como la biografía también vertebra la sexualidad que cualquiera vive, para bien o para mal, pero hay que darle un lugar central como estudio, como disciplina, a la sexología y no solo un poquito de si la fisiología dice esto o otra ciencia dice otra anécdota, sino que el hecho de ser seres sexuados nos abre otro horizonte, como es reconocer, conocer y estudiar el sexo, que, repito, no es banal o un tema moral, en plan si esto es bueno, lo otro no, o incluso si es bueno o malo para la salud.

-¿Todos esos discursos hay que superarlos? ¿Conviene alertar de ellos?
-Podemos convivir con ellos, de hecho lo hacemos, pero conviene advertir que hay muchos intereses en no dejar que crezca una concepción central, troncal.

-¿Por lo mismo de siempre, intereses económicos?
-Si, si, lo de siempre, vamos a ver, los laboratorios... Pues, ¿cómo van a dejar que los hombres que llegan a la madurez no tengan que tomar fármacos? En lugar de asumir que tendrán disfunciones eréctiles. ¿Y cómo a las mujeres las van a dejar sin más cuando tienen la menopausia? No, habrá que recetarles algo, habrá que ganar dinero con ello. Le diría más: es muy curioso, la mayoría de los problemas que se llaman sexuales son simples, y digo simples, dificultades del tejido mismo que hemos creado sobre el sexo, se ha medicalizado, psicologizado.

-Y puesto en él enormes expectativas
-Enormes, enormes, como decir a la gente que puede tener orgasmos inmensos, que puedes, tú puedes, tú puedes, oye, pues no, si conocemos un poco la modestia de lo que conocemos lo que no se puede hacer es decirle a nadie "yo te voy a curar" de un tema sexual, porque si tiene dificultades hay unas formas de asesoramiento que le permitirán ver qué es lo que se puede hacer y qué no será posible, qué es lo que le va a uno, lo que le va a otro y qué es lo que le va a la relación de dos, pero venir como los laboratorios a toda pastilla, y nunca mejor dicho, no lleva a nada, eso de para cualquier cosa, pastilla, pastilla.

-¿Lo hemos convertido en una mercancía?
-Creo que ese es un punto de partida bastante útil que yo explicaría posiblemente en otros términos de carácter técnico pero sí, es una mercancía, y el mercado coge lo que quiere del sexo y la industria coge lo que puede del sexo, e incluso sin intentar herir a nadie, toda la clínica saca tajada del sexo, porque ahí es donde se receta, y el poder saca réditos del sexo; así es que todas las fuerzas tiran, es una mercancía y la industria, la clínica y el poder sacan tajada de ello. Pues ahí es donde digo que la sexología cuando se la estudia despacio y con consideración da otra panorámica y consecuencias, mucho más razonables y vivibles.

-¿Qué otros aspectos sobre el sexo, además de que es central en nuestra biografía, debemos pensar?
-Por ejemplo, hay que pensar qué idea nos hacemos del sexo, lo entendemos como lo que hacemos con los genitales y solo con los genitales, es muy curioso, decimos sexo y en qué pensamos, perdón en qué nos han hecho pensar, en genitales, es triste pero nos han convencido de que sexo son los genitales. Estamos cansados, en el buen sentido de la palabra, en el Master de Sexología que hacemos en la Universidad de Alcalá y que cumple ahora 40 años, de ir a institutos a hacer educación sexual y ver como a los jóvenes les gusta, les interesa lo que nosotros planteamos, no es como cuando van de un centro de salud, te dicen "otra vez la charla del preservativo", y es que quienes las imparten entienden por sexo solo genitalidad, cuando a los chicos les interesa el Eros, el erotismo.

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