Imagen: Google Imágenes / David Martín |
David Martín deja claro con su libro que el pueblo gitano ha formado parte de la historia de Euskal Herria desde que llegaron en 1435.
Paola Fernández | Noticias de Gipuzkoa, 2017-05-06
http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2017/05/06/sociedad/hay-mucha-gente-en-municipios-pequenos-de-gipuzkoa-que-desciende-del-pueblo-gitano-y-no-lo-sabe
¿Cuándo y por qué empezó su interés por el pueblo gitano?
-Mi interés por el pueblo gitano comenzó cuando decidí hacer los cursos de doctorado sobre la Guerra Civil en España. Y como me interesaba la historia social, me hice una pregunta para la que, en aquel momento, no encontraba respuesta en todos los textos, películas o ficción que había sobre ese periodo, y es que no se decía nada sobre los gitanos. Esto fue hace 15 años. Luego, poco a poco me fui a acercando a Euskal Herria y recopilando la historia de la llegada del pueblo gitano a esta tierra.
¿A qué conclusión llegó con la participación de los gitanos durante la Guerra Civil?
-Aquí el pueblo gitano como bloque no se posiciona por un bando o por otro, pero sí lo hacen de manera individual, como el resto de las personas de nuestra sociedad. Es decir, algunos lo hacen por ideología, otros por obligación y otros intentan evitarlo. Lo único que quería mostrar es que el pueblo gitano estuvo aquí durante la Guerra Civil, que la padeció, sufrió y luchó, igual que el resto y era algo que no se había ni siquiera mencionado.
En el libro hace un recorrido por la historia del pueblo gitano en Euskal Herria ¿Cuándo llegaron y por qué?
-El primer documento que hace referencia al pueblo gitano se sitúa en Navarra en 1435 y es un momento en el que en otras zonas de la península, como en la corona de Aragón y en países como Francia, también hay registradas la llegadas de personas gitanas. Estos documentos evidencian que el pueblo gitano se asienta en Euskal Herria en el siglo XV y no lo abandonará ya nunca, hasta la actualidad. Y estas mismas familias de manera ininterrumpida han vivido aquí desde entonces.
Durante la historia se les ha llamado de diferentes maneras ¿De dónde vienen estos nombres?
-Todos los nombres se los han puesto personas no gitanas. Al final, ellos los han aceptado con el paso del tiempo. ‘Ijitoak’ es la versión en euskera de gitanos o ‘egypcianos’, porque se decía que venían del Egipto menor, que es una zona del Mediterráneo. ‘Buhameak’ es el término en euskera de ‘bohémien’, con el que se les conocía en francés, porque se mencionaba que venían de la zona del Reino de Bohemia. Luego también se les llamaba por asociación con los oficios como ‘motzaileak’ de esquiladores. Pero siempre han sido nombres impuestos. En lengua romaní el término ‘rom’ significa hombre, que es como se llamaban a sí mismos cuando todavía hablaban su lengua.
También menciona a los ‘kaskarots’. ¿Quiénes son?
-Ziburu sería como la barriada de Donibane Lohitzune, como un suburbio. Es una zona en la que había un asentamiento importante de agotes, pero a la que vienen también moriscos que escapan de la persecución en España y muchos gitanos que huyen de las persecuciones de los Reyes Católicos. A este grupo humano se denomina ‘kaskarot’, que sería una mezcla de todos. Pero el elemento gitano está muy presente en este grupo. Estas personas eran gitanos que vivían en Ziburu y que tenían apellidos como Etxeberria, Iturbide, Aguirre..., que son esas mismas familias que siguiendo su genealogía hemos visto que han dado lugar a las familias gitanas vascas que hoy conocemos.
Uno de los capítulos del libro lo dedica a las leyes antigitanas, ¿De qué tratan?
-En los territorios que gobernaban los Reyes Católicos, había unas pragmáticas antigitanas desde 1499. Y en las provincias vascas y en el reino de Navarra, como tenían sus fueros, esto permitió que hicieran otras leyes antigitanas, además de las estatales. Por ello, aquí había una doble imposición penal con las personas gitanas, tanto es así que cuando se distribuye, en el siglo XVIII, la población gitana por una serie de pueblos, se excluyen las provincias vascas y Navarra, porque respetan unas normas forales que dictaminan que allí no puede haber gitanos asentados. Esto ha llevado a algunos historiadores a pensar que aquí no hubo gitanos. Sin embargo, a través de la historia y de las genealogías se ha comprobado que han vivido en Euskal Herria de forma ininterrumpida, bien porque el cumplimiento de aquellas disposiciones era laxo o porque solo se ejecutaban con aquellos gitanos que no estaban asentados.
¿Por qué surgieron estas leyes discriminatorias?
-Es un tema de control social. Es decir, muchas de las pragmáticas, leyes y disposiciones, tanto forales como a nivel de corona, no están orientadas a un tema racial explícito, sino que es un tema más de control social. ‘O te asientas y trabajas de lo mismo que el resto de vecinos o tú aquí en mi tierra no puedes estar’. La Administración controla a los vecinos que tienen que pagar una serie de impuestos, que tienen que trabajar y beneficiar al conjunto de la sociedad y parece que el pueblo gitano no entra en este pacto social que se va creando en los nuevos estados. Muchas veces la tipología penal del gitano está muy asociada con el tema de vagabundo.
También habla del ‘erromintxela’, que se puede definir como una mezcla entre el romaní y el euskera.
-Hay unos estudios de los años 90 que recogen algo sobre las fuentes antiguas del siglo XIX. La mayoría, personas gitanas de Iparralde que mezclaban su romaní con el euskera. De ahí, dicen que surgió una especie de pogodialecto, que sería una manera de hacerte entender. Pero yo no me atrevo a decir mucho más sobre el asunto, ya que es un tema que tiene más que ver con la filología. Desde la historia, lo que se tiene que intentar hacer es derribar todo tipo de mitos, hasta que no haya pruebas objetivas, tanto si son positivas como negativas. Lo que no podemos es decir alegremente que hoy en día hay muchos hablantes de ‘erromintxela’, porque luego lleva a confusiones.
¿Qué destacaría del pueblo gitano en Euskal Herria en todos estos años?
-Por una parte, el peor episodio histórico que ha vivido Euskal Herria fue una represión que ocurrió en 1802, que se dio en Iparralde y que no tiene parangón en el resto del Estado francés. Fue una captura generalizada, la ‘Grande Raffle’, en la que se apresó de golpe a 500 gitanos en una misma noche, en una operación que necesitó de la colaboración de las justicias navarra y guipuzcoana, que cerraron las fronteras por la noche para que les pudieran capturar. Esa colaboración interestatal de extranjería del Antiguo Régimen se dio y no había pasado en toda Francia, solo sucedió aquí. Luego esto tuvo sus consecuencias, porque intentaron diluirse y hacer desaparecer su identidad gitana, ya que era algo negativo. Por otro lado, lo mejor es la mezcla cultural que está por reconocerse y que se refleja en muchos aspectos del folklore vasco, como las pastorales que se hacen en Iparralde. Pero no lo quiero dejar solo en el folklore, también en muchos pueblos pequeños de Gipuzkoa hay mucha gente que desciende del pueblo gitano y no lo sabe.
Con este libro, ¿qué mitos pretende desterrar?
-El arraigo. Desde la historia lo que se quiere mostrar, más allá de análisis sociológicos o antropológicos, es que los gitanos forman parte de la sociedad vasca como el que más participando en su construcción, haya sido su deriva buena o mala.
-Mi interés por el pueblo gitano comenzó cuando decidí hacer los cursos de doctorado sobre la Guerra Civil en España. Y como me interesaba la historia social, me hice una pregunta para la que, en aquel momento, no encontraba respuesta en todos los textos, películas o ficción que había sobre ese periodo, y es que no se decía nada sobre los gitanos. Esto fue hace 15 años. Luego, poco a poco me fui a acercando a Euskal Herria y recopilando la historia de la llegada del pueblo gitano a esta tierra.
¿A qué conclusión llegó con la participación de los gitanos durante la Guerra Civil?
-Aquí el pueblo gitano como bloque no se posiciona por un bando o por otro, pero sí lo hacen de manera individual, como el resto de las personas de nuestra sociedad. Es decir, algunos lo hacen por ideología, otros por obligación y otros intentan evitarlo. Lo único que quería mostrar es que el pueblo gitano estuvo aquí durante la Guerra Civil, que la padeció, sufrió y luchó, igual que el resto y era algo que no se había ni siquiera mencionado.
En el libro hace un recorrido por la historia del pueblo gitano en Euskal Herria ¿Cuándo llegaron y por qué?
-El primer documento que hace referencia al pueblo gitano se sitúa en Navarra en 1435 y es un momento en el que en otras zonas de la península, como en la corona de Aragón y en países como Francia, también hay registradas la llegadas de personas gitanas. Estos documentos evidencian que el pueblo gitano se asienta en Euskal Herria en el siglo XV y no lo abandonará ya nunca, hasta la actualidad. Y estas mismas familias de manera ininterrumpida han vivido aquí desde entonces.
Durante la historia se les ha llamado de diferentes maneras ¿De dónde vienen estos nombres?
-Todos los nombres se los han puesto personas no gitanas. Al final, ellos los han aceptado con el paso del tiempo. ‘Ijitoak’ es la versión en euskera de gitanos o ‘egypcianos’, porque se decía que venían del Egipto menor, que es una zona del Mediterráneo. ‘Buhameak’ es el término en euskera de ‘bohémien’, con el que se les conocía en francés, porque se mencionaba que venían de la zona del Reino de Bohemia. Luego también se les llamaba por asociación con los oficios como ‘motzaileak’ de esquiladores. Pero siempre han sido nombres impuestos. En lengua romaní el término ‘rom’ significa hombre, que es como se llamaban a sí mismos cuando todavía hablaban su lengua.
También menciona a los ‘kaskarots’. ¿Quiénes son?
-Ziburu sería como la barriada de Donibane Lohitzune, como un suburbio. Es una zona en la que había un asentamiento importante de agotes, pero a la que vienen también moriscos que escapan de la persecución en España y muchos gitanos que huyen de las persecuciones de los Reyes Católicos. A este grupo humano se denomina ‘kaskarot’, que sería una mezcla de todos. Pero el elemento gitano está muy presente en este grupo. Estas personas eran gitanos que vivían en Ziburu y que tenían apellidos como Etxeberria, Iturbide, Aguirre..., que son esas mismas familias que siguiendo su genealogía hemos visto que han dado lugar a las familias gitanas vascas que hoy conocemos.
Uno de los capítulos del libro lo dedica a las leyes antigitanas, ¿De qué tratan?
-En los territorios que gobernaban los Reyes Católicos, había unas pragmáticas antigitanas desde 1499. Y en las provincias vascas y en el reino de Navarra, como tenían sus fueros, esto permitió que hicieran otras leyes antigitanas, además de las estatales. Por ello, aquí había una doble imposición penal con las personas gitanas, tanto es así que cuando se distribuye, en el siglo XVIII, la población gitana por una serie de pueblos, se excluyen las provincias vascas y Navarra, porque respetan unas normas forales que dictaminan que allí no puede haber gitanos asentados. Esto ha llevado a algunos historiadores a pensar que aquí no hubo gitanos. Sin embargo, a través de la historia y de las genealogías se ha comprobado que han vivido en Euskal Herria de forma ininterrumpida, bien porque el cumplimiento de aquellas disposiciones era laxo o porque solo se ejecutaban con aquellos gitanos que no estaban asentados.
¿Por qué surgieron estas leyes discriminatorias?
-Es un tema de control social. Es decir, muchas de las pragmáticas, leyes y disposiciones, tanto forales como a nivel de corona, no están orientadas a un tema racial explícito, sino que es un tema más de control social. ‘O te asientas y trabajas de lo mismo que el resto de vecinos o tú aquí en mi tierra no puedes estar’. La Administración controla a los vecinos que tienen que pagar una serie de impuestos, que tienen que trabajar y beneficiar al conjunto de la sociedad y parece que el pueblo gitano no entra en este pacto social que se va creando en los nuevos estados. Muchas veces la tipología penal del gitano está muy asociada con el tema de vagabundo.
También habla del ‘erromintxela’, que se puede definir como una mezcla entre el romaní y el euskera.
-Hay unos estudios de los años 90 que recogen algo sobre las fuentes antiguas del siglo XIX. La mayoría, personas gitanas de Iparralde que mezclaban su romaní con el euskera. De ahí, dicen que surgió una especie de pogodialecto, que sería una manera de hacerte entender. Pero yo no me atrevo a decir mucho más sobre el asunto, ya que es un tema que tiene más que ver con la filología. Desde la historia, lo que se tiene que intentar hacer es derribar todo tipo de mitos, hasta que no haya pruebas objetivas, tanto si son positivas como negativas. Lo que no podemos es decir alegremente que hoy en día hay muchos hablantes de ‘erromintxela’, porque luego lleva a confusiones.
¿Qué destacaría del pueblo gitano en Euskal Herria en todos estos años?
-Por una parte, el peor episodio histórico que ha vivido Euskal Herria fue una represión que ocurrió en 1802, que se dio en Iparralde y que no tiene parangón en el resto del Estado francés. Fue una captura generalizada, la ‘Grande Raffle’, en la que se apresó de golpe a 500 gitanos en una misma noche, en una operación que necesitó de la colaboración de las justicias navarra y guipuzcoana, que cerraron las fronteras por la noche para que les pudieran capturar. Esa colaboración interestatal de extranjería del Antiguo Régimen se dio y no había pasado en toda Francia, solo sucedió aquí. Luego esto tuvo sus consecuencias, porque intentaron diluirse y hacer desaparecer su identidad gitana, ya que era algo negativo. Por otro lado, lo mejor es la mezcla cultural que está por reconocerse y que se refleja en muchos aspectos del folklore vasco, como las pastorales que se hacen en Iparralde. Pero no lo quiero dejar solo en el folklore, también en muchos pueblos pequeños de Gipuzkoa hay mucha gente que desciende del pueblo gitano y no lo sabe.
Con este libro, ¿qué mitos pretende desterrar?
-El arraigo. Desde la historia lo que se quiere mostrar, más allá de análisis sociológicos o antropológicos, es que los gitanos forman parte de la sociedad vasca como el que más participando en su construcción, haya sido su deriva buena o mala.
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