Imagen: Google Imágenes / Samantha Power |
Las parejas de hecho homosexuales que quieran mantener su visado, tendrán que presentar a las autoridades una prueba de matrimonio antes del 31 de diciembre. Hasta ahora, si un diplomático solicitaba un visado de acompañante para su cónyuge del mismo sexo, el Gobierno norteamericano pedía únicamente que fuesen pareja de hecho.
El Diario, 2018-10-02
https://www.eldiario.es/internacional/Unidos-visados-parejas-diplomaticos-extranjeros_0_820669087.html
Estados Unidos ha dejado esta semana de emitir visados a las parejas del mismo sexo para aquellos diplomáticos extranjeros y funcionarios de Naciones Unidas que residen en el país, a no ser que estén casados.
La medida, aprobada inicialmente el pasado julio, ha entrado en vigor desde este lunes y ha generado ya fuertes críticas, dado que el matrimonio homosexual sigue siendo ilegal en numerosas naciones y en algunas de ellas el colectivo LGBT sufre una fuerte persecución.
En una circular remitida a la ONU, el Gobierno estadounidense ha explicado que la decisión forma parte de las reformas puestas en marcha por la Administración norteamericana con el objetivo de adaptar sus políticas a la decisión del Tribunal Supremo, que en 2015 legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en el país.
Hasta ahora, si un diplomático solicitaba un visado de acompañante para su cónyuge del mismo sexo, el Gobierno norteamericano pedía únicamente que fuesen pareja de hecho. En el caso de las parejas heterosexuales, la Administración estadounidense ya requería el matrimonio para este tipo de visados, conocidos como G-4.
Desde este lunes, ese requisito afecta también a las parejas del mismo sexo que soliciten ese permiso para poder residir en Estados Unidos. Las parejas de hecho homosexuales que quieran mantener el visado que tienen actualmente, tendrán que presentar a las autoridades una prueba de matrimonio antes del 31 de diciembre, según explica la circular.
Si no lo hacen, deberán abandonar el país en un plazo de 30 días, a menos que obtengan otro tipo de autorización para permanecer. Según ha informado Foreign Policy, en estos momentos hay al menos 10 funcionarios de Naciones Unidas, cuya sede está en Nueva York, que tendrán que casarse antes de finales de año para poder extender los visados de sus parejas.
La medida de la Administración de Donald Trump pone fin a una práctica puesta en marcha en 2009 por la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, para proteger a las parejas del mismo sexo. UN Globe, una asociación que defiende los derechos de los empleados LGBT de Naciones Unidas, ha criticado en una nota lo que ha calificado como un "desafortunado" cambio de las normas, recordando que las parejas del mismo sexo "tienen opciones limitadas en lo que respecta al matrimonio".
"Las parejas que ya se encuentran en Estados Unidos siempre podrán ir a un ayuntamiento y casarse. Pero pueden enfrentarse a una enorme persecución si vuelven a un país en el que la homosexualidad es un delito, al igual que el matrimonio homosexual", han añadido.
A las críticas también se ha sumado la antigua embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, que la ha calificado de "innecesariamente cruel e intolerante". "Sólo un 12% de los Estados miembros de la ONU permiten el matrimonio del mismo sexo", ha recordado Power, que representó a Estados Unidos ante la organización durante el Gobierno de Barack Obama
Akshaya Kumar, el vicedirector para Naciones Unidas de Human Rights Watch, ha denunciado que el cambio en la normativa "tendrá un impacto insidioso en las parejas del mismo sexo".
"El Gobierno norteamericano debería reconocer, tal y como ha hecho durante nueve años hasta ahora, que exigir un certificado de matrimonio como prueba de que existe una relación de buena fe es una política negativa y cruel, que replica la terrible discriminación que muchos miembros de la comunidad LGTB sufren en sus propios países, por lo que debería ser inmediatamente revertida", ha emplazado.
A día de hoy, hay 71 países que consideran las relaciones entre personas del mismo sexo un delito. Muchas otras naciones cuentan con algún tipo de restricción legal y las relaciones sexuales homosexuales pueden implicar la pena de muerte en Irán, Arabia Saudí, Yemen, Sudán, Somalia y Nigeria.
La medida, aprobada inicialmente el pasado julio, ha entrado en vigor desde este lunes y ha generado ya fuertes críticas, dado que el matrimonio homosexual sigue siendo ilegal en numerosas naciones y en algunas de ellas el colectivo LGBT sufre una fuerte persecución.
En una circular remitida a la ONU, el Gobierno estadounidense ha explicado que la decisión forma parte de las reformas puestas en marcha por la Administración norteamericana con el objetivo de adaptar sus políticas a la decisión del Tribunal Supremo, que en 2015 legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en el país.
Hasta ahora, si un diplomático solicitaba un visado de acompañante para su cónyuge del mismo sexo, el Gobierno norteamericano pedía únicamente que fuesen pareja de hecho. En el caso de las parejas heterosexuales, la Administración estadounidense ya requería el matrimonio para este tipo de visados, conocidos como G-4.
Desde este lunes, ese requisito afecta también a las parejas del mismo sexo que soliciten ese permiso para poder residir en Estados Unidos. Las parejas de hecho homosexuales que quieran mantener el visado que tienen actualmente, tendrán que presentar a las autoridades una prueba de matrimonio antes del 31 de diciembre, según explica la circular.
Si no lo hacen, deberán abandonar el país en un plazo de 30 días, a menos que obtengan otro tipo de autorización para permanecer. Según ha informado Foreign Policy, en estos momentos hay al menos 10 funcionarios de Naciones Unidas, cuya sede está en Nueva York, que tendrán que casarse antes de finales de año para poder extender los visados de sus parejas.
La medida de la Administración de Donald Trump pone fin a una práctica puesta en marcha en 2009 por la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, para proteger a las parejas del mismo sexo. UN Globe, una asociación que defiende los derechos de los empleados LGBT de Naciones Unidas, ha criticado en una nota lo que ha calificado como un "desafortunado" cambio de las normas, recordando que las parejas del mismo sexo "tienen opciones limitadas en lo que respecta al matrimonio".
"Las parejas que ya se encuentran en Estados Unidos siempre podrán ir a un ayuntamiento y casarse. Pero pueden enfrentarse a una enorme persecución si vuelven a un país en el que la homosexualidad es un delito, al igual que el matrimonio homosexual", han añadido.
A las críticas también se ha sumado la antigua embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, que la ha calificado de "innecesariamente cruel e intolerante". "Sólo un 12% de los Estados miembros de la ONU permiten el matrimonio del mismo sexo", ha recordado Power, que representó a Estados Unidos ante la organización durante el Gobierno de Barack Obama
Akshaya Kumar, el vicedirector para Naciones Unidas de Human Rights Watch, ha denunciado que el cambio en la normativa "tendrá un impacto insidioso en las parejas del mismo sexo".
"El Gobierno norteamericano debería reconocer, tal y como ha hecho durante nueve años hasta ahora, que exigir un certificado de matrimonio como prueba de que existe una relación de buena fe es una política negativa y cruel, que replica la terrible discriminación que muchos miembros de la comunidad LGTB sufren en sus propios países, por lo que debería ser inmediatamente revertida", ha emplazado.
A día de hoy, hay 71 países que consideran las relaciones entre personas del mismo sexo un delito. Muchas otras naciones cuentan con algún tipo de restricción legal y las relaciones sexuales homosexuales pueden implicar la pena de muerte en Irán, Arabia Saudí, Yemen, Sudán, Somalia y Nigeria.
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