Imagen: Desastre / Ilustración de Rory Midhani |
Desastre, 2017-08-09
http://desastre.mx/cultura/no-binario-genderqueer-y-otras-identidades-que-debes-conocer/
El paradigma dicotómico que gobierna al mundo poco a poco ha comenzado a ser desmontado con la proliferación de diversas formas de expresión que desafían las lógicas binarias, rígidas y unidireccionales que dividen a las personas en hombres y mujeres y que determinan qué significa y cuáles deben ser las experiencias al asumirse de una u otra forma. Muchas de estas identidades cuestionan la naturalidad de aquello que llamamos sexo y de los comportamientos que están asociados con él.
A continuación te presentamos una pequeña lista de identidades para comprender y exponer la diversidad existente en materia de identidad de género y visualizar que el mundo no se divide únicamente en dos polos estáticos:
Cisgénero. Este término se usa para denominar a las personas cuyo género con el que se identifican coincide con aquel que les fue asignado al nacer, el cual a la vez está relacionado con la lógica de la segmentación del cuerpo, donde por medio de los genitales se determina y construyen la identidad, roles y comportamientos de las personas que son determinadas bajo un género específico.
La importancia de este término radica en que evidencia que incluso aquellos géneros que son considerados “normales” o “más comunes” son resultados de una construcción social y cultural.
Transgénero. Se usa para denominar a las personas que se identifican con el género opuesto que les fue asignado al nacer. En algunos casos, las personas transgénero suelen someterse a procesos hormonales para modificar su cuerpo y hacer que éste se adapte a las características femeninas o masculinas, según sea el caso; sin embargo, la intervención del cuerpo no da cuenta de la legitimidad de una identidad de género, por lo que muchas personas deciden no modificar su apariencia.
Transexual. El término, al igual que el de transgénero, se usa para nombrar a las personas que no asumen el género que les fue atribuido al nacer, una de las diferencias es que las personas transexuales se someten a cirugías de reasignación sexual para poseer órganos sexuales considerados como propios de los hombres o de las mujeres.
Travesti. En algunas zonas latinoamericanas el término se usa para nombrar la identidad de personas transgénero y transexuales. También se usa para describir a quienes usan prendas consideradas culturalmente propias del género opuesto del que socialmente se les atribuye.
Trans*. Algunas postura utilizan el término trans para englobar a transgénero, transexual y travesti con la intención de oponerse a la determinación patológica que en un origen tuvieron estas palabras. De forma general se trata de identidades en donde las personas transitan de un género a otro, renunciando a las determinaciones discursivas sobre su cuerpo.
Genderqueer. Se usa para describir a personas cuya identidad se distancia radicalmente de las normas de género y convencionalismos sociales que determinan qué significa hombre o mujer, por lo que estas personas no se identifican como uno ni como otra.
Género no binario. Es una identidad en la que las personas no asumen un género asimilado en el binarismo. Es decir, no se identifican como hombre o como mujer, sino que expresan una inconformidad a tener que asumirse como una de esas identidades. Las personas que se identifican como no binario se oponen a las categorías hombre-mujer como la base de la realidad. En muchos casos es usada como sinónimo o traducción de genderqueer.
Gender Bender. Esta categoría tiende a incluir a todas las identidades que cuestionan las normas de género basadas en el biologicismo y el esencialismo. Comúnmente esta identidad está asociada con posturas críticas que rechazan la imposición del género como resultado del sexo.
Muxe. Es un vocablo zapoteco, cuyo origen, se cree, proviene de la palabra “mujer”, al ser adaptado a la fonética de la lengua local. La palabra es usada específicamente en el Istmo de Tehuantepec, una zona conformada por Veracruz, Oaxaca y Tabasco, para referirse a las personas que al nacer fueron determinadas como hombres pero se identifican como mujeres.
No obstante, cabe aclarar que no necesariamente todas las muxes asumen vestimentas consideradas femeninas. En las familias tradicionales, los padres crían a uno de sus descendientes como muxe, es la hija a la que quieren más y es la encargada de hacer labores domésticos y cuidar a los padres hasta la vejez.
Marica. Es una identidad disidente que se opone a las normas heterosexuales que anclan el sexo, el género, el deseo. Tiende a usarse como una posición crítica frente a la sexualidad normativa, por ello utiliza una injuria como identificación, es una forma de reivindicación del insulto que sirve como figura de encuentro de todas y todos aquellos que han sido marginados por la sexualidad hegemónica.
Agénero. Se usa para describir a una persona sin género.
Género fluido. Pueden identificarse como hombre o como mujer, pero ello no determina que sus expresiones de género se limiten a lo que decimonónicamente se espera de esos géneros. Como su nombre lo dice, tienen a transitar entre ambos géneros sin estacionarse en ellos.
Pangénero. Es una identidad en la que convergen muchas identidades de género, aunque de una manera fija y no variable.
Existe una gran variedad de términos para nombrar identidades diferentes a la cisgénero. Estas identidades alrededor del mundo poseen particularidades específicas que se inscriben de acuerdo a cada región y el contexto, cultural, social y religioso; por ejemplo, en la cultura hindú existen las hijras, consideradas el tercer sexo, intermediario entre hombre y mujer; ejemplos como este hay muchos que dan cuenta de la complejidad de la identidad de género.
A continuación te presentamos una pequeña lista de identidades para comprender y exponer la diversidad existente en materia de identidad de género y visualizar que el mundo no se divide únicamente en dos polos estáticos:
Cisgénero. Este término se usa para denominar a las personas cuyo género con el que se identifican coincide con aquel que les fue asignado al nacer, el cual a la vez está relacionado con la lógica de la segmentación del cuerpo, donde por medio de los genitales se determina y construyen la identidad, roles y comportamientos de las personas que son determinadas bajo un género específico.
La importancia de este término radica en que evidencia que incluso aquellos géneros que son considerados “normales” o “más comunes” son resultados de una construcción social y cultural.
Transgénero. Se usa para denominar a las personas que se identifican con el género opuesto que les fue asignado al nacer. En algunos casos, las personas transgénero suelen someterse a procesos hormonales para modificar su cuerpo y hacer que éste se adapte a las características femeninas o masculinas, según sea el caso; sin embargo, la intervención del cuerpo no da cuenta de la legitimidad de una identidad de género, por lo que muchas personas deciden no modificar su apariencia.
Transexual. El término, al igual que el de transgénero, se usa para nombrar a las personas que no asumen el género que les fue atribuido al nacer, una de las diferencias es que las personas transexuales se someten a cirugías de reasignación sexual para poseer órganos sexuales considerados como propios de los hombres o de las mujeres.
Travesti. En algunas zonas latinoamericanas el término se usa para nombrar la identidad de personas transgénero y transexuales. También se usa para describir a quienes usan prendas consideradas culturalmente propias del género opuesto del que socialmente se les atribuye.
Trans*. Algunas postura utilizan el término trans para englobar a transgénero, transexual y travesti con la intención de oponerse a la determinación patológica que en un origen tuvieron estas palabras. De forma general se trata de identidades en donde las personas transitan de un género a otro, renunciando a las determinaciones discursivas sobre su cuerpo.
Genderqueer. Se usa para describir a personas cuya identidad se distancia radicalmente de las normas de género y convencionalismos sociales que determinan qué significa hombre o mujer, por lo que estas personas no se identifican como uno ni como otra.
Género no binario. Es una identidad en la que las personas no asumen un género asimilado en el binarismo. Es decir, no se identifican como hombre o como mujer, sino que expresan una inconformidad a tener que asumirse como una de esas identidades. Las personas que se identifican como no binario se oponen a las categorías hombre-mujer como la base de la realidad. En muchos casos es usada como sinónimo o traducción de genderqueer.
Gender Bender. Esta categoría tiende a incluir a todas las identidades que cuestionan las normas de género basadas en el biologicismo y el esencialismo. Comúnmente esta identidad está asociada con posturas críticas que rechazan la imposición del género como resultado del sexo.
Muxe. Es un vocablo zapoteco, cuyo origen, se cree, proviene de la palabra “mujer”, al ser adaptado a la fonética de la lengua local. La palabra es usada específicamente en el Istmo de Tehuantepec, una zona conformada por Veracruz, Oaxaca y Tabasco, para referirse a las personas que al nacer fueron determinadas como hombres pero se identifican como mujeres.
No obstante, cabe aclarar que no necesariamente todas las muxes asumen vestimentas consideradas femeninas. En las familias tradicionales, los padres crían a uno de sus descendientes como muxe, es la hija a la que quieren más y es la encargada de hacer labores domésticos y cuidar a los padres hasta la vejez.
Marica. Es una identidad disidente que se opone a las normas heterosexuales que anclan el sexo, el género, el deseo. Tiende a usarse como una posición crítica frente a la sexualidad normativa, por ello utiliza una injuria como identificación, es una forma de reivindicación del insulto que sirve como figura de encuentro de todas y todos aquellos que han sido marginados por la sexualidad hegemónica.
Agénero. Se usa para describir a una persona sin género.
Género fluido. Pueden identificarse como hombre o como mujer, pero ello no determina que sus expresiones de género se limiten a lo que decimonónicamente se espera de esos géneros. Como su nombre lo dice, tienen a transitar entre ambos géneros sin estacionarse en ellos.
Pangénero. Es una identidad en la que convergen muchas identidades de género, aunque de una manera fija y no variable.
Existe una gran variedad de términos para nombrar identidades diferentes a la cisgénero. Estas identidades alrededor del mundo poseen particularidades específicas que se inscriben de acuerdo a cada región y el contexto, cultural, social y religioso; por ejemplo, en la cultura hindú existen las hijras, consideradas el tercer sexo, intermediario entre hombre y mujer; ejemplos como este hay muchos que dan cuenta de la complejidad de la identidad de género.
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