Imagen: El Confidencial |
El presunto asesino, que también ha matado al hijo de ambos, de 12 años, está identificado y tiene «antecedentes penales graves», aunque no había denuncias previas por maltrato.
Daniel Roldán | El Diario Vasco, 2017-05-02
http://www.diariovasco.com/sociedad/201705/02/mujer-apunalada-alcobendas-pareja-20170502192339.html
El ruido es homogéneo. Las ruedas de las maletas rebotan por la acera de la avenida de España antes de encarar la calle del Dos de Mayo en Alcobendas. Las vecinas observan al hombre que arrastra la maleta antes de entrar en un portal. Después, vuelve el silencio, hasta que un grupo de amigas rompe la tranquilidad de la jornada de asueto en esta ciudad dormitorio al norte de la capital madrileña. Las señoras giran la cabeza hacia su derecha para comprobar si conocen a los afortunados que regresan después de un puente de cuatro días -la Comunidad de Madrid celebraba su fiesta regional-. Tras comprobar el grado de cercanía de los recién llegados, giran la cabeza hacia la izquierda. En el número 12 se congrega media docena de policías. Todavía están realizando las últimas comprobaciones y buscando pistas sobre la tragedia que ocurrió por la mañana en ese portal cuando un hombre acuchilló a su pareja y al hijo de esta y darse a la fuga.
Según ha confirmado la Ertzaintza a este periódico, la mujer era originaria de Eibar y había residido en Bilbao antes de recalar en la localidad madrileña.
La alarma saltó a las 10:30. Un hombre, nervioso, alertaba a los servicios de emergencia del contenido de la macabra llamada que había recibido. Un familiar había matado a su pareja, de 44 años, y al hijo de la mujer, de doce años, en el modesto piso que compartían en la calle Dos de Mayo. Unidades de la Policía Nacional y de los servicios médicos de la Comunidad de Madrid (Summa) acudieron a toda velocidad al lugar de los hechos. Los profesionales sanitarios solo pudieron comprobar que la llamada era de verdad: los dos estaban muertos y presentaban varias heridas de arma blanca. Del presunto asesino, solo se conoce que había huido. «Espero que lo detengan. Todos tenemos que luchar para que termine esta lacra de violencia de género», afirmó Concepción Dancausa, delegada del Gobierno de Madrid, quien también confirmó que el agresor tiene «antecedentes violentos graves». Los pocos vecinos que se asomaron a sus ventanas subrayaban que es muy fácil marcharse en cualquier dirección. El metro está a menos de medio kilómetro; en coche, el cercano paseo de La Chopera conecta en apenas cinco minutos con la A-1.
Mientras los agentes realizaban las últimas comprobaciones, una vez retirados los cadáveres, los habitantes de esta calle del antiguo Alcobendas se preguntaban quiénes podían ser los asesinados y quién los había matado. Las casas de Dos de Mayo no superan las tres alturas y en el tramo donde está el portal de los decesos, los comercios brillan por su ausencia.
Un bar se traspasa, otro estaba cerrado a cal y canto, al igual que el pequeño establecimiento de fontanería. Ni un negocio más en esta calle, donde hay dos tipos de vecinos: los que llevan toda una vida o los que viven de alquiler. «Por aquí viene y va mucha gente», masculla una señora desde la ventana del salón, situada en un bajo. Eugenio, desde el balcón del número 14, lo confirma. «Hay bastantes pisos en alquiler. Mira que estamos cerca (apenas veinte metros) y no los conocía de nada», indica mientras aprovecha el retorno de la primavera a Alcobendas. «Yo llevo muy poco tiempo aquí», se excusa Juanma casi a la carrera. «Es una zona muy tranquila. Solo me he sobresaltado cuando he escuchado el ruido de las sirenas. Eran más o menos las once de la mañana», recordaba este joven habitante de la localidad, cuyo Ayuntamiento condenó el supuesto caso de violencia machista, colocó las banderas a medio asta, decretó dos días de luto e invitó a todos los vecinos a guardar un minuto de silencio en la plaza Mayor.
Tres muertes en dos meses
La lacra de la violencia machista se ha cobrado ya, de confirmarse el caso madrileño, 22 vidas en 2017. Según los datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, hay otro caso en estudio y ocho menores se han quedado huérfanos. Además, la muerte de este niño eleva a cuatro los pequeños asesinados por sus progenitores.
Estas dos muertes no son las únicas que ha sufrido esta zona de Alcobendas. El 2 de marzo, justo dos meses antes, una mujer de 45 años moría degollada en el número 4 de la avenida España en lo que pareció un robo. Solo hay 180 metros entre un portal y otro. «Nunca había pasado nada. Hasta ahora», sentencia una vecina antes de meterse en el portal.
Según ha confirmado la Ertzaintza a este periódico, la mujer era originaria de Eibar y había residido en Bilbao antes de recalar en la localidad madrileña.
La alarma saltó a las 10:30. Un hombre, nervioso, alertaba a los servicios de emergencia del contenido de la macabra llamada que había recibido. Un familiar había matado a su pareja, de 44 años, y al hijo de la mujer, de doce años, en el modesto piso que compartían en la calle Dos de Mayo. Unidades de la Policía Nacional y de los servicios médicos de la Comunidad de Madrid (Summa) acudieron a toda velocidad al lugar de los hechos. Los profesionales sanitarios solo pudieron comprobar que la llamada era de verdad: los dos estaban muertos y presentaban varias heridas de arma blanca. Del presunto asesino, solo se conoce que había huido. «Espero que lo detengan. Todos tenemos que luchar para que termine esta lacra de violencia de género», afirmó Concepción Dancausa, delegada del Gobierno de Madrid, quien también confirmó que el agresor tiene «antecedentes violentos graves». Los pocos vecinos que se asomaron a sus ventanas subrayaban que es muy fácil marcharse en cualquier dirección. El metro está a menos de medio kilómetro; en coche, el cercano paseo de La Chopera conecta en apenas cinco minutos con la A-1.
Mientras los agentes realizaban las últimas comprobaciones, una vez retirados los cadáveres, los habitantes de esta calle del antiguo Alcobendas se preguntaban quiénes podían ser los asesinados y quién los había matado. Las casas de Dos de Mayo no superan las tres alturas y en el tramo donde está el portal de los decesos, los comercios brillan por su ausencia.
Un bar se traspasa, otro estaba cerrado a cal y canto, al igual que el pequeño establecimiento de fontanería. Ni un negocio más en esta calle, donde hay dos tipos de vecinos: los que llevan toda una vida o los que viven de alquiler. «Por aquí viene y va mucha gente», masculla una señora desde la ventana del salón, situada en un bajo. Eugenio, desde el balcón del número 14, lo confirma. «Hay bastantes pisos en alquiler. Mira que estamos cerca (apenas veinte metros) y no los conocía de nada», indica mientras aprovecha el retorno de la primavera a Alcobendas. «Yo llevo muy poco tiempo aquí», se excusa Juanma casi a la carrera. «Es una zona muy tranquila. Solo me he sobresaltado cuando he escuchado el ruido de las sirenas. Eran más o menos las once de la mañana», recordaba este joven habitante de la localidad, cuyo Ayuntamiento condenó el supuesto caso de violencia machista, colocó las banderas a medio asta, decretó dos días de luto e invitó a todos los vecinos a guardar un minuto de silencio en la plaza Mayor.
Tres muertes en dos meses
La lacra de la violencia machista se ha cobrado ya, de confirmarse el caso madrileño, 22 vidas en 2017. Según los datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, hay otro caso en estudio y ocho menores se han quedado huérfanos. Además, la muerte de este niño eleva a cuatro los pequeños asesinados por sus progenitores.
Estas dos muertes no son las únicas que ha sufrido esta zona de Alcobendas. El 2 de marzo, justo dos meses antes, una mujer de 45 años moría degollada en el número 4 de la avenida España en lo que pareció un robo. Solo hay 180 metros entre un portal y otro. «Nunca había pasado nada. Hasta ahora», sentencia una vecina antes de meterse en el portal.
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