Imagen: El País / Jóvenes latinos anti-Trump en Minneapolis |
'Latino Decisions' indica que salieron a votar al menos dos millones de hispanos más que en 2012.
Pablo de Llano | El País, 2016-11-13
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/11/12/estados_unidos/1478990549_595498.html
El voto de los hispanos de Estados Unidos fue uno de los factores más esperados de las elecciones presidenciales. Los insultos de Donald Trump a los inmigrantes mexicanos se veían como un motivo para que hubiese una reacción electoral latina contra él. Y así fue, según la encuestadora Latino Decisions, que indica que la minoría más numerosa del país aumentó su participación y apoyó abrumadoramente a Hillary Clinton. Aunque no bastó.
Según sus previsiones en estos comicios acudieron a votar entre 13,1 y 14,7 millones de hispanos, al menos dos millones más que en 2012 (11,2 millones).
La demócrata Clinton, que perdió las elecciones por votos por colegio electoral pero obtuvo más votos totales que Trump, habría recibido un 79% del apoyo latino (cuatro puntos más que Obama en 2012) y el republicano tan sólo un 18%. Nunca antes un candidato presidencial había cosechado un porcentaje de apoyo tan bajo entre la población de origen hispano. El republicano Mitt Romney logró un 23% hace cuatro años y en 2004 George W. Bush un 40%.
Los datos de ‘Latino Decisions’ son una aproximación basada en una encuesta hecha días antes de la votación del 8 de noviembre con 5.600 entrevistas.
Los expertos de la casa de sondeos han criticado la encuesta nacional electoral que hace el día de las elecciones la firma Edison Research por encargo de varios medios de comunicación. Consideran que no está diseñada para captar con solvencia el voto hispano. Edison estimó durante el día de los comicios cerca de un 30% de voto para Trump entre los latinos.
El sufragio por anticipado (por correo y presencial) mostró en las dos semanas previas a la jornada final de votación un auge del voto hispano en territorios de fuerte demografía latina. En Florida se registró más de un 100% de aumento. También en Texas se disparó su votación en varios condados. Sin embargo, Trump se llevó esos dos estados (67 de los 290 votos electorales que logró).
La campaña de Clinton y organizaciones progresistas hicieron un esfuerzo por alentar la participación de los hispanos. En buena medida parece que lo lograron, aunque fue insuficiente.
Sin embargo la subida del voto hispano apunta a una tendencia decisiva a corto plazo en la política de Estados Unidos. Los latinos son 56 de los 324 millones de americanos y su crecimiento demográfico es el mayor del país junto al de los asiáticos. Si se añade a su poder demográfico al alza una mayor implicación política de las nuevas generaciones el voto latino será determinante y los demócratas cuentan con todas las pepeletas para verse beneficiados de ese poder político en futuras elecciones.
Ni siquiera el voto cubanoamericano sigue siendo fiel a los republicanos. Según ‘Latino Decisions’ en estas elecciones han votado más demócrata (50% para Clinton) que republicano (48% para Trump).
Entre los mexicanos, siempre según la encuestadora, Clinton tuvo un 81% de los votos y Trump un 15%. El republicano inició su campaña calificando de "violadores" a los mexicanos indocumentados. La demócrata recabó el 79% de apoyo de los puertorriqueños, el 82% de los centroamericanos y el 81% de los sudamericanos. El mejor dato para Trump fue el 27% de votantes que logró entre los latinos con ingresos superiores a los 80.000 dólares anuales.
Tras la victoria de Trump en las elecciones, en los medios de Estados Unidos se han podido leer titulares como ‘¿Por qué los latinos no salvaron América?’ y análisis más ponderados como el del New York Times, que resumía: "Si usted está en ‘shock’ por el resultado, no culpe a los latinos".
En cierto modo, la conclusión es que el voto hispano hizo su trabajo en favor de la causa demócrata, pero no en los guarismos necesarios para contrapesar el aún preponderante voto anglosajón.
Según sus previsiones en estos comicios acudieron a votar entre 13,1 y 14,7 millones de hispanos, al menos dos millones más que en 2012 (11,2 millones).
La demócrata Clinton, que perdió las elecciones por votos por colegio electoral pero obtuvo más votos totales que Trump, habría recibido un 79% del apoyo latino (cuatro puntos más que Obama en 2012) y el republicano tan sólo un 18%. Nunca antes un candidato presidencial había cosechado un porcentaje de apoyo tan bajo entre la población de origen hispano. El republicano Mitt Romney logró un 23% hace cuatro años y en 2004 George W. Bush un 40%.
Los datos de ‘Latino Decisions’ son una aproximación basada en una encuesta hecha días antes de la votación del 8 de noviembre con 5.600 entrevistas.
Los expertos de la casa de sondeos han criticado la encuesta nacional electoral que hace el día de las elecciones la firma Edison Research por encargo de varios medios de comunicación. Consideran que no está diseñada para captar con solvencia el voto hispano. Edison estimó durante el día de los comicios cerca de un 30% de voto para Trump entre los latinos.
El sufragio por anticipado (por correo y presencial) mostró en las dos semanas previas a la jornada final de votación un auge del voto hispano en territorios de fuerte demografía latina. En Florida se registró más de un 100% de aumento. También en Texas se disparó su votación en varios condados. Sin embargo, Trump se llevó esos dos estados (67 de los 290 votos electorales que logró).
La campaña de Clinton y organizaciones progresistas hicieron un esfuerzo por alentar la participación de los hispanos. En buena medida parece que lo lograron, aunque fue insuficiente.
Sin embargo la subida del voto hispano apunta a una tendencia decisiva a corto plazo en la política de Estados Unidos. Los latinos son 56 de los 324 millones de americanos y su crecimiento demográfico es el mayor del país junto al de los asiáticos. Si se añade a su poder demográfico al alza una mayor implicación política de las nuevas generaciones el voto latino será determinante y los demócratas cuentan con todas las pepeletas para verse beneficiados de ese poder político en futuras elecciones.
Ni siquiera el voto cubanoamericano sigue siendo fiel a los republicanos. Según ‘Latino Decisions’ en estas elecciones han votado más demócrata (50% para Clinton) que republicano (48% para Trump).
Entre los mexicanos, siempre según la encuestadora, Clinton tuvo un 81% de los votos y Trump un 15%. El republicano inició su campaña calificando de "violadores" a los mexicanos indocumentados. La demócrata recabó el 79% de apoyo de los puertorriqueños, el 82% de los centroamericanos y el 81% de los sudamericanos. El mejor dato para Trump fue el 27% de votantes que logró entre los latinos con ingresos superiores a los 80.000 dólares anuales.
Tras la victoria de Trump en las elecciones, en los medios de Estados Unidos se han podido leer titulares como ‘¿Por qué los latinos no salvaron América?’ y análisis más ponderados como el del New York Times, que resumía: "Si usted está en ‘shock’ por el resultado, no culpe a los latinos".
En cierto modo, la conclusión es que el voto hispano hizo su trabajo en favor de la causa demócrata, pero no en los guarismos necesarios para contrapesar el aún preponderante voto anglosajón.
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