jueves, 8 de diciembre de 2016

#hemeroteca #machismo | "Alejandro Sanz es igual de machista que Maluma, aunque no hable de correrse"

Imagen: El Confidencial / Maluma
"Alejandro Sanz es igual de machista que Maluma, aunque no hable de correrse".
Polémica pop sobre la canción 'Cuatro babys' del cantante colombiano Maluma. Al habla con la experta en feminismo y reguetón June Fernández.
Víctor Lenore | El Confidencial, 2016-12-08
http://www.elconfidencial.com/cultura/2016-12-08/maluma-cuatro-babys_1300772/

Miércoles por la mañana. Polémica pop sobre la canción 'Cuatro babys' del cantante colombiano Maluma, jurado invitado en 'La voz'. El revuelo tiene sentido y sensibilidad, ya que el personaje central de la historia presume de tener cuatro amantes a su plena disposición, que hacen lo que él quiere cuando le da la gana. La letra da a entender que las mujeres son simples objetos sexuales, que se mueven por afán de dinero. Promueve la idea de que su única función es satisfacer el deseo masculino.

Para situarnos en el debate, nada mejor que hablar con June Fernández, militante feminista y aficionada al reguetón, autora del polémico artículo “Si no puedo perrear, no es mi revolución”. Mejor no hacemos una sinopsis, ya que es un texto de lectura obligatoria para cualquier interesado en este tipo de debates socioculturales.

Primera cuestión: ¿es el reguetón un género intrínsecamente machista? La respuesta es un “no” rotundo. “Hablamos de un ritmo con unas raíces culturales importantes. Llega desde Jamaica y nace en Panamá, donde adaptan el reggae y el dancehall a las cadencias latinas. Es absurdo decir que el reguetón es machista, como es absurdo decirlo de cualquier otro género. En cada corriente musical hay artistas patriarcales y otros que contestan y desafían esos valores”.

Dentro del reguetón, podemos mencionar como ejemplos de músicos no machistas a los superventas Calle 13, la diva de culto Ivy Queen o grupos primerizos como los chilenos Torta Golosa. “La canción 'Yo quiero bailar' de Ivy Queen explica que frotarse con un chico en la pista de baile no te obliga a irte a la cama con él”, apunta Fernández. En esta misma sección de Cultura hemos hablado también de artistas antipatriarcales como Ms Nina y Kumbia Queers.

¿Sexismo o placer sexual?
El reguetón, nacido en los barrios populares panameños y de Puerto Rico, es una celebración del placer físico y sexual. Cuando explota comercialmente, a nivel global, se lo apropian las grandes corporaciones musicales y se dispara la iconografía machista. Además choca con el puritanismo tradicional de Occidente. ¿Estamos confundiendo el sexo con el sexismo?

“Maluma causa alarma porque topa con una moralina que está muy extendida. Se dice que escandaliza el machismo, pero muchas veces lo que molesta es que se hable de sexo de manera explícita, algo que por aquí seguimos considerando vulgar. Nos centramos mucho en las letras de reguetón y poco en las que fomentan los mitos del amor romántico, por ejemplo cantantes que normalizan los celos o hablan del amor de una forma desesperada y trágica. Eso también contribuye a la violencia machista, pero parece que nos preocupa más que venga alguien de fuera hablando de sexo de manera directa a nuestros hijos adolescentes”, señala.

Xenofobia pop
Entonces, ¿estamos ante un linchamiento basado en la mentalidad colonial? “Hay mucho de xenofobia en la polémica sobre el machismo de Maluma. Se es más duro con los reguetoneros que con los artistas occidentales porque sigue vivo el arquetipo del Latin King. Es más cómodo pensar que maleduca a nuestros hijos alguien de fuera que admitir que lo hacen Alejandro Sanz, Melendi, Guns N’ Roses y los Rolling Stones, que son igualmente sexistas, aunque no hablen de correrse y de follar sin condón. Por eso con ellos saltan menos las alarmas. Recomiendo un artículo de Barbijaputa donde se analiza una canción de Alejandro Sanz , cuyo mensaje dice que ‘si me has tentado, no puedes dar marcha atrás’. Eso no puede ser menos grave que Maluma, aunque llame menos la atención”, señala.

Dicho esto, 'Cuatro babys' no es una canción encomiable. “La letra me horroriza, es un mensaje muy pernicioso. Estamos ante un reflejo de un modelo sexual dominante, que con más disimulo y con más tapujos se está inculcando a los jóvenes a través de los medios de comunicación y conversaciones de bar. El problema no es algo que nos traigan de fuera, sino algo que tenemos ya dentro”.

Apologías de la violación
Sobran los ejemplos de canciones de artistas blancos que rebosan más sexismo que 'Cuatro Babys'. Los Rolling Stones pintan a las mujeres como “dulces mascotas” en 'Under My Thumb' y celebran la violación de esclavas negras en 'Brown Sugar'. Loquillo y Sabino Méndez glamourizan los asesinatos machistas en 'La mataré'. Guns N’ Roses, que vienen a España el próximo verano, compusieron una canción cuyo estribillo dice “Solía quererla / pero tuve que matarla” ('I Used To Love Her'). El prestigioso Nick Cave envuelve en un halo de romanticismo la violencia machista en su álbum ‘Murder Ballads’. Lo mismo pasa en canciones de Johnny Cash como 'Delia’s Gone'. Gran parte del pop español es machista militante, pensemos en apologías de la violación como 'Jim Dinamita' (Burning), 'Atrapados en el ascensor' (Un pingüino en mi ascensor) o 'Sí, sí' (Los Ronaldos). No solo no se les crucifica, sino que la prensa musical raramente les pregunta por su machismo rampante.

¿Cómo evitar el machismo?
¿Qué soluciones prácticas pueden recomendarse? “La censura no me parece buena idea. Soy partidaria de la libertad creativa. Más que pedir prohibiciones, hay que fomentar cambios. La industria del reguetón, como la de la música en general, está dominada por los hombres. Eso no me parece aceptable. Debe haber paridad en todos los niveles. Las letras son misóginas porque la inmensa mayoría de los hombres son propensos a mirarse el ombligo. En el plano personal, se pueden subir a Internet listas de reproducción de reguetón no machista. Sería absurdo negar que el vídeo de Maluma cosifica a la mujer, pero no lo hace más que todo el bombardeo de sexismo que recibes al dar un paseo por el centro de cualquier ciudad. Son más duras las campañas publicitarias de mujeres con cuerpo imposible o las películas de Hollywood, donde las chicas casi siempre son jóvenes e intercambiables. Hay que ver las letras tipo Maluma como una oportunidad de establecer un diálogo con los jóvenes”, zanja Fernández.

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