Halima Aden desfiló en Miss USA con burkini y hiyab. Ahora ha fichado por IMG y su debut está apadrinado por Kanye West y Carine Roitfeld. Su condición: siempre posará con pañuelo.
Noelia Ramírez | SModa, El País, 2017-02-16
http://smoda.elpais.com/moda/halima-aden-modelo-nacio-campo-refugiados/
Halima Aden saltó a los titulares el pasado mes de febrero, cuando decidió desfilar en la prueba de bañadores de Miss Minessota con burkini y hiyab. Su estrategia funcionó. La prensa se interesó por ella y también lo hizo Ivan Bart, presidente de la todopoderosa IMG Models, la agencia que tiene en sus filas a las Hadid o prácticamente todos los ángeles de Victoria’s Secret. Tal y como ha avanzado ‘Business of Fashion’, Bart ha decidido fichar a esta joven musulmana de 19 años, somalí-americana que nació en un campo de refugiados en Kenia, para convertirla en la primera modelo con pañuelo que realmente opte a entrar en las grandes ligas de la moda.
Ayer hizo su debut sobre la pasarela en la semana de la moda de Nueva York. Desfiló para Kanye West en la presentación de la temporada número cinco de Yeezy y, según ha avanzado la propia agencia, también participará en la próxima edición del ‘CR Book’, la publicación de Carine Roitfeld que llegará a las estanterías comerciales en marzo, fotografiada por Mario Sorrenti. La propia editora ha contado a ‘BoF’ que Aden “representará la diversidad de París, donde un mix de culturas converge”. La modelo ha impuesto un requisito: trabajar siempre con la hiyab puesta, acorde a sus creencias religiosas. Algo que no ha supuesto ninguna traba para la agencia. “Halima está rompiendo las barreras de la belleza siendo ella misma. Creo que es increíblemente inspirador, y sé que se convertirá en un icono”, defiende el director de su agencia de modelos, que confía en que las marcas respeten su decisión: “veremos cómo reaccionan con Halima y si trabajan o no con esas restricciones”.
Más allá de la voluntad de incluir a esta modelo con pañuelo en campañas y pasarelas lejos del nicho de mercado, la normalización de la hiyab en la industria es un hecho. Al año mueve unos 96.000 millones de dólares en todo el mundo, según un estudio de la escuela de moda Esmod Dubai. Pese a la indignación y firme oposición de Pierre Bergé, la moda ha ido acercando posiciones con el mercado islámico en los últimos años. Las ‘egobloggers’ con velo son ya mucho más que un fenómeno en la red (la ‘youtuber’ Amena tiene casi 400.000 suscriptores con sus consejos de maquillaje y moda); Mango, Donna Karan, Zara o Tommy Hilfiger comercializan sus propias colecciones para el mercado islámico y hasta Uniqlo ha unido fuerzas con una bloguera para modernizar el hiyab. La integración, no sin provocar airados debates, llega hasta el imaginario erótico masculino. Noor Taguri, una periodista de origen libio que lucha por los derechos de las mujeres árabes, posó con su hijab recientemente para Playboy (y muchos acusaron a la publicación de contribuir a la “falsa normalización del velo islámico” y a “contribuir al juego del ‘slutshaming’ mediante la ropa de los musulmanes”). ¿Una campaña de Prada con una modelo con velo islámico entre otras supermodelos con melena al viento? Con Aden entre sus filas, parece que cada vez está más cerca.
Ayer hizo su debut sobre la pasarela en la semana de la moda de Nueva York. Desfiló para Kanye West en la presentación de la temporada número cinco de Yeezy y, según ha avanzado la propia agencia, también participará en la próxima edición del ‘CR Book’, la publicación de Carine Roitfeld que llegará a las estanterías comerciales en marzo, fotografiada por Mario Sorrenti. La propia editora ha contado a ‘BoF’ que Aden “representará la diversidad de París, donde un mix de culturas converge”. La modelo ha impuesto un requisito: trabajar siempre con la hiyab puesta, acorde a sus creencias religiosas. Algo que no ha supuesto ninguna traba para la agencia. “Halima está rompiendo las barreras de la belleza siendo ella misma. Creo que es increíblemente inspirador, y sé que se convertirá en un icono”, defiende el director de su agencia de modelos, que confía en que las marcas respeten su decisión: “veremos cómo reaccionan con Halima y si trabajan o no con esas restricciones”.
Más allá de la voluntad de incluir a esta modelo con pañuelo en campañas y pasarelas lejos del nicho de mercado, la normalización de la hiyab en la industria es un hecho. Al año mueve unos 96.000 millones de dólares en todo el mundo, según un estudio de la escuela de moda Esmod Dubai. Pese a la indignación y firme oposición de Pierre Bergé, la moda ha ido acercando posiciones con el mercado islámico en los últimos años. Las ‘egobloggers’ con velo son ya mucho más que un fenómeno en la red (la ‘youtuber’ Amena tiene casi 400.000 suscriptores con sus consejos de maquillaje y moda); Mango, Donna Karan, Zara o Tommy Hilfiger comercializan sus propias colecciones para el mercado islámico y hasta Uniqlo ha unido fuerzas con una bloguera para modernizar el hiyab. La integración, no sin provocar airados debates, llega hasta el imaginario erótico masculino. Noor Taguri, una periodista de origen libio que lucha por los derechos de las mujeres árabes, posó con su hijab recientemente para Playboy (y muchos acusaron a la publicación de contribuir a la “falsa normalización del velo islámico” y a “contribuir al juego del ‘slutshaming’ mediante la ropa de los musulmanes”). ¿Una campaña de Prada con una modelo con velo islámico entre otras supermodelos con melena al viento? Con Aden entre sus filas, parece que cada vez está más cerca.
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