Imagen: El Español / Patricia Reyes |
La diputada de Cs ha protagonizado con la vicepresidenta Calvo la escena parlamentaria más agria de la era Sánchez por la gestación subrogada.
Daniel Ramírez | El Español, 2018-07-02
https://www.elespanol.com/espana/politica/20180629/patricia-reyes-carmen-calvo-feminista-vientre-alquiler/318718882_0.html
Este es el retrato de Patricia Reyes que dibuja su biblioteca. Por lo menos, la de su despacho en el Congreso de los Diputados. Sobre la mesa, un libro de Velázquez. Al lado, un título de Óscar López –PSOE– y otro de Josep Piqué –PP–. Aunque ella asegura que no los ha empezado y que el personal de la Cámara los ha traído a su despacho, la sitúan en medio del bipartidismo. “De centro”, como dicen los naranjas. En la estantería, tumbado, como si acabara de llegar, luce un libro viejo, de papel duro y amarillo, editado poco después de la guerra: ‘La gran tragedia de España’. Un eslogan que la formación de Rivera enarbola cuando se le pregunta por el Gobierno de Sánchez.
Reyes, también miembro de la Ejecutiva de Ciudadanos y responsable del área de la mujer, concede esta entrevista poco después de protagonizar uno de los debates más agrios de la era Sánchez. Afiló argumentos contra la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y se arrebataron una a otra la condición de feminista por su postura en torno a la gestación subrogada.
Reyes cree que si se legalizara su proyecto, España sería un poco menos tragedia. A su mesa se la comen los papeles, aunque no los consulta. Se lo sabe al dedillo. Conoce al detalle la situación que atraviesan los doce países en el mundo en los que se permite este modelo de gestación. Advierte de que su propuesta rompe esquemas que los ciudadanos –también los Ciudadanos– habían interiorizado hasta el tuétano. Recalca que conviene “disociar” la maternidad de la gestación: “La mujer que ayuda no es la madre”.
P. ¿Aprobar la gestación subrogada en España es una misión imposible? PSOE y Podemos se han mostrado en contra y el PP no tiene clara su opinión. Ciudadanos no cuenta con ningún apoyo.
R. Los partidos, en general, se dividen en torno a la gestación subrogada. Conozco diputados de PP y PSOE que están a favor y no lo dicen en público. Nuestra responsabilidad es traer al Congreso una proposición de ley. Cuando la gente conoce casos concretos, muchas veces cambia de opinión. Eso me pasó a mí. Me gustaría llamar a la vicepresidenta y darle argumentos para que no se cierre en banda. No sé si los partidos dejarán libertad de voto cuando esto se debata.
P. ¿También conoce diputados de Ciudadanos en contra de la gestación subrogada?
R. Ningún compañero me ha dicho que esté en contra. Aunque imagino que habrá gente dentro de Ciudadanos que tenga sus dudas. Sé de muchos a los que les ocurrió lo mismo que a mí: cambiaron de opinión cuando conocieron un caso concreto.
P. ¿Por qué Ciudadanos tiene tanto interés en aprobar esta ley? Se ha convertido en una de las banderas del partido.
R. No es una prioridad absoluta, pero la gente habla mucho de esto. Precisamente por su carácter novedoso, porque nos rompe los esquemas. Consideramos una obligación legislar la gestación subrogada en España. Hace no mucho vino al Congreso el director general de registros y notariados. Nos pidió que lo reguláramos. No podemos poner puertas al campo. La gente sale fuera de España y, al volver con su hijo, se encuentra con muchas dificultades para inscribirlo, cogerse la baja… Los responsables de los organismos no saben muy bien qué hacer. Afortunadamente, los niños ya se están registrando, pero se siguen generando problemas. Si el PSOE quiere prohibirlo, que lo haga en su totalidad, que no lo deje a medias. Pero es una posición hipócrita. No puedes impedir a los españoles que vayan al extranjero y vuelvan con sus hijos fruto de la gestación subrogada.
P. Una contradicción que se achaca a la ley de Ciudadanos: menciona el “altruismo”, pero la gestante cobra un dinero a cambio. Semánticamente, se convierte en un servicio. Se paga por tener un hijo.
R. La mujer gestante no cobra un sueldo, sino una compensación económica por los perjuicios que le pueda ocasionar el embarazo. La baja laboral que se tenga que coger, por ejemplo.
P. Pero si cobra un dinero, el altruismo no es absoluto.
R. La gestante debe acreditar una solvencia económica. Cuando donas un óvulo, también obtienes una compensación. Sí es altruismo porque la mujer no cobra ese dinero para ella, sino para cubrir los gastos que le suponga estar embarazada. No se hará rica con esto. Canadá es el modelo que más nos gusta. En Estados Unidos sí que, en cierta manera, se mercantiliza el proceso.
P. A tenor de su ley, ¿qué condiciones debe reunir la mujer gestante?
R. Debe tener más de 25 años, haber dado a luz previamente, acreditar una solvencia económica y pasar un examen psicológico. En definitiva, se supervisará que la mujer tome la decisión en total libertad. Tampoco podrá tener un vínculo de consanguinidad con los futuros padres.
P. ¿Y en cuanto al perfil de esos futuros padres?
R. Será parecido al de cualquier adoptante. Quede claro que nosotros no apostamos por la gestación subrogada como la opción ideal para tener hijos. Lo planteamos como última opción. Los padres deben demostrar su incompatibilidad con otras técnicas de reproducción asistida.
P. La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, le acusó de comercializar la maternidad. Habló de “vientres de alquiler”.
R. Se basó en premisas falsas. Repito: no es la técnica ideal, pero existe y da la posibilidad de ser padres a quienes no pueden serlo de otra manera. Nuestra propuesta es altruista. Sabemos que hay explotación de mujeres en otros países. Precisamente por eso queremos regularlo. Nuestra ley es garantista y asegura la libertad de la mujer. Dicho esto, estamos abiertos a las enmiendas y a construir el proyecto entre todos.
P. Otro verbo que se les arroja es “comercializar”. Aunque no sea a modo de sueldo, los padres abonan a la gestante esa “compensación”.
R. Nuestro modelo no es eso. Es altruista, totalmente. Que sea moral o éticamente aceptable es otro debate y depende de cada uno.
P. ¿Se han planteado que la mujer gestante pueda renunciar al cobro para que el modelo sea absolutamente altruista?
R. Podría renunciar, claro, pero queremos ser garantistas. Lo justo es que si esa mujer va a sufrir pérdidas durante el embarazo, se le compense de algún modo.
P. Vayamos a algunos supuestos emocionales que pueden trascender a la ley. ¿Qué ocurre si durante el embarazo la madre biológica siente una fuerte filiación por el niño?
R. La gestante no es madre. No hay material genético por su parte. El óvulo no es suyo. Ahí está la ruptura del esquema mental: disociar la maternidad de la gestación. La mujer que gesta ayuda, pero no es la madre. Lo tiene que tener muy claro. Por eso es tan importante la regulación, el test psicológico.
P. Si el niño al crecer decide ir en busca de su origen, ¿usted apuesta por contárselo?
R. En todos los casos que yo he conocido, el niño es plenamente consciente de cómo ha venido al mundo y mantiene una relación muy bonita con la mujer que colaboró. Aunque si la gestante no quiere, eso debe primar. Yo sí que soy partidaria de que los niños conozcan su origen. Para ellos es mucho más fácil que para nosotros. Nacen sin prejuicios, con el folio en blanco. Lo que ocasiona muchos problemas es la terminología, lo de “vientres de alquiler”. Me indigna esa expresión y así se lo dije a la vicepresidenta. Las mujeres no somos vientres, sino mucho más. Que una feminista llame vientre de alquiler a otra me parece tremendo.
P. Actualmente, a los españoles que eligen la gestación subrogada les cuesta mucho dinero. Deben ir al extranjero varias veces. ¿Han calculado cuánto costaría aquí en caso de aprobarse?
R. No. Dependerá de la situación específica de la mujer gestante. Precisamente porque la partida es una compensación, y no una contraprestación. No lo sabemos.
P. El otro día le dijo la vicepresidenta que el deseo no es un derecho. ¿Considera ser madre un derecho inalienable de la mujer?
R. Hay mujeres que no pueden concebir. Los derechos los creamos con las leyes. Ahora mismo no lo es, pero si podemos ayudar a muchas personas a cumplir su sueño, ¿por qué no vamos a regularlo?
P. La gestación subrogada es, en cierto modo, un sustitutivo de la adopción. Habría un volumen, más alto o más bajo, que dejaría de adoptar. ¿Esto generará desigualdad?
R. Hemos presentado un montón de iniciativas para desbloquear las adopciones en nuestro país. Se habla más de la gestación subrogada porque es más llamativo, pero estamos trabajando muchísimo en la adopción. El PP no hizo nada y ahora perseguimos al PSOE. La gestación subrogada no tiene que ver. Una familia puede adoptar aun siendo fértil. Sí que es cierto que muchos han acudido a la gestación subrogada porque no podían adoptar.
P. ¿Usted sería mujer gestante?
R. Yo ya, seguramente, no cumpliría con los requisitos de edad. Sí que me lo he planteado. La voluntad suele surgir cuando alguien muy cercano no puede ser padre o madre. Eso te sensibiliza. No lo sé, hay que ser muy generosa. Mi embarazo fue fácil, no tuve problemas. Pero no lo sé. Sí que me lo he planteado.
Reyes, también miembro de la Ejecutiva de Ciudadanos y responsable del área de la mujer, concede esta entrevista poco después de protagonizar uno de los debates más agrios de la era Sánchez. Afiló argumentos contra la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y se arrebataron una a otra la condición de feminista por su postura en torno a la gestación subrogada.
Reyes cree que si se legalizara su proyecto, España sería un poco menos tragedia. A su mesa se la comen los papeles, aunque no los consulta. Se lo sabe al dedillo. Conoce al detalle la situación que atraviesan los doce países en el mundo en los que se permite este modelo de gestación. Advierte de que su propuesta rompe esquemas que los ciudadanos –también los Ciudadanos– habían interiorizado hasta el tuétano. Recalca que conviene “disociar” la maternidad de la gestación: “La mujer que ayuda no es la madre”.
P. ¿Aprobar la gestación subrogada en España es una misión imposible? PSOE y Podemos se han mostrado en contra y el PP no tiene clara su opinión. Ciudadanos no cuenta con ningún apoyo.
R. Los partidos, en general, se dividen en torno a la gestación subrogada. Conozco diputados de PP y PSOE que están a favor y no lo dicen en público. Nuestra responsabilidad es traer al Congreso una proposición de ley. Cuando la gente conoce casos concretos, muchas veces cambia de opinión. Eso me pasó a mí. Me gustaría llamar a la vicepresidenta y darle argumentos para que no se cierre en banda. No sé si los partidos dejarán libertad de voto cuando esto se debata.
P. ¿También conoce diputados de Ciudadanos en contra de la gestación subrogada?
R. Ningún compañero me ha dicho que esté en contra. Aunque imagino que habrá gente dentro de Ciudadanos que tenga sus dudas. Sé de muchos a los que les ocurrió lo mismo que a mí: cambiaron de opinión cuando conocieron un caso concreto.
P. ¿Por qué Ciudadanos tiene tanto interés en aprobar esta ley? Se ha convertido en una de las banderas del partido.
R. No es una prioridad absoluta, pero la gente habla mucho de esto. Precisamente por su carácter novedoso, porque nos rompe los esquemas. Consideramos una obligación legislar la gestación subrogada en España. Hace no mucho vino al Congreso el director general de registros y notariados. Nos pidió que lo reguláramos. No podemos poner puertas al campo. La gente sale fuera de España y, al volver con su hijo, se encuentra con muchas dificultades para inscribirlo, cogerse la baja… Los responsables de los organismos no saben muy bien qué hacer. Afortunadamente, los niños ya se están registrando, pero se siguen generando problemas. Si el PSOE quiere prohibirlo, que lo haga en su totalidad, que no lo deje a medias. Pero es una posición hipócrita. No puedes impedir a los españoles que vayan al extranjero y vuelvan con sus hijos fruto de la gestación subrogada.
P. Una contradicción que se achaca a la ley de Ciudadanos: menciona el “altruismo”, pero la gestante cobra un dinero a cambio. Semánticamente, se convierte en un servicio. Se paga por tener un hijo.
R. La mujer gestante no cobra un sueldo, sino una compensación económica por los perjuicios que le pueda ocasionar el embarazo. La baja laboral que se tenga que coger, por ejemplo.
P. Pero si cobra un dinero, el altruismo no es absoluto.
R. La gestante debe acreditar una solvencia económica. Cuando donas un óvulo, también obtienes una compensación. Sí es altruismo porque la mujer no cobra ese dinero para ella, sino para cubrir los gastos que le suponga estar embarazada. No se hará rica con esto. Canadá es el modelo que más nos gusta. En Estados Unidos sí que, en cierta manera, se mercantiliza el proceso.
P. A tenor de su ley, ¿qué condiciones debe reunir la mujer gestante?
R. Debe tener más de 25 años, haber dado a luz previamente, acreditar una solvencia económica y pasar un examen psicológico. En definitiva, se supervisará que la mujer tome la decisión en total libertad. Tampoco podrá tener un vínculo de consanguinidad con los futuros padres.
P. ¿Y en cuanto al perfil de esos futuros padres?
R. Será parecido al de cualquier adoptante. Quede claro que nosotros no apostamos por la gestación subrogada como la opción ideal para tener hijos. Lo planteamos como última opción. Los padres deben demostrar su incompatibilidad con otras técnicas de reproducción asistida.
P. La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, le acusó de comercializar la maternidad. Habló de “vientres de alquiler”.
R. Se basó en premisas falsas. Repito: no es la técnica ideal, pero existe y da la posibilidad de ser padres a quienes no pueden serlo de otra manera. Nuestra propuesta es altruista. Sabemos que hay explotación de mujeres en otros países. Precisamente por eso queremos regularlo. Nuestra ley es garantista y asegura la libertad de la mujer. Dicho esto, estamos abiertos a las enmiendas y a construir el proyecto entre todos.
P. Otro verbo que se les arroja es “comercializar”. Aunque no sea a modo de sueldo, los padres abonan a la gestante esa “compensación”.
R. Nuestro modelo no es eso. Es altruista, totalmente. Que sea moral o éticamente aceptable es otro debate y depende de cada uno.
P. ¿Se han planteado que la mujer gestante pueda renunciar al cobro para que el modelo sea absolutamente altruista?
R. Podría renunciar, claro, pero queremos ser garantistas. Lo justo es que si esa mujer va a sufrir pérdidas durante el embarazo, se le compense de algún modo.
P. Vayamos a algunos supuestos emocionales que pueden trascender a la ley. ¿Qué ocurre si durante el embarazo la madre biológica siente una fuerte filiación por el niño?
R. La gestante no es madre. No hay material genético por su parte. El óvulo no es suyo. Ahí está la ruptura del esquema mental: disociar la maternidad de la gestación. La mujer que gesta ayuda, pero no es la madre. Lo tiene que tener muy claro. Por eso es tan importante la regulación, el test psicológico.
P. Si el niño al crecer decide ir en busca de su origen, ¿usted apuesta por contárselo?
R. En todos los casos que yo he conocido, el niño es plenamente consciente de cómo ha venido al mundo y mantiene una relación muy bonita con la mujer que colaboró. Aunque si la gestante no quiere, eso debe primar. Yo sí que soy partidaria de que los niños conozcan su origen. Para ellos es mucho más fácil que para nosotros. Nacen sin prejuicios, con el folio en blanco. Lo que ocasiona muchos problemas es la terminología, lo de “vientres de alquiler”. Me indigna esa expresión y así se lo dije a la vicepresidenta. Las mujeres no somos vientres, sino mucho más. Que una feminista llame vientre de alquiler a otra me parece tremendo.
P. Actualmente, a los españoles que eligen la gestación subrogada les cuesta mucho dinero. Deben ir al extranjero varias veces. ¿Han calculado cuánto costaría aquí en caso de aprobarse?
R. No. Dependerá de la situación específica de la mujer gestante. Precisamente porque la partida es una compensación, y no una contraprestación. No lo sabemos.
P. El otro día le dijo la vicepresidenta que el deseo no es un derecho. ¿Considera ser madre un derecho inalienable de la mujer?
R. Hay mujeres que no pueden concebir. Los derechos los creamos con las leyes. Ahora mismo no lo es, pero si podemos ayudar a muchas personas a cumplir su sueño, ¿por qué no vamos a regularlo?
P. La gestación subrogada es, en cierto modo, un sustitutivo de la adopción. Habría un volumen, más alto o más bajo, que dejaría de adoptar. ¿Esto generará desigualdad?
R. Hemos presentado un montón de iniciativas para desbloquear las adopciones en nuestro país. Se habla más de la gestación subrogada porque es más llamativo, pero estamos trabajando muchísimo en la adopción. El PP no hizo nada y ahora perseguimos al PSOE. La gestación subrogada no tiene que ver. Una familia puede adoptar aun siendo fértil. Sí que es cierto que muchos han acudido a la gestación subrogada porque no podían adoptar.
P. ¿Usted sería mujer gestante?
R. Yo ya, seguramente, no cumpliría con los requisitos de edad. Sí que me lo he planteado. La voluntad suele surgir cuando alguien muy cercano no puede ser padre o madre. Eso te sensibiliza. No lo sé, hay que ser muy generosa. Mi embarazo fue fácil, no tuve problemas. Pero no lo sé. Sí que me lo he planteado.
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