Imagen: Google Imágenes / Bima y Miguel Bosé |
Alberto Rey | El Mundo, 2017-01-24
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/personajazos/2017/01/24/no-miguel-bose-no-tiene-por-que.html
Los ataques tuiteros a Miguel Bosé tras publicar el cantante unas palabras por la muerte de su sobrina Bimba no han sido los primeros de este tipo. Hay cientos de casos diariamente. Sin embargo el carácter de muchos de ellos no se entiende constitutivo de delito, como si parecen serlo los tuits de otras personas mucho menos cafres, comprobáblemente irónicas y con nombres y apellidos. De cualquier manera, da lo mismo. Lo que ha aguantado Miguel Bosé (y en el fondo cualquier persona con alma) leyendo esas barbaridades puede que no sea delito, pero es repugnante.
Las redes sociales en general y Twitter en particular son una herramienta de comunicación fantástica. Y son fundamentales para los que necesitan difundir su trabajo y exponerlo lo más posible. Hay quien utiliza estas plataformas para, aprovechándose de su enorme seguimiento, lanzar consignas políticas y quien simplemente tiene en ellas un arma de marketing. Ambas opciones son válidas. La de navegar por estas aplicaciones anónimamente (o digámoslo más claro: enmascarado) es otra alternativa. Una que frecuentemente termina en troleo no delictivo, ataque no delictivo e insulto gratuito. Preguntarse "¿por qué?" es lo de menos. Gilipollas y maleducados ha habido siempre.
No es ésta la primera vez que Miguel Bosé se enfrenta a descalificaciones de este pelaje, aunque algo me dice que recibir semejantes mensajes justo el día del fallecimiento de un familiar cercano es doblemente doloroso. Bosé siempre ha hecho gala de un sano cinismo, de una distancia de seguridad que le ha permitido jugar sin quemarse los dedos. Lo mismo podía decirse de Bimba. Tío y sobrina transmitían un aire de autosuficiencia que en este país, tan partidario de la culpa judeocristiana, no suele gustar. Los queremos cercanos, campechanos, accesibles y vulgares. Y dispuestos a dejarse insultar anónimamente. "Va en el sueldo", dirán algunos. Pues no, no va. Buen viaje, Bimba.
Las redes sociales en general y Twitter en particular son una herramienta de comunicación fantástica. Y son fundamentales para los que necesitan difundir su trabajo y exponerlo lo más posible. Hay quien utiliza estas plataformas para, aprovechándose de su enorme seguimiento, lanzar consignas políticas y quien simplemente tiene en ellas un arma de marketing. Ambas opciones son válidas. La de navegar por estas aplicaciones anónimamente (o digámoslo más claro: enmascarado) es otra alternativa. Una que frecuentemente termina en troleo no delictivo, ataque no delictivo e insulto gratuito. Preguntarse "¿por qué?" es lo de menos. Gilipollas y maleducados ha habido siempre.
No es ésta la primera vez que Miguel Bosé se enfrenta a descalificaciones de este pelaje, aunque algo me dice que recibir semejantes mensajes justo el día del fallecimiento de un familiar cercano es doblemente doloroso. Bosé siempre ha hecho gala de un sano cinismo, de una distancia de seguridad que le ha permitido jugar sin quemarse los dedos. Lo mismo podía decirse de Bimba. Tío y sobrina transmitían un aire de autosuficiencia que en este país, tan partidario de la culpa judeocristiana, no suele gustar. Los queremos cercanos, campechanos, accesibles y vulgares. Y dispuestos a dejarse insultar anónimamente. "Va en el sueldo", dirán algunos. Pues no, no va. Buen viaje, Bimba.
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