Imagen: EITB / Entrada al colegio Gaztelueta |
El docente, que testificará ante la Audiencia en febrero, se enfrentará a una pena máxima de 10 años de cárcel por agredir en 2008 a un alumno que tenía entonces 12 años.
Koldo Domínguez | El Diario Vasco, 2017-01-21
El juez instructor del ‘caso Gaztelueta’ dictó el pasado jueves auto de procesamiento contra el exprofesor del centro educativo vizcaíno por «un delito continuado de abuso sexual concurriendo la circunstancia agravante de haberse prevalido el responsable de una relación de superioridad manifiesta». Era el trámite que faltaba para la conclusión de la fase de instrucción, que se ha prolongado durante casi año y medio, y que a partir de ahora desembocará en un juicio a celebrar en la Audiencia Provincial de Bizkaia. En su auto, el juez impone al profesor una fianza de 40.000 euros para cubrir la responsabilidad civil. En caso de que no la deposite, le serán embargados sus bienes.
El magistrado instructor, Emilio Lamo de Espinosa, mantiene en su escrito su decisión inicial de transformar la causa en procedimiento sumario ordinario, lo que supone que el docente estará acusado de unos delitos que alcanzan los diez años de cárcel. Tanto la Fiscalía como la defensa habían presentado sendos recursos en los que solicitaban que la causa fuera tipificada como abreviada, ya que, a su entender, la pena a la que podría enfrentarse no pasaría de nueve años.
Una vez desestimados esos recursos, el juez ha tenido vía libre para dictar el auto de procesamiento, por lo que el caso entra en una nueva fase judicial. A corto plazo, el próximo mes de febrero, el profesor deberá prestar de nuevo declaración, esta vez ya ante la Audiencia y en calidad de procesado.
La familia del exalumno, hoy ya un joven veinteañero, mostró ayer su «gran satisfacción» por el auto de procesamiento dictado por el juez, «en el que queda claro que estamos hablando de delitos muy graves y de calado». «Y da la razón a mi hijo en todo lo que él ha denunciado y que el colegio Gaztelueta ha negado siempre de manera miserable», aseguró ayer el padre del joven a este periódico.
Desde el centro educativo, ubicado en la localidad de Leioa, su director, Imanol Goyarrola, manifestó su «ardiente deseo de que se aclare todo cuanto antes». «Es muy importante que haya juicio y nosotros seguiremos colaborando totalmente con la justicia como hemos hecho hasta ahora», apuntó.
Carta del Papa
Aunque los hechos denunciados por el exalumno de Gaztelueta ocurrieron durante los cursos 2008/09 y 2009/10 (al siguiente sus padres le cambiaron de centro), el joven no presentó una querella criminal contra el profesor hasta que cumplió la mayoría de edad, a mediados de 2015. El caso adquirió notoriedad pública cuando la familia del joven envió una carta al Vaticano para poner los hechos en conocimiento del Papa, puesto que Gaztelueta es un colegio vinculado al Opus Dei y el docente un numerario perteneciente a esta prelatura. Francisco ordenó una investigación, realizada por dos expertos de la Conferencia Episcopal Española, que concluyeron que los abusos denunciados no habían quedado probados y, en consecuencia, se debía «restablecer el buen nombre y la fama del acusado».
El magistrado instructor, Emilio Lamo de Espinosa, mantiene en su escrito su decisión inicial de transformar la causa en procedimiento sumario ordinario, lo que supone que el docente estará acusado de unos delitos que alcanzan los diez años de cárcel. Tanto la Fiscalía como la defensa habían presentado sendos recursos en los que solicitaban que la causa fuera tipificada como abreviada, ya que, a su entender, la pena a la que podría enfrentarse no pasaría de nueve años.
Una vez desestimados esos recursos, el juez ha tenido vía libre para dictar el auto de procesamiento, por lo que el caso entra en una nueva fase judicial. A corto plazo, el próximo mes de febrero, el profesor deberá prestar de nuevo declaración, esta vez ya ante la Audiencia y en calidad de procesado.
La familia del exalumno, hoy ya un joven veinteañero, mostró ayer su «gran satisfacción» por el auto de procesamiento dictado por el juez, «en el que queda claro que estamos hablando de delitos muy graves y de calado». «Y da la razón a mi hijo en todo lo que él ha denunciado y que el colegio Gaztelueta ha negado siempre de manera miserable», aseguró ayer el padre del joven a este periódico.
Desde el centro educativo, ubicado en la localidad de Leioa, su director, Imanol Goyarrola, manifestó su «ardiente deseo de que se aclare todo cuanto antes». «Es muy importante que haya juicio y nosotros seguiremos colaborando totalmente con la justicia como hemos hecho hasta ahora», apuntó.
Carta del Papa
Aunque los hechos denunciados por el exalumno de Gaztelueta ocurrieron durante los cursos 2008/09 y 2009/10 (al siguiente sus padres le cambiaron de centro), el joven no presentó una querella criminal contra el profesor hasta que cumplió la mayoría de edad, a mediados de 2015. El caso adquirió notoriedad pública cuando la familia del joven envió una carta al Vaticano para poner los hechos en conocimiento del Papa, puesto que Gaztelueta es un colegio vinculado al Opus Dei y el docente un numerario perteneciente a esta prelatura. Francisco ordenó una investigación, realizada por dos expertos de la Conferencia Episcopal Española, que concluyeron que los abusos denunciados no habían quedado probados y, en consecuencia, se debía «restablecer el buen nombre y la fama del acusado».
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