Imagen: El Periódico / Bimba Bosé |
Soy mal ateo y peor cristiano porque me niego a soportar con tolerancia los comentarios brutales contra la desaparecida Bimba y su familia.
Xavier Sardá | El Periódico, 2017-01-28
http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/los-bose-ante-peloton-fusilamiento-5771902
Mi afecto y consideración a la familia Bosé. Ser un buen cristiano es aceptar la diversidad de criterios y adoptar una actitud tolerante ante las diatribas de cualquier hijo de Dios. La Biblia nos dice que el amor "no se porta indecentemente" (Corintios: 13:5). La Biblia nos dice: "Continuad soportándoos unos a otros y perdonándoos liberalmente si alguno tiene causa de queja contra otro" (Colosenses: 3:13).
Reconozco que soy mal ateo y peor cristiano, porque me niego a soportar con tolerancia los comentarios brutales contra Miguel Bosé, su familia y la desaparecida Bimba. Puro odio. Ha sido un recital de ultramierda mental radiactiva y vómitos de perrerías excrementales. No vamos a entrar aquí en la impunidad de las redes sociales, pero sí en sus perversos efectos indeseables.
Echemos una ojeada distinta al odio al otro: uno de cada cinco estadounidenses cree que Obama es musulmán. Un 26% cree o está seguro de que Obama no nació en Hawái y que fue criado en algún país extranjero. No importa que se declare católico ni la partida de nacimiento. Las redes siguen machacando al que odian y creando confusión.
En la Escuela Primaria Sandy Hook, en Newton (Connecticut), se produjo una matanza que acabó con la vida de 28 personas (20 niños). En las redes sociales se propaló el bulo de que la matanza estuvo organizada por el Gobierno americano para justificar su lucha contra la proliferación de armas. De nuevo el odio y la mentira. Todavía hoy, seis años después, hay quien sigue repitiendo esta falsa información con todo lujo de detalles: el Gobierno habría cometido esta matanza con finalidades políticas sobre la tenencia de armas de fuego.
Un mundo de odio
Las redes crean un mundo paralelo de escarnios, odio y bulos que difícilmente se podrá acotar. Quince falsedades reiteradas hasta la saciedad y debidamente aliñadas exponencialmente pueden llevar a la Casa Blanca a presidentes inesperados y en Europa a 'brexits' sobrevenidos.
Ya sé que la gente vota. Pero el odio al otro, la mentira y el escarnio nunca nos harán libres. Nunca.
Estamos, pues, ante un universo paralelo compuesto por individualidades que, colectivamente, derivan en la infracción y la patología. Las redes los crean y ellos se juntan. El problema es que inciden y calan en el mundo real creando dudas, falsedades, patrañas y humillaciones.
La fiereza de las críticas a los Bosé y la intransigencia falsaria en las redes nos ponen ante una cuestión no menor: ¿realmente no hay ultraderecha en España? A los 40 años de los crímenes de Atocha, lo que se dispara en ciertos mensajes encierra un odio similar. A los Bosé se les ha puesto frente al pelotón de fusilamiento en un momento dolorosísimo.
Reconozco que soy mal ateo y peor cristiano, porque me niego a soportar con tolerancia los comentarios brutales contra Miguel Bosé, su familia y la desaparecida Bimba. Puro odio. Ha sido un recital de ultramierda mental radiactiva y vómitos de perrerías excrementales. No vamos a entrar aquí en la impunidad de las redes sociales, pero sí en sus perversos efectos indeseables.
Echemos una ojeada distinta al odio al otro: uno de cada cinco estadounidenses cree que Obama es musulmán. Un 26% cree o está seguro de que Obama no nació en Hawái y que fue criado en algún país extranjero. No importa que se declare católico ni la partida de nacimiento. Las redes siguen machacando al que odian y creando confusión.
En la Escuela Primaria Sandy Hook, en Newton (Connecticut), se produjo una matanza que acabó con la vida de 28 personas (20 niños). En las redes sociales se propaló el bulo de que la matanza estuvo organizada por el Gobierno americano para justificar su lucha contra la proliferación de armas. De nuevo el odio y la mentira. Todavía hoy, seis años después, hay quien sigue repitiendo esta falsa información con todo lujo de detalles: el Gobierno habría cometido esta matanza con finalidades políticas sobre la tenencia de armas de fuego.
Un mundo de odio
Las redes crean un mundo paralelo de escarnios, odio y bulos que difícilmente se podrá acotar. Quince falsedades reiteradas hasta la saciedad y debidamente aliñadas exponencialmente pueden llevar a la Casa Blanca a presidentes inesperados y en Europa a 'brexits' sobrevenidos.
Ya sé que la gente vota. Pero el odio al otro, la mentira y el escarnio nunca nos harán libres. Nunca.
Estamos, pues, ante un universo paralelo compuesto por individualidades que, colectivamente, derivan en la infracción y la patología. Las redes los crean y ellos se juntan. El problema es que inciden y calan en el mundo real creando dudas, falsedades, patrañas y humillaciones.
La fiereza de las críticas a los Bosé y la intransigencia falsaria en las redes nos ponen ante una cuestión no menor: ¿realmente no hay ultraderecha en España? A los 40 años de los crímenes de Atocha, lo que se dispara en ciertos mensajes encierra un odio similar. A los Bosé se les ha puesto frente al pelotón de fusilamiento en un momento dolorosísimo.
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