Imagen: El País / Gabriel J. Martín |
El psicólogo y escritor Gabriel J. Martín ha vendido más de 10.000 ejemplares y tiene otros dos libros para aliviar "la mochila que arrastran" los homosexuales.
Emilio de Benito | El País, 2018-07-06
https://elpais.com/cultura/2018/06/14/actualidad/1528992009_209578.html
Su primer libro, 'Quiérete mucho, maricón (Roca Libros, 527 páginas), ha vendido en dos años más de 10.000 ejemplares. Los siguientes, ‘El ciclo del amor marica’ (misma editorial, 308 páginas) y ‘Sobrevivir al ambiente’ (153 páginas), llevan el mismo camino. El psicólogo Gabriel J. Martín (San Fernando, Cádiz, 46 años) se ha convertido en dos años en el superventas gay. Dada la frescura de los títulos, dan ganas de preguntarle: "¿Tan locos estamos las ‘locas’?". Pero el ‘Libro de estilo’ del periódico no lo permite, y hay que reformular.
Pregunta. ¿Tan mal están los gais que necesitan 1.000 páginas de autoayuda?
Respuesta. Pues depende de cómo lo mires. Dicho en general, no, la gente tiene bastante buena salud mental, pero la mayoría se ha enfrentado a la discriminación siendo menores, todos arrastramos una mochila desde pequeños. La homofobia deja huellas y traumas y hay mucha homofobia interiorizada.
P. ¿Puede explicar qué es eso?
R. La homofobia interiorizada consiste en que alguien que es homosexual ha ido incorporando elementos homófobos de la cultura que le rodea. Es un prejuicio que juega en contra de él mismo. Se interiorizan esos valores.
P. En sus libros adopta un tono que podría parecer frívolo.
R. ¿Frívolo? El sentido del humor es una herramienta clave de la inteligencia emocional. Distancia en su intento de ser objetivo. Y entiendo que hace el libro mucho más accesible que un tocho académico. Son muchas páginas para que no se dé algún respiro.
P. Los tres libros que ha publicado hasta ahora marcan un recorrido: uno mismo, la pareja, el entorno. ¿Cuál es el siguiente paso?
R. Queda mucho. El próximo libro será sobre el sexo o la sexualidad, da lo mismo, y quedan la familia, la inteligencia emocional... ‘Quiérete mucho, maricón’, trata de la homofobia interiorizada, el estigma, las relaciones y el VIH, la aceptación propia, la salida del armario. En ‘El círculo del amor marica’ trato de la forma en que nos conocemos, en cómo empezamos a relacionarnos.
P. Ahí defiende un modelo de relación propio de los gais.
R. Se nos educa para tener una relación monógama como la heterosexual, pero es fantástico que rompamos el modelo. Los gais entendemos el sexo de forma distinta. Establecemos pactos, parejas permeables desde el respeto más profundo, desde la comunicación intensa. Entendemos el sexo de una manera no restrictiva, y eso está tan bien que muchos heteros van en la misma dirección. Ahí están los cruceros para solteros, los clubes de intercambio de parejas.
P. Hay un replanteamiento del sexo convencional.
R. Estamos dándole la vuelta a muchas creencias, quitándonos siglos de prejuicios. En el mundo antiguo el sexo se vivía de forma diferente, lúdica. Con la represión del cristianismo, eso se perdió. Pero estamos recuperando la capacidad de disfrutar con otras personas. No todo el sexo tiene que ser el heterovaginal para tener hijos. Nuestro cuerpo entero es una zona erógena. No hay prácticas no convencionales si producen placer.
P. En ‘Sobrevivir al ambiente’ defiende con pasión el Orgullo LGTB.
R. Hay mucha falta de memoria en nuestra propia comunidad. Durante el Orgullo habría que crear una semana cultural para no tener que estar cada año repitiendo lo mismo. El Orgullo es importantísimo porque celebramos el cambio histórico de no sentirnos avergonzados. Celebramos la libertad de todo ser humano, aunque no presente una forma de amar y relacionarse convencional. Todos somos muy diversos y hay que respetarlo.
P. Pero hay muchos gais que dicen que la manifestación no les representa.
R. Si reivindicáramos desde la homogeneidad sí que no nos representaría. Suelo decir lo mismo que le digo a un joven cuando va a decirles a sus padres que es gay, lesbiana o transexual: no les pidas que te comprendan, pídeles que te respeten. Muchas veces tenemos una mirada muy restrictiva. A quien no se siente representado, les digo que vayan y vean la manifestación entera: las pancartas, las familias, los niños, las ‘trans’, los ‘leather’, y luego, las carrozas. No te tienes que identificar con todo. Aprende a respetar.
Pregunta. ¿Tan mal están los gais que necesitan 1.000 páginas de autoayuda?
Respuesta. Pues depende de cómo lo mires. Dicho en general, no, la gente tiene bastante buena salud mental, pero la mayoría se ha enfrentado a la discriminación siendo menores, todos arrastramos una mochila desde pequeños. La homofobia deja huellas y traumas y hay mucha homofobia interiorizada.
P. ¿Puede explicar qué es eso?
R. La homofobia interiorizada consiste en que alguien que es homosexual ha ido incorporando elementos homófobos de la cultura que le rodea. Es un prejuicio que juega en contra de él mismo. Se interiorizan esos valores.
P. En sus libros adopta un tono que podría parecer frívolo.
R. ¿Frívolo? El sentido del humor es una herramienta clave de la inteligencia emocional. Distancia en su intento de ser objetivo. Y entiendo que hace el libro mucho más accesible que un tocho académico. Son muchas páginas para que no se dé algún respiro.
P. Los tres libros que ha publicado hasta ahora marcan un recorrido: uno mismo, la pareja, el entorno. ¿Cuál es el siguiente paso?
R. Queda mucho. El próximo libro será sobre el sexo o la sexualidad, da lo mismo, y quedan la familia, la inteligencia emocional... ‘Quiérete mucho, maricón’, trata de la homofobia interiorizada, el estigma, las relaciones y el VIH, la aceptación propia, la salida del armario. En ‘El círculo del amor marica’ trato de la forma en que nos conocemos, en cómo empezamos a relacionarnos.
P. Ahí defiende un modelo de relación propio de los gais.
R. Se nos educa para tener una relación monógama como la heterosexual, pero es fantástico que rompamos el modelo. Los gais entendemos el sexo de forma distinta. Establecemos pactos, parejas permeables desde el respeto más profundo, desde la comunicación intensa. Entendemos el sexo de una manera no restrictiva, y eso está tan bien que muchos heteros van en la misma dirección. Ahí están los cruceros para solteros, los clubes de intercambio de parejas.
P. Hay un replanteamiento del sexo convencional.
R. Estamos dándole la vuelta a muchas creencias, quitándonos siglos de prejuicios. En el mundo antiguo el sexo se vivía de forma diferente, lúdica. Con la represión del cristianismo, eso se perdió. Pero estamos recuperando la capacidad de disfrutar con otras personas. No todo el sexo tiene que ser el heterovaginal para tener hijos. Nuestro cuerpo entero es una zona erógena. No hay prácticas no convencionales si producen placer.
P. En ‘Sobrevivir al ambiente’ defiende con pasión el Orgullo LGTB.
R. Hay mucha falta de memoria en nuestra propia comunidad. Durante el Orgullo habría que crear una semana cultural para no tener que estar cada año repitiendo lo mismo. El Orgullo es importantísimo porque celebramos el cambio histórico de no sentirnos avergonzados. Celebramos la libertad de todo ser humano, aunque no presente una forma de amar y relacionarse convencional. Todos somos muy diversos y hay que respetarlo.
P. Pero hay muchos gais que dicen que la manifestación no les representa.
R. Si reivindicáramos desde la homogeneidad sí que no nos representaría. Suelo decir lo mismo que le digo a un joven cuando va a decirles a sus padres que es gay, lesbiana o transexual: no les pidas que te comprendan, pídeles que te respeten. Muchas veces tenemos una mirada muy restrictiva. A quien no se siente representado, les digo que vayan y vean la manifestación entera: las pancartas, las familias, los niños, las ‘trans’, los ‘leather’, y luego, las carrozas. No te tienes que identificar con todo. Aprende a respetar.
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