lunes, 16 de enero de 2017

#hemeroteca #iglesia #pederastia | No hay pederastas "progres" o "carcas"

Imagen: Google Imágenes / Javier Martínez, arzobispo de Granada
No hay pederastas "progres" o "carcas".
Jesús Bastante | Periodista Digital, 2017-01-16
http://blogs.periodistadigital.com/elbaronrampante.php/2017/01/16/no-hay-pederastas-progres-o-carcas-

Reconozco que ésta es una percepción muy personal, pero también muy clara, y en la que no se admiten medias tintas. En mi opinión, en los casos de abusos sexuales a menores en la Iglesia (y en cualquier otro ámbito de la vida), no hay pederastas "progres" o "carcas", de derechas o de izquierdas. Podremos discutir -seguramente mucho- acerca del celibato, de cómo viven los sacerdotes de hoy, del impacto de la sociedad secularizada, de las "circunstancias", de posibles "enfermedades" del infractor, etc. Pero un sacerdote que abusa de un menor es un delincuente. Y un sinvergüenza. Con los niños no se juega.

En esto, da igual la ideología intraeclesial, y menos para dar o quitar razones, o para poner o quitar paños más o menos calientes. En mi opinión, hay pocas diferencias entre los abusos de Kruz Mendizábal o los del padre Román. Me importa bien poco para definir los actos vejatorios contra menores. Marcial Maciel fue un monstruo, y lo hubiera seguido siendo si en lugar de haber fundado los Legionarios de Cristo hubiera sido el iniciador del Camino Neocatecumenal, el General de los jesuitas, el prelado del Opus Dei o el prior de Taizé. Un abusador de menores es un abusador de menores.

Lo mismo sucede con los obispos. Da lo mismo que Munilla y Martínez, por poner dos ejemplos de obispos conservadores, pertenezcan a esta tendencia. La actuación de uno y otro ha sido bien diferente. Mientras que el de San Sebastián, por lo que sabemos, ha actuado con diligencia y contundencia, el de Granada tendrá siempre en su biografía la mancha del ominoso silencio y la falta de caridad. El abuso en la Iglesia tiene que ofrecer respuestas unánimes: tolerancia cero en la defensa de los menores, total colaboración con las autoridades, y justicia para las víctimas de los abusos.

No hay nada más horrible que aquellos que abusan de los más pequeños desde una posición de autoridad, rompiendo cualquier tipo de confianza. Y la única respuesta ante esto es la tolerancia cero. En esto, insisto, no puede haber progres o carcas, conservadores o liberales. Sólo hay pecados, y delitos. Y un trabajo que hacer para recuperar la confianza perdida.

Justificar, minusvalorar o poner parches dependiendo de la supuesta afiliación "política" (por intraeclesial) de uno u otro abusador, simplemente, me parece un gravísimo error. Similar al de los que tapan los escándalos, echan la culpa a la culpa al empedrado o se limitan a proclamar que los abusadores son una cifra insignificante. Ante los abusos, fin del silencio, fin de la impunidad, fin de las excusas. Apuesta decidida por las víctimas y por la justicia. Sin matices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.