Imagen: El Diario Vasco / Juan Kruz Mendizabal |
La comunidad católica guipuzcoana sigue sumida en el estupor por los abusos del exvicario. «A mí me casó Mendizabal y mis amigos de Madrid de lo único que se acuerdan de la boda es del sacerdote. Estábamos encantados con él», dice un donostiarra.
A.U. | El Diario Vasco, 2017-01-15
«A mí me casó 'Kakux'. Y mis amigos de Madrid de lo que se acuerdan de mi boda es del cura. Estábamos encantados con él». Estas palabras de un donostiarra las podrían suscribir otros muchos feligreses «tremendamente impactados» de San Sebastián, adonde Juan Cruz Mendizabal, exvicario general de Gipuzkoa, llegó en 1996: primero a la Parte Vieja y diez años después a Gros. «Enseguida se vio que tenía 'feeling' con la gente joven». Fundó el grupo de tiempo libre Xirimiri gazte taldea y de su última etapa recuerdan, por ejemplo, cómo con la llegada del sacerdote goierritarra la tradicional misa de los domingos de la parroquia de San Ignacio multiplicó su audiencia. «Se llenaba. Hacía eucaristías muy amenas, los niños leían, o hacían como un pequeño antzerki. A mi hija le daba catequesis pero de un día para otro lo dejó. Tampoco nos dieron muchas explicaciones. Pensamos que sería por algún lío con la Diócesis. ¿Que qué sabe mi hija? De momento le he escondido el periódico, a ver cómo le explicas a una niña de 10 años todo esto», dice este padre sobre este caso «que nos ha tocado un montón. Es que aún no me lo puedo creer. ¡Si siempre he pensado que en la Iglesia debería haber más curas como 'Kakux'!».
Mendizabal ha unido a decenas de parejas guipuzcoanas en ceremonias que convertía en fiestas. Hay novios que relatan que algunos invitados, tras asistir a esas bodas en las que este sacerdote tan campechano se arrancaba con la guitarra, les pedían su teléfono porque también quería que les casara.
Ahora, esa imagen se ha roto para muchos, después de que se conociera el pasado martes que el exvicario general fue condenado eclesiásticamente en julio del año pasado por «tocamientos deshonestos» a dos menores ocurridos en 2001 y 2005 y admitidos por el propio Mendizabal. El jueves se conoció la existencia de otro caso al que el Obispado otorga «un alto grado de verosimilitud» y hay un cuarto que, hasta la fecha, se circunscribe al ámbito del rumor.
El primer caso de abusos reconocido por la Iglesia vasca ha provocado un estupor y conmoción inusitados en la comunidad católica guipuzcoana. En Ormaiztegi, muchos de sus habitantes se confiesan «destrozados». «Jota gaude», repite una vecina de este municipio goierritarra en el que hace 53 años nació Juan Cruz Mendizabal. Un pueblo al que siempre ha permanecido muy unido, y donde le recuerdan el pasado día de Navidad tocando el acordeón y cantando villancicos. «Ha sido un shock, estamos sin poder levantar cabeza. Me lo dicen hace varios meses y digo que es imposible, pero luego lees que él mismo ha admitido dos casos...», reflexiona en alto esta vecina que no oculta su pena por las víctimas.
'Kakux' ha tenido en la familia varios referentes religiosos, como un tío de su madre, que fue misionero, pero sobre todo su tío Miguel Irizar, que fue obispo de Callao, Perú. Con 30 años, en julio de 1992, Juan Kruz fue ordenado sacerdote en la parroquia de su pueblo natal, adonde nunca ha dejado de volver y donde también sorprendió el año sabático que le apartó de la vicaría general en abril del año pasado. «Había tenido problemas de espalda e incluso había sido operado. Ahora estaba mejor. Se dijo que como es muy nervioso y por el puesto que ocupaba andaba tan estresado que ni dormía ni comía, por lo que el obispo Munilla le había aconsejado que se tomara ese descanso». Tras las revelaciones de esta semana, los hechos han adquirido otro cariz. Al parecer, ante la inminencia de que se iban a hacer públicos esos dos casos, hace varios días 'Kakux' informó a su familia. «Decir que están hundidos es poco. El también seguro que lo está. Ha tenido la humildad de reconocer los hechos», añade.
En Lunes de Carnaval
El primer destino de Juan Cruz fue la parroquia de Santa María de Tolosa, en la que ejerció diácono y coadjutor entre 1992 y 1996. Desde entonces ha permanecido el vínculo con la villa papelera, donde dejó una gran huella entre los jóvenes «por su estilo cercano, su amabilidad por hablar de los evangelios y de Jesús de otra manera, de un modo más cercano y atractivo», recuerda un tolosarra, que como todos los participantes en este reportaje ha solicitado guardar su anonimato. Pertenecía también al grupo de tiempo libre Atsedena, y era habitual verle participando activamente con su comparsa del Lunes de Carnaval. «Seguía viniendo a Tolosa para preparar a los niños de la confirmación», comenta otro vecino que confiesa estar muy impactado. «Muchos de estos jóvenes empezaron a escribir mensajes de apoyo a 'Kakux' en las redes sociales. Más de ánimo que de rechazo».
«Yo me enteré por un whatsapp el martes por la tarde. Fue un shock», cuenta un tolosarra que ha tenido una relación muy estrecha con Mendizabal, a quien describe como una persona «muy sociable, con gran facilidad de contacto con la gente. Muy cercano y muy expresivo. Es decir, por ejemplo a ti no te conozco y te doy la mano, o a un conocido como mucho le doy un beso o dos y punto. Él es tan efusivo, es como otra manera de ser, pero la gente le respetaba, porque él es así, una persona muy extrovertida, abierta, muy de dar la mano, muy de tocar».
También le conoció como una persona «muy creyente, religiosa, pero en la vida hay debilidades, posibles crisis psicoafectivas y eso desgraciadamente lo ha canalizado por medios muy incorrectos y degenerativos, al mal uso de su sexualidad», lamenta, mientras considera que decir ahora que su labor sacerdotal «ha sido ejemplar resulta una burla. Quizás no ha sido una persona muy equilibrada a nivel psicoafectivo, pero sí ha sido una persona que ha estado muy entregada a la vida de la Iglesia. Pero decir estas cosas en estos momentos resulta chocante», reitera.
Muchos tolosarras, asegura, se sienten «apesadumbrados y desorientados». Y en los que tienen una vivencia religiosa «la pena es mayor». De hecho, están «como algo traicionados». Surgen sospechas, «de padres que preguntan a sus hijos ya mayores sobre si a ellos les pasó algo en aquellas colonias y te responden que no. Antes ni pasaba por la cabeza hacer este tipo de preguntas».
Este tolosarra repara también en otro hecho que le ha sorprendido: la respuesta «contundente» del Obispado. Le llama la atención los hechos acaecidos los últimos meses, que 'Kakux' cesara como vicario general «porque se dice que ha tenido una fuerte depresión, problemas sensoriales, riesgo de infarto... Todo ello tenía una cierta lógica conociéndole como es y el cargo que ocupaba, además de ser párroco en Gros. Se habla de un año sabático sin carga pastoral, pero por ejemplo ofició misa en San Ignacio en mayo y junio (podía ejercer misas privadas). El miedo que tengo es que la cosa se ha ido tapando hasta que ocurre el bombazo del martes. ¿Por qué el obispo ha reaccionado de esta manera? Porque me temo que haya un goteo, que desgraciadamente no es un asunto de uno o de dos casos», sospecha.
Una situación que ha provocado una honda conmoción entre los curas más mayores con los que este tolosarra ha podido hablar, «que dicen que se ha venido abajo todo el trabajo que han venido haciendo. Porque existe el riesgo de que ahora la sospecha se generalice» tras este caso protagonizado por un cura, que a partir de ahora deberá residir en un monasterio, «lo que para él supone un entierro en vida, porque es una persona que necesita del cariño de la gente».
En Bergara, donde ejerció entre 2006 y 2010, tampoco hay otro tema de conversación. «Con lo alegre y jatorra que era y nos hacía unas misas tan divertidas», comenta consternada una feligresa de la villa mahonera, donde otro vecino habla de la incredulidad «de un sector que no se lo quiere creer». Los padres están preguntando a sus hijos, que ya son gente adulta, por la actitud de 'Kakux', «y los testimonios que me han llegado dicen que no han visto nada y nunca han tenido ninguna sospecha» acerca de este cura que tampoco caía bien a todo el mundo. «Solía estar con la cuadrilla de mi hijo. Menuda nochecita he pasado solo de pensarlo. A mi nunca me gustó. ¡Qué asco!», se puede leer en un grupo de whatsapp. Otro vecino que le trató define a 'Kakux' como «un 'public relations' de primera división. Era el gran míster de la simpatía, tenía una gran imagen pública». Hasta que el martes se empezó a desmoronar.
Mendizabal ha unido a decenas de parejas guipuzcoanas en ceremonias que convertía en fiestas. Hay novios que relatan que algunos invitados, tras asistir a esas bodas en las que este sacerdote tan campechano se arrancaba con la guitarra, les pedían su teléfono porque también quería que les casara.
Ahora, esa imagen se ha roto para muchos, después de que se conociera el pasado martes que el exvicario general fue condenado eclesiásticamente en julio del año pasado por «tocamientos deshonestos» a dos menores ocurridos en 2001 y 2005 y admitidos por el propio Mendizabal. El jueves se conoció la existencia de otro caso al que el Obispado otorga «un alto grado de verosimilitud» y hay un cuarto que, hasta la fecha, se circunscribe al ámbito del rumor.
El primer caso de abusos reconocido por la Iglesia vasca ha provocado un estupor y conmoción inusitados en la comunidad católica guipuzcoana. En Ormaiztegi, muchos de sus habitantes se confiesan «destrozados». «Jota gaude», repite una vecina de este municipio goierritarra en el que hace 53 años nació Juan Cruz Mendizabal. Un pueblo al que siempre ha permanecido muy unido, y donde le recuerdan el pasado día de Navidad tocando el acordeón y cantando villancicos. «Ha sido un shock, estamos sin poder levantar cabeza. Me lo dicen hace varios meses y digo que es imposible, pero luego lees que él mismo ha admitido dos casos...», reflexiona en alto esta vecina que no oculta su pena por las víctimas.
'Kakux' ha tenido en la familia varios referentes religiosos, como un tío de su madre, que fue misionero, pero sobre todo su tío Miguel Irizar, que fue obispo de Callao, Perú. Con 30 años, en julio de 1992, Juan Kruz fue ordenado sacerdote en la parroquia de su pueblo natal, adonde nunca ha dejado de volver y donde también sorprendió el año sabático que le apartó de la vicaría general en abril del año pasado. «Había tenido problemas de espalda e incluso había sido operado. Ahora estaba mejor. Se dijo que como es muy nervioso y por el puesto que ocupaba andaba tan estresado que ni dormía ni comía, por lo que el obispo Munilla le había aconsejado que se tomara ese descanso». Tras las revelaciones de esta semana, los hechos han adquirido otro cariz. Al parecer, ante la inminencia de que se iban a hacer públicos esos dos casos, hace varios días 'Kakux' informó a su familia. «Decir que están hundidos es poco. El también seguro que lo está. Ha tenido la humildad de reconocer los hechos», añade.
En Lunes de Carnaval
El primer destino de Juan Cruz fue la parroquia de Santa María de Tolosa, en la que ejerció diácono y coadjutor entre 1992 y 1996. Desde entonces ha permanecido el vínculo con la villa papelera, donde dejó una gran huella entre los jóvenes «por su estilo cercano, su amabilidad por hablar de los evangelios y de Jesús de otra manera, de un modo más cercano y atractivo», recuerda un tolosarra, que como todos los participantes en este reportaje ha solicitado guardar su anonimato. Pertenecía también al grupo de tiempo libre Atsedena, y era habitual verle participando activamente con su comparsa del Lunes de Carnaval. «Seguía viniendo a Tolosa para preparar a los niños de la confirmación», comenta otro vecino que confiesa estar muy impactado. «Muchos de estos jóvenes empezaron a escribir mensajes de apoyo a 'Kakux' en las redes sociales. Más de ánimo que de rechazo».
«Yo me enteré por un whatsapp el martes por la tarde. Fue un shock», cuenta un tolosarra que ha tenido una relación muy estrecha con Mendizabal, a quien describe como una persona «muy sociable, con gran facilidad de contacto con la gente. Muy cercano y muy expresivo. Es decir, por ejemplo a ti no te conozco y te doy la mano, o a un conocido como mucho le doy un beso o dos y punto. Él es tan efusivo, es como otra manera de ser, pero la gente le respetaba, porque él es así, una persona muy extrovertida, abierta, muy de dar la mano, muy de tocar».
También le conoció como una persona «muy creyente, religiosa, pero en la vida hay debilidades, posibles crisis psicoafectivas y eso desgraciadamente lo ha canalizado por medios muy incorrectos y degenerativos, al mal uso de su sexualidad», lamenta, mientras considera que decir ahora que su labor sacerdotal «ha sido ejemplar resulta una burla. Quizás no ha sido una persona muy equilibrada a nivel psicoafectivo, pero sí ha sido una persona que ha estado muy entregada a la vida de la Iglesia. Pero decir estas cosas en estos momentos resulta chocante», reitera.
Muchos tolosarras, asegura, se sienten «apesadumbrados y desorientados». Y en los que tienen una vivencia religiosa «la pena es mayor». De hecho, están «como algo traicionados». Surgen sospechas, «de padres que preguntan a sus hijos ya mayores sobre si a ellos les pasó algo en aquellas colonias y te responden que no. Antes ni pasaba por la cabeza hacer este tipo de preguntas».
Este tolosarra repara también en otro hecho que le ha sorprendido: la respuesta «contundente» del Obispado. Le llama la atención los hechos acaecidos los últimos meses, que 'Kakux' cesara como vicario general «porque se dice que ha tenido una fuerte depresión, problemas sensoriales, riesgo de infarto... Todo ello tenía una cierta lógica conociéndole como es y el cargo que ocupaba, además de ser párroco en Gros. Se habla de un año sabático sin carga pastoral, pero por ejemplo ofició misa en San Ignacio en mayo y junio (podía ejercer misas privadas). El miedo que tengo es que la cosa se ha ido tapando hasta que ocurre el bombazo del martes. ¿Por qué el obispo ha reaccionado de esta manera? Porque me temo que haya un goteo, que desgraciadamente no es un asunto de uno o de dos casos», sospecha.
Una situación que ha provocado una honda conmoción entre los curas más mayores con los que este tolosarra ha podido hablar, «que dicen que se ha venido abajo todo el trabajo que han venido haciendo. Porque existe el riesgo de que ahora la sospecha se generalice» tras este caso protagonizado por un cura, que a partir de ahora deberá residir en un monasterio, «lo que para él supone un entierro en vida, porque es una persona que necesita del cariño de la gente».
En Bergara, donde ejerció entre 2006 y 2010, tampoco hay otro tema de conversación. «Con lo alegre y jatorra que era y nos hacía unas misas tan divertidas», comenta consternada una feligresa de la villa mahonera, donde otro vecino habla de la incredulidad «de un sector que no se lo quiere creer». Los padres están preguntando a sus hijos, que ya son gente adulta, por la actitud de 'Kakux', «y los testimonios que me han llegado dicen que no han visto nada y nunca han tenido ninguna sospecha» acerca de este cura que tampoco caía bien a todo el mundo. «Solía estar con la cuadrilla de mi hijo. Menuda nochecita he pasado solo de pensarlo. A mi nunca me gustó. ¡Qué asco!», se puede leer en un grupo de whatsapp. Otro vecino que le trató define a 'Kakux' como «un 'public relations' de primera división. Era el gran míster de la simpatía, tenía una gran imagen pública». Hasta que el martes se empezó a desmoronar.
- Juan Kruz Mendizabal
- 4 de julio de 1992: Es ordenado sacerdote en la parroquia de Ormaiztegi.
- 1992-1996: Sacerdote auxiliar en la parroquia Santa María de Tolosa, villa con la que mantiene un estrecho vínculo hoy en día. Primero ejerce de diácono y luego como párroco coadjutor.
- 1996: Es nombrado responsable de Pastoral de Juventud de la Diócesis. Durante esos años también es sacerdote en la iglesia San Vicente en la Parte Vieja donostiarra. En 1998, se funda el grupo de tiempo libre Xirimiri gazte taldea, del que fue responsable.
- 2006-2008: Párroco de Santa Marina de Bergara
- 14 de abril de 2010: Vicario de Pastoral.
- 2013:Vicario general de San Sebastián
- 2016: Párroco de San Ignacio en el barrio donostiarra de Gros. Al poco tiempo de su llegada, en abril de ese año deja tanto su labor parroquial como su cargo de vicario, «por motivos personales», según se adujo entonces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.