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| Imagen: Noticias de Gipuzkoa / José Ignacio Munilla |
El obispo dice que se incluirán temas relativos a la madurez afectivo-sexual y la pederastia en la formación sacerdotal.
Mikel Mujika / Iker Azurmendi | Noticias de Gipuzkoa, 2017-01-16
http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2017/01/16/sociedad/munilla-no-deja-margen-a-la-duda-y-califica-de-traicion-los-abusos-a-menores-del-exvicario
El obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, no dejó margen para la duda en su homilía de ayer y reveló directamente a los feligreses que su exvicario, Juan Kruz Mendizabal, ‘Kakux’, “un sacerdote que gozaba de gran popularidad”, ha sido condenado por la propia Iglesia por abusar sexualmente al menos de dos menores de edad en 2001 y 2005. Munilla anunció que a consecuencia de estos “graves” hechos ha decidido “implementar medidas de la legislación civil relativas a la protección de menores” en el seno de la Diócesis. Una de las consecuencias es que se exigirá un certificado de ausencia de antecedentes penales a todo aquel que tenga relación con jóvenes en el seno de la Iglesia; también se abordarán en la formación de los sacerdotes temas relacionados a la madurez afectivo-sexual, la pederastia y otras patologías. Munilla abrirá su agenda “de forma prioritaria” a nuevos casos de abusos que puedan presentarse.
“Es profundamente injusto que la entrega de toda una vida por la causa del evangelio y al servicio de los más necesitados se vea puesta en cuestión por la sospecha que genera la traición de un compañero. Vamos a apoyar a nuestros sacerdotes con alma, corazón y vida”, reflexionó Munilla en palabras dirigidas directamente al resto de curas.
El mensaje tenía doble destinatario: feligreses y sacerdotes. Munilla calificó de “traición” a la Iglesia y al resto de presbíteros los actos cometidos por 'Kakux', justo un día después de que el actual vicario Xabier Andonegi defendiese desde el púlpito de la iglesia de San Vicente, en Donostia, la “presunción de inocencia” para Mendizabal. El obispo cerró esa vía de un portazo. La condena de la Iglesia es firme, a la espera de la deriva judicial que pudiera tener el caso. Hay que recordar que también se acaba de presentar una tercera denuncia por abuso sexual en 1994, a la que el obispo otorga un “alto grado de verosimilitud”, aunque está sin juzgar por vía canónica ni judicial.
Munilla pidió perdón en nombre de la Iglesia y quiso cerrar la puerta de la duda ante una feligresía y un colectivo de sacerdotes que aún “no quiere creerse” que las acusaciones contra Mendizabal sean ciertas, tal y como se desprende de los testimonios recogidos por este periódico en el seno de la comunidad católica.
El obispo, en plena misa dominical en el Buen Pastor de Donostia, reconoció que “la sociedad, y especialmente nuestra Diócesis, se ha sentido conmovida por la noticia de un sacerdote que gozaba de gran popularidad y afecto entre nosotros y que además había ejercido importantes cargos, anteriormente como responsable de la pastoral juvenil y más recientemente como vicario general, que cometió actos de abusos sexuales contra menores”.
“La gravedad de este tipo de abusos a menores es especialmente grande, ya no únicamente por la materialidad del hecho, sino porque suelen ser actos cometidos aprovechándose de la confianza que se le otorga al adulto, en su condición de padre, familiar, profesor, entrenador o sacerdote, como en el caso presente”, lamentó.
Certificado de antecedentes penales
“Mi agenda queda disponible para atender de forma prioritaria los casos que puedan presentarse”, dijo. Y añadió que se implementarán en la Diócesis de Donostia aspectos de la legislación civil sobre protección de menores. “Todos aquellos que trabajen con menores deben obtener un certificado de estar libres de antecedentes penales en materia de delitos de naturaleza sexual. La aplicación de esta disposición legal se extiende tanto a los laicos como a los religiosos”, dijo.
“Lucha contra el mal”
Munilla también hizo un “llamamiento a redoblar la oración y la penitencia como instrumentos indispensables de la lucha contra el mal”, otro mensaje claro para los sacerdotes y feligreses que siguen sin creerse que Mendizabal cometiese esos abusos, calificados por el tribunal eclesiástico como “tocamientos deshonestos”.
Parafraseó al papa Francisco, al decir que “los sacerdotes son como los aviones, solo son noticia cuando caen, un avión estrellado llena las portadas de los periódicos (...) y, sin embargo, sabemos que en este mismo momento en el que estamos hablando hay unos 11.000 aviones volando”, afirmó.
Munilla se refirió solo una vez a “Juan Kruz” por su nombre en los 16 minutos de homilía y pidió rezar por él y “no hacer leña del árbol caído”.
“Es profundamente injusto que la entrega de toda una vida por la causa del evangelio y al servicio de los más necesitados se vea puesta en cuestión por la sospecha que genera la traición de un compañero. Vamos a apoyar a nuestros sacerdotes con alma, corazón y vida”, reflexionó Munilla en palabras dirigidas directamente al resto de curas.
El mensaje tenía doble destinatario: feligreses y sacerdotes. Munilla calificó de “traición” a la Iglesia y al resto de presbíteros los actos cometidos por 'Kakux', justo un día después de que el actual vicario Xabier Andonegi defendiese desde el púlpito de la iglesia de San Vicente, en Donostia, la “presunción de inocencia” para Mendizabal. El obispo cerró esa vía de un portazo. La condena de la Iglesia es firme, a la espera de la deriva judicial que pudiera tener el caso. Hay que recordar que también se acaba de presentar una tercera denuncia por abuso sexual en 1994, a la que el obispo otorga un “alto grado de verosimilitud”, aunque está sin juzgar por vía canónica ni judicial.
Munilla pidió perdón en nombre de la Iglesia y quiso cerrar la puerta de la duda ante una feligresía y un colectivo de sacerdotes que aún “no quiere creerse” que las acusaciones contra Mendizabal sean ciertas, tal y como se desprende de los testimonios recogidos por este periódico en el seno de la comunidad católica.
El obispo, en plena misa dominical en el Buen Pastor de Donostia, reconoció que “la sociedad, y especialmente nuestra Diócesis, se ha sentido conmovida por la noticia de un sacerdote que gozaba de gran popularidad y afecto entre nosotros y que además había ejercido importantes cargos, anteriormente como responsable de la pastoral juvenil y más recientemente como vicario general, que cometió actos de abusos sexuales contra menores”.
“La gravedad de este tipo de abusos a menores es especialmente grande, ya no únicamente por la materialidad del hecho, sino porque suelen ser actos cometidos aprovechándose de la confianza que se le otorga al adulto, en su condición de padre, familiar, profesor, entrenador o sacerdote, como en el caso presente”, lamentó.
Certificado de antecedentes penales
“Mi agenda queda disponible para atender de forma prioritaria los casos que puedan presentarse”, dijo. Y añadió que se implementarán en la Diócesis de Donostia aspectos de la legislación civil sobre protección de menores. “Todos aquellos que trabajen con menores deben obtener un certificado de estar libres de antecedentes penales en materia de delitos de naturaleza sexual. La aplicación de esta disposición legal se extiende tanto a los laicos como a los religiosos”, dijo.
“Lucha contra el mal”
Munilla también hizo un “llamamiento a redoblar la oración y la penitencia como instrumentos indispensables de la lucha contra el mal”, otro mensaje claro para los sacerdotes y feligreses que siguen sin creerse que Mendizabal cometiese esos abusos, calificados por el tribunal eclesiástico como “tocamientos deshonestos”.
Parafraseó al papa Francisco, al decir que “los sacerdotes son como los aviones, solo son noticia cuando caen, un avión estrellado llena las portadas de los periódicos (...) y, sin embargo, sabemos que en este mismo momento en el que estamos hablando hay unos 11.000 aviones volando”, afirmó.
Munilla se refirió solo una vez a “Juan Kruz” por su nombre en los 16 minutos de homilía y pidió rezar por él y “no hacer leña del árbol caído”.
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