Carta a mi padre : testimonio de una persona transexual con discapacidad / testimonio de Irina Echeverría ; entrevista y adaptación literaria de Lourdes Díaz.
México, DF : CONAPRED, 2008 [04]
100 p.
Serie: Testimonios sobre discriminación ; 2.
/ ES / Libros / ENS / Discapacidad / Discriminaciones / Mujeres trans / Testimonios / Trans
México, DF : CONAPRED, 2008 [04]
100 p.
Serie: Testimonios sobre discriminación ; 2.
/ ES / Libros / ENS / Discapacidad / Discriminaciones / Mujeres trans / Testimonios / Trans
📘 Ed. impresa: ISBN 9789709833607
🔓 Ed. digital: Open Access / CONAPRED
https://www.conapred.org.mx/publicaciones/carta-a-mi-padre-testimonio-de-una-persona-transexual/
📝 Cita APA-7: Echeverría, Irina y Díaz, Lourdes (2008). Carta a mi padre : testimonio de una persona transexual. CONAPRED.
Testimonio que es una pequeña historia acerca de una enorme humanidad, vivida por una persona discriminada por ser mujer y haber nacido en cuerpo de hombre, aunado al doble flagelo de una sociedad que excluye a las personas con discapacidad.
Supongamos que en el sueño habitamos sin posibilidad de escape el cuerpo de otra persona: se llamará pesadilla. Supongamos que el espacio onírico se extiende hasta abarcar la única vida del soñante y que los demás advierten, oscura e imprecisamente, que divergimos. Nos hacen pagar la diferencia: en el mejor de los casos con indiferencia; más a menudo con rechazo, exclusión o violencia.
Supongamos que el sueño se dilata en una amplia noche gobernada por el tiempo plural, y que nosotros buscamos con dolor y pasión ser idénticos a nosotros mismos; es decir, que el cuerpo corresponda al alma y el alma a un cuerpo real y no a uno ajeno, extraña, impuesto…
Supongamos que no podemos.
Supongamos que un día –no importa si gris o luminoso- admitimos al fin que la dicotomía estaba allí, que siempre lo había estado y que habíamos tratado de ignorarla o silenciarla porque era distinta, y eso nos daba miedo. No sin razón: se suele temer a lo que no se entiende y por lo tanto se hace a un lado, pretendiendo que no existe para intentar –inútilmente- vivir sin sobresalto.