Imagen: El Mundo |
La vuelta al cole el próximo curso plantea el reto de cómo guardar la distancia social. La Administración considera inviable contratar a más docentes por falta de presupuesto pero también alterar la ratio.
Noa de la Torre | El Mundo, 2020-05-05
https://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2020/05/05/5eb1af8321efa027278b4608.html
Ministerio de Educación y comunidades autónomas se encuentran en pleno debate sobre cómo garantizar la vuelta al colegio en septiembre de los miles de alumnos y alumnas garantizando la distancia social. La ministra Isabel Celaá ha abierto esta semana el debate sugiriendo clases reducidas que, en la práctica podría implicar incluso aulas con no más de 15 estudiantes y, por tanto, que se alternasen a la hora de acudir al centro. Pero, ¿cómo hacerlo?
La respuesta no es nada sencilla porque, como explica en declaraciones a este diario el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, hay que partir de la base de que «no hay espacio». Es decir, las instalaciones educativas no están preparadas para duplicar su número de aulas ni para meter en una clase a 30 alumnos guardando la distancia de seguridad.
A partir de ahí, «tampoco se puede doblar la plantilla de profesorado». «Ni nosotros ni ningún país tiene capacidad para duplicar el número de profesores» por una cuestión presupuestaria, admite Soler. Así que «no se puede doblar plantilla pero tampoco reducir la ratio a la mitad».
De hecho, la ratio de alumnos por aula ya se incrementó como medida de ahorro para las arcas públicas durante la pasada crisis económica. En el caso de la Comunidad Valenciana, en Primaria se incrementó esa ratio hasta los 30 alumnos por clase -en los últimos años se ha comenzado a bajar a 25-, una cifra máxima que vale también para Secundaria y que se eleva todavía más (hasta los 35) en el caso de Bachillerato. Solo en Infantil de 2 años la ratio está en los 18 alumnos por aula, porque incluso a partir de 3 años sube hasta 25.
Según Soler, «bajar la ratio no es factible», porque no se estaría hablando de reducir un número pequeño de alumnos por aula, sino prácticamente de recortar a la mitad este número. Dicho con otras palabras, el proceso de matrícula que se inciará en unas semanas no se verá alterado. El debate, eso sí, se centra en cómo dar respuesta al conjunto del alumnado y, especialmente y además, al más vulnerable con problemas por ejemplo de conexión a internet en casa.
En los centros, la incertidumbre es total. Fuentes de la patronal de colegios concertados Feceval, señalan que hay incógnitas importantes por resolver: «Cómo se gestionan los desdobles de profesorado para la atención telemática y presencial, qué capacidad hay de flexibilizar horarios, flexibilidad para autorización de instalaciones provisionales...». Los interrogantes, según las mismas fuentes, no son pocos: qué pasa con la conciliación, los horarios de los colegios, la regulación de la enseñanza virtual... Lo que está claro es que el curso 2020-2021 no será tampoco normal.
La respuesta no es nada sencilla porque, como explica en declaraciones a este diario el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, hay que partir de la base de que «no hay espacio». Es decir, las instalaciones educativas no están preparadas para duplicar su número de aulas ni para meter en una clase a 30 alumnos guardando la distancia de seguridad.
A partir de ahí, «tampoco se puede doblar la plantilla de profesorado». «Ni nosotros ni ningún país tiene capacidad para duplicar el número de profesores» por una cuestión presupuestaria, admite Soler. Así que «no se puede doblar plantilla pero tampoco reducir la ratio a la mitad».
De hecho, la ratio de alumnos por aula ya se incrementó como medida de ahorro para las arcas públicas durante la pasada crisis económica. En el caso de la Comunidad Valenciana, en Primaria se incrementó esa ratio hasta los 30 alumnos por clase -en los últimos años se ha comenzado a bajar a 25-, una cifra máxima que vale también para Secundaria y que se eleva todavía más (hasta los 35) en el caso de Bachillerato. Solo en Infantil de 2 años la ratio está en los 18 alumnos por aula, porque incluso a partir de 3 años sube hasta 25.
Según Soler, «bajar la ratio no es factible», porque no se estaría hablando de reducir un número pequeño de alumnos por aula, sino prácticamente de recortar a la mitad este número. Dicho con otras palabras, el proceso de matrícula que se inciará en unas semanas no se verá alterado. El debate, eso sí, se centra en cómo dar respuesta al conjunto del alumnado y, especialmente y además, al más vulnerable con problemas por ejemplo de conexión a internet en casa.
En los centros, la incertidumbre es total. Fuentes de la patronal de colegios concertados Feceval, señalan que hay incógnitas importantes por resolver: «Cómo se gestionan los desdobles de profesorado para la atención telemática y presencial, qué capacidad hay de flexibilizar horarios, flexibilidad para autorización de instalaciones provisionales...». Los interrogantes, según las mismas fuentes, no son pocos: qué pasa con la conciliación, los horarios de los colegios, la regulación de la enseñanza virtual... Lo que está claro es que el curso 2020-2021 no será tampoco normal.