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jueves, 11 de agosto de 2022

#hemeroteca #lgtbifobia #delitosdeodio | Detenido por amenazar con decapitar a una rapera musulmana que defendió al colectivo LGTBI por TikTok

La Vanguardia / Miss Raisa //

Detenido por amenazar con decapitar a una rapera musulmana que defendió al colectivo LGTBI por TikTok.

El sospechoso es un consultor de asuntos religiosos con antecedentes por racismo y antisemitismo y fue arrestado al llegar al aeropuerto de Madrid procedente de Inglaterra.
Germán González | El Mundo, 2022-08-11
https://www.elmundo.es/cataluna/2022/08/11/62f4b34dfc6c8357588b457b.html 

El pasado junio, Miss Raisa, nombre artístico de Imane Raissali, publicó un vídeo en TikTok en el que exponía su punto de vista inclusivo como musulmana de la homosexualidad y la comunidad LGTBI. Como es habitual, ante el anonimato y la impunidad de internet, la publicación recibió numerosos insultos y comentarios humillantes de usuarios de esta red social que atacaban a la rapera catalana pero de origen marroquí por sus opiniones.

Sin embargo, uno de los comentarios captó la atención de la Unidad Central de Delitos de Odio y Discriminación (UCDOD) de los Mossos d'Esquadra ya que además de insultos por ser mujer y musulmana amenazaba de muerte a la rapera e instaba y justificaba su asesinato y decapitación, basándose en argumentos religiosos.

Por eso, los Mossos identificaron al sospechoso y descubrieron que tenía varios perfiles en redes sociales en los que se presentaba como consultor y predicador de asuntos religiosos, y que actualmente reside en la ciudad inglesa de Birmingham. El pasado día 4 se detectó que el presunto autor de los hechos había llegado en un vuelo al aeropuerto de Madrid y la Policía Nacional le detuvo por la orden de detención emitida por los Mossos d'Esquadra.

Los agentes remarcan que tiene antecedentes por un delito de odio hacia el colectivo LGTBI y por antisemitismo, por el que ya fue detenido en 2021. Ahora le imputan otra vez este delito de odio además de amenazas contra la artista tras publicar un vídeo en TikTok en el que explicaba su visión inclusiva como musulmana de la homosexualidad y del colectivo LGTBI.

Tras pasar a disposición judicial ante el juzgado de instrucción en funciones de guardia de Madrid, el detenido quedó en libertad con la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 1.000 metros, la prohibición de comunicarse con ella, retirada del pasaporte, prohibición de salida del país y de utilizar internet.

Y TAMBIÉN…
¿Quién es la rapera musulmana que defiende al colectivo LGTBI?

“No hace falta ser gay para defender a esta comunidad como corresponde”
Domingo Marchena | La Vanguardia, 2022-08-12

sábado, 1 de mayo de 2021

#hemeroteca #homofobia #islam | Exorcismos para musulmanes homosexuales y la 'yihad queer' en Europa

El País / Christian Awhan, imán gay
Exorcismos para musulmanes homosexuales y la 'yihad queer' en Europa.
Las terapias de 'reorientación sexual' siguen teniendo lugar en Europa, a pesar de estar desaconsejadas y prohibidas en la mayoría de los países de la UE.
María Ferreira | El Confidencial, 2021-05-01
https://blogs.elconfidencial.com/mundo/el-velo-invisible/2021-05-01/exorcismos-para-musulmanes-homosexuales-y-la-jihad-queer-en-europa_3056463/

"Oh, Alá, en ti busco refugio de mis deseos carnales" - Abu Dawood. 

"Alá, acepta mis súplicas: que mi padre se recupere, que mamá consiga más clientes, y que dejen de gustarme los chicos. Por favor, que dejen de gustarme los chicos”. Así terminaba Khaled, un joven bangladesí residente en Berlín, la última oración del día. No dejaron de gustarle los chicos. Tras años de rezos, su padre recurrió a los servicios de un imán, experto en 'ruqya' y exorcismo islámico, que por el módico precio de 50 euros la hora prometió revertir la homosexualidad del joven de 15 años. 50 euros la hora: el precio de reducir una adolescencia a escombros.

Las terapias de 'reorientación sexual' siguen teniendo lugar en Europa, a pesar de estar desaconsejadas y prohibidas en la mayoría de los países de la UE. Son muchas las comunidades cristianas (especialmente evangélicas) y musulmanas, que siguen insistiendo en 'curar' o 'revertir' la homosexualidad. Aún son demasiadas las dictaduras ideológicas y espirituales que basan su fe en la rectitud impuesta y en la santidad de los mansos.

La American Psychological Association (APA) declaró en 2009 que los profesionales de la salud mental no podían, bajo ningún concepto, tratar de convencer a sus pacientes de la posibilidad de modificar su orientación sexual.

Alemania prohibió en 2020 las llamadas 'terapias de conversión' en menores.

En España, la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados aprobó en 2020 una proposición no de ley que trata sobre la prohibición de las terapias de conversión de la identidad o expresión de género y de la orientación sexual.

En el caso del Islam, se celebra una especie de exorcismo denominado 'ruqya', que recurre a los rezos, al ayuno e, incluso en los casos más extremos, a la violencia para 'expulsar' a los genios (Jinn) que han poseído el alma. El Corán menciona que tanto los genios como los seres humanos, fueron creados por Alá para adorarle. Estos son capaces de vernos, al contrario que nosotros, a no ser que posean a una persona o tomen la forma de un animal.

La 'ruqya' forma parte de la medicina alternativa islámica, y son muchas las personas que encuentran confort y beneficios para su salud psicológica y física en su práctica. “Desde el punto de vista científico funciona como una especie de placebo” explica Mukhtar, médico somalí residente en Colonia. Se le atribuyen efectos positivos para remediar estrés, dolores de cabeza, depresión y el mal de ojo. “El problema es cuando se practica como terapia de conversión, entonces se vuelve un método dañino, peligroso e ilegal en el caso de Alemania si se aplica a menores”, especifica Mukhtar.

Las terapias de conversión deshumanizan y dejan cicatrices profundas en la identidad de las víctimas. Son un castigo por haber amado. Son un intento retorcido de convertir el deseo en tara. Al final uno se convence de que su sentir es sucio, de que es malo.

“Un insecto se estrelló contra el cristal de la ventana del despacho del imán que iba a 'exorcizarme'. Y otro después”, relata Khaled. “El imán dijo que era señal de que estaba maldito”.

En realidad, los insectos solo eran signos de la primavera.

Exorcismo islámico y genios

Khaled pasó 72 horas ayunando y recitando el Corán, escuchando los castigos que recibiría en el infierno y la vergüenza a la que estaba condenando a su familia. “Oh, Alá, perdona mi pecado, limpia mi corazón y protege mi castidad”, repetía una y otra vez.

Después siguió la soledad.

“No tenía acceso a mi teléfono móvil, no podía salir sin la compañía de algún familiar, los libros que tenía en mi habitación fueron revisados por mis padres, al final solo me dejaron un Corán. Ni siquiera podía leer el periódico porque las noticias se acompañaban en ocasiones de fotos de hombres, y temían que pudiese provocar mi homosexualidad”.

Al final de las vacaciones escolares, Khaled regresó a su instituto. Y volvió a encontrarse con el chico del que estaba enamorado. La vida y la mala suerte hicieron coincidir la muerte de su padre con el día en el que Khaled fue sorprendido besando a su pareja.

A pesar de que la ley en Alemania protege a los homosexuales musulmanes, es difícil mediar con la fuerte oposición, discriminación y delitos de odio que sufren por parte de sus comunidades o de sus propias familias.

“Mi padre murió y el imán me dijo que probablemente era la forma que Alá tenía de castigarme por mis pecados”, cuenta Khaled. “Mi madre me echó de casa a los dieciocho y rompí con mi novio por miedo al infierno, imagínate. Me costó años entender que yo era creación de Alá tal y como era. Pasé años rezando en mi contra, traté de exorcizar una parte integral de mi identidad”. Valentía anacrónica de quien sobrevive bajo la sombra de un sistema corrupto que silencia y condena.

La jurisprudencia islámica tiende a condenar la homosexualidad, existiendo desacuerdos sobre el castigo. Las posturas más extremas defienden la pena de muerte, e interpretan los versos referentes al pueblo de Lut en el Corán como la prueba del rechazo inequívoco de la homosexualidad:

  • “¿Vais a todos los varones del mundo dejando las esposas que Alá creó para vosotros? Sois gente que excede los límites”. (Corán, 26: 165-166)
  • “Y Lut, cuando dijo a su gente: ¿Estáis cometiendo la indecencia que nadie antes en los mundos ha cometido? ¿Vais a los hombres con deseo, en vez de a las mujeres? Realmente sois una gente desmesurada”. (Corán, 7: 80-81)

La falta de unidad sobre cómo abordar la homosexualidad provoca un vacío que tiende a llenarse de silencios, miedos y rechazo. En pleno siglo XXI la homosexualidad es un crimen en 71 países, muchos de ellos de mayoría musulmana.

“Mi interpretación personal consiste en que el Corán condena el exceso, condena la falta de mesura, sea en relaciones homosexuales o heterosexuales”, explica Hussein, imán de una concurrida mezquita de Mannheim (Alemania). “No creo que Alá pueda condenar el amor homosexual, porque Dios no condena el amor, creo que se trata de una interpretación errónea del Texto Sagrado”.

Hussein ayuda y acoge en su mezquita a musulmanas y musulmanes homosexuales que buscan paz espiritual. Sin embargo, confiesa que ha de hacerlo de forma clandestina, porque reconoce que la homofobia y los prejuicios son aún mayoritarios en la comunidad islámica que lidera. “Si reivindico mi trabajo de forma abierta, podría perderlo todo, y entonces no tendría una posición de privilegio que utilizar para ayudar a allanar el camino del colectivo LGBT musulmán, y sobre todo advocar y denunciar los intentos de exorcismos o 'ruqya' en menores.”

También forma parte de los estudiosos del Corán que defienden que algunos versos sobre el paraíso puedan dar lugar a una interpretación homosexual masculina:

  • “En torno a ellos irán pasando muchachos eternamente jóvenes” (Corán 56:17)
  • “Y circularán en torno a ellos muchachos que tendrán para siempre la misma edad; al verlos los tomarás por perlas esparcidas.” (Corán, 76:19)
  • “E irán pasando en torno a ellos mancebos como las perlas semiocultas. Y se encontrarán frente a frente haciéndose preguntas. (Corán 52: 25,25)

Insiste en que las relaciones homosexuales han sido una parte esencial en la literatura clásica árabe-islámica, especialmente el amor entre hombres. Fue la aparición de los movimientos islamistas y la influencia colonial quienes hicieron de la homosexualidad delito y pecado. Las relaciones homosexuales entre mujeres musulmanas cuentan con menos representación, pero se abren paso entre las sombras:

“Mi infancia fue el paraíso” cuenta limaan, joven somalí residente en París. “Estaba convencida de que todas las mujeres de mi entorno se sentían atraídas hacia otras mujeres, como yo”.

Se trataba de la consecuencia lógica de una segregación de género muy acentuada; el único hombre con el que Iimaan tenía contacto era su padre, y le veía bastante poco. “Las mujeres me peinaban, me cuidaban, me acariciaban. Cuando nos mudamos a Francia me educaron en casa y en la mezquita. Crecí en ese paraíso de intimidad femenina que se rompió el día que cumplí los quince y mi madre dijo que tenía que casarme con mi primo.”

Iimaan, desde una inocencia pura y creyendo que casarse con un hombre era tan solo una opción y no una obligación, contestó que ella quería estar con una mujer. En ese momento exacto su vida se tornó un infierno. "Mi padre dijo que tratarían de curarme con un exorcismo, y si no funcionaba me mandarían de vuelta a Somalia, lejos de la influencia occidental". Iimaan descubrió que amar de la forma en la que había amado siempre estaba mal. Que ser quien ella era estaba mal. Que estaba endemoniada. Que debía encajar en una vida que de pronto parecía ajena, como prestada.

El exorcismo tuvo lugar durante cinco días, en los que la adolescente tuvo que tomar baños con agua sobre la que el clérigo había rezado previamente. También fue obligada a acatar ayunos estrictos para que el genio que la había poseído se debilitara y abandonara su cuerpo. “Acabé desmayándome y anunciaron que el exorcismo había sido un éxito”, cuenta Iimaan. “Para prevenir tendencias homosexuales tenía que casarme de inmediato con un hombre y tener relaciones sexuales a diario durante un mes".

Un mes de matrimonio correctivo como terapia. También una mezcla de agua, aceite de oliva, miel, comino y hojas de lotus en forma de jarabe para tomar después de cada oración. Y por supuesto el aislamiento total: ningún contacto femenino estaba permitido.

“Al final de ese mes, mi marido se divorció de mí porque ya había cumplido con su obligación de curarme. Me había quedado embarazada y estaba rota. Ya no sabía ni quién era”, confiesa Iimaan.

Con la ayuda de una de sus primas logró escapar a Alemania, donde pudo pedir asilo y donde ahora cría a su hija mientras comienza un programa de formación profesional.

La 'yihad queer'

Muchos de los homosexuales musulmanes acaban abandonando el islam, porque no encuentran coherencia en los versos coránicos, porque no entienden el silencio ante la homofobia imperante. Sin embargo, otros insisten en que una reinterpretación del Corán es posible.

“No he abandonado el Islam”, afirma Iimaan. “Simplemente he entendido que no puedo cambiar lo que soy. He aprendido a aceptar mi sexualidad como 'fitrah': mi estado primigenio. Es así como me someto a la voluntad de Alá, siendo yo misma".

En eso consiste la 'yihad queer': en la lucha contra el mandato caprichoso y egoísta que impone el no poder ser quien uno es en nombre del honor o de la cultura. La lucha contra el odio y la ignorancia. La convicción de que Alá es al-Rahman y al-Rahim (El Compasivo, el Misericordioso) y no puede condenar lo que ha creado. La lucha contra que se considere la homosexualidad como una anormalidad, enfermedad, o tendencia anti-natural.

“Si el Islam es una religión de paz, una religión de balance, ha de conllevar la aceptación de la identidad sexual”, afirma el imán Hussein.”El Corán nos da un mensaje que hemos de interpretar, y yo elijo hacerlo siempre desde el respeto, desde la tolerancia y desde la inclusión”.

La 'yihad queer' es necesaria, porque hay que luchar contra los líderes coléricos que hacen del amor pecado. Porque la sexualidad no ha de requerir disculpas. Porque nadie puede tener el poder de descalabrar vidas enteras en nombre de un dios.

“Soy gay y musulmán”, afirma Khaled, exponiéndose a los pisotones de la multitud. “Me gustan los hombres, Alá sabrá por qué”.


Y TAMBIÉN…
Alemania, laboratorio del islam europeo.
Ana Carbajosa | EPS, El País, 2019-09-01

https://elpais.com/elpais/2019/08/26/eps/1566812331_061871.html

lunes, 8 de marzo de 2021

#libros #feminismo #islam | Los feminismos ante el islam : el velo y los cuerpos de las mujeres

Los feminismos ante el islam : el velo y los cuerpos de las mujeres / Ángeles Ramírez, Laura Mijares.

Madrid : Catarata, 2021 [03-08].
208 p.
Serie: Mayor ; 818.

/ ES / Libros / ENS / Cuerpos / Feminismo / Islam / Mujeres / Población musulmana / Velos / Vestimenta
📘 Ed. impresa: ISBN 9788413521855 / 17,00 €
Cita APA-7: Ramírez, Ángeles, & Mijares, Laura (2021). Los feminismos ante el islam : el velo y los cuerpos de las mujeres. Catarata.

[.es] ¿Se puede llevar pañuelo y ser feminista al mismo tiempo? El velo puede contribuir tanto a la opresión como ser utilizado para hacerle frente. Velo, hiyab, niqab, burka… ¿qué diferencias hay entre ellos? ¿Por qué se prohíbe el velo en algunos países occidentales? Estas preguntas son fundamentales para la historia de las mujeres en el mundo musulmán y en Europa, especialmente desde los feminismos. ¿Cómo actúan estos con respecto al pañuelo y a las mujeres musulmanas? ¿Reproducen la visión occidental más extendida de que el hiyab solo puede ser sumisión?, ¿o reconocen el velo como parte de la diversidad de mujeres y de feministas? ¿Se puede llevar pañuelo y ser feminista al mismo tiempo? Este libro muestra la pluralidad de posiciones en los feminismos, como la hay también en las prácticas con respecto al hiyab. Por tanto, el conocimiento del contexto es fundamental para entender qué significa un pañuelo: el velo puede contribuir a la opresión o ser utilizado para hacerle frente.

Ángeles Ramírez. Antropóloga y profesora del Departamento de Antropología Social y Pensamiento Filosófico Español de la Universidad Autónoma de Madrid, que dirige desde 2018. Es codirectora del Proyecto I+D “Crisis y dinámicas locales y transnacionales en el Mediterráneo occidental: cambios sociopolíticos, movilizaciones y diáspora”. Especializada en feminismo, migraciones e islam, ha realizado etnografía en Marruecos y España, y es miembra del Taller de Estudios Internacionales Mediterráneos (TEIM-UAM). Es autora de ‘La trampa del velo’ (Los Libros de la Catarata, 2011) y editora de ‘La alteridad imaginada’ (Bellaterra, 2014). La mayor parte de sus trabajos se centran en la inmigración femenina marroquí en España, la islamofobia y los estudios de género en Marruecos. En los últimos años se ha centrado en el análisis de los movimientos de la lucha por la tierra en Marruecos y en el servicio doméstico transfronterizo. Pertenece al Consejo Asesor de la revista Viento Sur.

Laura Mijares.
Arabista y profesora del Área de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Complutense de Madrid, donde dirige el Grupo de Investigación GRAIS (Grupo de Análisis sobre Islam en Europa). Es directora del proyecto de investigación “Socialización familiar y educativa de la juventud musulmana: el tránsito del capital social y político”. Es autora de numerosas publicaciones en el campo de la sociología de las comunidades musulmanas en relación con el género, la juventud y la islamofobia. Entre sus trabajos destacan el monográfico ‘Aprendiendo a ser marroquíes. Inmigración y diversidad lingüística en España’ (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2006), así como la coordinación en 2018 del número especial “Islamofobia y racismo antimusulmán. Un análisis multidisciplinar desde las prácticas”, de la Revista de Estudios Internacionales Mediterráneos (REIM).

sábado, 6 de febrero de 2021

#hemeroteca #mujeres #islam | La primera mujer al frente del machista Consejo Islámico Británico: "Estamos en condiciones de empoderar a las jóvenes"

Imagen: Público / Zara Mohammed

La primera mujer al frente del machista Consejo Islámico Británico: "Estamos en condiciones de empoderar a las jóvenes".

Zara Mohammed, escocesa de Glasgow de 29 años y abogada de Derechos Humanos, ha sido elegida por 107 votos contra los 60 obtenidos por rival, un hombre. "Mi elección es un paso adelante para combatir los estereotipos, las concepciones erróneas y la islamofobia", declara Zara.
Conxa Rodríguez | Público, 2021-02-06
https://www.publico.es/internacional/igualdad-genero-primera-mujer-frente-machista-consejo-islamico-britanico-condiciones-empoderar-jovenes.html 

El Muslim Council of Britain (siglas en inglés MCB) es la mayor federación de organizaciones musulmanas de Gran Bretaña, reúne a más de 500 entidades: escuelas, mezquitas y asociaciones de todo tipo. Por lo tanto, da voz a la mayoría de los casi tres millones de musulmanes censados en el país. Su dirigente es Zara Mohammed, la primera mujer y la persona más joven en el cargo con 29 años de edad. Una sorpresa para todos, puesto que la religión islámica o los rituales en torno a ella, como la asistencia a las mezquitas, están dominados por los hombres y relegan a las mujeres a espacios secundarios o adyacentes.

"Mi elección demuestra que las mujeres musulmanas pueden dirigir y que estamos en condiciones de empoderar a las jóvenes y a los que son diferentes. Mi elección es un paso adelante para combatir los estereotipos, las concepciones erróneas y la islamofobia", dice Zara atendiendo a la cola de entrevistas solicitadas desde su elección.

Zara era adjunta al secretario general saliente. No las tenía todas de ser elegida porque tenía un rival popular –Ajmal Masroor, de buena imagen, imam, profesor y tertuliano radio televisivo– y el electorado era mayoritariamente masculino, así y todo ha ganado por 107 votos contra 60 en una sesión virtual de la que dice: "Me conmovió primero la aprobación de mi candidatura, la elección ha sido un honor y una bendición; me presenté porque sabía que puedo introducir diferencias y porque los miembros me han inculcado los cambios que puede hacer el MCB". El objetivo del MCB, según sus estatutos, es "ayudar a construir una sociedad unida". El listón está alto para tal aspiración.

"Mis prioridades aquí y ahora son la covid-19 y el papel activo del MCB para salvar vidas y apoyar a nuestras asociaciones. No obstante, tenemos que encararnos ahora más que nunca a la expansión global de la islamofobia y las consecuencias de la continuada marginación socioeconómica que padece nuestra comunidad", explica Zara enfatizando cada dos por tres la diversidad en la comunidad musulmana británica, que va más allá de lo puramente religioso.

"Los musulmanes británicos son diversos en su formación; por bagaje, etnia o cultura, y necesitamos mostrar estas diferencias como un beneficio y un valor que aportamos a la sociedad", explica Zara, quien añade que "con la pandemia hemos visto que la comunidad musulmana se ha integrado a la primera fila en la lucha para proteger a la sociedad de la que forma parte, desde plantar cara a la desinformación hasta acceder a los recursos necesarios para protegerse".

El organismo que encabeza la abogada de Derechos Humanos representa a la mayoría de sectores moderados, que se han visto manchados por el llamado terrorismo yihadista o por las conocidas como novias de ISIS o mujeres británicas que se incorporaron al conocido como Estado Islámico en la guerra de Siria o en otros países. Algunas de ellas, como la londinense Shamima Begun, luchan ahora en los juzgados para que se les devuelva la nacionalidad británica mientras permanecen en el campo de refugiados al-Hawl, en el norte de Siria.

Sobre este caso concreto, la nueva secretaria general del Consejo Islámico Británico dice que "yo creo en el cumplimiento de la ley y en los principios de justicia e imparcialidad, por lo tanto, es competencia de los juzgados y del sistema judicial que se pronuncien sobre este caso específico y el resto de los casos parecidos basándose en los Derechos Humanos y el sistema judicial con el que nos amalgamamos como sociedad".

El cargo al frente de la Secretaría General del Consejo Islámico Británico dura dos años con opción a un segundo mandato. En total un máximo de cuatro años, un período no muy largo para hacer todos los cambios que parece proponerse la nueva dirigente.

Llegar a donde está no ha sido fácil, aunque Zara cree que se lo ha trabajado. "Tengo una larga experiencia en encabezar organizaciones y trabajar en círculos de base para hacer cambios positivos, llevo más de dos años en el MCB y he demostrado que soy capaz de llevar la organización hacia adelante, en ningún momento mi género o mi edad ha sido una barrera para mi trabajo, y tengo que agradecer la confianza que han puesto en mí los afiliados para liderar la organización hacia el futuro", explica Zara Mohammed ante el reto que tiene delante.

domingo, 8 de diciembre de 2019

#hemeroteca #homofobia | Martirio y redención de Abdel

Imagen: El País / Abdel Taib
Martirio y redención de Abdel.
La investigación reconstruye el laberinto emocional de un yihadista gay de 29 años abatido tras intentar matar a una policía autonómica catalana
Jesús García | El País, 2019-12-08
https://elpais.com/politica/2019/12/07/actualidad/1575750166_158370.html

Abdel Taib mira un capítulo de ‘Omar’ en Youtube cuando su esposa, Luciana Morales, llega a casa después del trabajo. Ella prepara la cena, pero Abdel ni la prueba. Se queda sentado con su chilaba y su kufi. Últimamente le ha dado por vestir así, también en casa. Termina la serie, que narra las peripecias del segundo califa tras la muerte de Mahoma, y pide el teléfono móvil a Luciana. Habla una hora con su madre y su hermana, que viven en Argelia. Luego se instala en el sofá.

Hace mes y medio que Abdel y Luciana duermen separados. Ella intuía la infidelidad. Pero no imaginaba que su marido, al que había conocido en Facebook cinco años antes, mantenía relaciones con otros hombres. Se lo contó allí, en el sofá del piso de Cornellà (Barcelona) donde ahora reposa, arrepentido y consciente del doble pecado (por adúltero y homosexual) cometido a ojos de Alá. Luciana contará más tarde, a los Mossos, que esa confesión —y los remordimientos que la acompañaron— transformó a Abdel.

Es medianoche. Luciana observa a Abdel, que lee el Corán y reza. Luego se queda dormida. Despierta con ganas de ir al baño. Son las 5.22 —lo ve en la tableta— del lunes 20 de agosto de 2018. Su marido se cambia de ropa: deja la chilaba en casa y se enfunda una camiseta corta de estilo militar, un pantalón negro que deja los tobillos al descubierto y bambas.

En realidad, Abdel es su exmarido: hace una semana firmaron los papeles del divorcio; él se ha comprometido a abandonar la casa cuanto antes. Se casaron en España, pero también por el rito islámico en Menaceur (Argelia), donde Luciana recibió su nombre musulmán: Amina. “¿A dónde vas?”, pregunta la mujer. “A la mezquita, a rezar”, responde él.

Pero Abdel no se dirige a Al Tauba, de la que se ha vuelto tan asiduo como en su día lo fue del gimnasio McFit. A paso tranquilo, cubre los dos minutos a pie que separan el piso de la comisaría de los Mossos. Pide que le abran la puerta para una “consulta”. La ventanilla donde atiende la ‘mossa’ 10786 está abierta. “Yo es que...”, farfulla antes de sacar del chándal un cuchillo de 22 centímetros de hoja y abalanzarse sobre ella. Grita “¡Allah!” y otras expresiones que la agente no sabrá descifrar. La mujer esquiva la puñalada, que iba directa al cuello, impulsándose hacia atrás con la silla. Pero Abdel la persigue a la carrera por el pasillo. La agente pide auxilio al sargento, que grita “¡quieto, quieto!” a Abdel mientras él empuña el cuchillo con el brazo en alto. La ‘mossa’ reacciona. Le dispara cuatro veces. Tres balas aciertan. La primera, en el muslo derecho. La segunda, en el hombro derecho. La tercera, mortal, en el cráneo.

El jefe de la comisaría llama a la central: “Prioridad, tenemos un tío en el suelo con un tiro en la cabeza, tema terrorismo, vaya ‘marronaco’”. Abdel, 29 años, yace muerto. Los Mossos inician en ese instante una investigación que, a las órdenes de la Audiencia Nacional, les llevará a reconstruir la vida de Abdel y a concluir que quiso “provocar la muerte de policías” para lograr “la redención por martirio”. Dirán los agentes que atravesaba una “crisis personal y religiosa” que nadie vio, y que solo Luciana supo intuir.

Los ‘whatsapps’ del móvil de Luciana y sus declaraciones ante la policía ilustran su metamorfosis. Cuando llega a España, en 2016, es un joven atractivo, de mirada risueña y labios carnosos, apasionado por el fútbol, el ‘fitness’ y la música. Habla cuatro idiomas (árabe, amazigh, francés e inglés; pronto incorporará el español) y trabaja en lo que puede: mudanzas, chapuzas, montajes en la Fira de Barcelona. Pero Luciana comprueba que no es el marido perfecto: su tiempo libre lo dedica a los videojuegos, al gimnasio y, sobre todo, a sus amigos. Los reproches al teléfono son mutuos: él se muestra “controlador” y dominante; ella siente celos.

Abdel ahonda en su vida paralela, de soltero. Cada noche pasa a buscarle, en coche, su amigo Lhoussaine A. Toman café, van al gimnasio, juegan a fútbol en un campo de cemento... También se citan con otros chicos magrebíes en el parque de la Fontsanta, donde hablan de “problemas políticos” y fuman porros. Un día, Abdel regresa de la playa “enfadado” porque “le han hecho unas fotografías”, dirá Luciana. No sabe quiénes son esos chicos porque Abdel se lo oculta. Su amargura es evidente. “Amo a mi marido. Pero parece que no es recíproco. Tus amigos son más importantes para ti. ¿Cómo voy a sentirme si mi marido prefiere estar fuera y ni me toca?”, le reprocha.

El Ramadán de 2018 llega a su fin. Abdel y sus amigos quedan en la pineda de Gavà, junto a la playa, para romper el ayuno. Rezan, comen, bailan, bromean. Crean un grupo de Whatsapp para seguir “en contacto”. Pero a los pocos días, cuando alguien comparte un vídeo porno, Abdel lo abandona, explicará Mohamed M. Algo ha cambiado. Deja de fumar. Se sincera, a medias, con su amigo Lhoussaine. “Me dijo que estaba mal. Quería ir a su país, echaba de menos a su familia. Pero no podía porque estaba casado”.

Abdel se muestra arrepentido ante su esposa, pero aún no confiesa. “Quiero hacer ‘roqyya’ [una cura espiritual], ayúdame”. Abre un nuevo perfil en Facebook: ahora es Salah y sigue páginas sobre el perdón divino. Pide a su mujer que deje de trabajar como camarera porque Alá no lo aprueba y quiere que le diga cuándo entra y sale de casa. Luciana le afea ese cambio radical (“estás demasiado raro, has pasado de un extremo a otro”) y le recuerda que “los extremos no son buenos”. Él replica: “Soy esclavo de Alá”.

El secreto pesa en su conciencia. El 10 de julio, Abdel llega a casa del almacén de Seur en El Prat, donde trabaja. Le dice que se ha acostado con otros hombres. Que se plantea suicidarse. Horas después, Luciana le escribe. “Te perdono, pero no podré darte lo que necesitas. Hablo de hacer el amor. Me traicionaste”. Él quiere seguir con la relación. Se propone cambiar y le pide tener “fe en Allah”.

Abdel cambia su vida. Mucho en muy pocas semanas. Empieza a ir “dos o tres veces al día” a la mezquita. Se rapa la cabeza. Se deja una barba espesa. Un día, en el autobús, lanza “comentarios despectivos” a una chica por llevar minifalda, dice un compañero de Seur. En casa, borra la cruz del escudo del Barça dibujada en una taza pensando que es un símbolo cristiano. Luciana se lo recrimina por Whatsapp. “Forma parte de la bandera de mi ciudad, tiene que ver con el Consell de Cent, no con la religión. Haces cosas que no son normales”.

El 17 de agosto de 2018 es el primer aniversario de los atentados de Barcelona. Abdel había acudido a las manifestaciones contra el terrorismo, dirá su cuñada a la policía. Las imágenes que esos días reproducen los medios informativos “pudieron influir en la decisión” de Abdel. Llega la firma del divorcio. Pronto tendrá que abandonar el piso. Volver a Argelia con el lastre de sus pecados no es una opción. Su madre, que está al corriente de todo, le ha advertido de que ser gay allí está “penado con la muerte”. Abdel escribe, en árabe, una nota de súplica (‘istikhara’) que los agentes encontrarán en el piso de Cornellà: “Oh Alá, te pido que escojas lo mejor para mí”. A la vez, se inscribe en un curso de formación para conducir carretillas elevadoras.

Luciana le ha dado un tiempo prudencial para que abandone la casa. El domingo 19 de agosto, mientras la mujer está trabajando en el restaurante japonés, discuten por teléfono. Abdel le responde: “No te preocupes que me voy a ir, ‘inchallah’, el gran sitio está arriba”.

viernes, 29 de noviembre de 2019

#hemeroteca #veganismo #menores | Las familias veganas piden menús escolares libres de crueldad

Imagen: El Diario
Las familias veganas piden menús escolares libres de crueldad.
Asociaciones como FEUMVE han reunido casi 4.000 firmas para que los niñas y niñas dispongan de una opción vegana en los comedores. Pediatras y nutricionistas denuncian el desconocimiento de una realidad cada vez más extendida.
Dani Cabezas | El Caballo de Nietzsche, El Diario, 2019-11-29
https://www.eldiario.es/caballodenietzsche/familias-veganas-escolares-libres-crueldad_6_968763122.html

Noelia es madre de dos niñas de 5 y 9 años que acuden a un colegio concertado de Gipuzkoa. Y como tantos otros escolares, cada día acuden al comedor debido a la extenuante jornada laboral de sus progenitores. Pero hay un problema: ambas niñas son veganas. Una, desde que tenía cuatro años. La otra, desde hace uno.

"Las familias que nos vemos obligadas a usar el servicio de comedor nos encontremos con dos posibles escenarios", cuenta Noelia a El Caballo de Nietzsche. "O bien les quitan los productos de origen animal del plato, dando como resultado una opción sin proteína y poco saciante, o bien les toca resignarse. En el primer caso se ven sometidos a bullying, lo que afecta gravemente a su desarrollo emocional. En el segundo, vuelven llorando a casa porque no quieren comer animales muertos, en palabras textuales suyas".

Lo insostenible de la situación llevó a Noelia, junto a otras madres y padres, a fundar la plataforma FEUMVE (Familias Unidas por un Menú Vegano Escolar). "FEUMVE nació como un simple grupo de Facebook el pasado mes de septiembre", explica Noelia. "Como madre llevaba una lucha prácticamente en solitario recogiendo firmas en Euskadi. Tras cuatro años luchando con el colegio de mis hijas y otros dos compartiendo una petición en change_org y hablando con asociaciones veganas y familias para que me ayudasen en esta lucha, estaba cansada. Me sentía ignorada".

Gracias al apoyo, entre otros colectivos, de varios santuarios de animales que contribuyeron a la difusión de la iniciativa, la plataforma consiguió el pasado mes de octubre reunir 3.700 firmas, que fueron presentadas en el Departamento de Educación del Gobierno Vasco y ante el Ararteko (Defensor del Pueblo). El primero no ha dado respuesta, aunque sí el segundo, que esgrime un argumento que se puede resumir en una frase: el servicio de comedor no es obligatorio. "Vienen a decir que los veganos no tenemos derecho a la conciliación", denuncia Noelia. "O trabajas y dejas a tus hijos sin comer, o trabajas y fuerzan a tus hijos a comer animales muertos, o dejas de trabajar para llevarlos a casa a comer".

El artículo 27 de la Constitución Española, en su punto 3, estipula que los poderes públicos han de garantizar "el derecho que asiste a los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones". Un texto que, junto a otros como el artículo 17 ("Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad") o la Ley Orgánica 8/2015, que habla de lo prioritario del "interés superior del menor", se incumple de manera flagrante en casos como estos, tal y como denuncia FEUMVE.

"En los colegios públicos hay un menú ovolacteovegetariano y ovolactovegetariano con pescado", recuerda Noelia. "Una opción, esta última, que se aleja aún más del veganismo que la primera y que ni deberían mencionarla, ya que el pescado no es un vegetal. Este menú se lo inventaron a raíz de una petición que hicieron las familias musulmanas, que presentaron 1.200 firmas. A nosotras, con más del triple, nos ignoran", lamenta.

Para Elsa Gil, psicóloga, la situación que viven los niños y niñas veganas "atenta contra los derechos de estas familias", ya que convierte a los centros escolares en "jueces que imponen o restringen la libertad de crianza, en unos casos negando la opción de menú vegano de calidad y en otros hasta prohibiendo que el menor pueda traerlo de su hogar", explica. "Como sociedad, nuestra forma de pensar está plagada de errores sistemáticos conocidos por la psicología como 'sesgos cognitivos', que afectan todo lo que hacemos. Este modo de actuar es una forma de violencia, una actitud que está incorporada en la sociedad y es reproducida por los sistemas de enseñanza, que buscan una homogeneidad entre su alumnado no atendiendo la diversidad y mostrando una intolerancia hacia la diferencia. Estas políticas educativas abocan al aislamiento a menores que forman parte de un grupo heterogéneo, pero a los cuales no se está atendiendo sus necesidades, intereses y realidades particulares, siendo las mismas facilitadoras de acciones discriminatorias por parte de sus compañeros y compañeras provocando ansiedad, falta de ganas de ir al colegio, problemas psicosomáticos, inseguridad y aislamiento entre los menores veganos".

Lo cierto, tal y como recuerda Miriam Martínez, pediatra, nutricionista y responsable de la web mipediatravegetariano_com, es que aún existen muchos falsos mitos alrededor de la alimentación vegetariana estricta, "tanto entre la población general como entre profesionales sanitarios sin formación específica en este tema, que son la mayoría", apunta. Y aunque "cada vez más los profesionales que se están interesando por este tema, abundan los que creen saber y dan consejos desactualizados, en lugar de remitir a las familias un nutricionista o a médico con formación específica en este área".

Toca recordarlo una vez más: "Sí: cualquier persona, de cualquier edad, puede llevar una dieta 100% vegetal", recuerda Miriam. "Esto no lo digo yo, lo dicen asociaciones científicas como la Academia Americana de Nutrición, la Asociación de Nutricionistas de Canadá o la Asociación Dietética Británica, así como entidades como el NHS (National Health System) del Reino Unido (equivalente al Sistema Nacional de Salud en España). No existe ninguna necesidad de comer carne ni ningún otro producto de origen animal. En realidad, salvo la leche humana para los bebés -o, en su defecto, una fórmula sustitutiva de laboratorio- ningún alimento es imprescindible en la alimentación humana y puede ser reemplazado por otros con similar contenido nutricional".

Más allá de la alimentación, si algo tiene claro la psicóloga Elsa Gil es que la empatía que lleva aparejada el veganismo es enormemente positiva para niños y niñas. "Normalizar la empatía desde la infancia ayuda a construir una mentalidad abierta y solidaria, dado que es una de las cualidades más importantes de nuestra inteligencia emocional", asegura. "Les ayuda a desarrollar relaciones interpersonales más fuertes, mejora las habilidades para resolver problemas, contribuye a afrontar el estrés e incluso previene la depresión".

"La empatía contribuye de manera decisiva a que estos menores adquieran herramientas para trabajar por un mundo más justo: Si una niña o un niño aprende a respetar a los más vulnerables, con independencia de su especie, al ir creciendo extenderá con mayor facilidad esa empatía a su grupo de iguales, creando un clima de respeto en el aula y entre las relaciones personales reduciendo la inestabilidad emocional de los menores. Mostrarán menor agresividad física y verbal, serán más capaces de sentir compasión, gratitud, solidaridad o tolerancia, y adquirirán más recursos para el autocontrol en sus relaciones con la sociedad en su conjunto".

domingo, 10 de noviembre de 2019

#hemeroteca #islamofobia #politica | La laicidad y el islam en Francia dividen a la izquierda

Imagen: El País / Manifestación contra la islamofobia en Paris, 2019-11-10
La laicidad y el islam en Francia dividen a la izquierda.
El Partido Socialista y figuras destacadas del progresismo se desmarcan de la marcha contra la islamofobia en París.
Marc Bassets | El País, 2019-11-10
https://elpais.com/internacional/2019/11/10/actualidad/1573400931_989411.html

Manuel Valls, ex primer ministro francés y hoy concejal en Barcelona, hablaba hace unos años de “las dos izquierdas irreconciliables”. La fractura se evidenció, una vez más, este domingo con la manifestación que, bajo el eslogan: “Stop a la islamofobia”, desfiló entre la Estación del Norte y la Plaza de la Nación en París. Una parte de los partidos y militantes de izquierdas asistieron a la marcha para denunciar los actos de violencia y discriminación contra musulmanes en Francia. Otros se desmarcaron, incómodos con el concepto de islamofobia, con el cuestionamiento de algunas leyes recientes y con la presencia de personas consideradas en la órbita islamista.

“Solidaridad con la mujeres que llevan velo”, cantaban los manifestantes en una marcha más significativa por el contexto en el que se ha celebrado y por los debates que ha hecho aflorar, que por la capacidad de convocatoria, unas 13.500 personas según un recuento citado por la agencia France Presse. Entre los asistentes, se veían a veteranos militantes de izquierdas y también a mujeres con el cabello cubierto por un pañuelo y hombres barbudos.

La convocatoria de la manifestación se originó en una tribuna publicada el 1 de noviembre en el diario ‘Libération’ y firmada, entre otros, por políticos del partido de izquierda radical La Francia Insumisa, por periodistas como Edwy Plenel y por universitarios de prestigio como el filósofo Étienne Balibar o la historiadora Ludivine Bantigny. Entre los promotores, figuraba el Colectivo contra la islamofobia en Francia (CCIF). Esta organización ha sido acusada de “comunitarismo” —es decir, de promover la división de los franceses en comunidades étnicas o religiosas— y de proximidad con los Hermanos Musulmanes, extremo que ellos niegan.

La tribuna partía de dos episodios recientes. El primero ocurrió el 11 de octubre, cuando un cargo del partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional exigió retirar el velo a una madre que acompañaba a un grupo escolar en una excursión a la sede del Consejo Regional de la región Borgoña-Franco-Condado. El segundo fue el atentado contra la mezquita de Bayona, el 28 de octubre, en el que dos fieles resultaron heridos. “Desde hace años, los actos que apuntan [a los musulmanes] se intensifican: tanto si se trata de discriminaciones como de proyectos o leyes liberticidas, de agresiones físicas a mujeres que llevan el pañuelo, ataques contra mezquitas o imanes y hasta tentativas de asesinato”, se leía en el texto.

El llamamiento en seguida suscitó divisiones. El Partido Socialista se desmarcó. También algunos firmantes originales como Yannick Jadot, el líder de Europa Ecología Los Verdes, o miembros destacados de La Francia Insumisa como François Ruffin.

El motivo para la ausencia era triple. Primero, el uso de la palabra “islamofobia”. Algunos prefieren usar expresiones como “racismo contra los musulmanes”, u otras, e incluso reclaman el derecho a sentir fobia por una religión en abstracto, sea el islam, el cristianismo o cualquier otra. El segundo motivo es la crítica, en la tribuna, a las “leyes liberticidas”, alusión velada a la ley de 2004 que prohibió el uso de signos religiosos ostentatorios en las escuelas y la de 2010 que prohibió llevar, en los espacios públicos, hábitos que cubriesen el rostro. El tercer motivo que llevó a varios políticos de izquierdas a marcar distancias fue la presencia entre los que se adhirieron al manifiesto tras publicarse en ‘Libération’ de personas controvertidas, como un imán que en el pasado justificó la violación dentro del matrimonio, o el papel central del CCIF en la organización de la marcha.

En el centro de las divisiones, se encuentra la lectura distinta de la laicidad, codificada en la ley de 1905, que garantiza la libertad de culto y a la vez la neutralidad de la República ante las religiones. Algunos manifestantes en París reclamaban la laicidad como escudo protector ante la discriminación de los musulmanes, pero el mismo concepto se ha manipulado para apuntar a una religión específica. La manifestación, además de exponer la fractura de la izquierda, también reveló la distancia abismal, sobre este tema, entre el populismo de derechas (Le Pen) y el de izquierdas (Mélenchon).

“Franceses y musulmanes, orgullosos de nuestras identidades”, se leía en una pancarta. Y en otra: “No toques mi velo. Respeta mi decisión. No a la islamofobia”. Había alguna bandera argelina y palestina, pero también mujeres con la cabeza cubierta con un velo con los colores de la bandera francesa.

“Dulce Francia / querido país de mi infancia / por qué todos estos sufrimientos”, decía el cartel que llevaba Mina, una mujer de 39 años con velo que no quiso dar su apellido porque, explicó, era funcionaria pública. El texto aludía a la clásica tonadilla ‘Douce France’ de Charles Trenet.

“Los medios y los políticos nos estigmatizan. Las mujeres musulmanas ya no nos sentimos libres ni felices como antes en Francia. ¿Por qué hoy ya no podemos ser francesas como queramos?”, dijo Mina. “Que dejen de decirme que soy sumisa, es una elección libre en mi país, el país de mi infancia, mi dulce Francia”. A la pregunta sobre la razón por la que lleva el velo, respondió: “¿Por qué no? ¿Por qué no podría llevarlo? No tendría ni por qué explicarlo”.

Un 42% de los musulmanes franceses se han sentido discriminados alguna vez en su vida, según un sondeo encargado por el Gobierno francés y publicado esta semana. Al mismo tiempo, el número de actos antimusulmanes cayó a cien en 2018, el nivel más bajo desde 2010, según datos oficiales.

martes, 27 de agosto de 2019

#hemeroteca #feminismo #igualdad | Las mujeres de Bangladés ya no tendrán que declarar su virginidad para casarse

Imagen: El País
Las mujeres de Bangladés ya no tendrán que declarar su virginidad para casarse.
Las organizaciones feministas consiguen que el Supremo cambie una exigencia que consideran humillante y discriminatoria.
Ángel Martínez | El País, 2019-08-27
https://elpais.com/sociedad/2019/08/27/actualidad/1566905127_414078.html

Tras cinco años de batalla legal, defensoras de los derechos de la mujer de Bangladés han conseguido borrar el estigma con el que se certificaba el matrimonio de toda soltera en esta sociedad de mayoría musulmana. Hasta ahora, el código civil del país asiático requería que la novia declarase su estado en el registro matrimonial: viuda, divorciada o ‘kumari’, es decir, virgen y/o soltera, según las dos acepciones del término en el subcontinente indio. Una exigencia que se eliminará después de que este domingo, el Tribunal Supremo haya ordenado su sustitución por el término "soltera". Esta desambiguación legal ha sido celebrada por grupos feministas bangladesíes, que habían criticado el concepto ‘kumari’ por considerarlo humillante y discriminatorio.

“Este veredicto marca un hito”, dijo Aynun Nahar Siddiqua, abogada de la Fundación para Servicios y Ayudas Legales en Bangladés (BLAST, por sus siglas en inglés). "Es una sentencia que nos hace creer que podemos luchar y crear más cambios para las mujeres en el futuro", declaró a Reuters la letrada, una de las implicadas en el caso desde el principio: "Presentamos un recurso escrito porque preguntar a alguien si es virgen o no va en contra del derecho a la privacidad de la persona".

El litigio se remonta a 2014, cuando la organización de Siddiqua, junto a Nari Pakkho y Bangladesh Mahila Parishad, presentó un recurso para cambiar el formulario existente en la Ley de Matrimonio y Divorcio Musulmán. Según declaró la propia Siddiqua al diario local The Daily Star, la fórmula fue introducida bajo el régimen político anterior, cuando Bangladés aún era Pakistán oriental tras la partición del subcontinente indio, pero no se modificó después de que este país consiguiera la independencia en 1971.

“Nosotros [Bangladés] hemos firmado la Convención de la ONU para la Eliminación de toda forma de Violencia Contra la Mujer para asegurar la igualdad entre hombres y mujeres. Pero la igualdad había sido cercenada para las mujeres desde el comienzo del matrimonio”, añadió la abogada.

El sucinto veredicto del Tribunal Supremo declaró que la palabra 'kumari' debía ser eliminada de todo trámite matrimonial y sustituida por el término bengalí 'obibahita', que significa literalmente "soltera", según el fiscal general adjunto, Amit Talukder. En una sentencia diferente, el tribunal también exigió que, de ahora en adelante, el novio debía declarar su condición de soltería, divorcio o viudedad. Se espera que ambos veredictos sean publicados en octubre, cuando los cambios en los certificados empezarán a tener efecto.

Desde la capital de Bangladés, el funcionario del registro matrimonial, Mohamad Ali Akbar Sarker, explicaba a Reuters que burócratas como él esperan a que el Ministerio de Justicia les informe oficialmente sobre los cambios. "He registrado muchos matrimonios en Dacca y me solían preguntar por qué los hombres tenían la libertad de no desvelar su estatus y las mujeres no. Siempre les decía que no estaba en mi mano. Supongo que ya no me plantearán más esa pregunta", resumió Akbar Sarker.

Bangladés es el tercer país musulmán con más población del mundo. Cerca del 90% de sus 168 millones de ciudadanos profesan la religión del islam.

martes, 19 de marzo de 2019

#hemeroteca #violencia | Jacinda Ardern, un liderazgo más humano frente al terrorismo neonazi

Imagen: La Vanguardia / Jacinda Ardern
Jacinda Ardern, un liderazgo más humano frente al terrorismo neonazi.
La primera ministra neozelandesa transmitió no solo un mensaje integrador para con las comunidades musulmanas y contra el odio, sino que trató de convertir sus palabras en actos.
Carles Villalonga | La Vanguardia, 2019-03-19
https://www.lavanguardia.com/internacional/20190319/461097786589/jacinda-ardern-liderazco-contra-terrorismo-neonazi-atentado-nueva-zelanda.html

El atentado terrorista perpetrado por el supremacista neonazi australiano Brenton Tarrant en una mezquita de Christchurch ha sacudido no solo a la sociedad neozelandesa, sino a un mundo occidental cada vez más acostumbrado a ataques violentos de seguidores de la extrema derecha. Ante la tragedia, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, transmitió no solo un mensaje integrador para con las comunidades musulmanas y en contra del discurso de odio nacionalsocialista creciente, sino que trató de convertir sus palabras en actos.

En primera instancia, Ardern, tras la masacre, acudió a las mezquitas atacadas para mostrar sus condolencias a la comunidad y a las familias de las víctimas. Para hacerlo, se mostró respetuosa con sus creencias y costumbres y acudió con un pañuelo en la cabeza. Durante la visita, la primera ministra habló y se abrazó con varios familiares y miembros de la comunidad musulmana presente en las puertas del centro. Dolida, consternada y afectada, Ardern trató de acompañar a los afectados en los momentos más difíciles de sus vidas.

Buscando respaldo en Trump
En la necesaria batalla contra el nacionalsocialismo y la creciente oleada de ataques terroristas neonazis, Ardern busca la complicidad de otros líderes mundiales. Tras el ataque, y tal y como apunta ‘The Washington Post’, Trump le preguntó a la primera ministra de Nueva Zelanda cómo podría ayudar.

Ella sugirió que ofreciera su “simpatía y amor por todas las comunidades musulmanas”. Pero el presidente de los Estados Unidos pasó el fin de semana en Twitter una vez más condenando a los “invasores” inmigrantes y defendiendo a un presentador de la Fox que acababa de ser suspendido por comentarios islamófobos.

Control de armas y islamofobia en el senado
Las posiciones antimusulmanas de personalidades políticas neozelandesas no han amedrentado a Ardern. Su gobierno anunció hoy cambios en la ley de armas a raíz del atentado de Christchurch.

La reforma legal fue acordada “en principio” por el Ejecutivo, que se reunió en Wellington por primera vez desde la masacre, y sus detalles se darán a conocer en un plazo de diez días desde los ataques, según detalló la primer ministra.

La mandataria evitó precisar, tal como se esperaba, si la reforma incluirá la prohibición de la venta de armas semiautomáticas como las utilizadas en el asalto a las dos mezquitas, al asegurar que hay varias cuestiones que hay que abordar antes.

En los días previos, Ardern había anunciado una “respuesta rápida” tras conocerse que Tarrant compró las cinco armas que utilizó, incluidas dos semiautomáticas, tras obtener el permiso de armas en noviembre de 2017, poco después de establecerse en el país. “Hay muchos neozelandeses que cuestionan que haya armas semiautomáticas disponibles”, aseguró Ardern en rueda de prensa en la que quiso dejar clara la “completa unidad” del gobierno de coalición a la hora de modificar la ley.

Esta reacción responsable tras la matanza contrasta con opiniones como la de Fraser Anning, senador que recibió un huevazo de un joven de 17 años. Anning señaló el miedo a la “creciente presencia musulmana” tras la matanza como chispa de la tragedia, responsabilizando así a la comunidad religiosa. “Los disparos en Christchurch ponen de relieve el temor creciente dentro de nuestra comunidad, tanto en Australia como en Nueva Zelanda, por la creciente presencia musulmana”, declaró.

Ardern recibió el manifiesto de Tarrant
La primera ministra de Nueva Zelanda, además, señaló que, nueve minutos antes del asalto a la primera de las dos mezquitas, su oficina recibió por email el manifiesto en el que Brenton Tarrant justificaba su acción, y que también fue enviado a otros 30 destinatarios, incluidos políticos, instituciones y medios de comunicación.

Según la gobernante, el correo fue puesto en manos de responsables de seguridad dos minutos después de su recepción pero “no incluía ni el lugar ni datos específicos” sobre el ataque.

El manifiesto contenía 74 páginas en las que Tarrant dejaba claro que sus ataques fueron provocados por el odio de los inmigrantes musulmanes, a quienes describió como invasores que amenazaban la integridad demográfica de una nación blanca.

Se ensalzaba a sí mismo como parte de una historia distorsionada más amplia y, por ello, inscribió en sus armas nombres de guerreros medievales de la cristiandad que lucharon contra los ejércitos de los imperios islámicos, así como referencias de batallas y eventos islamófobos.

domingo, 17 de marzo de 2019

#hemeroteca #feminismo | Pakistán, dividido por una ola de "ansiedad masculina" tras el 8M

Imagen: El Diario / Manifestación 8M en Pakistán
Pakistán, dividido por una ola de "ansiedad masculina" tras el 8M.
Personalidades públicas del país denunciaron vejaciones y amenazas de violación recibidas por algunas mujeres, después de las concentraciones. Los carteles con lemas y demandas feministas parecieron tocar la sensibilidad de muchos hombres, que acusaron a las mujeres de faltar a su "honor". "Cuando las mujeres hacen reclamos sobre su vida personal, sus cuerpos, su sexualidad... Es entonces cuando la gente se siente amenazada", afirma una de las organizadoras de la marca en Lahore.
Mehreen Zahra-Malik | El Diario, 2019-03-17
https://www.eldiario.es/theguardian/Pakistan-queda-dividida-ansiedad-masculina_0_878062798.html

Uno de los carteles rezaba: "Guárdate las fotos de tu pene para ti". Otro, con un dibujo de una vagina y dos ovarios decía: "Échale un par". Un tercer cartel ponía: "Si tanto te gusta el velo, úsalo para taparte los ojos".

Estas estampas se vieron en las marchas del 8M que se realizaron por todo Pakistán y son solo unas pocas de los cientos que reivindicaban cuestiones de derechos fundamentales como el acceso a la educación y al empleo. Desde entonces, se ha desatado una tormenta en las redes sociales. Miles de personas se han quejado de que las mujeres de la marcha eran "vulgares" oportunistas que transgredieron los valores conservadores en un país de mayoría musulmana y que desplazaron la lucha legítima por los derechos para imponer una agenda liberal y anti-islámica. Muchos pidieron una marcha paralela realizada por hombres.

Shaan Shahid, uno de los actores más famosos de Pakistán, escribió en Twitter que, en su opinión, los carteles no "representan nuestra cultura y nuestros valores". Veena Malik, una famosa actriz que causó revuelo en 2012 cuando apareció casi desnuda en la portada de una revista india para hombres, escribió que la marcha había sido "una humillación para las mujeres de Pakistán".

Kishwar Naheed, una poeta conocida por un poema llamado "Nosotras las pecadoras", hizo un vídeo diciendo: "La próxima vez que escribáis esas consignas, recordad vuestra cultura y vuestras tradiciones".

Algunas reacciones fueron más violentas. Javeria Waseem, estudiante de cine, publicó capturas de pantalla de un grupo de chicos acosando sexualmente en las redes sociales a su hermana de 16 años y amenazando con violarla por haber subido a Instagram imágenes de apoyo a la marcha.

Nighat Dad, una activista por los derechos de las mujeres que fue fotografiada sosteniendo un cartel que ponía "Divorciada y Feliz", recibió mensajes con insinuaciones sexuales y amenazas de violencia sexual.

Al menos siete mujeres que participaron en la marcha de Lahore y prefieren mantenerse en el anonimato dijeron a The Guardian que recibieron amenazas de violencia física y sexual en las redes sociales tras publicar imágenes de los carteles. En Pakistán, las amenazas no son palabras vacías. Cada año, unas 500 mujeres son asesinadas por miembros de su familia, que creen que han mancillado su honor, según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán.

"No puedes decir que eres feliz estando divorciada"
Dad, una de las organizadoras de la marcha en Lahore, dice que la gente se enfadó por los carteles porque la mayoría de los pakistaníes, especialmente los hombres, pueden aceptar que las mujeres tengan acceso a una mejor educación, que participen en el mercado laboral o incluso que haya escaños en el Parlamento reservados para mujeres, pero no están preparados para que las mujeres tengan libertad de elección.

"Cuando las mujeres hacen reclamos sobre su vida personal, sus cuerpos, su sexualidad... Es entonces cuando la gente se siente amenazada", afirma Dad. "Parece que está bien reclamar al Gobierno el acceso a la educación pero no decir que eres feliz estando divorciada porque la ruptura de un matrimonio es algo vergonzoso, es un fracaso de la mujer. Y no puedes decir 'No me envíes fotos de tu pene porque las mujeres consideradas respetables no utilizan palabras como pene".

Por tanto, tiene sentido que los carteles que provocaron las reacciones más corrosivas han sido justamente "aquellos que hablaban de las relaciones íntimas de poder dentro del hogar", argumenta Nida Kirmani, una socióloga feminista de la Universidad de Lahore de Dirección de Empresas.

Un cartel muy popular reclamaba que los hombres se calienten solos su comida; otro pedía que buscaran sus calcetines ellos mismos. Y uno ponía "Yo te calentaré la comida pero tú te calentarás solo la cama".

"Por supuesto que este tipo de consignas provocan una ola de ansiedad masculina", dice Sabahat Zakariya, una editora de un periódico que además tiene un canal de YouTube en el que habla de teoría feminista.

"El hogar es el centro del poder masculino y los carteles han dado justo en el blanco", asegura. "Los hombres tienen miedo de que las mujeres ahora empiecen a reclamar derechos dentro del hogar. Comenzarán a cuestionar por qué deben quedarse en un matrimonio violento o por qué siempre son ellas las que cocinan. Para muchas personas, eso es mucho más aterrador que enviar a las niñas a la escuela o permitirles trabajar".

A pesar de todo, Dad considera que las protestas fueron "un gran comienzo". "Es un éxito enorme de la marcha el hecho de que temas tabú como el derecho de las mujeres sobre sus propios cuerpos y su sexualidad se estén discutiendo por primera vez".

miércoles, 6 de marzo de 2019

#hemeroteca #lgtbi #islam | Samir Bargachi: “En marzo traeremos a Madrid a un imam homosexual”

Imagen: El País / Samir Bargachi
“En marzo traeremos a Madrid a un imam homosexual”.
El marroquí Samir Bargachi creó Kif Kif para atender a inmigrantes LGTBi.
Miguel Ángel Medina | El País, 2019-03-06
https://elpais.com/ccaa/2019/03/04/madrid/1551724227_491203.html

Las personas procedentes de países de tradición musulmana suelen tener grandes problemas para asumir su homosexualidad y comunicárselo a su entorno. “Yo me di cuenta a los 14 años, cuando ya residía en España, y lo viví en silencio, con mucho sufrimiento, porque entre los marroquíes es un tabú”, explica Samir Bargachi, que nació hace 31 años en Nador (Marruecos), llegó a Barcelona en 2000 y se mudó a Madrid en 2008. Su inconformismo, oculto tras su voz dulce, lo llevó a crear la asociación Kif Kif (de igual a igual, en árabe) para ayudar a migrantes del colectivo LGTB [Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales].

P. ¿De dónde nace Kif kif?
R. El impulso se debió a las detenciones de Tetuán de 2004, cuando el Gobierno marroquí detuvo a 43 personas acusadas de homosexualidad. El debate sobre la homosexualidad se puso sobre la mesa, fue un momento fundacional del activismo LGTB marroquí. A partir de ahí fundé la asociación Kif Kif. Tuve que crearla en España porque en Marruecos la homosexualidad es delito.

P. ¿Qué trabajo hacéis?
R. Nos centramos en la protección internacional de las personas LGTB y la atención a los migrantes y refugiados de este colectivo. El asilo ya está contemplado para personas que son perseguidas por su identidad de género u orientación sexual. Hasta que llegó Kif kif, no había en Madrid ninguna entidad que trabajase estos temas. En los centros de acogida se aloja a personas transexuales con familias sirias y la convivencia no es fácil. Nosotros tenemos recursos habitacionales, vivienda y mantenimiento básico para casos de emergencia social. Y luego tenemos asistencia social, apoyo psicológico, cursos de idiomas… Y damos formación a profesionales de la Administración y ONG.

P. ¿Cuáles son los casos más duros que os llegan a Madrid?
R. Menores no acompañados del norte de África, y gente de Siria y Venezuela. En el caso de las personas transexuales de Marruecos, hay unos testimonios de violencia, de acoso, de violaciones... Mucha gente nos escribe desde allí antes de intentar venir a España. También nos escriben desde los centros de internamientos de extranjeros de Ceuta y Melilla, donde las condiciones son difíciles para todos, pero para las personas LGTB se convierte en un infierno, porque sufren malos tratos.

P. ¿A qué tipo de situaciones se enfrentan estos refugiados?
R. Situaciones muy duras. Algunos han tenido que dormir en la calle porque no había sitio en los albergues. Además, los chicos jóvenes que llegan de Marruecos y Venezuela se ven obligados muchas veces a dedicarse al trabajo sexual porque no ven otra salida. Otros acaban en las drogas.

P. ¿Cómo ha evolucionado Madrid respecto a la homofobia?
R. Hemos logrado muchísimas cosas, pero tengo miedo de que se puedan echar atrás los avances por el discurso explícito de la extrema derecha contra el colectivo LGTBi. Atacan todo lo que defendemos en Kif Kif: migraciones, refugio y colectivo LGTB.

P. ¿Hay más homofobia en el mundo árabe?
R. La comunidad árabe tiene un grado de homofobia más alto que el conjunto de la sociedad. Nosotros trabajamos desde el positivismo, aportando al debate desde la reflexión. Creo que quienes debemos liderar los debates somos los propios árabes y marroquíes.

P. ¿Cómo lucháis para romper los estereotipos?
R. El año pasado hicimos un ‘iftar’ gay [la comida con la que se rompe el ayuno en Ramadán] y vinieron como 50 personas al Casino de la Reina, en Lavapiés. Sirve para conectar dos mundos, el religioso y el gay. Había personas ‘trans’ vestidas al modo marroquí. La gente empezó a conversar y se contaron su vida. Lo vamos a volver a hacer este año. También estuvimos en las Noches de Ramadán con un punto de información arcoíris para informar sobre el colectivo LGTB. La respuesta que recibimos es muy positiva.

P. ¿Y otras iniciativas más transgresoras?
R. En marzo vamos a traer a Madrid a un imam gay. Se llama Hernán Zamzam y es de Barcelona. Hay personas que tienen un problema de convivencia entre las dos realidades, ser musulmán y ser gay. Por eso apostamos por traer un referente positivo de que se pueden mezclar los dos mundos. En Reino Unido, Francia y Alemania hay comunidades musulmanas LGTB muy bien organizadas, y figuras relevantes, pero ese paso todavía falta por dar en España. En Holanda hay un centro académico musulmán LGTB.

Tres centros en la región
La asociación Kif Kif, que Bargachi creó para atender al colectivo migrante LGTBi, tiene tres sedes, una en la Puerta del Sol y otras dos en Alcalá de Henares y Getafe, donde emplean 14 trabajadores. Cada año asisten a unas 800 personas de forma presencial, y contestan a unos mil correos de Marruecos.

viernes, 8 de febrero de 2019

#hemeroteca #identidades | El ‘halal’ se consolida en Francia como signo de identidad y gran negocio

Imagen: El País / Carnicería halal en París
El ‘halal’ se consolida en Francia como signo de identidad y gran negocio.
Macron estudia maneras de regular el Islam francés mediante un mayor control de los productos ‘lícitos’.
Marc Bassets | El País, 2019-02-08
https://elpais.com/sociedad/2019/02/02/actualidad/1549064658_519558.html

Saint-Denis, la ciudad de 110.000 habitantes al norte de París, concentra algunos traumas y obsesiones de la Francia contemporánea. La basílica de Saint-Denis alberga las tumbas de 43 reyes de Francia, de Dagoberto, en el siglo VII, a Luis XVIII, en el XIX. Diez minutos en dirección al sur, se encuentra el imponente Stade de France, a cuyas puertas un terrorista islamista cometió uno de los atentados con bomba que el 13 de noviembre de 2015 golpearon la capital francesa y sus alrededores. Cinco minutos a pie al norte de la basílica, epicentro del cristianismo francés que el presidente, Emmanuel Macron, le gusta frecuentar para reconectar con la tradición nacional más profunda, se encuentra la ‘rue’ Gabriel Péri, una calle comercial parecida a tantas en Francia. Su particularidad reside, primero, en la abundancia de peluquerías afro. Y segundo, en que en muchas de las pizzerías, carnicerías, locales de kebab y restaurantes asiáticos, hay estampada una pegatina bien vistosa con la palabra halal, donde venden carne sacrificada según los ritos musulmanes.

Esta explosión del halal es uno de los fenómenos más significativos de las transformaciones y de la afirmación identitaria del islam en Francia desde la primera década del siglo XXI”, escribe Gilles Kepel, especialista en el islam, en su libro ‘Quatre-vingt-treize’ (Noventa y tres), publicado en 2013.

El 93 del título es el código postal del departamento francés de Seine-Saint-Denis, cuya ciudad más poblada es Saint-Denis. Es el primer departamento musulmán del país, el que presenta una tasa de pobreza más elevada en la Francia continental y el espejo de las disfunciones —fracaso escolar, precariedad, discriminación, ‘guetoización’— que aquejan a la ‘banlieue’, la periferia mestiza y episódicamente convulsa de las grandes ciudades. En ningún otro lugar como en el 93 se proyecta en Francia el fantasma de la islamización, el temor a un avance de una versión fundamentalista de la religión musulmana, a que —en la manifestación más radical de estos miedos— el islam acabe barriendo a los reyes cristianos de Saint-Denis.

El halal, un negocio que representa más de 5.000 millones de euros anuales en Francia, según algunos cálculos, se ha convertido en una manera de reafirmar su identidad para muchos musulmanes franceses. También, dada la cantidad de dinero que mueve, puede suponer una oportunidad para las autoridades: quien controle este dinero podrá manejar un islam francés que hoy depende en parte de dinero extranjero.

La posibilidad de obligar sin excepciones al aturdimiento de los animales a la hora de sacrificarlos, como ocurre en países del norte de Europa o, recientemente, en Bélgica, parece remota aquí, el país occidental con más musulmanes (casi seis millones, un 8,8% de la población) y el primer mercado europeo, además de potencia exportadora a Oriente Próximo.

En Francia, donde la extrema derecha del Frente Nacional sumó más de 10 millones de votos en las últimas elecciones presidenciales, la batalla del halal es otra. Es cultural y política. Refleja las tensiones por la definición de la laicidad, el principio que garantiza la libertad de culto y la separación del Estado y las iglesias.

El veterinario de Burdeos Alain de Peretti es el responsable de la organización Vigilance Halal, que ha presentado varias denuncias ante la justicia para lograr la suspensión de la matanza de animales sin aturdimiento previo. Su combate abarca desde la protección de los animales y los consumidores —cuestiona la higiene de los procedimientos para matar según las normas halal— al cuestionamiento del halal como instrumento para imponer la sharia o ley islámica. “El islam puede evolucionar, pero tal como es hoy es incompatible con nuestra sociedad”, dice Peretti en un café de la plaza Trocadéro, en París.

A 15 kilómetros de ahí, desde su despacho en el sexto piso del único edificio alto en Rosny-sous-Bois, otro municipio de Seine-Saint-Denis, M’hammed Henniche domina con la vista la banlieue oriental de París. Henniche, nacido en Argelia e inmigrado a Francia en los años noventa, es una de las figuras centrales del mundo musulmán en “el 93”. Es el secretario general de la organización Unión de Asociaciones Musulmanas 93 (UAM 93), un grupo de presión que influye en la política local. También es el responsable de Halal Verif, una de las organizaciones que acreditan que una carne es halal o no.

Signo de identidad
“El halal se ha convertido para los musulmanes de Francia en un elemento de identidad. Quizá los jóvenes no rezan, beben alcohol, tiene relaciones con chicas, pero la línea roja es el halal”, dice Henniche. “Para ellos, es lo que marca la diferencia entre ser o no ser musulmán”. En la generación de los padres y abuelos que llegaron a Francia era distinto. La norma era menos estricta. Desde finales de los años noventa se estableció una competición para endurecer las condiciones para que un producto fuera halal. En algunos sectores, los certificadores de pureza tradicionales —las mezquitas de París, Lyon y Évry, ligadas a países como Marruecos y Argelia— empezaron a estar bajo sospecha de laxismo. Aparecieron nuevos certificadores que debían velar porque la carne era efectivamente lícita, que es el significado de halal. Halal Verif' es uno de ellos. Se abrió una batalla que mezclaba lo mercantil con lo teológico. ¿Puede un musulmán consumir carne de animales sacrificados por cristianos o judíos? Si el halal prescribe que se degüelle al animal sin aturdirlo previamente, ¿se le puede electrocutar para atenuar el sufrimiento?

En su libro, Kepel describe un “choque de halales”, entre un modelo más estricto, de inspiración religiosa, y otra cultural o de estilo de vida, que compara con el consumo de productos bio. “En este debate planetario”, escribe, Francia “es ante todo una cámara de eco de las tensiones que atraviesan el islam mundial, parcialmente filtradas por la tradición magrebí de la cultura musulmana francesa, pero que cada día cede terreno a un 'e-islam' cuyos portales [de internet] ponen en relación directa a la generación joven con los centros dogmáticos y financieros de la península Arábiga y Próximo Oriente”.

Macron se ha propuesto reducir la dependencia del dinero extranjero con capacidad para intoxicar a los musulmanes franceses con ideas extremistas. Una posibilidad, sugerida por el ensayista Hakim El Karoui, próximo a Macron, consistiría en crear una oenegé que actuaría como autoridad central y recaudaría un canon o tasa sobre el comercio halal y otras áreas de negocio como los viajes organizados a La Meca.

“Hay mucho dinero, y mal utilizado por quienes pretenden ser representativos. Propongo una organización que no represente sino que regule”, dijo El Karoui en una entrevista en septiembre al presentar un informe sobre el avance del islamismo elaborado para el laboratorio de ideas Institut Montaigne. “La toma de control de la teología por parte de los salafistas es un inmenso problema para los musulmanes y para Europa, porque los salafistas explican que hay que separarse del resto de la sociedad. Hay un problema de formación de los cuadros religiosos. Se necesita dinero para instruir a imanes y remunerarlos. En Francia hay 2.500 lugares de cultos y mil imanes permanentes, de los que 300 están asalariados por un país extranjero”.

De la injerencia extranjera a la deriva radical, del apego de la República a la laicidad al riesgo de la fragmentación de Francia en comunidades estancas, el halal puede ser una pieza clave en la política de Macron para reorganizar el islam francés.