Imagen: ABC / El abrazo de los dos amantes, y ahora hombres, en Pompeya |
La tecnología ha permitido determinar el sexo de las célebres figuras, que se creía eran dos mujeres.
Ángel Gómez Fuentes | ABC, 2017-04-08
http://www.abc.es/cultura/abci-abrazo-pompeya-realidad-hombres-201704080128_noticia.html
Pompeya nunca deja de sorprender y emocionar. Siempre se había imaginado que las dos figuras abrazadas que aparecieron en las excavaciones de Pompeya correspondían a dos mujeres que habían muerto en la erupción del Vesubio en el año 79 después de Cristo. Ahora se descubre que son dos hombres en un íntimo abrazo al ser sorprendidos en la mañana del 25 de agosto, cuando la muerte se extendió por Pompeya en el arco de pocos minutos.
A esta conclusión se ha llegado gracias a los análisis con las más modernas técnicas, a comenzar por el ADN y también la TAC (tomografía axial computarizada). Diversos medios hablan incluso de abrazo gay. Al superintendente de Pompeya, Massimo Osanna, se le ha preguntado si es plausible la hipótesis de que los dos personajes fueran amantes. Osanna respondió que «no se puede decir con exactitud», pero considerada la posición en que aparecieron, «ciertamente se puede plantear la hipótesis, aunque es difícil tener la seguridad», explica el arqueólogo Osanna.
El suyo parecía un simple abrazo entre dos mujeres. Las figuras fueron descubiertas en 1913, en la Casa del Criptoportico. El superintendente de la época, el arqueólogo Vittorio, las denominó «las dos chicas». Los recientes estudios antropológicos revelan que los cuerpos corresponden a dos individuos: Uno de más de 20 años, y el otro de unos 18.
El responsable de la investigación que se acaba de presentar en Pompeya, el profesor Stefano Vanacore, precisa que los dos individuos no son parientes, ni hermanos, ni padre e hijo. En cuanto a la posibilidad de que existieran vínculos sentimentales entre ellos, subraya que «estamos en el campo de las hipótesis que no podremos nunca verificar».
De todas formas, según afirma el superintendente Osanna, «tendremos nueva luz sobre la vida de los pompeyanos» gracias a las investigaciones sobre los restos óseos encontrados en los calcos de yeso, un invento debido a la gran intuición de arqueólogo Giuseppe Fiorelli (1823-1896), destacado director de la excavaciones.
Solo desde1858, gracias al método genial introducido por Fiorelli, podemos apreciar la impronta que dejó la erupción en los pompeyanos, al obtener moldes de yeso de los muertos. Los cuerpos, al descomponerse a lo largo de los siglos, habían dejado espacios vacíos bajo la lava. Fiorelli los rellenó con yeso líquido introducido a través de los agujeros abiertos en la corteza creada sobre Pompeya tras la erupción. En esa cámara vacía, donde la materia orgánica había desaparecido, Fiorelli obtenía moldes de extraordinaria precisión que reflejaban los últimos momentos de la vida de esas personas.
A esta conclusión se ha llegado gracias a los análisis con las más modernas técnicas, a comenzar por el ADN y también la TAC (tomografía axial computarizada). Diversos medios hablan incluso de abrazo gay. Al superintendente de Pompeya, Massimo Osanna, se le ha preguntado si es plausible la hipótesis de que los dos personajes fueran amantes. Osanna respondió que «no se puede decir con exactitud», pero considerada la posición en que aparecieron, «ciertamente se puede plantear la hipótesis, aunque es difícil tener la seguridad», explica el arqueólogo Osanna.
El suyo parecía un simple abrazo entre dos mujeres. Las figuras fueron descubiertas en 1913, en la Casa del Criptoportico. El superintendente de la época, el arqueólogo Vittorio, las denominó «las dos chicas». Los recientes estudios antropológicos revelan que los cuerpos corresponden a dos individuos: Uno de más de 20 años, y el otro de unos 18.
El responsable de la investigación que se acaba de presentar en Pompeya, el profesor Stefano Vanacore, precisa que los dos individuos no son parientes, ni hermanos, ni padre e hijo. En cuanto a la posibilidad de que existieran vínculos sentimentales entre ellos, subraya que «estamos en el campo de las hipótesis que no podremos nunca verificar».
De todas formas, según afirma el superintendente Osanna, «tendremos nueva luz sobre la vida de los pompeyanos» gracias a las investigaciones sobre los restos óseos encontrados en los calcos de yeso, un invento debido a la gran intuición de arqueólogo Giuseppe Fiorelli (1823-1896), destacado director de la excavaciones.
Solo desde1858, gracias al método genial introducido por Fiorelli, podemos apreciar la impronta que dejó la erupción en los pompeyanos, al obtener moldes de yeso de los muertos. Los cuerpos, al descomponerse a lo largo de los siglos, habían dejado espacios vacíos bajo la lava. Fiorelli los rellenó con yeso líquido introducido a través de los agujeros abiertos en la corteza creada sobre Pompeya tras la erupción. En esa cámara vacía, donde la materia orgánica había desaparecido, Fiorelli obtenía moldes de extraordinaria precisión que reflejaban los últimos momentos de la vida de esas personas.
Los célebres "amantes" de Pompeya eran dos hombres.
Una reciente investigación determina que los dos cuerpos entrelazados bajo la lava del Vesubio no eran un hombre y una mujer —como durante mucho tiempo se quiso creer—, sino que eran dos jóvenes de sexo masculino.
Público, 2017-04-10
http://www.publico.es/culturas/celebres-amantes-pompeya-hombres.html
Una reciente investigación determina que los dos cuerpos entrelazados bajo la lava del Vesubio no eran un hombre y una mujer —como durante mucho tiempo se quiso creer—, sino que eran dos jóvenes de sexo masculino.
Público, 2017-04-10
http://www.publico.es/culturas/celebres-amantes-pompeya-hombres.html
Los dos cuerpos entrelazados descubiertos en 1922 por el arqueólogo Vittorio Spinazzola, que en la Italia de Mussolini —de un modo quizá apresurado y un tanto heteronormativo— fueron catalogados como hombre y mujer, se ha descubierto que eran dos jóvenes de sexo masculino, no pertenecientes a la misma familia y de una edad comprendida entre 18 y 20 años.
Los datos los ha hecho públicos Massimo Osanna, director de las excavaciones en Pompeya, con motivo de la inauguración de una nueva exposición. Las conclusiones se extraen tras diversos análisis con las más modernas técnicas, a comenzar por el ADN y también la TAC (tomografía axial computarizada). "No podemos decir que los dos eran amantes, pero teniendo en cuenta su posición, es de suponer. Sin embargo, es difícil determinar con certeza", declaraba el arqueólogo al ‘Corriere del Mezzogiorno’. “No sería un padre y un hijo —detallaba— uno de ellos tiene 18 años y el otro 20”.
Su descubridor, Vittorio Spinazzola, mantuvo desde su hallazgo la hipótesis de que los restos correspondían a una madre y una hija. Pero, también en este caso, los resultados de la investigación parecen contradecir la creencia de Spinazzola.