miércoles, 30 de septiembre de 2020

#hemeroteca #lgtbi #testimonios | Rubén Serrano: "La discriminación de las personas LGTBI en España es histórica, crónica y sistemática"


Rubén Serrano: "La discriminación de las personas LGTBI en España es histórica, crónica y sistemática".

El periodista y activista LGTBI acaba de publicar 'No estamos tan bien: nacer, crecer y vivir fuera de la norma en España', un recorrido por los espacios vitales donde se sigue discriminando por orientación sexual e identidad de género
Clara Giménez Lorenzo | El Diario, 2020-09-30
https://www.eldiario.es/cultura/libros/ruben-serrano-discriminacion-personas-lgtbi-espana-historica-cronica-sistematica_1_6244176.html 

Antoni Ruiz entró en la cárcel en 1976. Fue denunciado a las autoridades por ser homosexual. Tenía 17 años cuando pasó por tres centros penitenciarios en los que fue torturado y agredido sexualmente. Cuatro décadas después, rememora su historia desde la misma casa de la que fue sacado a la fuerza por la brigada criminal. Lo que ocurrió en 1976 fue el inicio de una larga batalla: en 1995, descubrió que la policía aún lo tenía registrado como delincuente.

No pudo romper su ficha en público y de forma simbólica hasta 2001, después de que la Comisión de Justicia e Interior del Congreso de los Diputados aprobara la eliminación de los archivos policiales de los presos del franquismo por orientación sexual, que pasaron a ser documentos históricos. Ahora, a sus 61 años, continúa inmerso en otras demandas, como conseguir indemnizaciones y el acceso a una pensión digna para los represaliados por su orientación sexual e identidad de género durante el franquismo.

El testimonio de Antoni Ruiz es una de las 33 historias de ‘No estamos bien: nacer, crecer y vivir fuera de la norma en España’ (Temas de Hoy), el primer libro del periodista y activista LGTBI Rubén Serrano, impulsor del movimiento #MeQueer en nuestro país. "Espero que el libro pueda servir de acompañamiento a cualquier persona LGTBI que lo lea, y también como escucha: si crees que nunca has conocido a alguien así porque no estamos en tu círculo cotidiano, esto pasa", explica Serrano por teléfono a eldiario.es. "La discriminación que sufrimos las personas LGTBI en España es histórica, crónica y sistemática, y ha cambiado poco porque ha habido un avance legal pero no social".

"La intención de este libro es que no llegue solo a personas LGTBI", asevera. Por eso, pregunta abiertamente al lector si ha ejercido algún tipo de violencia. "Me gustaría que alguien que no sea LGTBI lea el libro y diga: ‘yo he hecho esto, yo he pegado a alguien, yo he insultado a alguien, yo he pensado que alguien era menos que yo por ser gay o trans’. Creo que hay que abrir este melón, que se sepa que no estamos bien porque nos podamos casar, nos siguen pegando palizas en la calle".

Una visión interseccional de la realidad LGTBI
Ante la sobrerrepresentación de los hombres gais, blancos y cis en los medios de comunicación y en el imaginario colectivo, Serrano intenta trazar un recorrido más diverso: la realidad LGTBI engloba a personas gais, lesbianas, intersexuales, bisexuales, trans, no binarias y ‘queer’, cuya orientaciones e identidades de género muchas veces están atravesadas por el hecho de ser migrantes, mujeres, de clase obrera, racializadas o con diversidad funcional.

"No tenía para mí interés publicar este libro si iba a ser blanco y tratar de hombres gais que viven en una ciudad", señala Serrano, consciente de que él también escribe desde su propio privilegio. "Era necesario poner en la mesa el punto de partida: yo era un chico gay de pueblo, tartamudo y gordo, pero ahora también soy un hombre gay que vive en Barcelona".

Por eso, junto a los testimonios de activistas históricos como Antoni Ruiz o políticos visibles como Luisa Notario y Guillem Montoro, Serrano plasma las vivencias de personas LGTBI refugiadas y migrantes, que se enfrentan a una doble discriminación. Es el caso de Teresa, que tuvo que dejar su peluquería en Ecuador por la violencia que sufría como mujer trans y está intentando regular su situación en España.

O el de Amir, que estuvo encerrado durante un año en un CETI tras cruzar el Estrecho para escapar de la homofobia de su familia. "En Marruecos no podía vivir con plena libertad por ser homosexual, en el país en el que buscó refugio no podía vivir en plena libertad por ser inmigrante", escribe Serrano sobre Amir, dando cuenta de la xenofobia institucionalizada que sufren a menudo estas personas.

Nombrando lo invisible
Casa, escuela, calle, trabajo, instituciones, cárcel, médico, diván. Son los ocho espacios en los que Serrano divide los testimonios, lugares que sirven para trazar un mapa de violencias conocido por cualquier miembro del colectivo LGTBI. Entre ellas, el borrado o la invisibilización de quienes están fuera de la norma. "La escuela es un espacio de socialización, y yo ahí no supe que existía", lamenta Serrano. "Me gustaría que en los los colegios e institutos hablemos de que Lorca era homosexual o de que a Virginia Woolf también le gustaban las mujeres, tenemos derecho a saber que existimos".

La casa, la escuela y la calle son tres de los espacios donde se agrede más activamente a las personas LGTBI, pero la discriminación institucional y médica también sigue a la orden del día. La OMS no eliminó la transexualidad de la lista de enfermedades mentales hasta 2018, y el debate sobre la autodeterminación de género continúa candente en el ámbito político. "Ningún sillón del feminismo académico o partido de extrema derecha tiene el derecho a hacernos callar otra vez", opina Serrano. "Muchas veces no son mensajes de odio, sino de borrado: ‘si existes, no me molestes".

La mayoría de datos que recoge el libro pertenecen a ONG y estudios académicos, casi nunca a organismos gubernamentales. La invisibilización o la falta de interés hacia la realidad de las personas LGTBI también implica a menudo la ausencia de estadísticas oficiales. O el desconocimiento total, como es el caso de la intersexualidad. Una de las historias más estremecedoras es la de José, que nació con cariotipo masculino y "genitales ambiguos", por lo que le fue asignado el género femenino. Con diecisiete meses fue sometido a una reasignación de sexo encubierta, convirtiendo las bolsas testiculares en una vagina artificial que era preciso dilatar una vez al año. "Fue una violación", afirma Clara, su madre.

A los 12 años, José, que ahora tiene 17, se negó a someterse a más intervenciones y a seguir identificándose como mujer. Hasta ese momento, su madre desconocía la palabra intersexualidad, solo había seguido las instrucciones de los médicos. "Hay miles de vidas destruidas en el mundo simplemente porque un médico quiso satisfacer su deseo de que los genitales de un bebé sean como él quiso o porque se guardaron el derecho a informar de que el bebé es intersexual", señala Clara en el testimonio recogido en el libro. "Necesitamos cambiar las miradas sobre los cuerpos y necesitamos dar espacio a cuerpos más diversos", sentencia Serrano.

"El libro trata de reconocer lo que hemos pasado y hablarlo. Tras sufrir violencia, muchas veces nos callamos. Tenemos que reconocerla para cortarla de raíz", concluye el autor de No estamos tan bien. "Aunque parezca que hay un cambio generacional, tenemos que asegurarnos de que muchas cosas no se vuelvan a repetir". Veteranos como Antoni Ruiz advierten: "Vayan con cuidado. Luchen por lo que crean que debe lucharse, diviértanse cuando se tengan que divertir, pero siempre vigilantes. Siempre vigilantes".

#hemeroteca #trans | La Veneno no es un ejemplo para las personas trans

Imagen: La Voz del Sur / Fotograma de la serie 'Veneno'
La Veneno no es un ejemplo para las personas trans.
Raúl Solís | La Voz del Sur, 2020-09-30
https://www.lavozdelsur.es/opinion/veneno-no-es-ejemplo-personas-trans_250044_102.html

Estoy viendo la serie ‘Veneno’ y, antes que nada, admito que me está gustando mucho, que la estoy disfrutando y que estoy empatizando con Veneno, que al fin y al cabo es el objetivo de la producción de Los Javis. Me está gustando que se esté reflejando que ninguna mujer, ni trans ni cis, nace para puta, que nadie acaba en la prostitución porque quiere, sino que la sociedad las obliga levantándole un muro de exclusión laboral que es insalvable por subvertir las normas patriarcales del género.

Sin embargo, se repite en mí un malestar cada vez que termina un capítulo que tengo la necesidad de expresar, sin que ello signifique una crítica a la serie de Los Javis, gracias a la cual se va a dar visibilidad a la realidad trans. Veneno no es ningún ejemplo para las mujeres trans. Es más, espero que las chicas trans jóvenes vean en Veneno un ejemplo de cómo no afrontar sus vidas. Convertir a Veneno en una heroína, como se pretende, es hacer recaer en las mujeres trans todo el peso y la responsabilidad en la consecución de sus derechos y dignidad humana. Veneno no es un ejemplo de nada, pero tampoco es una heroína. Simplemente fue una superviviente que lo hizo lo mejor que pudo.

Veneno no hizo nada rompedor. Es más, todo lo que hizo fue tan aplaudido porque sirvió para perpetuar los clichés y prejuicios que la sociedad española tenía de las mujeres trans hace 20 años. Rompedor hubiese sido que con el dinero que ganó en televisión hubiese creado una fundación para favorecer la igualdad de las personas trans y luchar por sus derechos, que por entonces ni siquiera existía la posibilidad de cambiar el nombre en un DNI, ponerse a estudiar lo que de joven no le permitieron o invertir todo el dinero que ganó en un proyecto de futuro.

Rompedor hubiese sido crear una red de camaradería en el Parque del Oeste, no arrancarle el pezón de una teta a otra prostituta con la que rivalizó con ella por el espacio. Rompedor hubiese sido transformar toda la rabia acumulada por su infancia trágica en solidaridad, empatía y hermanamiento con sus iguales, no ir armada con una hoz en el bolso.

La serie Veneno da la impresión de que las mujeres trans sólo se pueden salvar desde la violencia, la exaltación de lo burdo, la hipersexualización y el individualismo. En una sociedad donde hubiese triunfado el modelo Veneno, las personas trans seguirían siendo miradas como un circo y no tendrían ni uno solo de los pocos derechos que tienen en la actualidad. Veneno entretuvo, pero no cambió en un milímetro la realidad de las personas trans. Es más, podríamos decir que el modelo Veneno ha servido para perpetuar la marginalidad que sufre el colectivo trans. Entre Veneno y Bibiana Fernández hay una amplia gama de mujeres trans que nunca han formado parte de la representatividad de lo trans.

Veneno gusta y queda bien en pantalla porque está completamente despolitizada, hipersexualizada, convertida en una caricatura perfecta de lo que le agrada al discurso dominante y que ha servido históricamente para encasillar a las personas transexuales. Precisamente por esta razón, porque es un cliché que legitima la imagen marginal que la sociedad tiene de las mujeres trans, Veneno es fácil de convertirla en una marca comercial que incluso puede gustarle a quienes niegan los derechos trans.

La vida individual de cada uno es muy importante para cambiar la realidad individual, pero lo que cambia el mundo es hacer piña, agruparnos, juntarnos, tener conciencia de que somos desiguales y enfrentarnos al poder que nos explota, oprime o domina de forma colectiva. La Veneno vivió como pudo, seguro que lo hizo lo mejor que pudo, y su vida merece ser contada para que este país sepa, sobre todo ahora que vuelven los discursos transfóbicos, todo lo que han sufrido las personas transexuales por conquistar su derecho a ser, pero Veneno no es un ejemplo de nada, salvo de sobrevivir a un mundo hostil.

Si en este país las personas trans tienen derechos –pocos— es porque ha habido mujeres y hombres trans que se han comportado en sentido contrario de lo que la transfobia esperaba de ellos y ellas y porque ha habido gente que de forma generosa se ha politizado. Las vidas de estas mujeres trans no caben en una serie, pero es gracias a su lucha colectiva y no a su vida individual por lo que las nuevas generaciones trans van a ser más felices que lo fue Veneno.

#hemeroteca #inmemoriam | Muere Timothy Brown, el paciente de Berlín, la primera persona que se curó de VIH

Imagen: La Vanguardia / Timothy Brown

Muere el paciente de Berlín, la primera persona que se curó de VIH.
Un trasplante de células madre con una mutación le confirió inmunidad frente al virus del Sida.
Cristina Sáez | La Vanguardia, 2020-09-30
https://www.lavanguardia.com/ciencia/20200930/483768257228/timothy-brown-paciente-berlin-muere-cancer-curado-vih.html 

Timothy Brown, la primera persona en el mundo que logró curarse del VIH , ha muerto a los 54 años debido a un cáncer, el mismo que, paradójicamente le permitió librarse del virus que causa el Sida hace 12 años. Este americano afincado en Berlín, se sometió a dos trasplantes de células madre en 2007 y 2008 para tratar una leucemia mieloide aguda que padecía. El donante de esas células madre que recibió en dos ocasiones tenía dos copias de una mutación que provoca que los glóbulos blancos, las células de defensa del organismo, sean resistentes de forma natural al VIH.

Al hacerle el trasplante, conforme las células del donante reemplazaron las de Brown el VIH dejó de replicarse y, por tanto, de seguir infectando, hasta que desapareció. Desde entonces, el llamado ‘paciente de Berlín’ pudo abandonar el tratamiento antirretroviral y estaba libre de virus. Curado. Según la Sociedad Internacional del Sida, el de Brown fue un caso que dio esperanza al mundo de que el VIH se podría curar.

Después de Brown se han confirmado otros dos casos de personas curadas de VIH, el ‘paciente de Londres’, un hombre de 41 años llamado Adam Castillejos a quien le diagnosticaron un linfoma de Hodgkin; y el paciente de Düsseldorf, un hombre de 50 años cuya identidad no ha trascendido, y que también sufría como Brown una leucemia mieloide aguda.

En los tres casos, los pacientes recibieron un trasplante de células madre con una mutación, la CCR5 Delta 32, que se ha visto que protege de manera natural frente al VIH puesto que impide la entrada del virus a las células diana de esta infección, los linfocitos T CD4, un tipo de célula de defensa.

El tratamiento de trasplante de células madre es de alto riesgo y solo se usa como última opción en los pacientes con VIH que padecen enfermedades hematológicas que ponen en riesgo sus vidas. Por este motivo, no es una opción terapéutica que pueda ofrecerse de forma generalizada a las personas con VIH.

No obstante, el consorcio IciStem, coordinado por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa ye l Centro Médico Universitario de Utrech (Holanda), que está integrado por unos 200 investigadores en Europa, Estados Unidos y Canadá, está investigando la posibilidad de realizar trasplantes autólogos, es decir de las propias células manipuladas genéticamente para que dejen de expresar el receptor del virus, que luego se vuelven a transferir al paciente.

“Le debemos a Timothy y a su médico, Gero Hutter, una profunda gratitud por abrir las puerta para que los científicos puedan explorar el concepto de que cura para el VIH es posible”, dijo Adeeba Kamarulzaman, al frente de la Sociedad Internacional del Sida en declaraciones a la BBC.

domingo, 27 de septiembre de 2020

#hemeroteca #gais #testimonios | Hilario López Millán: “Mi memoria vale una pasta”

El País / Hilario López Millán //

Hilario López Millán: “Mi memoria vale una pasta”
El veterano cronista asiste desde la barrera a la eclosión de programas sobre sagas artísticas cuyos secretos domina sin renunciar a su genio y figura: “Cuando se pase el virus me hago un 'lifting”
Luz Sánchez-Mellado | El País, 2020-09-27
https://elpais.com/gente/2020-09-26/hilario-lopez-millan-mi-memoria-vale-una-pasta.html 

Hilario López Millán duerme en la calle Hilario López Millán. La placa de la vía que le dedicó hace décadas su pueblo —Hellín (Albacete)— preside la entrada al pisazo de barrio burgués de Madrid que comparte con Alberto, su pareja desde hace 43 años y marido desde hace 14. En el cuarto del fondo, en un estante de techo a suelo, reposan las docenas de premios, del Ondas para abajo, que ha ganado en 55 años contando y cantando la vida de los otros en radio y televisión. Pese a dedicarse casi a tiempo completo a cuidar a Alberto, delicado de salud, Hilario —Hili para su íntima amiga Rocío Jurado, que en paz descanse— sale cada día un rato a “marujear” por el barrio para no perder el pulso de la calle de donde viene.

¿Cómo y cuándo salió de Hellín?

Yéndome de voluntario a la mili a Madrid. Mi madre quería que fuera cura, y mi padre, torero o militar. Y yo, maricón, me entretenía con las películas de Sissi emperatriz, ya me dirás tú si me iba a ver de cura o de teniente coronel.

¿Cuándo notó que era distinto?

Cuando me hacían ‘bullying’ en el colegio. Bueno, entonces se decía putearte. Me puteaban y yo me lo comía con patatas. No podía ir a llorarle a mi madre, porque la quería horrores. Entonces me fui a la mili porque era mi única posibilidad de salir de eso.

¿En la mili no le puteaban?
No, porque fui muy listo. Imitaba a los sargentos [pone voces]: ‘Te corto el pelo a hostias, muchacho’. Me hice muy popular y me respetaban mucho. Hasta vino el capitán a decirme que si no lo imitaba a él también, me metía en el calabozo.

¿Ahí empezó a liberarse?
Bueno, teníamos nuestros líos a escondidas, clandestinos pero siempre con más libertad que en el pueblo. En el pueblo me expulsaron del armario directamente. Mi madre lo sabía, claro, pero nunca habló de eso. Fíjate con Alberto: 43 años juntos y jamás preguntó nada, ni después de casarnos. Eran otras mentalidades. Luego supe que iba a santiguarse con las amigas ante la placa de mi calle. Yo he sufrido mucho, reina.

Como las mujeres en las coplas. ¿Por qué nos fascinan tanto?

Pues muchas veces porque la oyes y dices ‘esta es mi vida’. Esto que canta esta mujer es lo que me está pasando, pero lo canta otra. Ya lo decía la canción: ‘De lo que me está pasando, yo no me quiero enterar, prefiero seguir soñando, a conocer la verdad’. Y porque eran grandes artistas y mujeres de bandera. Ahora no salen esas figuras tan tremendas.

¿Imaginó ver al Rey padre tener que salir de España por escándalos de dinero y alcoba?
Pues yo sí, porque los Borbones siempre han sido muy mujeriegos y borrachines. Eso estaba ahí. Lo sabíamos todos. Coño, si Bárbara Rey me contó lo suyo en una fiesta de Joy Eslava que nos tocó en la misma mesa. Pero no teníamos la libertad de ahora de denunciar las cosas. Y a la gente le sentaba mal que te metieras con el Rey, o con el Papa, ojo, no te creas. Mientras otros se decían ‘juancarlistas’, a mí no me la daba. Yo he sido ‘sofiísta’ de toda la vida.

Ha frecuentado a la flor y nata de la sociedad española. ¿Cuáles son sus armas para integrase en todos los ambientes?
Pues lo que me salvó en la mili: el cachondeo. Yo creo que he sido gracioso, muy intuitivo, muy de actuar sobre la marcha y muy observador, de saber dónde me metía. Si estaba en una cena con gente muy superior a mí, depende de por dónde te entraran. Si te preguntaban por Carolina de Mónaco, ya te lo tenías ganados con chascarrillos, pero si eran intelectuales lo que hacía era escuchar, escuchar muchísimo, y chupar todo lo que he podido.

¿Chupar qué?

Lo que decía el otro, bebértelo. Ser una esponja. Y currar. Yo he currado muchísimo y lograba que se me pusieran al teléfono ministros, toreros, artistas. Yo levantaba a Vicente Aleixandre de la siesta para felicitarle el cumpleaños desde la radio. Yo he tenido la mejor agenda de España.

Y memoria de elefante, con perdón.
Todo lo que hablo es de memoria. Es mi vida, cómo no me voy a acordar. Me doy miedo: recuerdo conversaciones de niño con fecha y hora. Ahora, en el confinamiento, hacía ejercicios para no aburrirme: “Rafael debutó el 8 de noviembre de 1968 en el Teatro de la Zarzuela...”. Me da pavor perderla: mi memoria es mi patrimonio y vale una pasta.

¿Ha callado más que hablado?
He hablado más, pero he callado mucho y soy muy fiel. Tengo líneas rojas: los cuernos, por ejemplo, cuando podías hacer daño a los niños. O sacar a alguien del armario sin que él o ella quisiera. Ahí, lo más que he dicho es que la cabra tira al monte. La gente no es tonta, pero decir a lo bestia que ese o esa es maricón, o lesbiana, es una sinvergonzonería. Eso es muy fácil, facilísimo. Ahora, yo le he dado caña a Lola Flores y la Pantoja por lo de Hacienda, que nos afecta a todos: si no han pagado, las cabronas, hay que decirlo.

Y eso que eran amigas.
Pues sí. Pero luego me he arrepentido mucho de tener amistades en el oficio, porque entonces no les puedes criticar. Pierdes libertad. A mí la única querella que me han puesto, y gané, fue Rociíto, a la que he visto nacer y crecer porque era como un hermano de su madre.

No he encontrado su fecha de nacimiento en Google. ¿Qué edad tiene?
Siete, seis [sic]; los mismos que tendría Rocío Jurado, y mira, lleva 14 años enterrada.

Habrá tenido que borrar muchos nombres de su agenda por defunción.
Muchos. Pero no los borro, les pongo una cruz. Te la voy a dejar en herencia, por acordarte de ellos.

¿Le gustaría volver a la tele?
No sé, no tengo ilusión. Ya no vibras como antes, y tengo que cuidar de Alberto. También llega un momento en que eres el mayor y no te llaman. O yo no me amoldo. Nunca he sido chillón. He contado cosas, pero a hostias no me he peleado, ni he pisado al otro, y ahora se lleva eso. Ahora escojo. Ya no es como antes, que cerraba la temporada en junio, cogía seis puentes aéreos a la semana y me daban ataques de ansiedad porque lo hacía todo y no sabía decir que no.

También habrá ganado mucha pasta.
Mucha, porque trabajaba muchísimo y se pagaba bien. Gracias a Dios no me falta, pero ahora, si te llaman a algún programa te dan 150 euros y gracias. La culpa la tenemos nosotros, por ir. Hay gente que va gratis. Yo soy como las marujas, pregunto siempre qué me van a pagar. Y, si no es por amistad, no me muevo por ese dinero, soy muy cabrón yo para eso.

Ya ha dicho que su memoria es oro.
Ahí es cuando me siento humillado. No quiero nombrar a nadie [me los nombra], pero a veces me llaman, me graban hora y media contando cosas que solo sé yo, y luego las cortan, o no me citan, o no me llaman a plató para llamar diez minutos a otros más jóvenes, o 40 años, da igual, pero que no saben ni la mitad que yo de eso. De otras cosas vale; pero de eso, no.

Con sus ‘siete, seis’ años es claramente grupo de riesgo. ¿Tiene miedo al coronavirus?
Le tengo respeto. Tengo mucho miedo a la muerte. Ese irte sin tener siquiera alguien que te dé la mano. Y al deterioro. Yo soy muy coqueto, me tiño desde los 24 años, sí, lo que la gente cree que es peluca es mi pelazo. Ahora no es el momento, no estoy de humor ni me voy a meter a un quirófano por gusto con la que esté cayendo, pero, cuando pase esto, si salgo vivo, me hago un ‘lifting’.
El moreno de la copla
Aunque ha hablado mucho, vale más por lo que calla. Hilario López Millán (Hellín, Albacete, 76 años), cronista social con 55 años de carrera, fue testigo privilegiado de la intrahistoria artística y sentimental de cierta España y la contó en docenas de programas de radio y televisión, cosechando los grandes premios del oficio. Su amistad con actores, toreros y artistas -"era una folclórica más", admite- le dio acceso a secretos y vivencias que, aún hoy, sorprenden y fascinan. Pionero de los programas del corazón, y ya retirado mitad por voluntad propia, mitad porque ya no le llaman tanto, admite que los contenidos de algunos programas ya no le interesan. "Hablan de gente que no ha hecho nada en la vida, sin preparación y sin arte. Para eso, me interesan mucho más mis vecinos que veo en la cafetería".

#libros #lesbianismo #feminismo #memoria | Corcel de fuego

Corcel de fuego / Lucía Sánchez Saornil ; edición e introducción de Nuria Capdevila-Argüelles.
Madrid : Ediciones Torremozas, 2020 [09-27].
248 p.
Serie: Torremozas.

/ ES / Libros / REC / Feminismo / Lesbianismo / Literatura / Memoria histórica / Mujeres – Historia / Poesía / Testimonios
📘 Ed. impresa: ISBN 9788478398386 / 18,00 €
Cita APA-7: Sánchez Saornil, Lucía (2020). Corcel de fuego. Torremozas.

[.es] Lucía Sánchez Saornil (Madrid, 1895-Valencia, 1970) fue una voz excepcional en el movimiento literario de vanguardia conocido como Ultraísmo. Publicó sus poemas en algunas de las revistas más significativas de la Edad de Plata: ‘Avante’, ‘Los Quijotes’, ‘Grecia’, ‘Cervantes’ o ‘Ultra’, entre otras. El origen proletario de esta autora intensificó su compromiso social, gracias también a su militancia en el movimiento anarquista. Su lucha la llevó a convertirse en una de las fundadoras de Mujeres Libres y, tras el final de la Guerra Civil, cesó su actividad pública política y cultural. 'Corcel de fuego' reúne la labor literaria, tanto de poesía como de prosa, de Lucía Sánchez Saornil comprendida entre los años 1913 y 1933. Esta edición, a cargo de Nuria Capdevila-Argüelles, incorpora además cincuenta y seis nuevos textos no recogidos hasta ahora en libro, lo que nos permite ahondar en la evolución literaria de la poeta y en su trayectoria intelectual.

sábado, 26 de septiembre de 2020

#hemeroteca #trans #violencia | Investigarán si identidad de género fue factor en crimen de Juliana Giraldo

Imagen: Billie Parker / Protesta por el transfeminicidio de Juliana Giraldo

Investigarán si identidad de género fue factor en crimen de Juliana Giraldo.
Billie Parker Noticias, 2020-09-26
https://billieparkernoticias.com/investigaran-si-identidad-de-genero-fue-factor-en-crimen-de-juliana-giraldo/ 

La Fiscalía General de Colombia anunció una investigación con enfoque diferencial de género por el asesinato de Juliana Giraldo, una transexual de 38 años a quien un soldado le disparó ayer en la cabeza cuando viajaba en un automóvil por una carretera en el departamento del Cauca (suroeste).

Giraldo recibió un impacto de bala cuando se movilizaba junto con su marido y otras dos personas en cercanías de un punto llamado Guatemala, en el municipio de Miranda.

La víctima recibió un disparo en la cabeza, presuntamente por parte de un uniformado del Ejército de Colombia, en un supuesto retén militar en Miranda, Cauca, en el suroeste del país.

Un experto en perspectiva de género se desplazó hasta la zona, donde integrantes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, seccionales Cauca y Cali, junto con la Policía Nacional, realizan las labores preliminares para esclarecer lo sucedido.

Según el experto, el propósito “es determinar si la identidad de género de la víctima es relevante” en el caso ocurrido, además de “respetar de manera integral su identidad” en la investigación.

Manifestantes protestaron a las afueras de la sede de la Tercera Brigada del Ejército en Cali, Colombia, por la muerte de Juliana Giraldo en Cauca. El Ejército, que reconoció los hechos y los lamentó, investiga los hechos.

Por su parte, la Procuraduría General de la Nación afirmó que ya abrió una indagación preliminar por la muerte de Juliana Giraldo, en la que busca “establecer la identidad del soldado que habría disparado su fusil”. La institución afirma haber ordenado varias pruebas, entre ellas, “la identificación de los miembros del Ejército presentes en el procedimiento y de las armas que se usaron”.

Con la apertura de este proceso, el órgano de control dice que busca “verificar la ocurrencia de la conducta” para determinar si esta es “constitutiva de falta disciplinaria y poder establecer si se ha actuado al amparo de una causal de exclusión de la responsabilidad”.

El jueves se viralizó en las redes sociales un video que muestra a un hombre alterado, que pide ayuda a gritos para quien identifica como “mi mujer”, mientras graba a un soldado que agacha el rostro. “Este man me la mató”, dice el hombre que grabó el video.

El presidente de Colombia, Iván Duque, condenó en un tuit el hecho y dijo que había ordenado al Ministerio de Defensa y al Ejército “disponer lo necesario para la investigación con celeridad”. El primer mandatario afirmó que “el responsable debe recibir castigo ejemplar” y expresó su solidaridad con los familiares de Juliana Giraldo, de 38 años.

#hemeroteca #pornografia | Rosa Cobo: «La pornografía no puede estar accesible en internet para nadie»


Rosa Cobo: «La pornografía no puede estar accesible en internet para nadie».

Profesora universitaria, Cobo, una de las mayores expertas en porno de España, tiene claro que el sexo no es un derecho.
Gisela Revelles | El Liberal, 2020-09-26
https://www.elliberal.cat/2020/09/26/entrevista-rosa-cobo-la-pornografia-no-puede-estar-accesible-en-internet-para-nadie/

El currículum de Rosa Cobo (Cantabria, 1956) es apabullante. Licenciada en Ciencias Políticas y Sociología por la UCM, actualmente imparte Historia de la Teoría Feminista en la Universidad de A Coruña, además de un máster en Igualdad y Equidad de la Universitat de Vic. Entre otros cargos, ha ostentado los de asesora en los ministerios de Educación y de Igualdad y su trabajo como experta en feminismo le ha llevado a recibir diversos premios. Autora de varios libros, acaba de publicar 'Pornografía el placer del poder' (Ediciones B), Cobo conoce como nadie en España la relación entre pornografía y mujer y tiene claro a estas alturas que no hay «porno bueno». Menos aún cuando este se desarrolla partiendo de fantasías masculinas cargadas de «escenas de violencia y dominio sobre las mujeres».

Presenta estos días el libro ‘Pornografía. El placer del poder’ (Ediciones B). ¿Por qué este libro y por qué ahora?
Este libro está relacionado con el anterior que publiqué, 'La prostitución en el corazón del capitalismo'. En ambos libros se analiza la expropiación del cuerpo de las mujeres. Se les expropia de su sexualidad y de sus cuerpos tanto en el porno como en la prostitución. En ese libro analizaba la prostitución como una institución fundacional del sistema patriarcal y ahora con este sobre pornografía estudio los nuevos imaginarios que se están creando en el universo pornográfico. Todos ellos representan escenas de violencia y dominio sobre las mujeres. La prostitución y la pornografía colocan en el imaginario colectivo la idea de que los hombres merecen disfrutar del derecho de tener a mujeres a su disposición para poder acceder sexualmente a sus cuerpos.

¿Qué le ha llevado a estudiar la pornografía? Es usted una de las mayores expertas en España en este área.
La pornografía es una fenómeno social global que encierra una propuesta de socialización de hombres y mujeres y, por ello, tiene una proposición de redefinición de lo femenino y lo masculino. En el porno se afirma la soberanía del deseo masculino por encima de los deseos de las mujeres. Al mismo tiempo, se define a las mujeres como seres fundamentalmente sexuales más cerca de la noción de hembra que de la de mujer. La hipersexualización y la insignificancia definen lo femenino. Los varones son representados como seres agresivos y violentos con las mujeres y ellas son dibujadas como seres sexuales que no tienen más función que la de satisfacer los impulsos masculinos. Ellos ejercen poder y violencia y ellas son las receptoras de ese poder y de esa violencia. ¿Queremos que nuestra sociedad y especialmente nuestra juventud normalice estos mensajes?

Alertar sobre los efectos de la pornografía es complicado porque mucha gente se da por aludida y reacciona negativamente. Pero estamos hablando de algo que puede llegar a destrozar vidas. ¿Por qué cree que las alertas no son atendidas?
Detrás de cualquier fenómeno social está el interés de segmentos de población, que son los que hacen posible su institucionalización. Muchos varones sienten que tienen el derecho a disfrutar de los cuerpos de las mujeres, o bien a través de la prostitución o bien a través de representaciones de mujeres hipersexualizadas en la pornografía. El consumo de porno para algunos varones se convierte en la forma fundamental de vivir la sexualidad y de ejercer el poder y la violencia sobre las mujeres. A veces llegan tan lejos en el consumo de prácticas pornográficas que no pueden experimentar gratificación sexual con sus parejas. El endurecimiento de los contenidos pornográficos hace que sea difícil revertir su forma de vivir la sexualidad con sus novias o compañeras. Estoy notando preocupación, sobre todo, por parte de padres y madres respecto al consumo de porno de sus hijos. Ahora, necesitamos que el poder político tome cartas en el asunto.

La pornografía puede llegar a destruir una relación. No solo porque el hombre (que suele el que la ve) quiera poner en práctica con la pareja lo que ve en la pantalla, sino porque el enganche puede llegar a ser tan fuerte que deje de tener relaciones reales. Es difícil admitir que se tiene una adicción y que, como casi todas las adicciones, no afecta solo al que la padece sino que puede hacer mucho daño a quien está a su lado. ¿Se puede hacer algo al respecto?
Sí, se pueden hacer muchas cosas. En primer lugar, la pornografía no puede estar accesible en internet para nadie. Y, en segundo lugar, nuestros y nuestras adolescentes necesitan una educación sexual que esté basada en el compromiso emocional y en la reciprocidad del deseo. No es aceptable un modelo de sexualidad basado en criterios de poder y violencia. No es aceptable un modelo de sexualidad en el que una de las partes puede satisfacer su deseo a costa de la otra parte.

Erika Lust se hizo famosa como directora de pornografía para mujeres. Llaman a sus películas «pornografía feminista». ¿Hay diferencias reales entre esa pornografía y el resto? Entendiendo el resto como la pornografía hecha por hombres y sin entrar en los diferentes géneros.
En la última época de escritura de este libro estuve viendo la autodenominada pornografía feminista y lo que ví es que estas representaciones pornográficas son menos violentas, pero también observé que no hay un cambio en el esquema fundamental sobre el que se ha edificado la pornografía. La pornografía es la respuesta a las fantasías que tienen muchos varones sobre lo que pueden hacer a las mujeres. Y el porno autodenominado feminista no escapa a este esquema. Por otra parte, las dos terceras partes de quien consume porno son varones y apenas una tercera parte son mujeres. El porno ‘feminista’ tiene como objetivo ensanchar el mercado de mujeres que consumen pornografía.

A pesar de que existen organizaciones que alertan sobre los peligros del porno (en España no muchas, la verdad), las administraciones hasta ahora no parecen haberse dado por aludidas. Es más, la Agencia de Salud Pública de Barcelona en estos momentos recomienda en su web el visionado de vídeos eróticos como forma segura de practicar sexo en tiempos de pandemia. ¿Le parece un buen consejo?
Me parece una indecencia, probablemente relacionada con el inmenso poder que tiene el lobby del porno. ¿O es que no saben que las mujeres que aparecen en los videos pornográficos no hacen ficción sino que todo lo que ocurre en la sala de grabación es real?

Hay personas que sin pornografía ni prostitución lo tendrían muy difícil para practicar sexo. ¿Qué se puede hacer en estos casos?
Más inaceptable me parece que haya millones de personas en nuestra sociedad que estén por debajo del umbral de la pobreza y apenas les lleguen los recursos para comer y pagar las facturas. La sexualidad no es un derecho. Debe basarse en el deseo compartido de las dos personas involucradas, no solo en el deseo de una de las partes. Esta consideración convierte en inaceptable tanto la prostitución como la pornografía. La sexualidad no es aceptable si no se basa en los deseos de ambas partes.

Parece que preocupa de verdad el uso que los menores hacen de la pornografía. Sobre todo por cómo se relacionan después. En vistas de que es imposible cerrar las webs pornográficas y de que los políticos no parecen estar por la labor de incluir la educación sexoafectiva en las escuelas, ¿qué papel juegan las familias?
Creo que sí se pueden y se deben cerrar las webs pornográficas. En los videos pornográficos se exalta la violencia contra las mujeres y en muchos de ellos hay discursos de odio contra las mujeres. Hay que acabar con la pornografía y implantar la coeducación en las escuelas. Y la educación sexual debe tener un papel crucial en la coeducación.

Otro peligro es el uso que hacen de la pornografía los pedófilos. Los portales porno tienen categorías como las de «teens», «familia» o «incesto» y no parece extrañar a nadie que eso sea así. ¿En qué nos hemos convertido cuando, sabiendo que eso existe, miramos hacia otro lado?
Parece que algunos varones quieren hacer en público lo que se han visto obligados a hacer en privado. Las tasas de abuso sexual en la infancia son de un 20% en los países de la UE, según un informe de la OMS. El hecho de que uno de los imaginarios pornográficos habituales sea el del incesto habla de la cantidad de adolescentes chicos y chicas que consumen pornografía y se están socializando con estas representaciones. La edad media de entrada en el consumo de pornografía es a los 11 años. ¿Podemos pretender que estás prácticas no tengan influencia en las cabezas de estos niños y niñas? La pornografía tienen los mismos códigos que la publicidad. Si la publicidad condiciona la conducta del consumidor, ¿cómo podemos pensar que la pornografía no condicionará la conducta de los pornófilos?

Para acabar, ¿es posible una pornografía sana?
No lo creo. La pornografía se ha creado alrededor de la erotización de la violencia sexual y física sobre las mujeres. Si desaparece la erotización de la violencia, probablemente desaparecerá la pornografía. La pornografía, tanto la ‘mainstream’ como la autodenominada ‘feminista’, se ha creado también alrededor de las fantasías masculinas. No puede ser de otra forma, si no representan esas fantasías de dominio y de poder, los consumidores de pornografía dejarán de consumirla.

viernes, 25 de septiembre de 2020

#hemeroteka #lgtbi #literatura | Errenteria-Orereta, berdintasunaren hiria

Hitza / Madelon liburuaren aurkezpena //

Errenteria-Orereta, berdintasunaren hiria

Madelon lehiaketako sarituen idazki guztiak argitaratu dituzte bilduma bakar batean. Lehiaketaren helburua da Xanti Vicente Altxu ‘Madelon’ herritarrak LGTBI+ kolektiboaren alde egindako lana aitortzea.
Erik Salazar | Oarsoaldeko Hitza, 2020-09-25
https://oarsoaldea.hitza.eus/2020/09/25/errenteria-orereta-berdintasunaren-hiria/ 

Hamaika urte igaro dira EHGAM Elkarteak Madelon lehiaketa literarioa martxan jarri zuenetik. Errenteriako Udalarekin bat eginez, bi urtean behin antolatzen da mota guztietako idazkiak jasotzen dituen lehiaketa irekia. Idaztea maite duten pertsonek euren sormena garatzeko aukera ederra dute. Ipuinak, prosa, olerkia... Edozein motatako idazkiak onartzen dira lehiaketaren barruan. Oinarrizko baldintza bakarra ezartzen dute antolatzaileek: LGTBI+ kolektiboa izan behar da idazkien protagonista.

Aurtengo Madelon sarien edizioa berezia egin nahi izan dute horren arduradunek. Horretarako, 2009tik 2018ra arte lehiaketa literarioaren irabazle guztien lanak bildu dituzte argitalpen bakar batean, Madelon sariak. Ipuin sarituen bilduma ilustratua. Hamasei lan dira hilaren 16an Merkatuzarren aurkeztua izan zen liburua osatzen dutenak (bertakoa da goiko irudia). Idazkiak irakurtzeaz aparte, interesdunek marrazkietaz gozatzeko aukera izango dute, testuekin batera argitalpena ilustrazioen bitartez osatzea erabaki dutelako antolatzaileek.

Lanak euskaraz eta gaztelaniaz idatzita daude, eta idazleak haurrak eta gazteak dira. Lehenengo taldean 14 eta 17 urte arteko haurrak daude; eta bigarrenean, aldiz, 18 eta 25 urte arteko gazteak. Modu honetan, kontsultarako modu errazean topatu ahal izango dira edizio guztietako irabazleak. Azken edizioko Koloreztatzeko mihisea lanetik 2009ko 'El bosque de las hadas' lanera arte, den-denak bildu dira argitalpenean.

Hilaren 16an Nerea Izagirrek gidatu zuen aurkezpen ekitaldian Aizpea Otaegi alkateak, EHGAMeko Mikel Martinek, epaimahaikide den Ibon Egañak eta lana ilustratu eta maketatu duen Txakur Gorria sormen kolektiboko Malen Amenabarrek parte hartu zuten. Errenteriako LGTBI+ Mahaiaren izenean Imanol Minerrek hitz egin zuen; Xanti Vicente Altxuren anai Iñakiri lore sorta eman zion Iñaki Queralt LGTBI+ Politiketarako zinegotziak.

400 ale
Hasteko 400 ale inprimatu dituzte. Interesdunek Emakumeen Etxean aurkituko dituzte, doan (astelehen eta ostiraletan 09:00-13:00 tartean dago zabalik; gainontzeko astegunetan 16:00etatik 20:00etara). Bestetik, LGTBI+ Mahaiarekin harremanetan jarriz gero, liburua eskuratzeko aukera izango da. Gainera, udalaren webgunean (errenteria.eus) argitalpena era digitalean lortzeko aukera egongo da.

Errenteriako Udaleko Berdintasun zinegotzi Iñaki Queraltek modu positiboan baloratu du bildumaren argitalpena, eta erabakiaren arrazoiak eman ditu: «Behin diagnostikoa eginda, LGTBI+ kolektiboaren defentsan egondako erreferenteak indartu behar zirela uste genuen».

Queraltek aipatzen dituen erreferenteen artean dago Xanti Vicente Altxu Madelon. Lehiaketa literarioari izena ematen dio, eta LGTBI+ kolektiboaren aldeko defendatzaile eta aktibista izandakoa da. EHGAM Elkartearen sortzaileetako bat izan zen aldi berean Altxu. 2006an zendu zen, soilik 46 urte zituela. Errenteriako Udalak LGTBI+ mugimenduaren alde egindako lana goraipatu izan du beti, eta kolektiboaren bandera udaletxearen balkoian zintzilikatu zuen hura hil ondoren, oroigarri moduan. 2012an Errenteriako udalbatzak aho batez onartu zuen Gaztaño auzoko kale batek haren izena izatea. Gaztaño Pasealekua kale izendegitik desagertu, eta Altxu kalea jaio zen.

Politiken erdigunea
Errenteria LGTBI+ kolektiboaren aldeko politiken erdigunea bihurtu da azken urteetan. Egun, Euskal Herriko leku askotan ikus daitezke ortzadarraren kolorez margotutako zebra bideak. Lehenengoa, ordea, Errenteriakoa izan zen. Nafarroa etorbidean erail zuen polizia batek Francis aktibista 1979an. Vicente Vadillo zen Francisen benetako izena, eta Trintxerpeko lokal batean egiten zuen lan. Erailketak LGTBI+ kolektiboaren haserrea piztu zuen, eta liskar handiak egon ziren kolektiboko kideen eta indar polizien artean. Francisen omenez zebra bidea ortzadarren koloreekin margotzea erabaki zuen LGTBI+ aktibismoarekin konprometitutako pertsona talde batek, udalaren partaidetzarekin. Hala, udalerrian aurrera eraman diren iniziatiba asko errotzen hasi dira eskualdean. Madelon sariek, esaterako, geroz eta oihartzun handiagoa dute Iñaki Queralt Berdintasun zinegotziaren arabera: «Edizio guztietan jaso diren idazkiak oso kalitate handiko lanak dira».

Hurrengo hilabetetan lanean jarraituko dutela jakinarazi du Errenteriako Udaleko LGTBI+ Politiketarako zinegotziak. Osasun egoerak horrela baimentzen badu, transexualitatea oinarri izango duten hainbat jarduera egingo dira urrian. Herriak LGTBI+ kolektiboaren berdintasunaren eta errespetuaren aldeko erreferentea izan nahi du. Oarsoaldeko beste udalerrietan antzeko iniziatibak egin dituzte.

#hemeroteca #homofobia #historia | Castilla y la persecución de la sodomía

'Auto de fe', Pedro Berruguete, h. 1495
Castilla y la persecución de la sodomía.

Leopold Estapé | El Obrero, 2020-09-25

https://www.elobrero.es/cultura/historia/56949-castilla-y-la-persecucion-de-la-sodomia.html

Aunque las leyes castellanas castigaban la sodomía, su aplicación práctica pudo ser inexistente, pues el primer caso de juicio conocido contra un sodomita es del año 1408.


Las Partidas de Alfonso X el Sabio contenían duras penas contra los sodomitas, pero estas apenas se pusieron en práctica, pues sus descendientes consideraban que las Partidas colocaban en entredicho sus derechos a la corona, ya que ellas establecen el derecho de representación en la sucesión al trono. Las ciudades también malfiaron de unas leyes que incrementaban el poder real.

Durante el reinado del hijo de Fernando III se otorgaron distintos fueros a varias ciudades castellanas. Un ejemplo fue el tercer fuero de Soria Al igual que las Partidas dictadas por este rey contenían importantes condenas contra los delitos de pecado nefando. La mayoría de ciudades lo vieron como una imposición destinada a quitar poder a las ciudades y al igual que sus Partidas apenas se pusieron en práctica.

«Pero que nos agravia de decir cosa que es muy sin guisa de cuidar e más de decirlo, por que ¡mal peccado! Algun onme vençido del diablo cobdiçia a otro por peccar contra natura con el, aquello que lo fizieren, luego que fueren presos, sean castrados concejeramientre, e otro día sean castrados, e después quemados» (1)

No será hasta el final del reinado de los Reyes Católicos cuando se dicten las primeras y efectivas leyes contra los llamados "sodomitasª. Mientras que en Aragón o Navarra se acudía a legislaciones anteriores o las leyes decretales del Papa, en Castilla no se tiene constancia de este hecho. 



En la Corona de Aragón las primeras ejecuciones fueron a finales del siglo XIV, en Navarra en 1346, en Castilla el primer caso juzgado fue en 1408, en Murcia. El acusado fue Alfonso Fernández Cardador, y su delito fue "cometer adulterio con un mozo", es decir no se usó el término sodomita, sino adulterio. Un breve texto en sus archivos municipales dice:



"Otrosy, en el dicho conçejo fue dicho que bien sabían en cómmo avyan acusado Alfonso Ferrandes Cardador que avía fecho adulterio con un moso e lo tenyan los alcalldes preso en la prysión e non libravan cosa alguna de ello, e lo tienen detenydo en la dicha prisión por esta rasón el dicho conçejo e ofiçiales e omes buenos de la dicha çibdat requerieron a Juan de Escorell e a Juan de Navarreda, alcalldes, que estavan absentes, que sepan verdat del dicho malefiçio que contra el dicho Alfonso Ferrandes an puesto, e si es verdat que tal caso fiso que pasen contra él commo fallaren por fuero e por derecho, e el dicho Juan de Escorell dixo que era presto de lo faser e de faser en ello lo que deva con derecho."

Las pocas sentencias contra sodomitas fueron absolutorias dada la falta de una ley que lo regulara lo que llevó a que hasta el reinado de los Reyes Católicos no existieran sentencias condenatorias. Estos en 1497 dictaron la Real Pragmática que penalizaba los actos de sodomía, ya fueran masculinos o femeninos. Esta agravaba y clarificaba las sentencias y penas decretadas contra los sodomitas. Para ellos la sodomía era un peligro para el reino y el orden natural y divino: "la ley secular como la eclesiástica unieran sus fuerzas para castigar el crimen nefando, ese que no merece tener nombre, destructor orden natural y por tanto punible por la justicia divina".

El texto se inspira en el capítulo XXI de la "Setena Partida" de Alfonso X: "De los que facen pecado de luxuria contra natura", que definía sodomítico como el "pecado contra la naturaleza y la costumbre natural cometido por hombres entre sí". Entre las muchas penas y castigos, la Pragmática señalaba la muerte en la hoguera.

Por esta causa la Inquisición no persiguió a los sodomitas en los territorios castellanos, salvo casos que consideraban herejía, o utilizaba este concepto como pretexto. En cambio, en la Corona de Aragón la persecución se frenó, por lo que en tiempos de Carlos V se autorizó al Santo Oficio a perseguir la sodomía. Las constituciones catalanas y los fueros valencianos y aragoneses hasta el reinado de Felipe II no condenaron la sodomía, aun así los jueces fueron muy poco favorables a dictar sentencias condenatorias.



Bibliografía:


Poder, sexo y ley: la persecución de la sodomía en los tribunales de la Castilla de los Trastámara. Jesús Ángel Solórzano

(1) Fuero de Soria, El Obrero, 4 de septiembre de 2020. 


jueves, 24 de septiembre de 2020

#hemeroteca #transfobia | "No murió ni era un hombre. La mató el ejército y se llamaba Juliana"

Imagen: Las2orillas
"No murió ni era un hombre. La mató el ejército y se llamaba Juliana".
La manera como ha sido presentada la noticia en algunos medios evidencian transfobia y desprecio por la víctima.
Las2orillas, 2020-09-24
https://www.las2orillas.co/no-murio-ni-era-un-hombre-la-mato-el-ejercito-y-se-llamaba-juliana/

El asesinato de Juliana Giraldo por parte del ejército nacional ha elevado la indignación contra las Fuerzas Armadas y contra algunos medios adeptos al gobierno a alturas estratosféricas. El caso de la F.M fue el peor de todos. Su titular muestra una ignorancia que roza la transfobia. Juliana, quien al parecer era una mujer trans, fue presentada de esta manera por el portal de la emisora: “Hombre murió tras disparo en medio de retén en Miranda, Cauca”.

En redes ya hablan de revictimización. Primero no había ningún retén del ejército y segundo ¿qué importa si Juliana era trans o no? era una mujer y no murió, fue asesinada por el ejército. ¿Hasta cuando vamos a respirar este odio hacia lo diferente? ¿Hasta cuando este Ministro de Defensa va a seguir alcahueteando las atrocidades de un ejército asesino?

 
Mujer trans murió tras disparo de militar en medio de retén en Miranda, Cauca.
Uno de los testigos asegura que un militar abrió fuego contra el vehículo cuando estos no acataron la orden de detenerse.
Carlos Quilindo | La FM, 2020-09-24
https://www.lafm.com.co/colombia/hombre-murio-tras-disparo-de-militar-en-medio-de-reten-en-miranda-cauca

En el municipio de Miranda en el norte de Cauca, una mujer trans murió luego de que un militar disparara contra los ocupantes de un vehículo, que se movilizaba por el sector de la vereda Guatemala.

De acuerdo al relato de uno de los ocupantes del automotor, de un cañaduzal salió un grupo de militares que empezaron a gritarles que se detuvieran. El conductor se asustó y continuó el recorrido y en ese momento uno de los soldados disparó su fusil varias veces contra el automotor.

En los hechos murió Juliana Giraldo Díaz, de 38 años, quien hacía parte de la población LGTBI (lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales). Ella se desplazaba en el carro con otras tres personas, quienes resultaron ilesas.

“Nosotros alistábamos todo para irnos a trabajar y fuimos a comprar unos aceites, al regreso de los cañaduzales salieron varios soldados corriendo, gritándonos que nos detuviéramos. No había reten, no explicaron por qué nos detuvieron y uno de los soldados empezó a dispararle al carro y ahí fue cuando mataron a juliana”, dijo uno de los ocupantes del automotor.

Campesinos de la zona también manifestaron que en el lugar de los hechos, aproximadamente a un kilometro del casco urbano de Miranda, no había ningún reten militar.

Mientras tanto desde la secretaría de gobierno de Miranda, se dijo que lo que se conoció es que al parecer sí había un reten militar y que los ocupantes del carro al notar la presencia de los uniformados trataron de devolverse y en ese momento fue cuando les dispararon.

De momento, desde el Ejército se manifestó que altos mandos se desplazaron a esa zona en el norte del Cauca, para establecer que fue lo que paso e iniciar con las investigaciones.

El soldado que disparó su fusil se entregó y fue dejado a disposición de las autoridades competentes.

Nota de IGLU: Tras las protestas en redes sociales, el medio La FM modificó el titular y la información, refiriéndose a Juliana como “mujer trans”, aunque mantuvo que “murió”.

#hemeroteca #lgtbifobia | Los evangélicos progresistas de Brasil reaccionan contra la homofobia y se lanzan a la política

Imagen: El País

Los evangélicos progresistas de Brasil reaccionan contra la homofobia y se lanzan a la política.
Rechazan el uso de pasajes bíblicos para criticar a los homosexuales y ultiman candidaturas de cara a las elecciones municipales de noviembre.
Breiller Pires | El País, 2020-09-24
https://elpais.com/internacional/america/2020-09-24/los-evangelicos-progresistas-de-brasil-reaccionan-contra-la-homofobia-y-se-lanzan-a-la-politica.html 

La semana pasada, el clan de uno de los templos evangélicos más tradicionales del país, fundado en Belo Horizonte, en el corazón de Brasil, fue noticia por sus declaraciones públicas de intolerancia contra el colectivo LGBT. Primero, el pastor André Valadão, de la Iglesia Baptista da Lagoinha, afirmó en una publicación que las iglesias no son para los gais porque “la práctica homosexual es pecado”. Después, en las redes sociales circuló un vídeo de 2016 de su hermana mayor, Ana Paula Valadão, en el que afirma que el HIV “demuestra que la unión sexual entre dos hombres provoca una enfermedad que lleva a la muerte”. No llegan a ser declaraciones excepcionales en el Brasil del ultraderechista Jair Bolsonaro. Pero ahora hay un reacción y desde dentro de las propias filas religiosas lanzarán nombres para disputar las elecciones municipales de noviembre.

Tras las reiteradas manifestaciones homofóbicas provenientes de líderes religiosos, varias corrientes de evangélicos progresistas defienden la igualdad de género y se oponen a la mercantilización de la fe en las grandes iglesias. En un manifiesto divulgado en esa semana, la Alianza Nacional LGBTI+, movimiento que reúne a entidades políticas y religiosas, informó que ha denunciado a Ana Paula Valadão por homofobia, y compara las declaraciones de la pastora con los discursos de Adolf Hitler. “Ana Paula ofende a todo el colectivo LGBTI+ y, principalmente, a la dignidad de las personas que viven con HIV/sida, poniéndolas como responsables de la proliferación de un virus y equiparando de forma vergonzosa, anticuada y delictiva una expresión legítima de amor y cariño con un crimen”, dice la organización.

El pastor Gregory Rodrigues, de 29 años, coordinador de la Alianza en Minas Gerais, observa que la discriminación de género es una conducta predominante entre la comunidad protestante en Brasil. Por otro lado, dice que hay una creciente resistencia por parte de sectores progresistas de diferentes corrientes de la iglesia. “En medio de la ola de conservadurismo, este tipo de pensamientos [como el de los hermanos Valadão] están expresándose sin tapujos. Por fuera, vemos un discurso de amor y aceptación. Pero, a las primeras de cambio, los pastores no dudan en tachar a los miembros de la comunidad LGBT de seres impuros y pecadores.”

Gregory Rodrigues, graduado en Teología e Historia, supo que era gay a los 16 años. Tuvo que enfrentarse al rechazo de su familia y al de la iglesia a la que iba por aquel entonces. Después de que su padre le diera una paliza intentó suicidarse, pero una iglesia inclusiva de Belo Horizonte acabó acogiéndolo. “Me atacaron por defender la idea de que Dios no distingue a las personas por su orientación sexual”, cuenta el pastor, recalcando que los grupos de fieles progresistas no son una exclusividad de los templos inclusivos. “El miedo al infierno es una forma de manipular a la gente. Dentro de las iglesias tradicionales de tinte conservador, también hay gente de mente más abierta. Pero existe una represión de esas ideas por parte de las altas instancias. O, en algunos sitios, la defensa de lo que llamamos ‘inclusión de cabestro’”, afirma.

Según el religioso progresista, ‘inclusión de cabestro’ alude a los movimientos que aceptan a los fieles declarados LGBT siempre y cuando renuncien a su sexualidad y cumplan el voto de castidad. La Iglesia Bautista de Lagoinha, por ejemplo, aunque niegue imponerles esta condición a sus seguidores, mantiene el Movimiento Colores, destinado al público LGBT, que, en los cultos, dan instrucciones sobre cómo “transformarse” y alejarse del “pecado de la homosexualidad”. Otras iglesias operan ministerios más explícitos, que proponen tratamientos espirituales y procesos de conversión conocidos como “curación gay”. Uno de ellos, el Movimiento de exgais de Brasil, apoyado por la ministra de Derechos Humanos y Familia, Damares Alves, busca estrechar lazos con los políticos, en particular con aquellos ligados al presidente Bolsonaro, para legitimar esta práctica.

Contra la “bancada de la Biblia”
En contraparte, varios movimientos de evangélicos progresistas, como Cristianos Contra el Fascismo y Evangélicxs por la Diversidad, articulan candidaturas colectivas en varias ciudades en su intento de plantarle cara al fundamentalismo religioso. Es el caso del grupo de izquierdas que se presentará a las elecciones municipales de Belo Horizonte con el partido Unidad Popular (UP). El objetivo de la candidatura es representar a los evangélicos que no se sienten atendidos por la “bancada de la biblia” y resignificar la idea de cómo se manifiesta la religión en las esferas de poder.

“Somos una minoría [en la iglesia] que no se puede ignorar. Los movimientos de los evangélicos progresistas ya están en prácticamente todas las capitales del país”, dice Jonatas Aredes, uno de los miembros del colectivo, recordando que el frente del progresismo protestante empezó a materializarse en 2016, después de que el bloque evangélico apoyara el 'impeachment' de Dilma Rousseff.

Según una encuesta de Datafolha de abril, el 41% de los evangélicos aprueba el Gobierno de Jair Bolsonaro, quien durante un servicio religioso en la Cámara de Diputados llegó a afirmar que pretendía nombrar a un magistrado “terriblemente evangélico” para el Tribunal Supremo Federal.

Aredes pondera que, aparte de los que rechazan a Bolsonaro, la comunidad evangélica se compone mayoritariamente de mujeres, negros y pobres, que no estarían representados en la bancada religiosa. “Nuestra percepción es la de que los evangélicos no están representados, porque los mandamases de la fe persiguen a las minorías. No podemos seguir aceptando que nuestra fe se asocie al fundamentalismo y a la intolerancia.”

Para el teólogo LGBT, las declaraciones de los hermanos Valadão —que viven en Estados Unidos, manifestaron su apoyo a Bolsonaro en las últimas elecciones presidenciales y no se han disculpado por las ofensas homofóbicas— sintetizan los discursos de otros líderes religiosos que aún consideran la diversidad sexual un comportamiento pecaminoso.

“Los fundamentalistas utilizan la Biblia contra las personas LGBT seleccionando de forma irresponsable media docena de pasajes descontextualizados”, asegura Aredes. “Así, la concepción de pecado se perpetúa en lo que siempre fue: una categoría de juicio, sin ninguna base, que busca justificar la discriminación por parte de un determinado grupo de personas que creen estar haciendo la voluntad de Dios, cuando el pecado, en realidad, es el prejuicio de la iglesia.”

Perdón a las deudas
El lunes de la semana pasada, Bolsonaro vetó parte de un proyecto de ley que pretendía perdonar las deudas de las iglesias, escudándose en que, si sancionase el texto completo, correría el riesgo de sufrir un ‘impeachment’ de acuerdo con la Ley de Responsabilidad Fiscal. No obstante, en redes sociales, el presidente le sugirió al Parlamento que tumbe su propio veto. “Confieso que, si fuera diputado o senador, con motivo del análisis del veto que tendrá lugar de aquí a octubre, votaría para tumbarlo”, escribió. Con la propuesta, las iglesias estarían exentas de la Contribución Social sobre el Beneficio Neto (CSLL, por sus siglas en portugués), así como de las multas por el impago de este tributo, que ascienden a más de 1.000 millones de reales (unos 183 millones de dólares).

Corrientes progresistas de evangélicos se oponen a la concesión de otro beneficio fiscal a las instituciones religiosas que, en Brasil, ya tienen garantizada por ley dicha inmunidad. “Estamos en contra la exención fiscal sobre utilidades y cargas laborales”, afirma Jonatas Aredes, en nombre de la candidatura colectiva de Unidad Popular. “Obispos como Edir Macedo, R.R. Soares y Silas Malafaia son millonarios, no necesitan más beneficios. Ese dinero de las multas hace falta en los presupuestos. El Gobierno recortó a la mitad la renta de emergencia. En esa coyuntura es indefendible perdonar las deudas de iglesias y líderes religiosos.”

El pastor Gregory Rodrigues también critica al presidente por su incoherencia de vetar el perdón de las deudas y, a la vez, recomendar que se tumbe el veto. Cuenta que ya abrió un templo inclusivo en Belo Horizonte, pero que tuvo que cerrarlo por falta de recursos financieros. “No es fácil mantener una iglesia predicando la fe de forma responsable, sin un discurso tan enfático del diezmo”. Gregory ve la exención de los impuestos sobre las ganancias de las iglesias, defendida por el bloque parlamentario evangélico en el Congreso Nacional, como una afrenta a los principios del Estado laico. “Millones de brasileños no pueden trabajar por la pandemia, y mientras el Gobierno se plantea perdonarle 1.000 millones de reales a las iglesias. ¿A cuántas familias se podría ayudar con esa cantidad? La mezcla de militarismo, religiosidad y política es nefasta para el país.”

En la misma línea, el pastor Ricardo Gondim, presidente de la Iglesia Betesda, de inclinación progresista, se posiciona en contra de la medida favorable a las grandes corporaciones evangélicas. A sus 66 años, recuerda que, al revisar los valores de los mandamientos bíblicos que profesaba, se arrepintió “de haber promovido una religión que condena, excluye y prefiere castigar en lugar de comprender”, en referencia a la intolerancia contra los seguidores LGBT. “La iglesia no puede hacer como si los homosexuales no existieran. Jesús los acogería. Nunca le correspondió a los cristianos el rol de reprobar, condenar y hostilizar”, argumenta el pastor, que hoy defiende la separación de Iglesia y Estado y acciones para desmitificar las relaciones homosexuales entre la comunidad evangélica. “Estar en contra de la homofobia es ser cristiano”, dice.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

#libros #trabajosexual | Putas insolentes : la lucha por los derechos de las trabajadoras sexuales

Putas insolentes : la lucha por los derechos de las trabajadoras sexuales / Juno Mac, Molly Smith ; traducción de Ana Useros Martín.

Madrid : Traficantes de Sueños, 2020 [09-23].
330 p.
Serie: Mapas.

/ ES / Libros / Activismo / Prostitución / Trabajo sexual
📘 Ed. impresa: ISBN 9788412125986

[.es] El debate sobre la prostitución está mediáticamente copado por posturas simplistas y criminalizantes que, desde un punto de vista moralista, puritano y excluyente, niegan la palabra a las trabajadoras sexuales y, por lo tanto, impiden cualquier debate que atienda a las complejidades materiales y sociales que atraviesan esta cuestión. En este contexto, este libro resulta doblemente necesario. Justificaría su valor el que lo hayan escrito trabajadoras sexuales y que se base en la labor militante y en la experiencia de los colectivos de trabajadoras sexuales de todo el mundo. Pero su mayor virtud reside en que nunca pierde de vista el eje y la meta sobre la que deben articularse todas las políticas y las discusiones sobre la prostitución: las vidas, los derechos y el bienestar de las personas que se dedican al trabajo sexual.

En este sentido, hablar desde la defensa de la vida y el bienestar de las personas que se dedican al trabajo sexual supone hablar de las realidades que conforman su existencia: sexo, trabajo, pobreza, migración, fronteras, racismo, sexismo, transfobia, así como de las consecuencias que cada uno de los modelos de regulación legal de la prostitución tienen para su supervivencia y su seguridad. Por esta perspectiva poliédrica, compleja y a partir de la experiencia militante, ‘Putas insolentes’ es seguramente la mejor aproximación a la controvertida cuestión del trabajo sexual publicada en castellano.

Juno Mac y Molly Smith son trabajadoras sexuales y activistas en el Sex Worker Advocacy and Resistence Movement (SWARM), literalmente Defensa de la Trabajadora Sexual y Movimiento de Resistencia. SWARM lleva años trabajando en el Reino Unido por los derechos de cualquier persona que venda servicios sexuales y por la descriminalización de ese trabajo.

martes, 22 de septiembre de 2020

#libros #lgtbi #testimonios | No estamos tan bien : nacer, crecer y vivir fuera de la norma en España

No estamos tan bien : nacer, crecer y vivir fuera de la norma en España / Rubén Serrano.
 
Barcelona : Temas de Hoy, 2020 [09-22].
224 p.
Serie: Temas de Hoy.

/ ES / ENS / Libros / Activismo / Interseccionalidad / LGTBI / Testimonios / Visibilidad
📘 Ed. impresa: ISBN 9788499988061 / 17,90 €

[.es] Un gran reportaje sobre la violencia que aún nos acompaña. A Andrés le dieron una paliza a la salida de una discoteca. Salima tuvo que huir de su casa cuando le dijo a sus padres que pensaba en aquella chica como algo más que su amiga. A Sonia los abusos le llegaron desde sus propios compañeros de trabajo. Simon abandonó su país porque besar a su pareja allí era algo impensable. No comparten barrio, ni ciudad, ni orígenes ni empleos. Solo el dolor de saber que hay violencias que llegan a todos los rincones.

De cada uno de esos lugares parte esta gran investigación sobre crecer y vivir siendo queer en la España actual. Desde el colegio a la oficina, del hospital a los juzgados y de la calle a la intimidad del hogar, los protagonistas de este libro ven cómo estos espacios siguen condicionados por un mundo que juzga sus posiciones sobre género, amor y sexualidad.

Rubén Serrano es periodista especializado en cultura, género, LGTBI+ y VIH y la persona que impulsó el movimiento #mequeer en España. Durante semanas, recogió centenares de testimonios de episodios de violencia cotidiana a través de Twitter; una investigación que completa ahora con entrevistas a quienes no encontraron en Internet la vía para denunciar. De sus palabras nace este libro, una cruda prueba de lo que implica vivir fuera de la norma.

#hemeroteca #testimonios | Benjamin Moser: "Susan Sontag predijo nuestro mundo de una forma espantosa"

Imagen: El Mundo / Susan Sontag

Benjamin Moser: "Susan Sontag predijo nuestro mundo de una forma espantosa".

Con acceso a los diarios de la gran intelectual, el biógrafo de la intelectual estadounidense publica su imponente trabajo en España tras ganar el Pulitzer y 10 años de trabajo.
Javier Blánquez | El Mundo, 2020-09-22
https://www.elmundo.es/cultura/literatura/2020/09/22/5f69026e21efa089398b45d4.html 

‘Sontag. Vida y obra’ (Ed. Anagrama) tiene más de 800 páginas, pesa un kilogramo y se presentó el año pasado, en su edición en inglés, con ese halo de autoridad que emiten las semblanzas que aspiran a ser definitivas, tanto es así que ganó el premio Pulitzer de biografía. Pero su autor, Benjamin Moser, indica -y no es una provocación-, que le parece «un libro cortito» para lo que pudiera haber sido, si la prudencia -y la paciencia del lector- no le hubieran impuesto límites.

Y es que nunca antes se le había permitido a un investigador acceder a la totalidad de las fuentes primarias de Susan Sontag -entre ellas, los 100 volúmenes de sus diarios, casi todos inéditos-, ni entrevistar a tantas personas que conocieron a «la reina coronada de nuestra cultura». Tras una década de trabajo, Moser ha conseguido dar con una síntesis explosiva de una vida no menos abrumadora en la que Sontag aparece con todas su luces intelectuales y sus miserias personales.

Susan Sontag no puede resumirse a una idea, era tan desbordante como inspiradora, y tan corrosiva como errática. Fue una estrella en vida, una polemista feroz y, a día de hoy, más de 15 años después de su muerte, una figura intelectual que aún irradia influencia. «Predijo nuestro mundo de manera espantosa», explica Moser. «Yo me dije que nunca más haría una biografía después de la que escribí sobre Clarice Lispector [‘Por qué este mundo’, editada por Siruela], pero cuando me hicieron la propuesta y vi el nombre de Sontag... Era como un sueño».

La primera biografía oficial de Susan Sontag era un caramelo porque todavía sigue siendo recordada, citada, odiada y admirada en los círculos intelectuales más nobles. Hoy, más incluso que cuando estaba en la cúspide de su fama -cuando avasallaba con su cultura desbordante a los popes de las universidades por las que pasó y los críticos literarios de la posguerra-, Sontag es un referente para articular un comentario sobre la cultura de nuestro tiempo: las tesis del feminismo, el rechazo de la masa al principio de autoridad, la degradación del debate público mediante las redes sociales, la ausencia de un centro moral en la posmodernidad fragmentada.

«En la actualidad», señala Moser, «no hay una figura como ella, capaz de decir tantas cosas importantes sobre tantos asuntos esenciales y para tanta gente». Fue, en su opinión, la guardiana de una idea hoy en crisis: la legitimidad de un canon de obras de arte y pensamiento que nos expliquen quiénes somos y cuáles son los cimientos de nuestra civilización, todo ello sin dejar de comprometerse nunca con un firme pensamiento progresista y humanista centrado en conceptos como «la igualdad entre hombre y mujer, la tolerancia religiosa, el valor de la palabra, de la investigación científica y de la vida». De ahí sus textos sobre el dolor, la enfermedad, el liberalismo y la guerra.

En su biografía, Moser narra la vida de Sontag de manera cronológica y construye una imagen poliédrica -amén de caótica- de la intelectual que mejor reflexionó sobre la fotografía y la idea de alta cultura. En sus primeros años se dieron varias circunstancias importantes: creció sin un padre, estaba enfrentada a su madre frívola y se refugió en los libros. A los 14 años había devorado colecciones de clásicos y había leído más que su profesora de literatura. Esto incrustó en ella la idea de que el canon era algo serio, el cimiento de una idea noble para escalar en cotas de progreso e inteligencia.

«Hay un hecho interesante en su vida», indica Moser. «Tuvo alguna clase de relación con todas las personas clave de la cultura de su tiempo. Conoció a Thomas Mann de adolescente en Los Ángeles, a Sartre cuando vivió en Francia, a Bergman cuando fue a Suecia...». Todas esas mentes explicaban el mundo a través de la alta cultura y sus ramales: la política, la ciencia...

Sontag aspiraba a lo mismo y saltó un muro por entonces casi infranqueable, el que obstaculizaba el paso, en los 60, de las mujeres al mundo académico y editorial. Con menos de 30 años ya daba clases en Columbia, escribía en revistas como ‘Partisan Review’ o ‘New York Review of Books’, y se convirtió en una estrella -expresión que su biógrafo cree pertinente- con su ensayo ‘Notas sobre lo camp'.

Moser equipara a Sontag con las grandes divas de su tiempo: Jackie Kennedy, Maria Callas... Era ese perfil de personaje público, de un atractivo magnético, de una gran autoridad que intimidaba, de una modernidad que todavía hoy colea. Y, como todas las divas, tenía sus aspectos geniales y todo tipo de ángulos espinosos en su personalidad que configuran la parte negativa de cómo se le percibía en sus años gloriosos.

Moser no ha querido escribir una hagiografía de Susan Sontag, sino un retrato ponderado en el que también se da cuenta de su dificultad para devolver el amor que le dedicó su última pareja estable, la fotógrafa Annie Leibovitz, su rol controlador y traumatizante como madre de su hijo David, que tuvo a los 19 años con el profesor Philip Rieff durante un matrimonio fallido, o su dependencia durante años del tabaco y las anfetaminas. Por no hablar de su pobre higiene personal y su cobardía para salir públicamente del armario y luchar en favor de los derechos de gais y lesbianas.

Sin embargo, muchos de sus escritos transformaron el mundo. ‘Sobre la fotografía’ y ‘Contra la interpretación’ ayudaron a elevar el arte gay, la imagen fija y el cine al estatus de alta cultura -«en una época en la que la alta cultura era Dante o Shakespeare, pero no Godard»-, y sobre todo se convirtió en una interlocutora atendida por la clase media que, aun sin una fuerte formación cultural, tenía la aspiración de crecer en referentes y encontraba en Sontag una presencia carismática que frecuentaba fiestas y óperas -de ahí su estatus de estrella y diva-, además de una divulgadora que también iba a la guerra del Vietnam o asistía a la caída in situ del muro de Berlín.

El interés por Sontag se mantiene porque sus logros se han fortalecido -«ahora las mujeres están en todo el ámbito intelectual, antes era ella sola»-, a la vez que sus miedos, sobre todo la pérdida de autoridad de nuestra tradición cultural para otorgar un marco moral al mundo, se van haciendo realidad cuando las masas hablan sin formación, se extiende la mentira y se degrada el debate público. Por eso, las 800 páginas de Moser, que con otras vidas serían una extensión suficiente para agotarlas, en este caso sólo rascan la superficie de una mujer genial, caótica, actualísima e irrepetible.

lunes, 21 de septiembre de 2020

#hemeroteca #homosexualidad #literatura | Emilio y Octubre

Emilio y Octubre / David Uclés.

Madrid : Dos Bigotes, 2020 [09-21].
384 p.

/ ES / NOV / Literatura / Homosexualidad / Homosexualidad y literatura / Relaciones amorosas
📘 Ed. impresa: ISBN 9788412109177 / 19,95 €
Cita APA-7: Uclés, David (2020). Emilio y Octubre. Dos Bigotes.

[.es] Emilio recuerda cómo entrevió a través de la piel translúcida de la barriga de su madre la réplica de Murillo que colgaba en el hospital madrileño donde nació. Se pregunta, desde dentro de un lienzo de Magritte, por qué al final del hilo rojo que ataron a su dedo meñique tras nacer leyó entonces el nombre de un mes. Octubre desconoce de dónde viene su nombre; nosotros tampoco lo sabremos. Recuerda aquel primer amor al que besó debajo de las faldas de una menina del Prado. Se pregunta dónde estará ahora, mientras bucea bajo las aguas de la laguna Estigia de Patinir. Hasta que los dos puedan llegar a amarse, planearán sombras de pájaros decolorados, surgirán lágrimas de témpera de unos ojos cosidos, se tendrá que sujetar el cielo con vigas; Europa se secará; tragará la tierra a un hombre moribundo, habrá quien atraviese corriendo un continente sin detenerse y hasta quien se meta en el sueño de otra persona a través de una bombilla. Esta es la historia de amor de Emilio y Octubre, narrada desde el nacimiento de uno hasta la muerte del otro, en un futuro cercano en el que nos introduciremos en las pinturas tridimensionalizadas de los museos y viajaremos por toda Europa.

👤 David Uclés (Úbeda, 1990) es escritor, músico, dibujante y traductor. Cursó sus estudios lingüísticos en cinco universidades europeas y ha trabajado en Alemania y Francia como profesor de español, alemán e inglés. También ha vivido en Inglaterra y varios años en Galicia. Actualmente vive entre Madrid y París. En 2019 recibió el Premio Complutense de Literatura en la modalidad de narrativa por su novela ‘El llanto del león’. ‘Emilio y Octubre’ (Dos Bigotes, 2020) es su primera incursión en realismo mágico. También ha escrito para la revista ‘ACTÚA ‘el relato ‘De Madrid al suelo’. Como músico, compone al arpa, al piano y a la guitarra; ha realizado la música de varias obras de teatro, documentales y exposiciones (Tabacalera, Centro Pompidou de París, LesGaiCineMad). Su trabajo musical se encuentra en las plataformas digitales.

#libros #feminismo #negritud | ¿Acaso no soy yo una mujer? : mujeres negras y feminismo

¿Acaso no soy yo una mujer? : mujeres negras y feminismo / bell hooks ; traducción de Gemma Deza Guil.

Bilbao : Consonni, 2020 [09-21].
280 p. 
/ ES / EN* / Libros / Feminismo / Interseccionalidad / Mujeres negras / Negritud / Racismo / Sexismo 
📘 Ed. impresa: ISBN 9788416205561 / 22,50 €

[.es] Esta es una de las primeras grandes obras de la escritora y activista bell hooks. Publicada originalmente en 1981, ha ido ganando reconocimiento como un trabajo influyente en el pensamiento feminista. Este ensayo clásico se traduce ahora por primera vez al español. En él se examina la opresión que las mujeres negras han sufrido y siguen sufriendo desde el siglo XVII hasta la actualidad. En ‘¿Acaso no soy yo una mujer?’ hooks explora varios temas recurrentes en su trabajo posterior: el impacto histórico del sexismo y el racismo en las mujeres negras, los roles de los medios de comunicación y del sistema educativo en la representación de la mujer negra, la idea de un patriarcado capitalista-supremacista blanco y el desprecio por cuestiones de raza y clase dentro del feminismo. hooks insiste en que las luchas por poner fin al racismo y al sexismo están entrecruzadas y enfoca su escritura en la interseccionalidad de raza, capitalismo y género. A partir de la publicación de este libro, hooks se ha convertido en una eminente pensadora política y crítica cultural que inicia su reflexión desde su firma: bell hooks es una combinación de los nombres y apellidos de su madre y su abuela escritos en minúscula, según ella, porque mayúsculas deben ser las ideas, criticando así la costumbre capitalista de sobrevalorar los nombres propios.

bell hooks es una escritora, feminista y activista que trata en sus escritos aspectos de raza, clase social y género. Abanderada de la interseccionalidad, es autora de numerosos clásicos feministas y en 2014 se fundó el ‘bell hooks institute’ en su honor. Entre sus libros destacan: ‘Feminist Theory’ (Pluto, 2000), ‘El feminismo es para todo el mundo’ (Traficantes de Sueños, 2000), ‘Talking Bac’k (Routledge, 2014) y ‘Breaking Bread’ (Routledge, 2016). En la actualidad ejerce como profesora de lengua inglesa en el City College de la City University of New York.

domingo, 20 de septiembre de 2020

#hemeroteca #inmemoriam | Adiós a la jueza Ruth Bader Ginsburg, icono de las nuevas generaciones

Imagen: El País / Ruth Bader Ginsburg
Adiós a la jueza Ruth Bader Ginsburg, icono de las nuevas generaciones.
La legendaria magistrada del Tribunal Supremo estadounidense, un símbolo feminista global, falleció el viernes, a los 87 años, tras haber luchado todas las luchas justas de los derechos civiles.
Amanda Mars | El País, 2020-09-20
https://elpais.com/internacional/2020-09-19/ginsburg-icono-de-las-nuevas-generaciones.html

La juez del Tribunal Supremo estadounidense Ruth Bader Ginsburg, figura capital en la lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, falleció este viernes a los 87 años. Pionera y jurista de leyenda, Ginsburg luchó todas las luchas justas de los derechos civiles desde mediados del siglo XX, como estudiante, como abogada y como magistrada. Los pleitos de discriminación que ganó ante los tribunales marcaron puntos de inflexión en las conquistas laborales y sociales, y sus votos y argumentos como miembro de la máxima autoridad judicial han ayudado a construir el cuerpo legal de los avances feministas de las últimas tres décadas.

En un país en el que el Supremo moldea el destino de la sociedad a golpe de sentencias, ella se había erigido en un ídolo progresista, una heroína juvenil, convertida siendo anciana en un sorprendente icono pop, del que se hacían camisetas y disfraces en Halloween. Fue la segunda mujer en llegar al alto tribunal, en 1993, nominada por el entonces presidente, Bill Clinton, y siguió en activo hasta el último momento, atendiendo las argumentaciones orales —que se realizaron por teléfono, debido a la pandemia— desde su cama de hospital.

Formaba parte de la minoría progresista del estrado (de cuatro jueces, frente a cinco considerados conservadores) y quiso vivir mucho, todo lo posible, obstinada en que un presidente distinto de Donald Trump escogiese a su reemplazo. El cáncer pancreático que padecía acabó imponiendo su ley.

Menuda, de aspecto frágil y efigie inconfundible —gafas, cabello peinado hacia atrás, recogido en una coleta baja— su figura llamaba la atención en las audiencias del Supremo, que solo se pueden seguir en persona y son largas batallas dialécticas, a medio camino entre la discusión técnica y el debate sofista. Este periódico estuvo en la exposición del último gran caso sobre derechos civiles de la vida de Ginsburg, el 9 de octubre de 2019. La sesión giraba en torno a Aimeé Stephens, despedida tras comunicar su condición de mujer transgénero, y a otros dos hombres que perdieron su empleo por su condición homosexual. La cuestión de fondo que los jueces debían decidir estribaba en si la ley de Derechos Civiles de 1964, que prohíbe la discriminación de los trabajadores por motivo de raza, sexo o religión, también cubría la orientación sexual y el cambio de sexo.

“Nadie pensó nunca que el acoso sexual cubriese la discriminación sobre la base del sexo en 1964. No se puso así sobre la mesa hasta un libro que se publicó a mediados de los setenta. Y ahora decimos que, por supuesto, acosar a alguien, someter a alguien a unas condiciones de empleo que serían diferentes de ser hombre, es discriminación de sexo”, replicó la juez al procurador general del Gobierno, Noel J. Francisco, que actuaba contra los despedidos y con quien ella, ya muy enferma y con un hilillo de voz, protagonizó aquel día un memorable toma y daca.

La juez Ginsburg había sufrido esa discriminación, sobre la base del sexo, en su propia piel desde el inicio de su vida pero, lejos de sucumbir, se volcó en estudiarla. Aunque tal vez la primera gran acción feminista de su vida, radical y determinante, fue enamorarse de un hombre de una pieza, un joven estudiante de Derecho llamado Martin Ginsburg, que la apoyó y consideró como una igual desde el principio y la siguió en su carrera en Washington, cuando el presidente Jimmy Carter la hizo juez federal, con la misma naturalidad que ella se había dedicado a él años antes.

Ruth Bader nació en Brooklyn, Nueva York, el 15 de marzo de 1933, en el seno de una familia de comerciantes modestos, que regentaban una tienda de sombreros y peletería. Creció como hija única, ya que su hermana mayor murió de meningitis a los seis años, cuando Ruth apenas era un bebé, y perdió a su madre a los 17 años, justo antes de acabar el instituto. Estudiante brillante, logró una beca para empezar sus estudios en la Universidad de Cornell, donde conoció a Martin. “Fue el primer chico que conocí al que le importaba que yo tuviera cerebro”, contó ella años después. Se casaron nada más graduarse, en 1954, y después se matricularon juntos en Harvard.

Ginsburg era allí una rareza, una de las nueve mujeres entre los más de 500 alumnos varones de aquel curso. Solo a ellas el entonces decano las convocó a una cena y les hizo explicar, una por una, por qué consideraban que debían estar en el lugar que podría ocupar un hombre. En su segundo año, se colocó entre los 25 mejores estudiantes. En el tercero, cuando ya era padre de la primera de sus dos hijos, Martin fue diagnosticado de cáncer testicular, así que Ruth seguía sus propias clases, cuidaba de la casa y de la niña y, por las noches, mecanografiaba los apuntes que le pasaban los compañeros de él.

Martin, un año mayor, se graduó a tiempo pese a la enfermedad y, cuando recibió una oferta de trabajo en Nueva York, se mudaron juntos. Ruth acabó Derecho en la Universidad de Columbia con un expediente de oro, pero ni un solo despacho de abogados de la ciudad le dio trabajo, así que comenzó a dar clases en la universidad. En los setenta la gran organización de derechos civiles de Estados Unidos (ACLU, en sus siglas en inglés) la fichó y desde allí defendió y ganó casos trascendentales.

En 1973, por ejemplo, llevó hasta el Supremo —entonces formado solo por hombres— el caso de la teniente Sharon Frontiero, que se había visto privada junto a su marido de los subsidios a la vivienda que sus compañeros y esposas recibían de forma automática. Ganó y acabó con el doble rasero de las ayudas del Ejército. En 1975, mostró como la discriminación sexual no solo era nociva para las mujeres, sino también para los hombres, por la demanda del joven viudo Stephen Wiesenfeld. Cuando Wiesenfeld pidió ayudas a la Seguridad Social para criar a su bebé, se las negaron porque estaban destinadas solo a mujeres. También el Supremo le dio la razón y cambió la historia.

Era una ferviente defensora del derecho al aborto, pero rechazaba la lógica argumental que el Supremo usó para decidir su constitucionalidad en todo el país (el famoso caso Roe contra Wade, en 1973), no basada en la idea de igualdad entre sexos. Su distancia de aquel caso le supuso algunas críticas de los flancos más progresistas del país cuando fue nominada como juez del alto tribunal. Con todo, en un tiempo muy distinto del actual, de otra altura política, Ginsburg salió confirmada por el Senado por una abrumadora mayoría bipartita, de 96 votos a favor por tres en contra. La primera mujer en llegar al órgano, Sandra D. O’Connor, en 1981, había sido confirmada por unanimidad.

El libro Hermanas de ley, de Linda Hirshman, repasa el trabajo que ambas llevaron a cabo juntas pese a proceder de galaxias aparentemente lejanas: una era neoyorquina y la otra procedía de la rural Arizona; una era judía y la otra de la iglesia episcopal, una era progresista y la otra conservadora moderada. Ante su primer gran caso por discriminación ya como juez del Supremo, en 1996, Ginsburg se valió de la base legal sentada años atrás por O’Connor. Una joven demandó poder entrar en la prestigiosa escuela militar de Virginia, hasta entonces reservada solo para hombres. Ginsburg argumentó que todas las mujeres que cumplieran los requisitos tenían derecho a asistir, sobre la misma base que en 1982 su colega opinó que la escuela de enfermería de Mississippi no podía vetar a hombres basándose en estereotipos arcaicos. De nuevo, mostraron cómo los sesgos no dejaban víctimas solo en el lado de las mujeres.

El giro conservador que dio el tribunal a partir de la Administración de George W. Bush resaltó el protagonismo de sus opiniones, a menudo disidentes, y escritas con un lenguaje sencillo, directo. Una vez contó que, cuando sabía que iba a oponerse a la mayoría, se ponía un collar colorido muy específico, que, en pleno boom de su popularidad, se hizo famoso conocido como el “collar de la disidencia” y llevó a la cadena de ropa Banana Republic a lanzar un diseño similar.

Empezaron a surgir libros, documentales y sus fans comenzaron a llamarla “Notorious R.B.G.”, en un guiño al rapero Notorious B.I.G. Pese a su disidencia, la serenidad caracterizaba sus intervenciones. Ella solía recordar el consejo de su madre: “Sé una dama y sé independiente”. En la campaña electoral de 2016 rompió una ley sagrada para un juez del Supremo y se pronunció contra Trump, tachándolo de “fraude”.

Con la ola feminista del Me Too, la fiebre por la juez Ginsburg cobró fuerza. Amante de la ópera, recibía una ovación cada vez que pisaba el Kennedy Center de Washington. Incluso llegó a aparecer en escena en alguna ocasión, interpretando un texto hablado. Un acompañante habitual fue el magistrado conservador Antonin Scalia, también fallecido, con quien mantuvo una fraternal amistad. Su esposo, Martin, falleció en 2010 por cáncer. Ella recordaba con adoración cómo su esposo se había hecho cargo de la familia durante esas largas jornadas que significaban su trabajo en Washington.

La salud de la juez se fue quebrando con los años, fue tratada cuatro veces por cáncer, y sufrió caídas con fracturas de huesos. En cada percance, a la mitad de Estados Unidos se le encogía el corazón, ya que los jueces del Supremo ocupan cargos vitalicios y, si Trump podía nominar a otro juez (ya lleva dos), consolidaría el giro conservador del alto tribunal por muchos años. Ella prometió que no se retiraría.

El viernes por la noche, centenares de personas se congregaron de forma espontánea ante el Supremo a rendir homenaje a la magistrada. Aimee Stephens, la mujer transgénero para la que luchó unas de sus últimas luchas justas también murió este 2020, en mayo. No pudo ver que cuatro semanas más tarde, el Supremo le iba a dar la razón gracias, entre otros, al esperado voto de Ruth Bader Ginsburg.