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jueves, 20 de marzo de 2025

#hemeroteca #feminismo #universidades | La Universidad de Jaén acoge el X Encuentro de la Plataforma Universitaria de Estudios Feministas y de Género

Acto inaugural del X Encuentro de la Plataforma Universitaria de Estudios Feministas y de Género //

La Universidad de Jaén acoge el X Encuentro de la Plataforma Universitaria de Estudios Feministas y de Género

El Rector apunta en su apertura a la necesidad de impulsar la formación en igualdad y en estudios de género en las universidades, tanto en los grados como en los postgrados, especialmente en los destinados a la formación docente. Esta plataforma aglutina a más de 50 institutos, centros, seminarios o cátedras de estudios de género en España, constituyéndose como un organismo representante de los estudios feministas y de género universitarios
Diario Digital de la UJA, 2025-03-20
https://diariodigital.ujaen.es/institucional/la-universidad-de-jaen-acoge-el-x-encuentro-de-la-plataforma-universitaria-de 

La Universidad de Jaén ha acogido este jueves el X Encuentro de la Plataforma Universitaria de Estudios Feministas y de Género, celebrado bajo el lema ‘La coeducación en el sistema educativo actual: su contribución a la igualdad entre hombres y mujeres’, organizado por Eufem y el Seminario ‘Mujer, Ciencia y Sociedad’ de la UJA, con la colaboración del Vicerrectorado de Igualdad, Diversidad y Responsabilidad Social.

La inauguración del encuentro ha corrido a cargo del Rector de la UJA, Nicolás Ruiz, que ha remarcado que una de las misiones de cualquier universidad pública es perseverar en la construcción de un mundo más justo e igualitario, a través de la formación, la investigación, la comunicación y la divulgación. “Queremos que la Universidad de Jaén esté en la vanguardia de la defensa de la igualdad. Es nuestro compromiso, pero, sobre todo, es nuestra obligación, como personas universitarias con vocación de servicio público”, ha declarado Nicolás Ruiz. En este sentido, ha indicado que, aunque se ha avanzado mucho en los últimos años, “todavía tenemos muchas tareas pendientes”. “En la UJA, estamos convencidos de la necesidad de implementar medidas para incorporar la perspectiva de género en las acciones institucionales de gobernanza” ha apuntado el Rector, haciendo referencia, como ejemplo, a la elaboración de una guía de lenguaje no sexista, puesta al servicio de toda la comunidad universitaria de la UJA, que ofrece pautas, orientaciones y ejemplos para utilizar un lenguaje inclusivo e igualitario. “Tenemos que impulsar la formación en igualdad y en estudios de género en las universidades, tanto en los grados como, especialmente, en los postgrados, muy especialmente los destinados a la formación docente. Esos encuadres siempre son necesarios, porque nos enriquecen a todos y a todas, nos hacen mejores”, ha afirmado.

Además, el acto inaugural ha contado con las intervenciones de la Secretaria del Seminario Mujer, Ciencia y Sociedad de la UJA, Alba de la Cruz Redondo, la presidenta de EUFEM, Rosa San Segundo Manuel (Universidad Carlos III), la directora de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), la catedrática Pilar Paneque Salgado, y la delegada de la presidencia de CRUE para Políticas de Igualdad y Rectora de la Universitat Pompeu Fabra, Laia de Nadal Clanchet.

La Plataforma Universitaria de Estudios Feministas y de Género (EUFEM), fue constituida en 2016 y aglutina a más de 50 institutos, centros, seminarios o cátedras de estudios de género en España, constituyéndose como un organismo representante de los estudios feministas y de género universitarios. En este sentido, la plataforma tiene representación en la Mesa de Género y Universidades, y en el Observatorio Mujeres, Ciencia e Innovación, del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, entre otras entidades.

La celebración de este encuentro se enmarca en la Programación UJA 8M ‘Igualdad, diversidad y empoderamiento de mujeres y niñas’ impulsada desde el Vicerrectorado de Igualdad, Diversidad y Responsabilidad Social de la Universidad de Jaén para conmemorar el Día Internacional de las Mujeres.

miércoles, 31 de enero de 2024

#libros #queer | El pensamiento heterosexual : y otros ensayos

El pensamiento heterosexual : y otros ensayos / Monique Wittig ; traducción de Javier Sáez y Paco Vidarte.

Barcelona: Paidós, 2024 [01-31].
168 p.
Serie: Contextos.

/ ES / Libros / ENS / Estudios de género / Feminismo / Heteronorma / Lesbianismo / Queer

📘 Ed. impresa: ISBN 9788449341922
📝 Cita APA-7: Wittig, Monique (2024). El pensamiento heterosexual : y otros ensayos. Paidós.


El pensamiento heterosexual de Monique Wittig, activista lesbiana y feminista, es una obra referente de la teoría queer que revolucionó el campo de los estudios feministas desde su publicación. A través de nueve ensayos, Monique Wittig propone enfocar desde una perspectiva de género todas aquellas cuestiones fundamentales para la construcción de la ideología del mundo moderno: el orden social, la lucha de clases, las estructuras de poder o el lenguaje. La autora quiere diferenciar el concepto de «la mujer» como mito impuesto por la opresión y «las mujeres» como clase producto de las relaciones sociales. Wittig rechaza la heterosexualidad como una orientación o práctica sexual y la presenta como un régimen político fundamentado en la sumisión y apropiación de las mujeres. La autora defiende que la mujer es una persona social, política e ideológica que puede escapar de la heteronormatividad y presenta la figura de la lesbiana como esclava prófuga del sistema heterosexual exclusivo, ya que no necesita el otro término de la oposición binaria. ‘El pensamiento heterosexual’ es una obra clásica del pensamiento feminista: precursora de la teoría queer, hoy en día sigue siendo indispensable para profundizar en los estudios de género.

miércoles, 26 de febrero de 2020

#hemeroteca #feminismo #politica | Beatriz Gimeno: “El feminismo tiene que ser capaz de centrarse en los grandes consensos”

Imagen: El Salto / Beatriz Gimeno
Beatriz Gimeno: “El feminismo tiene que ser capaz de centrarse en los grandes consensos”.
Ha sido diputada en la Asamblea de Madrid y presidenta de la FELGTB. El pasado 31 de enero, tomó posesión de su cargo como directora del Instituto de la Mujer, que quiere llevar al centro de Madrid y convertir en un ‘think-tank’ feminista.
Patricia Reguero | El Salto, 2020-02-26
https://www.elsaltodiario.com/feminismos/beatriz-gimeno-entrevista-directira-instituto-igualdad

“No me sorprende recibir críticas por mis posturas y, además, he dicho tanto y he escrito tanto que no puedo desdecirme, ni querría hacerlo”, explica Beatriz Gimeno a El Salto. Gimeno habla sobre prostitución desde la postura abolicionista que siempre ha defendido y se expresa con claridad sobre el uso del término “personas gestantes” o a favor de una Ley Trans. Ha sido diputada en la Asamblea de Madrid, presidenta de la FELGTB y es autora de ensayos sobre lactancia, prostitución y sexualidad. El pasado 31 de enero tomó posesión de su cargo como directora del Instituto de Igualdad, dependiente del Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero.

Gimeno fue, además, una de las pocas personas con cargos públicos en Podemos que habló en favor de las madres de Infancia Libre, la asociación de madres a la que la Policía investigó por constituir una trama criminal, argumento que desechó un informe de la Fiscalía Provincial de Madrid. “Recibí a las madres de Infancia Libre como diputada y volvería a hacerlo en mi nuevo cargo”, asegura.

Entre sus planes como directora del Instituto de la Mujer está devolver este organismo al lugar que ocupó alguna vez: uno desde el que servir de escuela de pensamiento feminista que permee las políticas públicas. El plan para poner en el centro el Instituto pasa también por cambiarlo de ubicación y de nombre.

En el acto de toma de posesión me llamó la atención que Irene Montero, al darte la bienvenida, habló de sus “discrepancias” contigo. ¿En qué discrepas con la ministra?
Concretamente no lo sé, no lo hemos hablado. Supongo que será más de una, porque somos de dos generaciones distintas y ya he aprendido que en el feminismo funciona mucho una cuestión generacional. Creo que explícitamente se puede referir al tema de la lactancia materna, porque yo escribí un libro que ella leyó cuando estaba embarazada y me escribió una nota muy elogiosa de mi libro diciendo que le había gustado mucho, pero que discrepaba en algunas cuestiones; seguramente era un guiño y se refería a eso.

Allí Montero pidió una “alianza feminista” para hacer frente a esta legislatura. ¿Es posible en el contexto actual esa alianza total?
Tiene que ser posible. Quizá no con todo el movimiento, pero sí con la inmensa mayoría. Tiene que ser posible porque lo que está enfrente es una extrema derecha internacional centrada en recortar derechos a las mujeres y en hacer un discurso antifeminista y claramente misógino. En este momento, el feminismo tiene que ser capaz de centrarse en los grandes consensos. Parece, muchas veces, que centrarse los consensos quiere decir olvidar lo que no lo es: no. Quiere decir que hagamos alianzas en lo que se refiere a los consensos y que sigamos trabajando cada una lo que no es objeto de consenso, tanto en el movimiento como en las instituciones... Tiene que ser posible por lo menos con la gran parte, porque nos estamos jugando mucho y todo lo que no sea fortalecerse ahora y avanzar puede significar un retroceso a corto plazo.

Empieza a parecer un mantra vacío esto de “que vienen los malos”. ¿Por qué tenemos que tener miedo las mujeres a la extrema derecha?
Por todo. Primero, porque intentarán si gobiernan, y así ocurre allá donde lo hacen, recortar derechos y ayudas necesarias. Estamos viendo en Murcia el pin parental, estamos viendo la dificultad de impartir en las escuelas educación afectiva y sexual, coeducación en igualdad de género... cosas que creo que son muy graves. Eso es aquí, pero cuando gobernaron intentaron recortar al derecho al aborto.

Luego, porque eso que se llama “guerras culturales” a veces se desliga de las “guerras materiales”, entre comillas, como si fueran menos importantes. Sabemos que no: la hegemonía cultural muchas veces tiene que ver con la materialidad de la vida. Cuando una visión se convierte en hegemónica, eso no es meramente cultural: eso es material y tiene que ver con derechos y con dónde pones el foco de las políticas. Y, entonces, creo que las políticas de la extrema derecha, además de esa supuesta guerra cultural —que yo no creo que sea cultural— perjudican mucho la vida en general y las mujeres especialmente. Eso lo sabemos. Sabemos que el neoliberalismo dificulta a todo el mundo, pero la vida de las mujeres la hace mucho más difícil.

En el acto de toma se posesión se lanzaron guiños al movimiento feminista. ¿No entra en tensión el movimiento con las instituciones?
Sí entran en tensión, pero tampoco lo conozco porque yo llevo unas semanas en la institución y es la primera vez en mi vida que estoy en las instituciones. Todavía no he tomado plena consciencia de la enorme diferencia entre ser movimiento y estar en las instituciones. Supongo que en las instituciones lo que te encuentras son límites constantemente.

El movimiento feminista y el movimiento LGTB pueden pedir y pedir y luchar por ello sabiendo que las instituciones te van a poner límites, y por tanto creo que en el movimiento tienes que llevar siempre propuestas de máximos, porque ya vendrán las instituciones a recortar. Y ahora me toca estar aquí, recortando las peticiones y poniendo límites. Llevo muy poco tiempo y creo que sí que chocan, pero esto es así no solo con el movimiento feminista sino con todos los movimientos. Esto en Podemos lo estamos experimentando todos y todas desde que entramos en el Gobierno y en las instituciones.

¿Entrar en política para asumir límites no es un poco frustrante?
Estos límites los asumo ahora aquí, pero ya los asumía en la Asamblea de Madrid y supongo que mis compañeros y compañeras en todos los parlamentos. Es frustrante, pero al mismo tiempo también se da la posibilidad de hacer algo. Así que, por una parte, es frustrante pero por otra parte es lo contrario, porque puedes hacer algo realmente aunque no sea todo lo que querías. Tiene una parte de ilusión.

Una fácil: ¿para qué sirve el Instituto de la Mujer y la Igualdad de Oportunidad?
Pues no es tan fácil, yo misma me he sorprendido de la cantidad de cosas que hace, muchas muy desconocidas. La parte que más me interesa —aunque no es que lo otro no me interese— es la que tiene que ver con el conocimiento. Queremos hacer una escuela de pensamiento feminista, queremos hacer algo parecido a un think-tank feminista. Queremos estar presentes en los cursos de verano. Queremos que el Instituto se convierta en un centro de debate y que los debates que se dan dentro del movimiento feminista se puedan dar también aquí contando con medios. Queremos que los estudios feministas se introduzcan como un área de conocimiento dentro de la universidad para blindar los estudios de género, colaborar con los másters, dar becas... Me gustaría ser quién desarrollara todo esto en este mandato.

“El Instituto estaba muy dejado de la mano de Dios”, y no lo digo yo, son tus palabras en una entrevista en El Diario.
Y luego dije “y del PP”.

Estaba dejado, entonces. ¿Por qué crees que estaba en esa situación y cómo se lo coloca en el lugar que quieres que ocupe?
Está dejado de la mano del PP porque el PP siempre quiso quitarle importancia al Instituto, al feminismo y a la igualdad. Era muy grande como para acabar con él y fue quitando competencias y, sobre todo, presupuesto, con lo cual quedó muy flaquito, aunque con mucha actividad. Es verdad que hacemos muchas cosas, pero a veces cosas muy pequeñas que no tienen suficiente visibilidad, porque el Instituto ha perdido la capacidad de hacer cosas grandes que sean propias del Instituto: una escuela de pensamiento feminista propia, unos cursos o unas jornadas que sean propias y que sean grandes. [El PP] no quería trabajar en feminismo porque lo que le interesaba era trabajar en “igualdad de oportunidades”, que es como los liberales llaman a la igualdad por arriba y no por abajo. De hecho, el PP cambió el nombre al Instituto de la Mujer y añadió “y de la igualdad de oportunidades”, que es redundante. El PP lo dejó y nosotros queremos devolverlo donde creemos que siempre debió estar.

Está en los planes cambiar el nombre y la ubicación. ¿Qué nombre? ¿Dónde?
Seguramente sea “Instituto de las Mujeres” pero está por decidir y, en cuanto la ubicación, creemos que hay que sacarlo de Condesa de Venadito, que es el lugar donde lo llevó el PP, un lugar aislado que no tiene buena comunicación por lo que es difícil que sea accesible. Hay que buscarle un sitio céntrico, que es lo que estamos intentando y algo que ya intentó Soledad Murillo en la anterior legislatura. Es uno de los objetivos que creemos y que debe tener cualquiera que queda reflotar la importancia al Instituto.

Hablas de “mujeres” en plural... ¿Quién es el sujeto del feminismo?
Yo creo que las mujeres, y eso incluye desde luego a las mujeres trans y tampoco es un tema que a mí me resulte muy conflictivo. Si preguntas a la gente en la calle “quién es el sujeto del feminismo”, creo que la mayoría de la gente entiende que serían las mujeres. Es una discusión que me parece muy académica y un poco interesada. Desde el punto de vista académico, claro que se puede debatir: el sujeto del feminismo no ha dejado de ampliarse desde el siglo XIX con la introducción de lesbianas, de mujeres trans, de mujeres racializadas. Entonces, es una cuestión académica que puede ser muy interesante y se puede debatir, pero también creo que la calle la gente entiende que son las mujeres y desde luego las mujeres trans. No me parece tan complicado.

Dices que es un debate académico, pero a mí me parece que no solo. Las primeras críticas que he escuchado contra ti vienen de feministas que te cuestionan precisamente por esto. ¿Te sorprende?
No, sorprenderme no me sorprende. En el feminismo hay debates muy profundos, los ha habido siempre. Si miramos a los años 60, había un enorme debate dentro del feminismo de la igualdad y de la diferencia que era también muy brutal en el sentido de que, a veces, se defendían posiciones absolutamente antagónicas. Cuando esas cesuras se han ido limando, han aparecido nuevos debates que todos y todas, sobre todo todas, conocemos. No me sorprende, creo que es un debate puramente académico en gran parte basado en la ignorancia. Por ejemplo, se critica una Ley Trans cuyo texto definitivo aún no se ha presentado y que se ha dicho que se va a corregir. Muchas veces se critican cosas que no existen en las leyes.

No, no me sorprende. Yo recibo críticas por mis posturas. Tengo posturas muy definidas y he escrito tanto y he dicho tanto que no puedo desdecirme —ni querría hacerlo— y recibo críticas por mi postura con respecto a la prostitución, o respecto los vientres de alquiler, o a mi militancia LGTB, o las mujeres trans. Yo el feminismo no lo entiendo si no es transinclusivo; las mujeres trans están desde siempre y no me parece en ningún caso que sus derechos entren en conflicto con los de otras mujeres. No creo que ampliar los derechos de nadie quite nada. Se trata de ir garantizando y ampliando derechos para todas las personas. Los derechos no entran en conflicto y no se puede hacer competir diversos derechos, eso me parece una barbaridad. Los derechos no están en un mercado donde uno es el más legítimo que otro, hay que garantizarlos todos. Yo soy transinclusiva, la ministra lo es también y, además, tenemos una Dirección General de Diversidad que se ocupará de que los derechos de las personas trans estén garantizados al final de esta legislatura.

¿Te sientes cómoda hablando de “derecho de autodeterminación de género” o de “personas gestantes”?
Los hombres trans son personas gestantes, ni me siento cómoda ni incómoda, eso es una realidad legal y social. Yo quiero decir “mujeres y personas gestantes”, eso lo tengo claro. Pero hay personas gestantes que son hombres. Legalmente son hombres, socialmente son hombres, en su DNI pone que son hombres. Son hombres trans que pueden quedarse embarazados porque no han perdido su capacidad reproductiva, y hay que llamarlos “hombres gestantes”. Entiendo que algunas cuestiones de la realidad trans sean muy desconocidas para gente que no conoce a ninguna persona trans o la evolución de cómo han ido las leyes. Los hombres gestantes ya existen y a la hora de garantizar derechos podrían, por ejemplo, abortar, y hay que garantizar todos los derechos relacionados con la gestación, el parto y la crianza, porque estas personas existen. Ahora, si me preguntas si “personas gestantes” tiene que referirse a todas las mujeres... yo prefiero decir “mujeres y personas gestantes”.

Ya que estamos, vamos a otro jardín feminista que es el de la prostitución. Tú eres abolicionista y la ministra también. ¿Es el Ministerio de Igualdad un Ministerio abolicionista de la prostitución?
Irene ha dicho que ella es abolicionista pero quiere ser prudente porque es muy difícil tomar decisiones en ese campo y, como ella también ha dicho, la prueba es que en todo lo relativo a la prostitución, durante años de Gobierno del PSOE, incluso con mayorías absolutas del Partido Socialista, no se ha tomado ninguna medida grande en dirección a la abolición de la prostitución, sino al contrario. Por ejemplo, el Partido Socialista fue quién sacó la tercería locativa del Código Penal. Despenalizó la prostitución y luego Rajoy lo hizo aún más fácil.

Estamos en el tercer país en consumo de prostitución del mundo. Es un récord muy triste, pero lo cierto es que diversos gobiernos socialistas no han podido o no ha querido hacer nada, incluso con mayorías absolutas de Zapatero, que se declara abolicionista. La ministra quiere ser prudente y no basta con decir “somos abolicionistas, somos un ministerio abolicionista”, sino que vamos a ver lo que podemos hacer.

¿Y en Podemos? ¿No es un debate que se ha ido serpenteando para evitarlo?
No. Hemos tenido debate interno y no me parece justo decir que cuando no se llega a una postura clara o seguimos debatiendo es que se está eludiendo el debate, porque dentro lo hemos tenido y lo seguimos teniendo. Muchos círculos sí han tomado postura y hemos tenido debates internos profundos, por tanto no es que lo estemos dando de lado sino que lo hemos tenido y lo estamos teniendo. Es un debate quizá que no se ha concluido, porque no se ha ganado definitivamente. Creo que el punto de vista abolicionista es mayoritario y la mayoría de los círculos, pero no todos, se han posicionado. No lo hemos eludido: lo hemos tenido y lo estamos teniendo a fondo y con muchas dificultades pero hemos sido capaces de debatirlo con cierta calma.

El único Ministerio de Igualdad que conocemos lo creó Zapatero en 2007, fue muy celebrado y luego lo recortó. ¿Qué se puede esperar de un Ministerio de Igualdad en manos de Podemos?
Fue muy celebrado y con razón. El movimiento feminista tenía mucha ilusión en este Ministerio que se cargaron cuando vinieron los recortes, lo cual también demuestra dónde se recorta cuando vienen mal dadas. Yo me estuve manifestando aquí abajo el día en que salió publicado que lo iban a cerrar. Éramos muy pocas, como unas doscientas mujeres, delante de este Ministerio. Me parecía injusto porque mandaba un mensaje a la sociedad de que la igualdad era poco importante y de que el feminismo era poco importante, teniendo en cuenta que era el Ministerio que menos presupuesto tenía. Es decir, si había que cargarse algo, esto no era lo que más gastaba. Me pareció muy triste que desapareciera y la manera en que desapareció.

El feminismo, o te lo crees o no, pero no puede ser que lo pongas cuando tienes dinero y que cuando hay recortes, justo lo que menos gasta, te lo cargues. Me parece muy triste y recuperarlo era un objetivo. Qué se puede esperar: pues que perdure, que tenga capacidad de cambiar las políticas, de transversalizar el feminismo en todas las políticas públicas, de llevar la iniciativa en muchas cuestiones feministas, en lo que se refiere a la visibilidad del feminismo y del pensamiento feminista en las instituciones decir. Que sea un foco pensamiento y de pensar las políticas públicas.

Has señalado ya dos veces al PSOE...
No, no es señalamiento. Es decir las cosas, porque se nos está exigiendo algo que es evidente que hemos recibido. Por ejemplo, en el tema de la prostitución no es tan sencillo tomar esas decisiones y de que no es tan sencillo es prueba que diversos gobiernos socialistas no han podido, aunque supongo que lo habrán intentado. No me cabe ninguna duda de que las mujeres abolicionistas del PSOE, que llevan muchos años luchando, han intentado por todos los medios sacar posicionamientos o políticas abolicionistas de los distintos gobiernos... Pues no han podido, está claro. No es un señalamiento. Por eso la ministra dice que prefiere ser prudente antes que decir “vamos a hacerlo” y que luego no podamos.

¿El feminismo tiene que redistribiur la riqueza?
El feminismo es anticapitalista, por lo menos el de la cuarta ola. Yo diría que una de sus características es esta, y es lo que hace que el neoliberalismo y la extrema derecha están en contra nuestra. Hay que redistribuirla, por lo menos y para empezar, entre mujeres y hombres. La gente, cuando habla de redistribución de la riqueza, siempre piensa en la clase, pero además de la clase hay que incorporar la variable de género y eso exige políticas públicas muy fuertes de cuidados, de gestión del tiempo y, en definitiva, una socialización de los cuidados.

Tu primera reunión como directora del Instituto de la Mujer ha sido con Sedoac. ¿Por qué ellas? ¿Quiénes son las siguientes?
La primera reunión fue con Sedoac porque yo quise que así fuera. He trabajado mucho con ellas en la Asamblea de Madrid y es un símbolo de que queremos ocuparnos del suelo pegajoso de las mujeres y no tanto aunque también del techo de cristal.

Te quería preguntar por un tema que hemos seguido de cerca en El Salto, el caso Infancia Libre. Eres de las pocas personas que ha apoyado públicamente a las madres de Infancia Libre. ¿Por qué?
Con las madres de Infancia Libre se reunió Isa Serra y enseguida nos dimos cuenta de que eran mujeres que estaban intentando defender a sus hijos y a sus hijas de abusadores sexuales, y que no solo no estaban teniendo cauces para hacerlo sino que esto se estaba volviendo en su contra. Es un tema que empezó Isa Serra, y luego yo lo recogí como responsable de Igualdad de Feminismos en la Asamblea. Isa hizo un discurso moderado en la tribuna de oradores de la Asamblea que generó abucheos, pitos, golpes, incluso por parte de alguna gente del PSOE. Simplemente decía que, tal y como está el sistema montado, es dificilísimo denunciar abusos sexuales de los padres o parientes varones porque están funcionando prejuicios y está funcionando el SAP, y muchas de las instituciones lo que les dicen a las madres que no denuncien porque pueden perder la custodia.

Hay una resistencia enorme por parte de las instituciones a reconocer que los abusos sexuales se dan sobre todo en la familia. Eso es así y no hay más que ver las estadísticas, pero estamos trabajando las violaciones por parte de extraños y se están destapando los abusos sexuales en la iglesia, mientras los abusos en las familias permanecen ocultos. La familia es el gran tabú para una parte de la derecha y para mucha gente. No se trata de decir nada malo acerca de la familia, que muchas veces es un núcleo de resistencia y de vida en épocas neoliberales tan duras, pero también es un núcleo todo tipo de abusos.

Finalmente, hemos visto que la trama no existe y que no son mujeres que estén raptando a sus hijos, sino que simplemente los están defendiendo. Imagínate que eres una madre y sabes que un familiar está abusando de tus hijos, pero te dicen que no lo digas porque te van a pasar a quitar la custodia: pues eso ha pasado.

Las escuchaste como diputada en la Asamblea de Madrid. ¿Las escucharías ahora?
Sí, por supuesto. El tema de los abusos sexuales y la familia es un tabú y es un tema en el que alguna vez vamos a tener que entrar, porque está ahí.

Se ha hablado muchos del puesto de cajera que Irene Montero omitió en su currículum. ¿Qué hay en tu currículum oculto?
He limpiado casas siendo joven y no lo pongo en mi currículum.

sábado, 22 de febrero de 2020

#hemeroteca #queer #lgtbi #feminismo | ¿Qué es la «teoría queer» y otros conceptos del glosario feminista del que ahora se adueña Podemos?

Imagen: Canarias7 / Nombramiento del equipo del Ministerio de Igualdad con Irene Montero
¿Qué es la «teoría queer» y otros conceptos del glosario feminista del que ahora se adueña Podemos?
«El transfeminismo queer» margina al feminismo tradicional o clásico, dicen algunas asociaciones de mujeres en el país, que muestran su sorpresa, escepticismo y preocupación por el giro que imprima la ministra Irene Montero al departamento.
EP / E. M. | ABC, 2020-02-22
https://www.abc.es/sociedad/abci-teoria-queery-otros-conceptos-glosario-feminista-ahora-aduena-podemos-202001220135_noticia.html

Desde hace unos días tertulianos y recortes de periódicos deslizan entre sus afirmaciones palabras como «la teoría queer» que suenan a chino entre las bancadas del público. En la tercera ola del feminismo, hay conceptos como cisgénero o transfeminismo que se usan muy frecuentemente, un glosario que no se conoce comúnmente. He aquí algunos de esos términos:

-Transfeminismo. Es una corriente del feminismo que amplía los sujetos del mismo a otras personas que no son mujeres cisgénero. Se encuadra dentro de la tercera ola del feminismo y tiene una gran influencia del activismo LGBT y «la teoría queer», especialmente desde la visión transexual; así como de tendencias antirracistas y postcoloniales, y de movimientos políticos que buscan la abolición de la segregación social.

-Cisgénero. Es justo lo opuesto a transgénero. Es un tecnicismo de origen alemán propio de los estudios de género y es utilizado para hacer referencia a aquellos individuos cuya identidad de género coincide con su fenotipo sexual.

-¿Qué es la «teoría queer»? Es un conjunto de ideas sobre el género y la sexualidad humana que sostiene que los géneros, las identidades sexuales y las orientaciones sexuales no están esencialmente inscritos en la naturaleza biológica humana, sino que son el resultado de una construcción social, que varía en cada sociedad. Tiene muchos matices, pero es un movimiento de respuesta que surgió en Estados Unidos y significa algo así como «rarito», creado por un sector de la población gay, lesbiana, transexual y transgénero de Estados Unidos ante el camino que había tomado el movimiento homosexual más influyente.

El movimiento «queer» sostiene, en resumen, que los géneros no están en la naturaleza biológica humana, sino que son el resultado del devenir social, teoría no compartida por las feministas.

Socialistas vs. podemitas
Colectivos feministas -como la Federación de Mujeres Progresitas o la de Mujeres Separadas y Divorciadas- se encuentran «sorprendidas y preocupadas» por los primeros nombramientos del Ministerio de Igualdad, a cargo de la podemita Irene Montero. ¿Por qué? Beatriz Gimeno, directora del Instituto de la Mujer, y Boti García, responsable de Diversidad Sexual y LGTBI, se han priorizado por ser del sector LGTBI y del transfeminismo «queer» frente a los derechos que demandan las mujeres del sector feminista. En sectores socialistas cayó como un jarro de agua fría, como ya contó ABC, el nombramiento de Montero al frente de Igualdad y que Pedro Sánchez se deshiciese de este departamento, que estuvo en manos de la socialista Carmen Calvo la pasada legislatura.

Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas explicó que tanto Gimeno como García «son mujeres de reconocido activismo e implicación, pero su perfil es muy concreto y determinado. Nos preocupa que esto suponga un guiño al activismo "queer"», que, según Besteiro, «choca frontalmente con las teorías feministas», además de que esto suponga un retroceso en las conquistas de las mujeres y en la lucha por la igualdad.

«Esperamos que las personas recién nombradas tengan la suficiente objetividad para impulsr la igualdad sin sesgos y no que apuesten sólo por el movimiento "queer" y LGTBI. Es un deseo y una petición que espero sea escuchada por la ministra», concluyó Besteiro, y recoge la agencia EP, quien agregó que su federación ya ha enviado una carta a Irene Montero en la que le solicita una reunión lo antes posible.

Por su parte, Ana María Perez del Campo, presidenta de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas, también reveló a esta agencia que espera contestación por parte de Montero de la misiva que le ha enviado solicitando una reunión con el colectivo feminista «para que nos desvele las líneas maestras de lo que va a hacer».

Pérez del Campo mostró su preocupación por los dos primeros nombramientos de la cartera de Igualdad y también sorpresa, pero se mostró confiada en que «las políticas que salgan del Ministerio avalen la lucha de las mujeres por conseguir la igualdad» y que los objetivos prioritarios no sean sólo relativos a la reivindicación del colectivo LGTBI.

lunes, 25 de noviembre de 2019

#hemeroteca #feminismo #queer | La teoría queer y la institucionalización de la misoginia

Imagen: El Salto / Paula Fraga
La teoría queer y la institucionalización de la misoginia.
Paula Fraga · Jurista | Público, 2019-11-25
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/25997/la-teoria-queer-y-la-institucionalizacion-de-la-misoginia/

Explicaba Kate Millett que el sexo es una categoría social impregnada de política, que la relación entre los sexos es política porque es una relación de poder. Así era y es; las mujeres nos encontramos en una posición subordinada respecto a los hombres y esta subordinación se ha construido a través del género. El género es una unidad analítica fundamental de la teoría feminista que sirve para explicar el establecimiento y la reproducción de la desigualdad estructural de las mujeres. Es el conjunto de estereotipos y funciones que se asignan a la mujer por nacer mujer y al hombre por nacer hombre, y que se aprenden e interiorizan mediante la diferente socialización de los sexos. El género explica realidades como la división sexual del trabajo o el mecanismo de exclusión de las mujeres, de la esfera de lo público. Es la piedra angular sobre la que asienta la jerarquía sexual, uno de los instrumentos de sometimiento patriarcal más perfectos y que como feministas, tenemos que luchar por erradicar.

Nacer con sexo femenino o masculino, hembra o varón, determina tu posición estructural en el mundo. Ser mujer supone, entre otras cosas y en función de cuán explícito sea el patriarcado en que te has desarrollado, que te casen a la fuerza, que te mutilen genitalmente, que sirvas sexualmente en prostitución o que te violen. Todas estas realidades son consecuencias del género, materializan el papel y lugar que el patriarcado nos ha asignado a las mujeres. Por tanto, es vital para entender la teoría feminista y sobre todo, para tratar de acabar con la opresión sexual, entender el sistema sexo-género y señalarlo como mecanismo de reproducción de desigualdad a desactivar. Esto pone de manifiesto la necesidad de conceptualizar debidamente. Como dice la maestra Celia Amorós, “conceptualizar es politizar” y si lo hacemos erróneamente las consecuencias práctico-políticas serán adversas. Y si hay una conceptualización incorrecta sobre la opresión por razón de sexo, esta es elaborada por la teoría queer. No supondría esto mayor relevancia si la teoría queer se hubiese quedado en mera teoría explicativa de la realidad, pero el problema es que se ha institucionalizado a través de parte de la academia con sus “estudios de género” que deberían ser estudios feministas o de la mujer, y a través de las leyes de identidad de género.

La teoría queer niega la base misma de la opresión sexual. El sexo es una realidad biológica. Sin embargo, esta teoría lo define como constructo. Referentes teóricas queer como B. Preciado llegan a animarnos a las mujeres a realizar una suerte de tránsito a través de hormonación y cirugía para escapar a la opresión sexual. Y no estaría aquí explicando y rebatiendo tales ocurrencias si no hubiesen pasado a formar parte del ordenamiento jurídico de diferentes países. En el caso español, tenemos varias leyes autonómicas y una proposición de ley estatal presentada por Podemos que supone de facto, la institucionalización de los estas ideas. Hablo de la Proposición de Ley del derecho a la libre determinación de la identidad sexual y expresión de género. Esta ley reproduce el concepto queer de “género”. Entiende el género como identidad, como categoría de la personalidad. Observamos que es un entendimiento totalmente opuesto al feminista. Donde el feminismo ve roles impuestos, la teoría queer ve manifestación espontánea de la personalidad. Resulta que ahora la feminidad y todas sus características asociadas (sometimiento, obediencia, determinado canon estético...) es, tal y como define la propuesta de ley de Podemos, una vivencia interna, algo con lo que nacemos. La “identidad de género” está fundada en los roles sexuales que el feminismo pretende abolir.

La teoría queer habla de personas agénero, de género no binario, de trangénero... La multiplicación de los géneros, la identificación de cada quien con que lo que desee es un solución muy lícita, pero individualista y que en modo alguno es capaz ni de cuestionar la jerarquía sexual. La solución colectiva y feminista es la abolición del género. Solo sin género, el derecho al libre desarrollo de la personalidad será efectivo.

Más allá de las cuestiones teóricas, hay una de mayor transcendencia y que como feministas, como sociedad en general, debemos abordar ya: tenemos que conocer las implicaciones jurídicas, prácticas y políticas de las leyes de identidad. Estas leyes se asientan en dos principios fundamentales: el concepto antifeminista de la “identidad de género” y el derecho a la libre determinación de la identidad sexual. Supone la regulación del esencialismo del género y de las percepciones subjetivas de las personas, pasando por encima de las realidades materiales y constatables. Estas leyes (y podemos fijarnos en el caso canadiense) socavan los derechos basados en el sexo y ponen en peligro los espacios de mujeres que nuestras predecesoras nos han legado. Si el sexo se autodetermina, si se elimina el indicador y la base de la opresión sexual ¿cómo protegeremos los derechos basados en el mismo? Pongamos unos ejemplos prácticos: las leyes de identidad comprometen al deporte femenino, busquen los casos en los que las competiciones femeninas son ganadas por hombres que se identifican como mujeres. Asimismo, ponen en riesgo las políticas de paridad (cuotas) vulnerando de esta forma el derecho a la igualdad efectiva y a la no discriminación. Especialmente preocupante es que cualquier hombre con “identidad de género” femenina pueda acceder a espacios exclusivos de mujeres, tales como vestuarios o casas de acogida de mujeres arriesgando la seguridad física y la privacidad de las mujeres. También se propone la sustitución de la categoría “mujeres” por términos como personas gestantes o menstruantes. Estas solo son algunas de las consecuencias de las leyes de identidad y una cosa está clara, es que nadie nos las está explicando. Y por supuesto, se deben elaborar leyes que garanticen los derechos del colectivo trans y que corrijan la situación de discriminación que sufren. Las feministas críticas de género pedimos que se instituyan estas leyes y que sean compatibles con la protección y garantía de los derechos basados en el sexo.

La teoría queer tiene otras implicaciones. Uno de sus textos fundadores, “El género en disputa”, ya en sus primeras hojas llama a la deconstrucción del sujeto político del feminismo negando pues, que el sujeto político seamos “nosotras, las mujeres” y pretendiendo ampliarlo para convertir al feminismo en una amalgama de colectivos con las más diversas demandas. Las mujeres no somos un colectivo, ni una identidad ni una diversidad más. Somos más de la mitad de la humanidad y tenemos una delimitada agenda de emancipación que luchamos por materializar.

La desigualdad también se nutre de la falta de claridad conceptual. Esta confusión sexo-género y otros propuestas queer forman parte, como algunas teóricas feministas han advertido, de un contragolpe o reacción patriarcal. Esta teoría atenta contra lo desarrollado por la teoría feminista y pone en riesgo los derechos y espacios de las mujeres. La novedad es que lo hace en nombre de la diversidad y la inclusión, pero es una trasgresión ficticia. No se puede clamar por un mundo igualitario instituyendo teórica y legislativamente como identidad, las asignaciones culturales y sociales impuestas a las mujeres. Es la defensa de la clásica dicotomía “rosa-azul”, del antiguo argumento patriarcal que habla de cerebros femeninos y cerebros masculinos para justificar la desigualdad. La única diferencia es que lo queer propone transitar de unos roles a otros o crear nuevas categorías de género; cuando lo idóneo, lo liberador sería abolir estos roles. Esta sería verdadera libertad para ejercitar todo nuestro potencial humano.

Una teoría que defiende ideas que conllevan la invisibilización de las mujeres a través de términos como personas gestantes o que niega la transcendencia política del sexo, por mucha pátina de trasgresión con que sea revestidas, solo puede ser catalogada como teoría antifeminista y misógina. La teoría queer es una teoría individualista que compromete la acción colectiva, que ataca a las bases mismas de la teoría feminista y que puede acabar por despolitizar al movimiento feminista.

La retórica subversiva confunde a muchas compañeras, pero aparecida la primera duda, se acaba desengranando la trampa queer. El acoso, el hostigamiento, las amenazas y las acusaciones falaces de fobias que recibimos las feministas críticas de género acaban por silenciarnos a muchas. Pero también somos otras tantas, las que creemos que es un deber feminista denunciar que la institucionalización de las premisas queer daña a las mujeres y al feminismo. No exigimos más que debatir sin miedo. Se acabó transigir y ceder en favor de los demás. Porque eso, también es género.

miércoles, 10 de abril de 2019

#hemeroteca #feminismo | Judith Butler, a los hombres: “Rompan el pacto de hermandad y denuncien los abusos”

Imagen: El País / Judith Butler
Judith Butler, a los hombres: “Rompan el pacto de hermandad y denuncien los abusos”.
La filósofa estadounidense elogia en Argentina la lucha colectiva del movimiento Ni Una Menos y denuncia que la prohibición del aborto criminaliza "la sexualidad libre de la mujer".
Mar Centenera | El País, 2019-04-10
https://elpais.com/sociedad/2019/04/10/actualidad/1554904948_145308.html

De visita en Argentina, la filósofa estadounidense Judith Butler (Cleveland, 1956) lleva anudado un pañuelo verde en su bolso, símbolo de la lucha latinoamericana a favor de la legalización del aborto. La imagen se repite entre la multitud, formada en su mayoría por adolescentes, que hizo fila durante más de dos horas para escucharla el martes en el campus de la Universidad Tres de Febrero (Untref) en Villa Lynch, a las afueras de Buenos Aires. "El aborto debería ser despenalizado. La criminalización del aborto es una criminalización a la libertad sexual de la mujer", dijo Butler en una charla previa con periodistas. Esta teórica, una de las más influyentes en los estudios de género, elogió la lucha colectiva de 'Ni Una Menos' contra la violencia machista y al ser consultada sobre el rol de los hombres pidió su colaboración: "Rompan el pacto de hermandad y denuncien los abusos, las violaciones, denuncien la violencia".

"¿Quién tiene poder sobre los cuerpos de las mujeres?", "¿Quién tiene el poder de obligar a una mujer a tener un hijo que no quiere?", cuestionó Butler. Para la filósofa, la razón por la que se criminaliza el aborto es porque hay países que creen "que el cuerpo de la mujer pertenece al Estado o a la Iglesia, o a la Iglesia dentro del Estado, porque ya sabemos la amistad profunda que hay entre ellos". Aunque sostiene que cada mujer tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo, aconsejó pelear por el derecho de todas, que considera que sólo estará garantizado si la interrupción voluntaria del embarazo se realiza de forma gratuita en el sistema público de salud. "Si no, tener dinero significa tener acceso al derecho y si se es pobre no", advirtió.

Butler habla despacio y mide cada palabra que dice y remarca con las manos. "Es complicado", respondió al ser consultada sobre el suicidio del músico mexicano Armando Vega Gil después de haber sido denunciado de abusar sexualmente de una mujer a través de las redes sociales por el movimiento #MeeToo mexicano. "El #MeToo ha sido muy importante para visibilizar la generalización de la violencia sexual. Hombres, y también mujeres, en situaciones de poder han cometido abusos y tienen que estar expuestos", comenzó.

Subrayó que las víctimas tienen muy difícil demostrar lo ocurrido ante un tribunal por la falta de evidencias de lo que ocurre a puerta cerrada entre dos personas, pero pidió preguntarse qué se busca con los escraches públicos: "¿Queremos denunciar el acto de violencia, de explotación, de desigualdad o arruinar a una persona?". Butler indicó que el caso argentino es un ejemplo porque 'Ni Una Menos', a diferencia del #MeToo, se enfrenta de forma colectiva a la violencia, busca un cambio cultural en la sociedad y sale a las calles a expresar su repudio. "Es muy distinto decir a viva voz que hay actitudes que no se aceptan más a querer eliminar al individuo porque así nos convertimos en jueces y verdugos", remató.

"A los hombres les encargo una tarea: 'Rompan el pacto de hermandad día a día, tengan el coraje de enfrentarse y quejarse cuando otro hombre comete un acto de violencia contra mujeres y trans", señaló la filósofa estadounidense durante la entrevista en grupo, donde había sólo cuatro varones entre casi una veintena de mujeres y trans.

La desproporción era aún mayor entre los cerca de 1.400 asistentes que pudieron entrar en el microestadio de la Untref. Cientos de personas quedaron fuera y tuvieron que seguirla por streaming. Butler fue recibida con un enorme aplauso y no dudó en devolver su admiración: "El Norte las está viendo a ustedes, está viendo sus marchas, su lucha colectiva". Acompañada por referentes de 'Ni Una Menos', Butler instó al feminismo a aceptar su diversidad y mantener la solidaridad sin rehuir los conflictos internos ni las diferencias.

Cuidados recíprocos
La autora de ‘El género en disputa’ dio su visión sobre la renovada fuerza de la religión y de los sectores más conservadores en numerosos países. "El neocapitalismo privatiza la salud y la educación. El cuidado de los hijos se paga con el salario, la salud se paga con el salario y los que no pueden pagar se ven privados de servicios sociales y se endeudan. En esa situación de desesperación e incertidumbre, muchos van a la Iglesia en busca de seguridad y estabilidad y la Iglesia ofrece ayuda", dijo Butler. Pero a su vez, esa estabilidad llega a través de reglas tradicionales que se oponen a leyes vigentes en Argentina como el matrimonio homosexual o la educación sexual integral en las escuelas. "La Iglesia nos culpa de enseñarle a los chicos cómo ser homosexuales. No necesitan que nadie les enseñe eso. Criminalizan el aborto, la homosexualidad, el feminismo. Tenemos que responderles con sistemas de cuidado que vayan más allá de la familia, ir hacia un cuidado recíproco que sea una alternativa al capitalismo", remarcó.

La conferencia terminó a las nueve de la noche con pañuelos verdes agitados al aire y Butler acompañando con el puño en alto el cántico más escuchado en las marchas feministas de Argentina: "Abajo el patriarcado, se va a caer, se va a caer, arriba el feminismo, que va a vencer, que va a vencer". Procedente de Chile, donde estuvo la semana pasada, la teórica estadounidense sonreía pero se veía cansada y se retiró por una puerta trasera. En los próximos días brindará nuevas conferencias en el país sudamericano.

martes, 27 de noviembre de 2018

#hemeroteca #universidades #igualdad | Las siete rectoras se alían para frenar la brecha de género en la Universidad

Imagen: El País
Las siete rectoras se alían para frenar la brecha de género en la Universidad.
Las responsables de los campus reclaman discriminación positiva, cursos de gestión para mujeres y perspectiva de igualdad en las asignaturas.
Elisa Silió | El País, 2018-11-27
https://elpais.com/sociedad/2018/11/25/actualidad/1543184042_766558.html

En ocho siglos de historia de la Universidad en España, apenas ha habido 19 rectoras y la primera ocupó el cargo en 1982 (Elisa Pérez Vera en la UNED). Hasta 1910 las mujeres estaban vetadas en muchas carreras y desde entonces su progresión en el escalafón jerárquico ha sido muy lento. Tanto, que parece milagroso que en este momento siete mujeres gobiernen siete de las 50 universidades públicas. Aunque no es fruto una casualidad. Desde que se aprobó la Ley de Igualdad de 2007 se exige la paridad en los equipos de gobierno —vicerrectores y gerentes— y, aunque no siempre se cumple, los resultados florecen ahora. Por eso hoy lunes se ha celebrado en Castellón la Cumbre de Rectoras de las Universidades Públicas Españolas con presencia de las siete.

Hasta mayo eran cuatro —Granada (Pilar Aranda), Autónoma de Barcelona (Margarita Arboix), País Vasco (Nekane Balluerka) y Huelva (Antonia Peña)— y desde entonces casi se han duplicado. Una de las últimas en llegar ha sido la filóloga Eva Alcón quien, animada por sus compañeros en la Jaume I, decidió convocar a sus homólogas. Forman parte de club también Mavi Mestre, rectora de Valencia y María José Figueras, de la Rovira i Virgili en Tarragona. "La idea es hacer llegar las conclusiones a los vicerrectorados de igualdad, a la CRUE [todos los rectores] y marcar una hoja de ruta que ir modificando", sostiene Alcón.

En España las mujeres son el 42% de los investigadores en las universidades y el 41% en los organismos públicos de investigación. Solicitan el 42% de las ayudas del plan estatal de I+D pero su porcentaje de éxito es menor que el de los hombres, 33% frente a 42%. "En la Universidad de Huelva encuentro problemas en llevar el género a las normativas. Estamos preparando un plan de investigación que incentiva a las investigadoras, pero me imagino ya quien estará preparando las alegaciones para tumbarlo", se ha lamentado la rectora María Antonia Peña, catedrática de Historia Contemporánea.

Desde 1990 se matriculan más mujeres que hombres en la Universidad. Ellas obtienen mejores tasas de rendimiento, notas medias y tasas de idoneidad y graduación, pero después se inicia su declive. Se igualan las cifras en doctorado (50%) y, aunque defienden más tesis, a medida que se sube en la pirámide académica hay muchas menos profesoras. Apenas son el 21% del cuerpo de catedráticos. La tasa cero de reposición decretada por Cristóbal Montoro hace un lustro ha frenado también la promoción de centenares de académicas acreditadas. Ese cuello de botella empieza ahora a solventarse.

El porcentaje de decanas y directoras de departamento (27% en 2015) son también bajos y algunos campus toman medidas. "En el País Vasco tenemos un programa con un coach para empoderarlas y que accedan a puestos de responsabilidad", ha contado la rectora Balluerka. "Tienen que haber el compromiso de ocupar un puesto en dos o tres años. Ya se han formado 133 mujeres", ha proseguido. "En la Autónoma de Barcelona nosotros organizamos un curso de gestión de profesores y PAS [Administración y Servicios] también para empoderarlas. Hay momentos en que hay que hacer discriminación positiva", se ha sumado la rectora Arboix.

A todas las rectoras les preocupa la falta de vocaciones femeninas en carreras técnicas. "En Granada celebramos desde hace cuatro años un campus para chicas. Nos dijeron que no era constitucional", cuenta Aranda. "En julio se incorporan y trabajan en ciencia. Se obtienen muy buenos resultados. Estábamos a punto de cerrar el grado de Informática en Ceuta con seis o siete estudiantes y ahora hay 25, de los que 12 son mujeres porque vienen más chicas a nuestro campus". En la Autónoma de Barcelona trabajan con alumnos brillantes de secundaria de zonas deprimidas y aprovechan para convencerlas a ellas de ser ingenieras. Y en Valencia se plantean "un plan de mentoría para que no sientan el síndrome de las intrusas", adelanta Mestre.

La maternidad o los cuidados de los mayores paralizan muchas carreras femeninas, no solo en la Universidad. "Los departamentos son incapaces de medidas de conciliación en el plan de organización de docentes", se desespera la rectora Aranda. "El contrato doctor finaliza en cinco años y en la Universidad de Valencia optamos porque quien haya tenido una baja por maternidad o por cuidados decidida si le descuenta o no ese periodo", ha relatado la rectora Mestre.

Incluir estudios de género en los campus es, para estas rectoras, uno de los objetivos pendientes. "Hemos introducido una optativa en temas de igualdad con la resistencia de la institución", ha reconocido Alcón, "porque supone quitar una asignatura de otro ámbito". En la cumbre han propuesto también que se cite de otra manera en las revistas indexadas. "Mientas los nombres de pila en algunas revistas estén abreviados la M será Manuel no María. Eso hace que se pierda la visibilidad de las investigadoras", sostiene la rectora de Huelva. Reclaman también más presencia en mesas redondas, conferencias inaugurales, nombres de espacios universitarios o reconocimientos públicos. "En la Rovira i Virgili solo tenemos un 12% de honoris causa. Ya les he dicho a los departamentos que espero que me propongan a mujeres, que se rompan la cabeza", ha relatado María José Figueras.

El próximo mayo la CRUE deberá consensuar su nuevo presidente y dos de las siete rectoras —Aranda y Balluerka— forman ya parte de la comisión permanente de 11 miembros. Desde que se fundó la CRUE hace 24 años, solo ha tenido una presidenta: Adelaida de la Calle (2011-2013), entonces rectora de Málaga. El Centro de Investigaciones Científicas (CSIC), por su parte, posicionó justo hace un año por primera vez a una mujer al frente: Rosa Menéndez. Esta química se mantiene en el cargo tras el cambio de Gobierno. Los socialistas aprobaron en el pasado Consejo de Ministros el Observatorio Mujeres, Ciencia y Innovación con el que pretenden "aumentar la presencia de mujeres en todos los ámbitos de la vida científica y universitaria".

Y en paralelo, el ministro Pedro Duque busca un nuevo rector para la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) que sustituya a Emilio Lora-Tamayo. Si finalmente es una mujer, como se especula en el ámbito universitario, sería la primera en el cargo en una institución con 86 años se historia y la número 20 en toda España.

#hemeroteca #universidades #igualdad | Las rectoras de universidades públicas quieren implantar la 'carrera' de estudios de género

Imagen: El Diario
Las rectoras de universidades públicas quieren implantar la 'carrera' de estudios de género.
Las siete rectoras han celebrado en Castellón una cumbre para romper el techo de cristal en la universidad y ahondar en la necesidad de incorporar medidas de discriminación positiva en los planes propios de investigación.
Laura Martínez | El Diario, 2018-11-27
https://www.eldiario.es/cv/Cumbre-rectoras_0_840266302.html

Las siete rectoras de universidades públicas españolas se reunieron el lunes en Castellón en una cumbre para trabajar contra los techos de cristal en la enseñanza. Solo son siete las dirigentes, entre cincuenta universidades públicas, de las cuales muchas -como la Universitat de València o la Jaume I de Castellón- no habían estado hasta este año dirigidas por una mujer.

La brecha de género en las universidades públicas comienza con el salto en la docencia. Las mujeres son el 54% del alumnado, el 40% del profesorado, pero solo llegan a catedráticas un 20%, condición indispensable para ser rectora. La ley de igualdad de 2007 exigía la paridad en los equipos de gobierno -vicerrectores y gerentes- lo que ha dado alas a estas profesionales para poder crecer.

A la anfitriona de la cumbre, Eva Alcón, rectora de la Universitat Jaume I de Castellón, se sumaron Mavi Mestre, de la Universitat de València (UV); Pilar Aranda, de la Universidad de Granada; Margarita Arboix, de la Autònoma de Barcelona; Nekane Balluerka, de la Universidad del País Vasco; María José Figueras, de la Rovira i Virgili, y Antonia Peña, de la Universidad de Huelva, en un encuentro en el que hacer autocrítica y sacar una serie de propuestas.

Para romper el techo de cristal, todas han defendido en sus conclusiones la creación de un área de conocimiento de estudios de género y la implantación de un grado específico, a la vez que, en las etapas previas, hacer un esfuerzo por llegar al alumnado "para acabar con los estereotipos y conseguir incorporar a hombres en grados feminizados y a mujeres en grados masculinizados".

Algunas universidades como la Jaume I, la Universitat de València o la Complutense de Madrid ofrecen másters o posgrados sobre políticas de género e igualdad, mientras que la Autónoma de Barcelona y la Rey Juan Carlos de Madrid sí ofertan estudios específicos en esta materia. No obstante, no es una realidad en la mayor parte de instituciones académicas y la pretensión de las rectoras es que sea, además de común, una herramienta transversal.

En el ámbito de la investigación, las catedráticas consideran que deberían aplicarse mecanismos de discriminación positiva para visibilizar el trabajo de las investigadoras, aunque no han concretado cuales. Desde la Jaume I explican que ahora las universidades se pondrán a trabajar y desarrollar estos aspectos. En el mismo espacio, defienden que la carrera investigadora contemple periodos de maternidad y cuidado de dependientes, y que se haga un esfuerzo por visibilizar a las mujeres investigadoras, bien citando los nombres al completo -no solo las iniciales- bien mediante más reconocimientos académicos.

En las conclusiones de la primera cumbre de rectoras, las dirigentes insisten en que las universidades elaboren presupuestos con perspectiva de género y en aumentar la dotación económica para políticas de género y unidades de igualdad. Reclaman que se potencie y normalice el uso de lenguaje no sexista e inclusivo; se trabaje para que haya equilibrio y paridad en todas las composiciones organizativas de la universidad; se fomente la realización de programas de formación en liderazgo entre las mujeres y que haya una política de tolerancia cero frente a violencias machistas.

martes, 30 de octubre de 2018

#hemeroteca #intersexualidad | Por qué el sexo no se limita a ser mujer u hombre

Imagen: The New York Times
Por qué el sexo no se limita a ser mujer u hombre.
Anne Fausto-Sterling | The New York Times, 2018-10-30

https://www.nytimes.com/es/2018/10/30/sexo-no-es-binario/

Dos sexos jamás han sido suficientes para describir la variedad humana. Ni en tiempos bíblicos ni ahora. Antes de que supiéramos gran cosa sobre la biología, establecimos reglas sociales para administrar la diversidad sexual. Por ejemplo, el antiguo código rabínico de los judíos conocido como la Tosefta a veces trataba a la gente que tenía genitales masculinos y femeninos (testículos y vagina, por ejemplo) como mujeres: no podían heredar propiedades ni fungir como sacerdotes; en otras ocasiones, como hombres: se les prohibía rasurarse o estar en un lugar apartado con mujeres. Lo más brutal es que los romanos, que creían que la gente intersexual era un mal augurio, podían llegar a matar a una persona cuyo cuerpo y mente no se ajustaran a una clasificación sexual binaria.

Actualmente, algunos gobiernos parecen seguir el modelo romano y si bien no matan a las personas que no se ajustan a una de dos categorías sexuales, por lo menos tratan de negar su existencia. Este mes, Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, prohibió los programas universitarios de Estudios de Género y declaró que “la gente nace siendo hombre o mujer” y que es inaceptable “hablar sobre géneros socialmente construidos, en vez de sexos biológicos”. Ahora, el Departamento de Salud y Servicios Humanos durante el gobierno de Donald Trump quiere seguir ese ejemplo y definir legalmente el sexo como “el estatus de una persona como hombre o mujer con base en rasgos biológicos inmutables e identificables al nacer o antes del nacimiento”.

Esto es incorrecto en muchos aspectos, tanto morales como científicos. Habrá quien explique el daño humano que provoca ese tipo de resolución. Yo me apegaré al error biológico.

Desde hace mucho se ha sabido que no hay una sola medida biológica que coloque de manera contundente a cada ser humano en una de dos categorías: varón o mujer. En la década de los cincuenta, el psicólogo John Money y sus colegas estudiaron a la gente que nació con combinaciones inusuales de marcadores sexuales (ovarios y pene, testículos y vagina, dos cromosomas X y escroto, y más). Pensando en estas personas, a quienes hoy en día llamaríamos intersexuales, Money desarrolló un modelo con varios niveles de desarrollo sexual.

Comenzó con el sexo cromosómico, determinado durante la fertilización cuando un esperma que tiene un cromosoma X o Y se fusiona con un óvulo que tiene un cromosoma X. O por lo menos eso es lo que pasa generalmente. En casos menos comunes, un óvulo o un esperma quizá carezcan de un cromosoma sexual o tengan uno adicional. El embrión resultante tiene un sexo cromosómico poco común —XXY, XYY o XO—. Así que, incluso si se considera solo la primera capa del sexo, hay más de dos categorías.

Pero esa es solo la primera capa. De ocho a doce semanas después de la concepción, un embrión adquiere el sexo gonadal fetal: los embriones con un cromosoma Y desarrollan testículos embrionarios; los que tienen dos cromosomas X desarrollan ovarios embrionarios. Esto establece la base para el sexo hormonal fetal, cuando los testículos o los ovarios embrionarios fetales generan hormonas que ayudan a que el embrión se desarrolle aún más como mujer u hombre (según las hormonas que aparezcan). El sexo hormonal fetal orquesta el sexo reproductivo interno (formación del útero, el cérvix, las trompas de Falopio en las mujeres o los conductos deferentes, la próstata y el epidídimo en los hombres). Durante el cuarto mes, las hormonas fetales completan su trabajo dándole forma al sexo genital externo —pene y escroto en los hombres; vagina y clítoris en las mujeres—.

Así, al nacer, un bebé tiene cinco capas de sexo. Sin embargo, como con el sexo cromosómico, cada capa subsecuente no siempre se convierte estrictamente en un binario. Además, las capas pueden entrar en conflicto entre sí, una siendo binaria y la otra no: un bebé que tiene cromosomas XX puede nacer con un pene, y una persona que tiene cromosomas XY puede tener una vagina, etcétera. Este tipo de discrepancias frustran cualquier plan de asignar el sexo como hombre o mujer, de manera categórica y a perpetuidad, tan solo mirando los genitales de un recién nacido.

Aunada a esa complejidad, la estratificación no se detiene en el nacimiento. Los adultos que rodean al recién nacido identifican el sexo a partir de cómo perciben el sexo genital (al nacer o con base en una imagen de ultrasonido) y así comienza el proceso de socialización de género. Las hormonas fetales también afectan el desarrollo cerebral y producen otra capa más llamada sexo cerebral. Un aspecto del sexo cerebral se vuelve evidente en la pubertad cuando, generalmente, ciertas células cerebrales estimulan los niveles y patrones hormonales del hombre o la mujer adultos, los cuales provocan la maduración sexual adulta.

Money llamó a estas capas sexo hormonal puberal y sexo morfológico puberal. No obstante, estas también podrían variar mucho, más allá de una clasificación binaria. Este hecho es la fuente de discusiones continuas acerca de cómo decidir quién puede competir legítimamente en eventos deportivos internacionales femeniles.

Ha habido muchas investigaciones científicas nuevas sobre el tema desde la década de los cincuenta. Sin embargo, quienes recurren a la biología para obtener una definición de aplicación fácil acerca del sexo y el género no lograrán su objetivo si observan el más importante de estos hallazgos. Por ejemplo, ahora sabemos que, en vez de desarrollarse en la dirección de un solo gen, los testículos o los ovarios embrionarios fetales lo hacen según redes genéticas opuestas, una de las cuales reprime el desarrollo masculino mientras estimula la diferenciación femenina, y la otra hace lo opuesto. Entonces, lo importante no es la presencia o la ausencia de un gen en particular, sino el equilibrio de poder entre las redes genéticas que trabajan en conjunto o en una secuencia específica. Esto socava la posibilidad de usar una prueba genética simple para determinar el ‘verdadero’ sexo.

El cambio de políticas propuesto por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos es un retroceso. Ignora el consenso científico sobre el sexo y el género, y pone en peligro la libertad que tiene la gente de vivir sus vidas de una manera que se ajuste a su sexo y su género conforme estos se desarrollan a través de cada ciclo de vida individual.

Anne Fausto-Sterling es profesora emérita de Biología y Estudios de Género en la Universidad Brown.

jueves, 8 de marzo de 2018

#hemeroteca #mujeres #universidades | Día Internacional de las Mujeres

Imagen: Campusa / Acto institucional del Día de las Mujeres en la UPV/EHU
Día Internacional de las Mujeres.
Campusa, UPV/EHU, 2018-03-08

https://www.ehu.eus/es/-/dia-internacional-de-las-mujeres

Un año más, la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea ha organizado numerosas actividades para celebrar el Día Internacional de las Mujeres. El acto institucional, celebrado en el Aula Magna de la Facultad de Letras y organizado por el equipo decanal y la Comisión de igualdad del centro, llevaba como lema ‘Humanidades: construyendo la Igualdad de géneros’ y estuvo presidido por la rectora de la UPV/EHU, Nekane Balluerka Lasa.

En sus palabras, la rectora ha hecho referencia al cambio de paradigmas que ya se está produciendo y que se caracteriza por la ausencia de violencia en toda la lucha feminista. “Es un cambio necesario –ha dicho-, no el cambio que merecemos las mujeres, sino el que merece toda nuestra sociedad. Un cambio no solo en los valores, sino también en las maneras. Un cambio que no solo recoja principios de igualdad sino también conductas de menor agresividad; con más espacio, en el espacio público, para la expresión de los sentimientos, y para el reconocimiento a todas las personas de su legítima aspiración a un principio tan básico como la igualdad. Esa sería la verdadera revolución tranquila, una revolución en la que tan importante sea la implantación de los valores como la forma en que se haga tal implantación. Una revolución donde las vías tranquilas sean tan importantes como el destino final de sus esfuerzos”.

Durante el evento se entregaron también el Premio Francisca de Aculodi a la inclusión de la perspectiva de género en los trabajos fin de grado, el Premio Maria Goyri a los trabajos fin de máster y el Premio Micaela Portilla a la mejor tesis doctoral sobre estudios feministas o de género. El programa se completó con conferencias, un recital de música y poesía, y dos exposiciones en el hall de la facultad.
  • Alumnado premiado
  • IV Edición Premio Francisca de Aculodi
  • Ciencias Sociales y Jurídicas
  • En euskera: Garazi Otsoa Eribeko Uriarte (Grado en Trabajo Social), ‘Amatasuna eta kartzelak euskal emakume batzuen esperientziak espainako kartzeletan’.
  • En castellano: Helena Bayona Carlos (Grado en Periodismo), ‘Mordiendo el aire kalis/romis mujeres caminando hacia la igualdad’.
  • Accésit: Maider Galardi Fernández de Agirre (Grado en Sociología), ‘Ernai gazte antolakundearen urrats feminista: Aldaketaren nolakotasuna aztertzen’.
  • Artes y Humanidades
  • En euskera: Amaia Elejabarrieta Uribe (Grado en Filosofía), ‘Sexua eta generoa Judith Butlerren lanean: (des)eraikuntzari buruz’.
  • En castellano: Lara Goikoetxea Armijos (Grado en Historia del Arte), ‘La feminidad en el arte de waterhouse. Ofelia y la dama de Shalott’.
  • VI Premio Maria Goyri
  • Ane Labaka Mayoz (Máster en Antropología), ‘Bertsolaritzan garatutako umorea(k) aztergai genero ikuspegitik’.
  • Accésits
  • Elixabete Garmendia Lasa (Máster en Antropología), ‘Emakume ezkonduak fabriketan: arrotz izatetik nor izatera. 1970eko hamarkadan Ormaiztegiko lantegietan egindako urratsaren gakoak’.
  • Sofía Roda Onofri (Máster en Conservación y exhibición del arte contemporáneo), ‘La pasividad femenina como canon feminicida representacional’.
  • Verónica Fernández Sainz (Máster universitario en Investigación y creación en arte), ‘De Ms. Pac-Man a Aloy: La imagen de las mujeres en los videojuegos’.
  • Anna Mezquita Sánchez (Máster en Arte contemporáneo, tecnológico y performativo), ‘Anarquismo doméstico. Soñé que mi piso estaba limpio’.
  • Andrea de la Torre López (Máster en Filosofía, Ciencia y Valores), ‘El estatus científico de la disciplina del trabajo social. Trabajo social y su relación con la feminización de la profesión: vías posibles para romper con el “Techo de cristal epistemológico”’.
  • Uxue Sánchez Garmendia (Máster Universitario en formación de profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de idiomas), ‘Zientzia eta generoa’.
  • V Premio Micaela Portilla
  • Maider Zilbeti Pérez (Departamento de Filosofía de los Valores y Antropología Social), ‘Arte-ekoizpen feministak euskal testuinguru kulturalean. Arte-instituzio garaikideetako praktika: Arteleku zentroa eta Montehermoso Kulturunea (1997-2012)’.

martes, 6 de marzo de 2018

#hemeroteca #universidades #igualdad | Las universidades madrileñas tendrán carreras «de género» el próximo curso

Imagen: ABC / Alumnas de la Universidad Complutense de Madrid
Las universidades madrileñas tendrán carreras «de género» el próximo curso.
La Comunidad de Madrid premia el 8 de marzo a 7 mujeres destacadas de la región.
Sara Medialdea | ABC, 2018-03-06
http://www.abc.es/espana/madrid/abci-universidades-madrilenas-tendran-carreras-genero-proximo-curso-201803061320_noticia.html

Las seis universidades públicas madrileñas impartirán, a partir del curso próximo, nuevas carreras en materia de igualdad entre hombres y mujeres. El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha firmado con ellas los correspondientes convenios, que permitirán formar en sus aulas a expertos universitarios en materia de igualdad de género. La noticia se produce en la víspera de la huelga feminista del 8 de marzo.

Las nuevas titulaciones, de postgrado, son las de Especialista agente de igualdad en el mercado laboral (Universidad de Alcalá), de Economías de género, trabajo, empleo y pensiones (Universidad Autónoma de Madrid), de Aplicación de la perspectiva de género en las industrias culturales (Universidad Complutense), de Gestión de Políticas de Igualdad (Universidad Carlos III), de Prevención en violencia de género y sexual en el ámbito laboral (Universidad Rey Juan Carlos) y de Especialista en género, tecnología y liderazgo (Universidad Politécnica de Madrid).

Para la puesta en marcha de las nuevas titulaciones, se ha previsto una inversión de 470.944 euros, cofinanciados al 50 por ciento por el Gobierno regional y por el Fondo Social Europeo.

Además, el Consejo de Gobierno ha aprobado este martes la concesión de los siete «Reconocimientos 8 de marzo», que premian a mujeres destacas por su labor en diversos campos de la cultura, la sociedad, la ciencia, el deporte o el emprendimiento.

Las premiadas este año son las siguientes:
  • En la categoría de Valor Social, Mayte Gallego, presidenta de CERMI Comunidad de Madrid, primera mujer que preside este organismo desde el que se trabaja por el tejido asociativo.
  • En la categoría de Ciencia e Investigación, la galardonada es Elena García Armanda, ingeniera industrial que lidera el grupo del CSIC que ha desarrollado el primer exoesqueleto biónico del mundo para niños con atrofia muscular espinal.
  • En la cateogría deportiva, el premio va al Futsi Atlético Navalcarnero, referencia del fútbol sala femenino en la región.
  • En el ámbito cultural, la mujer más destacada del año para el Gobierno regional es Topacio Fresh, autodidacta del arte contemporáneo, colaboradora de Fangoria e impulsora del espacio galerístico La Fresh Gallery.
  • En la categoría de Emprendimiento e Innovación, el premio va para Ángeles Sánchez Cañellas, dueña del restaurante «El Horno de Ángeles», en la localidad de Gargantilla de Lozoya.
  • En la categoría de Esfuerzo personal, se premia a Nuria López, madre de un niño de 5 años con pluripatologías que requiere de atención las 24 horas del día, como reconocimiento a la labor de tantas amas de casa que «en su casa y en silencio, se sacrifican por los demás».
  • Por último, el premio de Medios de Comunicación se otorga a Ana Isabel Pereda, directora de Expansión.

#hemeroteca #mujeres #ciencia | La ciencia (in)visible: la historia del conocimiento en perspectiva de género

Imagen: Praza / Trabajadoras de la USC apoyando la Huelga Feminista
La ciencia (in)visible: la historia del conocimiento en perspectiva de género.
Clara Capafons | Elsevier, 2018-03-06

https://www.elsevier.es/corp/conecta/la-ciencia-invisible-la-historia-del-conocimiento-perspectiva-genero/

El pasado 11 de febrero fue el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una efeméride no muy alejada del próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, en la que se reflexiona sobre la situación de la igualdad de género a nivel mundial. El objetivo de la declaración de días internacionales por parte de las Naciones Unidas es llevar a cabo actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública sobre problemas sin resolver para que las instituciones actúen y tomen medidas o para que la ciudadanía así lo exija a sus representantes.

La proporción de mujeres con estudios universitarios en España ha aumentado mucho en las últimas décadas y actualmente supera a la de los hombres. Destaca el 74,4% de matriculadas en Ciencias de la Salud, por encima del 70,1% de la Unión Europea, pero los desequilibrios se acentúan en etapas posteriores y a medida que se avanza en la carrera investigadora la proporción disminuye notablemente. Hoy en día son más las mujeres que ocupan puestos científicos pero la proporción de catedráticas (universidades) y profesoras de investigación (CSIC) no llega aún al 25%.

Mediante la creación de becas como ‘The Mothers of Science’, impulsadas por el Barcelona Institute of Science and Technology (BIST), se busca mejorar la situación de la mujer en el ámbito científico. El BIST, que agrupa siete centros de investigación de prestigio como el Centro de Regulación Genómica o el IRB Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona, a través del programa Empowering Women in Science, pretende dar apoyo a investigadoras con hijos y llevar a cabo talleres sobre liderazgo para mujeres investigadoras.

Estereotipos de género
La invisibilidad de mujeres científicas y tecnólogas está presente en la sociedad como se observa en los medios de comunicación y los materiales formativos, de modo que la falta de referentes hace que las niñas y las adolescentes no tengan modelos en los que reflejarse. Si se analiza la presencia de personajes femeninos en los libros de la ESO se observa una gran desigualdad que se acentúa en el campo de la ciencia, pero especialmente en el de la tecnología. En el material educativo a edades inferiores los estereotipos de género también son evidentes, en especial en los recursos fotográficos relacionados con profesiones de adultos. En un estudio reciente que examinaba el papel de la mujer en las imágenes publicadas en la prensa española se halló que un 73,9% mostraba sólo a hombres científicos, un 17,1% sólo a mujeres y un 9% a ambos. En definitiva, la presencia de la mujer en las fotografías sobre ciencia es bastante inferior a su presencia real en la comunidad científica, que es de alrededor del 40%.

Sesgo en la publicación científica
El sesgo inconsciente es el que se produce al hacer valoraciones o juicios rápidos sin que nos demos cuenta. Los estudios de investigación han demostrado que puede afectar a la toma de decisiones en los procesos de selección para un trabajo, o incluso en cómo se califica un manuscrito durante la revisión por pares.

En ambos casos, el impacto del sesgo inconsciente puede influir en la carrera de las mujeres en el ámbito de la publicación científica. Es ampliamente reconocido que para que más mujeres prosperen en carreras de investigación, es necesario que haya una mayor conciencia de los prejuicios que pueden afectarlas.

En los países con mayor producción científica, todos los artículos con mujeres en posiciones de autor predominantes reciben menos citas que aquellos con hombres en los mismos puestos. Las publicaciones de mujeres son más domésticas que las de sus colegas masculinos, con lo que se benefician menos de las citas extra que acumulan las colaboraciones internacionales.

Sin embargo, en los últimos tiempos en el terreno de la publicación de revistas científicas se han realizado esfuerzos para reducir el sesgo y contribuir así a que el proceso de publicación sea más justo y más equitativo para tod@s.

Algunas de estas acciones se basan en examinar los procesos para asegurar que se publica de forma más igualitaria e inclusiva como, por ejemplo, estableciendo buenas prácticas en los procedimientos y las políticas editoriales que generen oportunidades inclusivas para las investigadoras. Otras de las iniciativas consisten en revisar y fomentar la diversidad de género en los comités editoriales, y tratar la inclusión y el sesgo inconsciente en los recursos de formación de todos los actores que intervienen en la revisión por pares. Por último, la realización de rigurosos informes como 'Gender in the Global Research Landscape' son otras muestras de grandes contribuciones para estimular los análisis y estudios sobre género en investigación y ciencia, así como en la publicación técnica y científica.