Imagen: El País / Falete |
El cantante de coplas, rancheras, boleros y flamenco actuará la semana próxima en el Teatro Calderón. El sevillano, que se casó en secreto, asegura que su familia siempre ha sido liberal y que le encanta que hagan chistes de él.
Víctor Núñez Jaime | El País, 2016-04-01
http://elpais.com/elpais/2016/03/31/estilo/1459445201_072722.html
Rafael Ojeda Rojas (Sevilla, 1978), Falete, llega unos minutos tarde a la entrevista. “Estoy de pie desde las cinco y media de la mañana y a esta hora ya necesitaba un retoque”, se justifica con el rostro recién maquillado, y en seguida se esfuerza por seducir a la cámara. Antes de sentarse pide una pastilla para el dolor de cabeza y una taza de café. Es mediodía en el centro de Madrid y el cantante de coplas, rancheras, boleros y flamenco ha venido de Sevilla para promocionar 'Soy lo prohibido', el recital que ofrecerá el 8, 9 y 10 de abril en el capitalino Teatro Calderón, un homenaje a sus “artistas-fetiche”: Olga Guillot, Rocío Jurado, Juan Gabriel, La Lupe y Lola Flores.
Pregunta. ¿Hay alguien que le llame Rafael?
Respuesta. Nunca me han llamado Rafael. En el cole, alguna que otra vez el director me decía Rafael, cuando quería acojonarme. O señor Ojeda, me decía, para joder. Y, bueno, cuando hago algún trámite burocrático también. Pero nada más. Yo soy Falete para todo el mundo.
P. Usted siempre habla mucho de su madre. Pero, ¿por qué no de su padre?
R. Mi padre era un tío muy especial, un hombre súper adelantado a su tiempo, un musicazo tremendo y un buen amigo. Era demasiado liberal, además.
P. ¿Comprendió su modo de vida sin ninguna complicación?
R. Todo. Lo que yo soy y lo que yo quería hacer. En mi casa la homosexualidad era algo de lo más normal del mundo. A mi padre, por ejemplo, no tuve que decirle nada. Y mi madre solo le dije un día: "mamá, me gusta un niño del colegio". Y ya está. Nunca di explicaciones porque nunca sentí rechazo por parte de ellos. Cuando la evidencia es, lo demás sobra. Y yo siempre he sido muy evidente. Tengo la suerte de tener una familia ejemplar, muy guay.
P. ¿Qué le dijeron hace dos años cuando les contó que iba a casarse?
R. No. Yo me casé y nadie lo supo. Se enteraron después, a los seis meses, cuando mi pareja y yo decidimos hacer una fiestecita para anunciar que ya éramos una pareja formal. Pero ya está. ¿Tú cuando tienes hambre le dices a todo mundo que tienes ganas de comer? No, comes lo primero que encuentras y ya está. Luego, si quieres, lo cuentas.
P. Su familia es liberal, dice. Pero ¿el mundillo flamenco también? El otro día Miguel Poveda tuvo que abandonar una peña flamenca por insultos homófobos.
R. Lo oí. Y tengo que darle la enhorabuena porque fue muy valiente. Miguel siempre es un caballero y un señor y nadie tiene por qué faltarle el respeto. Yo no he tenido una mala experiencia. No sé si por mi carácter, por mi temperamento, pero no han tenido los cojones, como los tengo yo, de decirme algo que me insulte.
P. ¿Qué le parecen entonces los chistes que hay sobre usted?
R. Me encantan. Es algo que me tomo divinamente. Porque cuando se habla de alguien es porque importa.
P. ¿Por qué en sus espectáculos y discos prefiere hacer versiones de los éxitos de otros cantantes?
R. Bueno, yo tengo dos discos con canciones escritas para mí, ¿eh? Pero me gusta versionar, sí. Yo creo que hay un legado tan importante de canciones de grandes autores que son obras maestras, nunca tiene caducidad y hay mil maneras de interpretarlas.
P. ¿Por eso disfrutó tanto su paso por el programa 'Tu cara me suena'?
R. Sí. Fue… no una renovación, porque no me he muerto nunca, y no me he reencarnado tampoco. Pero ese programa ha sido una nueva proyección de Falete.
P. Solo ahí lo hemos visto con la bata de cola. ¿Por qué no suele usarla?
R. No sé, no me ha dado nunca por ahí. Un vestido con colín, más cortico, sí. Pero la bata entera… no.
P. ¿Cómo bajó 20 kilos?
R. Con una lipoescultura que me hice. Y cerrando la boca pa' no comer.
P. ¿Y ahora qué? ¿Ponerse unos pechos voluptuosos?
R. ¡No, niño! Cuando me hice la lipo me los quité. Figúrate si soy raro. Y mira que tenía tetas, ¿eh? Tenía como una 90, de la cantidad de grasa que tenía. Y me las quité. Porque tener dos bultos ahí en el pecho tiene que ser incomodísimo, ¿no?
Pregunta. ¿Hay alguien que le llame Rafael?
Respuesta. Nunca me han llamado Rafael. En el cole, alguna que otra vez el director me decía Rafael, cuando quería acojonarme. O señor Ojeda, me decía, para joder. Y, bueno, cuando hago algún trámite burocrático también. Pero nada más. Yo soy Falete para todo el mundo.
P. Usted siempre habla mucho de su madre. Pero, ¿por qué no de su padre?
R. Mi padre era un tío muy especial, un hombre súper adelantado a su tiempo, un musicazo tremendo y un buen amigo. Era demasiado liberal, además.
P. ¿Comprendió su modo de vida sin ninguna complicación?
R. Todo. Lo que yo soy y lo que yo quería hacer. En mi casa la homosexualidad era algo de lo más normal del mundo. A mi padre, por ejemplo, no tuve que decirle nada. Y mi madre solo le dije un día: "mamá, me gusta un niño del colegio". Y ya está. Nunca di explicaciones porque nunca sentí rechazo por parte de ellos. Cuando la evidencia es, lo demás sobra. Y yo siempre he sido muy evidente. Tengo la suerte de tener una familia ejemplar, muy guay.
P. ¿Qué le dijeron hace dos años cuando les contó que iba a casarse?
R. No. Yo me casé y nadie lo supo. Se enteraron después, a los seis meses, cuando mi pareja y yo decidimos hacer una fiestecita para anunciar que ya éramos una pareja formal. Pero ya está. ¿Tú cuando tienes hambre le dices a todo mundo que tienes ganas de comer? No, comes lo primero que encuentras y ya está. Luego, si quieres, lo cuentas.
P. Su familia es liberal, dice. Pero ¿el mundillo flamenco también? El otro día Miguel Poveda tuvo que abandonar una peña flamenca por insultos homófobos.
R. Lo oí. Y tengo que darle la enhorabuena porque fue muy valiente. Miguel siempre es un caballero y un señor y nadie tiene por qué faltarle el respeto. Yo no he tenido una mala experiencia. No sé si por mi carácter, por mi temperamento, pero no han tenido los cojones, como los tengo yo, de decirme algo que me insulte.
P. ¿Qué le parecen entonces los chistes que hay sobre usted?
R. Me encantan. Es algo que me tomo divinamente. Porque cuando se habla de alguien es porque importa.
P. ¿Por qué en sus espectáculos y discos prefiere hacer versiones de los éxitos de otros cantantes?
R. Bueno, yo tengo dos discos con canciones escritas para mí, ¿eh? Pero me gusta versionar, sí. Yo creo que hay un legado tan importante de canciones de grandes autores que son obras maestras, nunca tiene caducidad y hay mil maneras de interpretarlas.
P. ¿Por eso disfrutó tanto su paso por el programa 'Tu cara me suena'?
R. Sí. Fue… no una renovación, porque no me he muerto nunca, y no me he reencarnado tampoco. Pero ese programa ha sido una nueva proyección de Falete.
P. Solo ahí lo hemos visto con la bata de cola. ¿Por qué no suele usarla?
R. No sé, no me ha dado nunca por ahí. Un vestido con colín, más cortico, sí. Pero la bata entera… no.
P. ¿Cómo bajó 20 kilos?
R. Con una lipoescultura que me hice. Y cerrando la boca pa' no comer.
P. ¿Y ahora qué? ¿Ponerse unos pechos voluptuosos?
R. ¡No, niño! Cuando me hice la lipo me los quité. Figúrate si soy raro. Y mira que tenía tetas, ¿eh? Tenía como una 90, de la cantidad de grasa que tenía. Y me las quité. Porque tener dos bultos ahí en el pecho tiene que ser incomodísimo, ¿no?