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La oposición pactó con las asociaciones de 'gay' y lesbianas las propuestas de legalización
Emilio de Benito | El País, 2001-09-26
http://elpais.com/diario/2001/09/26/sociedad/1001455202_850215.html
No habrá matrimonio homosexual. El PP y CiU rechazaron ayer cinco propuestas en el Congreso que permitirían las bodas de gay y lesbianas. Todas se basaban en una 'sencilla' modificación, como explicó el diputado de la Chunta Aragonesista, José Antonio Labordeta: cambiar 'hombre y mujer' por 'cualquier persona', o 'marido y mujer' por 'cónyuges' en tres artículos del Código Civil. IU, PSOE, Iniciativa per Catalunya-Verds y Bloque Nacionalista Galego presentaron iniciativas parecidas, pactadas con la Federación Estatal de Lesbianas y Gays.
El representante de IC-V, Joan Saura, había pedido por la mañana un 'milagro', pero la aritmética parlamentaria se impuso. Leocadio Bueso, portavoz del PP, justificó con argumentos jurídicos el voto negativo de su grupo, lo que bastaba para impedir que las propuestas se admitieran a debate, dada la mayoría absoluta del PP en el Congreso. Mercé Pigem, de CiU, basó su negativa en que antes de aceptar el matrimonio habría que aprobar una ley de parejas como la que su partido promovió en Cataluña hace tres años. El representante de Coalición Canaria se abstuvo en las votaciones de las propuestas de IU y PSOE, y votó en contra de las otras tres. El resto de los grupos (los ponentes más el PNV) se manifestó a favor de modificar los artículos 44, 66 y 67 del Código Civil, contenido común de las cinco propuestas. Es el mismo reparto de fuerzas que se dio cuando se votó en el Congreso la ley de parejas de hecho de Navarra el 3 de abril.
El representante de IC-V, Joan Saura, había pedido por la mañana un 'milagro', pero la aritmética parlamentaria se impuso. Leocadio Bueso, portavoz del PP, justificó con argumentos jurídicos el voto negativo de su grupo, lo que bastaba para impedir que las propuestas se admitieran a debate, dada la mayoría absoluta del PP en el Congreso. Mercé Pigem, de CiU, basó su negativa en que antes de aceptar el matrimonio habría que aprobar una ley de parejas como la que su partido promovió en Cataluña hace tres años. El representante de Coalición Canaria se abstuvo en las votaciones de las propuestas de IU y PSOE, y votó en contra de las otras tres. El resto de los grupos (los ponentes más el PNV) se manifestó a favor de modificar los artículos 44, 66 y 67 del Código Civil, contenido común de las cinco propuestas. Es el mismo reparto de fuerzas que se dio cuando se votó en el Congreso la ley de parejas de hecho de Navarra el 3 de abril.
'No existe necesidad'
Para el popular Leocadio Bueso, 'no existe necesidad objetiva' de regular el matrimonio entre homosexuales. 'La exigencia de heterosexualidad [para casarse] no es incompatible con la no discriminación por la orientación sexual', afirmó. En todo caso, de elaborarse una nueva legislación debería ser 'al margen del matrimonio', explicó. El diputado no hizo mención a la ley de uniones civiles que su grupo ha prometido en varias ocasiones, y que, según Margarita Uría, del PNV, 'se dejó morir' en la comisión parlamentaria.
El argumento del PP, acerca de que no hacía falta una ley, contrastó con la opinión de los demás grupos, que coincidieron en señalar la aceptación por los españoles de las uniones de gay y lesbianas. 'Estamos intentando una ley para lo que es normal en la calle', declaró Labordeta. Para Joan Saura, la derrota de la iniciativa es 'estéril'. 'No se puede disimular ni esconder la realidad social', afirmó, por lo que 'tarde o temprano se va a reconocer'.
El diputado del BNG Francisco Rodríguez afirmó que 'las relaciones homosexuales existen, y lo lógico es que se puedan institucionalizar'. Rodríguez, además, declaró que las 'normas sociales son homófobas'. 'Cada vez que se realiza una boda por lo civil se realiza una discriminación', aseguró.
También Leire Pajín, que defendió la propuesta del PSOE, basó su discurso en la necesidad de igualdad. 'Amarse no puede ser motivo de discriminación', expuso. Pajín recordó que el último congreso de las Nuevas Generaciones del PP aprobó una moción a favor del matrimonio entre homosexuales, y pidió a los diputados de las juventudes populares que fueran 'coherentes'.
La portavoz de IU, Marisa Castro, empezó su discurso recordando: 'Hace 23 años que esta diputada contrajo matrimonio'. 'Por supuesto, me equivoqué', añadió, y pidió el derecho de gay y lesbianas a equivocarse también. Castro se dirigió a los diputados populares para pedirles que votaran en conciencia. 'Hay gays y lesbianas que se sientan a la derecha [en los bancos del PP] y a la izquierda de la Cámara', dijo, y es 'una vergüenza' que alguno de ellos tenga que votar 'contra sus propios derechos'. 'Estoy segura de que si se diera libertad de voto, esta propuesta saldría adelante', afirmó Castro al defender la iniciativa de IU, la primera en presentarse.
El presidente de la Federación Estatal de Lesbianas y Gays, Pedro Zerolo, señaló por la mañana las posibles disensiones dentro del PP. Como ejemplos puso la ley de parejas de la Comunidad Valenciana, impulsada por Eduardo Zaplana, y el apoyo del alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, del PP, al matrimonio entre parejas del mismo sexo. Alonso, que es diputado en el Congreso, se ausentó durante la votación.
El argumento del PP, acerca de que no hacía falta una ley, contrastó con la opinión de los demás grupos, que coincidieron en señalar la aceptación por los españoles de las uniones de gay y lesbianas. 'Estamos intentando una ley para lo que es normal en la calle', declaró Labordeta. Para Joan Saura, la derrota de la iniciativa es 'estéril'. 'No se puede disimular ni esconder la realidad social', afirmó, por lo que 'tarde o temprano se va a reconocer'.
El diputado del BNG Francisco Rodríguez afirmó que 'las relaciones homosexuales existen, y lo lógico es que se puedan institucionalizar'. Rodríguez, además, declaró que las 'normas sociales son homófobas'. 'Cada vez que se realiza una boda por lo civil se realiza una discriminación', aseguró.
También Leire Pajín, que defendió la propuesta del PSOE, basó su discurso en la necesidad de igualdad. 'Amarse no puede ser motivo de discriminación', expuso. Pajín recordó que el último congreso de las Nuevas Generaciones del PP aprobó una moción a favor del matrimonio entre homosexuales, y pidió a los diputados de las juventudes populares que fueran 'coherentes'.
La portavoz de IU, Marisa Castro, empezó su discurso recordando: 'Hace 23 años que esta diputada contrajo matrimonio'. 'Por supuesto, me equivoqué', añadió, y pidió el derecho de gay y lesbianas a equivocarse también. Castro se dirigió a los diputados populares para pedirles que votaran en conciencia. 'Hay gays y lesbianas que se sientan a la derecha [en los bancos del PP] y a la izquierda de la Cámara', dijo, y es 'una vergüenza' que alguno de ellos tenga que votar 'contra sus propios derechos'. 'Estoy segura de que si se diera libertad de voto, esta propuesta saldría adelante', afirmó Castro al defender la iniciativa de IU, la primera en presentarse.
El presidente de la Federación Estatal de Lesbianas y Gays, Pedro Zerolo, señaló por la mañana las posibles disensiones dentro del PP. Como ejemplos puso la ley de parejas de la Comunidad Valenciana, impulsada por Eduardo Zaplana, y el apoyo del alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, del PP, al matrimonio entre parejas del mismo sexo. Alonso, que es diputado en el Congreso, se ausentó durante la votación.
El 'paraguas' de las iglesias
Emilio de Benito | El País, 2001-09-26
http://elpais.com/diario/2001/09/26/sociedad/1001455203_850215.html
Sólo el PNV recordó ayer la ley de uniones civiles prometida por el PP hace tres años cuando se opuso por primera vez a elaborar una normativa estatal para las parejas de hecho. Y lo hizo para afirmar que su tramitación había 'muerto' en la comisión parlamentaria.
Desde los primeros debates, el entramado legislativo se ha complicado. Cuatro comunidades autónomas (Cataluña, Aragón, Navarra y la Comunidad Valenciana) han aprobado leyes al respecto. Cada una es diferente, en función del partido que las promovió (CiU, Par, IU y PP, respectivamente) y de las competencias de cada autonomía.
La catalana, la primera en entrar en vigor hace tres años, regula temas como la sucesión y el derecho al ajuar en caso de separación, pero no reconoce los mismos derechos para las parejas heterosexuales y las homosexuales.
La navarra es la más amplia, e incluye el derecho a adoptar por parejas homosexuales, aunque este punto ha sido recurrido por el PP ante el Tribunal Constitucional. La valenciana, la última en aprobarse, es más parecida al contrato de unión civil que propugnaba el PP, y no reconoce la misma categoría como familia a las parejas de hecho que a los matrimonios.
Asturias, Baleares y Andalucía preparan también leyes de uniones estables, que se añadirán a la multitud de registros municipales de parejas de hecho. La ley asturiana y la balear no admiten la adopción por homosexuales, pero sí la acogida de menores, que es lo más lejos que sus competencias les permiten.
La disparidad también es destacable en Europa. Los países escandinavos y Holanda reconocen el matrimonio entre homosexuales con casi los mismos derechos que las uniones civiles heterosexuales. Holanda incluye el derecho a la adopción. Bélgica prepara una ley similar a la holandesa para el año que viene. Francia cuenta desde hace dos años con el Pacto Civil de Solidaridad, un modelo de unión más limitado a efectos económicos y más parecido a una asociación comercial. Alemania ha sido el último país en incorporarse a la lista, con una ley de matrimonio civil para homosexuales que excluye la adopción, pero incorpora el derecho a que la pareja extranjera obtenga el permiso de residencia.
Como señaló ayer la diputada de IU Marisa Castro, 'hasta Portugal' tiene una ley, lo que deja a España a la cola de la UE junto a los otros tres países que viven 'bajo el paraguas' de las iglesias: Irlanda, Italia y Grecia.
Desde los primeros debates, el entramado legislativo se ha complicado. Cuatro comunidades autónomas (Cataluña, Aragón, Navarra y la Comunidad Valenciana) han aprobado leyes al respecto. Cada una es diferente, en función del partido que las promovió (CiU, Par, IU y PP, respectivamente) y de las competencias de cada autonomía.
La catalana, la primera en entrar en vigor hace tres años, regula temas como la sucesión y el derecho al ajuar en caso de separación, pero no reconoce los mismos derechos para las parejas heterosexuales y las homosexuales.
La navarra es la más amplia, e incluye el derecho a adoptar por parejas homosexuales, aunque este punto ha sido recurrido por el PP ante el Tribunal Constitucional. La valenciana, la última en aprobarse, es más parecida al contrato de unión civil que propugnaba el PP, y no reconoce la misma categoría como familia a las parejas de hecho que a los matrimonios.
Asturias, Baleares y Andalucía preparan también leyes de uniones estables, que se añadirán a la multitud de registros municipales de parejas de hecho. La ley asturiana y la balear no admiten la adopción por homosexuales, pero sí la acogida de menores, que es lo más lejos que sus competencias les permiten.
La disparidad también es destacable en Europa. Los países escandinavos y Holanda reconocen el matrimonio entre homosexuales con casi los mismos derechos que las uniones civiles heterosexuales. Holanda incluye el derecho a la adopción. Bélgica prepara una ley similar a la holandesa para el año que viene. Francia cuenta desde hace dos años con el Pacto Civil de Solidaridad, un modelo de unión más limitado a efectos económicos y más parecido a una asociación comercial. Alemania ha sido el último país en incorporarse a la lista, con una ley de matrimonio civil para homosexuales que excluye la adopción, pero incorpora el derecho a que la pareja extranjera obtenga el permiso de residencia.
Como señaló ayer la diputada de IU Marisa Castro, 'hasta Portugal' tiene una ley, lo que deja a España a la cola de la UE junto a los otros tres países que viven 'bajo el paraguas' de las iglesias: Irlanda, Italia y Grecia.