Imagen: El País / Versión del Cristo Despojado de Jolly Roger en Twitter |
La foto solo ha viralizado después de que la cofradía de Jaén le denunciara.
Jaime Rubio Hancock | Verne, El País, 2018-02-08
https://verne.elpais.com/verne/2018/02/08/articulo/1518088372_998650.html
Daniel Serrano asegura que nunca tuvo intención de mofarse de la cofradía de la Hermandad de la Amargura, en Jaén, cuando publicó en Instagram un montaje en el que ponía su propia cara en la del Cristo Despojado. De hecho, uno de los amigos con los que estaba en ese momento era miembro de esta cofradía: “Se rió. Fue uno de los que me dijo que la subiera”, cuenta a Verne por teléfono Serrano, a quien seguían unas 500 personas en esta red social.
Pero a la Junta de Gobierno de la Hermandad sí le disgustó la imagen. Tanto que, después de que se publicara en abril de 2016, llevó el caso a los tribunales. El 7 de febrero se hizo pública la sentencia: Serrano, de 24 años, tendrá que pagar una multa de 480 euros por un delito contra los sentimientos religiosos, tras declararse culpable siguiendo el consejo de su abogada.
Podría parecer que a la cofradía le ha salido bien: el tribunal le ha dado la razón y el joven ahora tiene su cuenta de Instagram en modo privado. Salvo que la denuncia también ha logrado que el fotomontaje se haya difundido tanto que ha aparecido en centenares de tuits y en las páginas de los diarios.
Se trata de un nuevo ejemplo del efecto Streisand: en 2003, Barbra Streisand denunció a una web para que retirase una foto aérea de su casa en California y consiguió justo lo contrario, que la imagen se convirtiera en viral, dando nombre a un efecto clásico en internet.
De hecho, cuando Serrano lo publicó, el montaje no se compartió tanto como ahora. El joven explica que la publicación “se vio bastante. Me tiré 5 días sin entrar en Instagram y cuando volví a conectarme tenía 200 o 300 me gusta”. 300 es una buena cifra para una cuenta de unos 500 seguidores, pero difícilmente se puede decir que tuviera una difusión masiva. Ahora mismo es fácil encontrar tuits que critican la sentencia y comparten el montaje, además de las publicaciones que han recogido la noticia.
Y no es la primera vez: ya pasó en junio, cuando se supo que el joven iría a juicio. Entonces Serrano había borrado la publicación, pero volvió a subirla poco después, nos explica, haciendo referencia a cómo había salido en los medios.
Montajes solidarizándose con Serrano
Serrano comenta que no ha entrado en redes estos días, aunque imagina que la respuesta “será como la otra vez”. En esta ocasión hay un añadido: hay tuiteros que están poniendo su propia cara en el Cristo. Cuando le comentamos esta reacción, se alegra: “Cuanto más grande sea, mejor. A ver si se enteran de que estamos en el siglo XXI”. Uno de los que lo ha hecho es Joaquín Urías, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Sevilla y exletrado del Tribunal Constitucional.
Hay muchos casos similares. Encontramos otro ejemplo reciente en el caso de Cassandra Vera, condenada a dos años de prisión por 13 tuits con chistes sobre Carrero Blanco. Estos tuits apenas se compartieron cuando los publicó, pero tras la noticia del juicio no solo se reprodujeron en medios de comunicación, sino que muchos tuiteros decidieron hacer chistes más o menos velados a costa del militar y político franquista asesinado por ETA.
La cofradía ha publicado un comunicado en su cuenta de Twitter, explicando que antes de acudir a la justicia pidieron a Serrano que borrase la foto. “Ellos me decían que era porque tenían el copyright de la imagen -explica el joven-, pero en el juicio no dijeron nada de eso”. Verne se ha puesto en contacto con la cofradía, que ha preferido no responder.
La reacción en Twitter a su comunicado también muestra el alcance del efecto Streisand: su tuit suma más de un centenar de respuestas, muchas de ellas con montajes.
Pero a la Junta de Gobierno de la Hermandad sí le disgustó la imagen. Tanto que, después de que se publicara en abril de 2016, llevó el caso a los tribunales. El 7 de febrero se hizo pública la sentencia: Serrano, de 24 años, tendrá que pagar una multa de 480 euros por un delito contra los sentimientos religiosos, tras declararse culpable siguiendo el consejo de su abogada.
Podría parecer que a la cofradía le ha salido bien: el tribunal le ha dado la razón y el joven ahora tiene su cuenta de Instagram en modo privado. Salvo que la denuncia también ha logrado que el fotomontaje se haya difundido tanto que ha aparecido en centenares de tuits y en las páginas de los diarios.
Se trata de un nuevo ejemplo del efecto Streisand: en 2003, Barbra Streisand denunció a una web para que retirase una foto aérea de su casa en California y consiguió justo lo contrario, que la imagen se convirtiera en viral, dando nombre a un efecto clásico en internet.
De hecho, cuando Serrano lo publicó, el montaje no se compartió tanto como ahora. El joven explica que la publicación “se vio bastante. Me tiré 5 días sin entrar en Instagram y cuando volví a conectarme tenía 200 o 300 me gusta”. 300 es una buena cifra para una cuenta de unos 500 seguidores, pero difícilmente se puede decir que tuviera una difusión masiva. Ahora mismo es fácil encontrar tuits que critican la sentencia y comparten el montaje, además de las publicaciones que han recogido la noticia.
Y no es la primera vez: ya pasó en junio, cuando se supo que el joven iría a juicio. Entonces Serrano había borrado la publicación, pero volvió a subirla poco después, nos explica, haciendo referencia a cómo había salido en los medios.
Montajes solidarizándose con Serrano
Serrano comenta que no ha entrado en redes estos días, aunque imagina que la respuesta “será como la otra vez”. En esta ocasión hay un añadido: hay tuiteros que están poniendo su propia cara en el Cristo. Cuando le comentamos esta reacción, se alegra: “Cuanto más grande sea, mejor. A ver si se enteran de que estamos en el siglo XXI”. Uno de los que lo ha hecho es Joaquín Urías, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Sevilla y exletrado del Tribunal Constitucional.
Hay muchos casos similares. Encontramos otro ejemplo reciente en el caso de Cassandra Vera, condenada a dos años de prisión por 13 tuits con chistes sobre Carrero Blanco. Estos tuits apenas se compartieron cuando los publicó, pero tras la noticia del juicio no solo se reprodujeron en medios de comunicación, sino que muchos tuiteros decidieron hacer chistes más o menos velados a costa del militar y político franquista asesinado por ETA.
La cofradía ha publicado un comunicado en su cuenta de Twitter, explicando que antes de acudir a la justicia pidieron a Serrano que borrase la foto. “Ellos me decían que era porque tenían el copyright de la imagen -explica el joven-, pero en el juicio no dijeron nada de eso”. Verne se ha puesto en contacto con la cofradía, que ha preferido no responder.
La reacción en Twitter a su comunicado también muestra el alcance del efecto Streisand: su tuit suma más de un centenar de respuestas, muchas de ellas con montajes.
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