viernes, 14 de diciembre de 2012

#hemeroteca #documentales #testimonios | La isla, la 'burbuja' y César Manrique

Imagen: El Mundo / César Manrique en el Mirador del Río, Lanzarote
La isla, la 'burbuja' y César Manrique.
'TARO. El eco de Manrique' recibe seis candidaturas al Goya. 'Menuda herencia para generaciones futuras con esta panda de burros', dijo. El documental rescata el perfil más comprometido del artista canario. "Hemos querido que sea una película-mensaje', explica Miguel G. Morales. El director ha invertido dos años y medio de trabajo en la cinta. Coincide con el 20º aniversario de su muerte en accidente de tráfico.
Jose María Robles | El Mundo, 2012-12-14
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/12/10/cultura/1355156065.html

Hubo quien vio venir el cataclismo. César Manrique se percató hace ya 40 años de los desmanes de la "mafia especulativa" de la construcción y del impacto letal del turismo de masas. Nadie como el pintor, escultor y arquitecto lanzaroteño hizo entonces bandera de la sostenibilidad cuando el término aún no se había acuñado. Nadie antes pareció reparar en la magia de aquel paisaje magmático, subyugante, único. Nadie, intelectual o ciudadano de a pie, llegó como él a renunciar a su propia carrera para defender el entorno natural en primera línea y con acciones contundentes: derribo de vallas publicitarias y postes de luz, paralizaciones de obras, sucesivas denuncias con eco internacional...

De la vigencia del discurso de Manrique en estos tiempos post 'boom' inmobiliario, de su grado de militancia y su carácter visionario dejan constancia algunos titulares: 'Mis enemigos son los especuladores' (15 de agosto de 1983); 'Menuda herencia para generaciones futuras con esta panda de burros' (2 de abril de 1990)... El documental 'TARO. El eco de Manrique' reivindica el perfil de activista medioambiental del genio conejero justo en el 20º aniversario de su muerte en accidente de tráfico.

"No es una biografía, ni toca el aspecto pictórico de Manrique. Hemos querido que sea una película-mensaje", explica Miguel G. Morales, director de un trabajo "incómodo, tiene que serlo" que ha recibido seis candidaturas a los próximos premios Goya: mejor película, mejor película documental, mejor montaje, mejor dirección novel, mejor guión original y mejor sonido. Será el próximo 8 de enero cuando la Academia dará a conocer las cuatro cintas finalistas.

Subraya Miguel G. Morales que en 'TARO...' el autor de los Jameos del agua (1966), el Mirador del Río (1973) y la casa de Tahíche (1968) "se explica solo". En efecto, la voz cadenciosa, alegre y en muchos pasajes emocionante -por aleccionadora- del canario ejerce de hilo narrativo y testimonia una lucha incansable por poner en valor y salvaguardar la antaño considerada cenicienta del archipiélago.

"La gente se reía diciendo que aquí no había más que camellos y piedras", se revuelve en pantalla Manrique, que no se calló nunca ni se casó con nadie, que del megáfono hizo una espada, que se sintió "muy honrado" cuando lo tildaron de "jardinero". "Se han vendido al primero que ha llegado sin la más mínima responsabilidad de estilo, haciendo una cantidad de mamotretos que están taponando la visión del mar con una arquitectura estándar, vulgar, internacional que no tiene el más mínimo interés. Esto es una verdadera vergüenza", atizaba en 1978, el mismo año que le dieron en Berlín el equivalente al Nobel del ecologismo. "Es una arquitectura fascista que ni el propio Mussolini la hubiera permitido, porque es un espanto". Sobran los ejemplos a poco que se eche un vistazo al litoral o al extrarradio de cualquier gran ciudad española.

'TARO...' repasa cómo un creador formado en Madrid y afincado en Nueva York decide regresar a la patria chica y logra involucrar a la sociedad civil en su proyecto. Es precisamente la cuadrilla de albañiles con la que hizo de Lanzarote una isla-obra la que aparece ante la cámara para reivindicar al maestro. Más emotiva si cabe es la presencia de una 'contraparte' alemana: el casi nonagenario arquitecto Frei Otto (artífice de la estructura del Estadio Olímpico de Múnich y colega del español) y el cineasta Matthias Allary, que llegó al estudio de Manrique para grabar una intervención artística para BMW y acabó haciendo "probablemente la última entrevista" al artífice de los 'Juguetes del viento'.

Un material inédito que Morales considera clave para construir la historia, en la que ha invertido dos años y medio de trabajo (aunque su primer acercamiento data de 2002) y que ha sido coproducida por Televisión Española, Televisión de Canarias y la Obra Social de Caja Canarias.

"Queríamos que la película transmitiera dos mensajes claros: por una parte, el lado optimista, la energía de César, sus ganas de vivir, ese modo 'joyful' de ver la vida, muy californiano, y por otra, el cabreo. Que la gente la vea y salga con ganas de coger una pala...", rememora Morales las intervenciones de un Manrique que jamás acató la etiqueta de "apóstol".

La arquitectura popular lanzaroteña, la educación ("el mayor negocio de un país es la cultura de su pueblo"), el amor casi paternal por sus gran daneses... Lo define bien el naturalista y escritor Joaquín Araújo, autor del blog Tierra: "César es una de las primeras personas que en esta cercana historia de nuestro destruir el mundo convierte su toma de conciencia individual en una proposición, una proposición fundamentalmente ética".

Una vez dijo que plantar 25.000 árboles le parecía una obra mucho más artística que hacer dos exposiciones. Así de radical fue Manrique, un hombre contra la 'burbuja'.

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