lunes, 3 de octubre de 2022

#hemeroteca #homofobia #crimenesdeodio | Las aristas en el caso del presunto asesino de la app de citas gay

Un asesinato se produjo cerca de la plaza Unanumo de Bilbao //

Las aristas en el caso del presunto asesino de la app de citas gay

El modus operandi vinculado a los presuntos asesinatos de homosexuales en Bilbao complica la instrucción del caso. Se investiga el posible asesinato de un hombre de 43 años, dos intentos de homicidio y la vinculación del sospechoso con la muerte de tres hombres cuya muerte se relacionó con causas naturales.
Ander Goyoaga | La Vanguardia, 2022-10-03
https://www.lavanguardia.com/local/paisvasco/20221003/8549783/aristas-caso-presunto-asesino-app-gay.html 

El caso del presunto asesino de la app de citas homosexuales en Bilbao se ha convertido en uno de los más intrincados a los que ha tenido que hacer frente la Ertzaintza en los últimos años. Cuando se cumplen 150 días desde la detención del principal sospechoso, el caso continúa dividido en tres causas judiciales sin unificar y aún se desconoce la magnitud de los hechos. La posible utilización de GHB, el conocido como éxtasis líquido, para la sumisión de las víctimas y la necesidad de analizar tejidos de personas ya fallecidas, en principio debido a causas naturales, suponen todo un desafío para la investigación. La instrucción del caso, de hecho, podría alargarse más de un año.

En este momento, Nelson David M. B., que se entregó en la comisaría de Irun el pasado 5 de mayo, está siendo investigado, en primer lugar, por el posible homicidio de un hombre de 43 años, en octubre del pasado año, así como por el intento de homicidio de otras dos personas. Además, se investiga la relación del sospechoso con la muerte de otros tres hombres, cuyo fallecimiento se atribuyó en principio a causas naturales.

El caso sigue dividido en tres causas judiciales sin unificar
El caso, sin embargo, presenta muchos escollos. “De momento, tenemos a un estafador en serie; está por demostrar que sea un asesino en serie”, indica una fuente conocedora de la investigación. La principal complejidad radica en el modus operandi con el que se vincula el caso. La hipótesis que baraja la investigación es que se habría citado con sus víctimas a través de una app de citas. A partir de ahí, con el objetivo de robarles, habría buscado su sumisión química utilizando GHB, anulando su voluntad y, finalmente, acabando con su vida.

César San Juan, investigador del Instituto Vasco de Criminología y profesor titular del departamento de Psicología Criminal de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), considera que el presunto envenenamiento de las víctimas supone una dificultad para los investigadores. “Toda la acusación debe estar fundamentada en una carga de prueba que resulte difícilmente contestable. Es decir, la policía debe tratar de encontrar evidencias que le incriminen directamente. Esto, en crímenes en los que existe un arma homicida o se emplea la violencia, puede resultar más fácil que en casos en los que la forma de matar ha sido por envenenamiento”, indica.

El papel de los forenses y la búsqueda de GHB en los tejidos de personas fallecidas será clave
De hecho, la investigación presenta otra dificultad añadida: es una incógnita el número de posibles víctimas de este caso. En primer lugar, se investiga el posible homicidio de Josu M.A., un profesor de música de 43 años natural de Ondarroa que residía en Bilbao. Su fallecimiento se atribuyó en principio a causas naturales, hasta que el hermano de la víctima detectó, cinco días después del fallecimiento, que se habían extraído importantes cantidades de dinero tras su muerte. Fue uno de los hilos que activó la investigación.

También se investigan dos intentos de homicidio. El segundo de ellos habría ocurrido en diciembre del año pasado. Un hombre denunció que una persona con la que se había citado a través de una app de contactos homosexuales le había tratado de estrangular, hasta que logró zafarse y escapar. Es el otro hilo del que tira la investigación. A partir de ahí, se investiga la relación del detenido con la muerte de otros tres hombres, cuya muerte se atribuyó en un primer momento a causas naturales.

“Cabe la posibilidad que haya más asesinatos que han pasado desapercibidas, lo que implica revisar expedientes previos y demorar la investigación. Obviamente, cuando llegue el juicio hay que tener una constatación lo más válida posible de a cuántas personas ha asesinado realmente el autor de los hechos”, indica San Juan.

Otra dificultad añadida es, según el profesor de la UPV/EHU, la posibilidad de que haya actuado en otras comunidades e incluso en el extranjero, ya que, como publicó ‘La Vanguardia’, habría pasado por Catalunya y otras comunidades. Fuentes conocedoras de la investigación, no obstante, señalan que ha perdido fuerza la hipótesis de que haya víctimas fuera del País Vasco.

En todo caso, la instrucción judicial está requiriendo un trabajo exhaustivo tanto a la Ertzaintza, que ha analizado la actividad del detenido en las app de citas y registrado varias viviendas de posibles víctimas, como al Instituto Vasco de Medicina Legal. Allí se conservan muestras de tejidos de personas fallecidas y, según fuentes conocedoras del caso, se vienen analizando para comprobar si muertes atribuidas a causas naturales pudieron ser provocadas por envenenamiento. La sustancia presuntamente utilizada, sin embargo, supone un nuevo obstáculo para la investigación. Además de ser muy difícil de detectar, los propios organismos post mortem generan GHB. Su detección en el organismo de una persona fallecida no garantiza que venga de toxicidad ingerida, de manera que supone un desafío para los toxicólogos. Una arista más en la instrucción.

Mientras, Nelson David M.B., de 25 años y nacionalidad colombiana, continúa en prisión preventiva en el centro penitenciario de Basauri, dentro del módulo de Respeto. Una de las pocas personas que le ha visitado, además de su abogada, es Mónica, la madre de su pareja. Está convencida de que el novio de su hija es “inocente” y cree que “pudo haber robado o utilizado esas tarjetas”, pero “nunca asesinar”. “Tenía malas compañías y pudo ser utilizado”, sostiene.

La abogada asignada de oficio al sospechoso prefiere no hacer declaraciones. César San Juan, no obstante, señala que en casos como este “lo más probable es que la defensa le haya recomendado que no diga nada o incluso que se retracte de cualquier confesión que haya hecho en la fase de instrucción”.

“Es probable que la estrategia de la defensa reconozca los robos, pero niegue los envenenamientos. Esto, como te sugería, es más difícil de demostrar. Es decir, hay que probar que el sospechoso no solo adquiere la sustancia, sino que proactivamente, y con la intención de matar, la vierte en la bebida de las víctimas. Esto puede ser más complicado”, concluye.

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