jueves, 21 de diciembre de 2023

#hemeroteca #madressolteras | Madres solteras, criaturas de segunda

Detalle de una imagen del instagram del colectivo Madrecitas //

Madres solteras, criaturas de segunda

Susana Cañete de Cárdenas | Naiz, 2023-12-21

https://www.naiz.eus/es/iritzia/articulos/madres-solteras-criaturas-de-segunda 

Los tiempos han cambiado. Las madres solteras ya no sufren rechazo familiar y social: su familia no las echa de casa, no son encerradas en instituciones, no les roban sus criaturas tras el parto... como sociedad hemos avanzado mucho. Aunque algunas no piensan lo mismo: recomiendo seguir a la Sindicata de madres y a Madrecitas, colectivo de mujeres racializadas que denuncia racismo en quitas de custodias.

Pero no íbamos a creer que violar mandatos de género, como el de tener hijos dentro del matrimonio y la omnipresente pareja, aunque seamos blancas y europeas, nos iba a salir gratis.

Desde luego, es todo menos gratis: exclusión en la reproducción asistida durante años, obligándonos a pagar altos precios en clínicas privadas, discriminación en tarifas y tasas bonificadas para las numerosas (eso sí que son familias de bien); como en el bono social, gravamen fiscal, etcétera. Y por supuesto, no nos sale gratis disfrutar de la mitad de permiso retribuido por nacimiento, acogimiento o adopción que las demás familias.

No, ya no insultan a los hijos e hijas de madres solteras por la calle, pero no creamos que van a tener los mismos derechos que las demás, que se lo hubieran pensado antes sus madres, que ya sabían lo que había.

El Parlamento de Navarra, por unanimidad, a instancias de EH Bildu y con apoyo de Geroa Bai, Podemos e I-E, aprobó el año pasado una moción para equiparar los permisos de las trabajadoras y trabajadores públicos navarros que tienen criaturas en solitario con los del resto de familias de trabajadores y trabajadoras de la Administración.

Mientras esperamos a que el Gobierno escuche al Parlamento, incluido a su propio grupo y se ponga manos a la obra, los hijos de las privilegiadas trabajadoras públicas navarras sin pareja, tendrán que ir a la escuela infantil a los 4 meses, mientras que, sorpresa, los de los doblemente privilegiados trabajadores y trabajadoras públicas que tienen a sus hijos en pareja, podrán hacerlo a los 8 meses.

Esta discriminación se termina, como dijo el Parlamento, añadiendo un par de frases en un artículo de la ley que regula los permisos del personal de la función pública navarra.

Supongo que el Gobierno estará muy ocupado pensando cuál puede ser su contribución al fin del genocidio de la población de Gaza o en algo de similar importancia, si lo hay.

Recordemos que, sea cual sea nuestra situación familiar y laboral, es privilegiada si la comparamos con la de las familias palestinas, cuyas criaturas están siendo asesinadas diariamente mientras el mundo lo contempla, pasiva y cómplicemente.

Pero como no parece que el Gobierno esté demasiado ocupado en esta cuestión, una de las más graves a nivel mundial en la Historia reciente de la Humanidad, no entiendo el porqué de la tardanza en acabar con una discriminación histórica.

Histórica, porque no debemos olvidar la dolorosa vida de muchas mujeres que fueron madres solteras, a aquellas cuyos hijos les fueron arrebatados, a quienes fueron explotadas y maltratadas por monjas a instancias del Patronato de Protección a la Mujer y a quienes fueron excluidas y humilladas por el resto de la sociedad. Para saber más sobre el escalofriante Patronato de Protección a la Mujer, leer a Consuelo García Cid, Andrea Momoitio o Carmen Guillén.

Por cierto, que también es urgente realizar acciones de reparación histórica, como víctimas del franquismo y de la transición que son, para estas mujeres y sus hijos e hijas.

Somos porque fueron. Y se lo debemos a ellas, a nosotras y a las que vendrán. Y sobre todo, a nuestras criaturas, que merecen el mismo trato que las demás. Al fin y al cabo, no viven en Gaza.

miércoles, 20 de diciembre de 2023

#libros #trans #testimonios | Memoria a la intemperie : (auto)biografías trans hispánicas

Memoria a la intemperie : (auto)biografías trans hispánicas / José Antonio Ramos Arteaga, Rafael M. Mérida Jiménez, Rosa M. Conesa Cortés (eds.).

Lleida : Universitat de Lleida, 2023 [12-20].
180 p.
Serie: LGBTI & Company ; 9.

/ ES / Libros / ENS / REC / Autobiografía / Biografías / LGTBI / Trans / Testimonios

📘 Ed. impresa: ISBN 9788491444701 / 18.00 €
📝 Cita APA-7: Ramos Arteaga, José Antonio, Mérida Jiménez, Rafael M., y Conesa Cortés, Rosa M. Memoria a la intemperie: (auto)biografías trans hispánicas. Universitat de Lleida.


Desde su excéntrico lugar en la reflexión historiográfica, Walter Benjamín escribió en la Tesis VII de sus “Tesis de filosofía de la Historia” la conocida idea de “pasarle a la historia el cepillo a contrapelo”. Con esta concisa y controvertida propuesta, el filósofo alemán señalaba la posibilidad de narrar la historia de los vencidos, de los oprimidos, a modo de una contrahistoria ejemplar y no como una versión especular en negativo de los vencedores, la Historia. Por el contrario, se trataría de romper los tradicionales mecanismos del relato hegemónico (la evidencia y el dato “objetivo”) a favor de una desestabilización de las fuentes, de la apertura a lo oblicuo, a la memoria de los subalternos, a lo que nunca pasó al archivo por su irrelevancia, por su potencial transgresor, por la impugnación del relato oficial. En esa misma Tesis, Benjamín afirmaba que “jamás se da un documento de cultura sin que lo sea a la vez de la barbarie”. Esa “barbarie” es la que estos documentos “a contrapelo” desvelan y desenmascaran. Las vidas y voces que presentamos en este volumen –muchas autobiográficas, otras mediadas por la persecución policial o la inquisición médica, alguna a través de la reconstrucción a partir de distintos tipos de egodocumentos, que justifica el uso del paréntesis en su designación, (auto)biografías- se escribieron a contrapelo y su sola existencia deja claro la capacidad de supervivencia, de resistencia y de rebeldía que representan nuestras vidas trans.

Sumario: Vidas a contrapelo: La Bella Otero; Egmont de Bries; La Lita; Gloria Meneses; Emilia Quiroga; Madame Arthur; Malva Solís; Rosa Mari; Rosario Miranda; Dolly Van Doll; La Encarna; Pierrot; Holly Woodlawn; Susana Pinta Silva; Norma Mejía; José Pérez Ocaña; Soraya; La Margot; Vanessa Show; Lizza Fernanda; Ana M. F.; Sylvia Rivera; Antonio Palacios Patiño; Rampova; Tania Navarro Amo; Carla Antonelli; Alexandra R. DeRuiz; Cristina Ortiz, La Veneno; Irina Echeverría; Lola; Farah Azcona; Bárbara Bianca LaVogue; Judith Juanhuix; Roberta Marrero; Morganna Love; Camila Sosa Villada; Daniasa Curbelo y Elizabeth Duval. Memoria a la intemperie.

domingo, 17 de diciembre de 2023

#hemeroteca #trans | Nacha Sánchez (‘Vestida de azul’): "Llevaba 40 años esperando que alguien me llame por teléfono para decirme 'Oye, ¿estás viva?"

Nacha Sánchez //
Nacha Sánchez (‘Vestida de azul’): "Llevaba 40 años esperando que alguien me llame por teléfono para decirme 'Oye, ¿estás viva?"

40 años después del estreno del documental de culto, un equipo capitaneado por Valeria Vegas y los Javis retrata las vidas de sus protagonistas trans en Vestidas de azul, de Atresplayer. Nacha Sánchez es la única de ellas que sigue viva para verlo (y aparecer en la serie).
Darío Gael Blanco | Vanity Fair, 2023-12-17
https://www.revistavanityfair.es/articulos/nacha-sanchez-entrevista-vestidas-de-azul-serie

Cuando hace unas semanas conocí a Nacha María Sánchez, de 61 años, no pude evitar pedirle que me dedicase un ejemplar de 'Vestidas de azul', el ensayo de Valeria Vegas editado en 2019 por Dos Bigotes. Sin él no existiría tal y como es ‘Vestidas de azul’, la nueva serie producida por los Javis y por la propia Valeria (ejerciendo también de guionista) que se estrena hoy 17 de diciembre. Una suerte de secuela de su ya histórica ‘Veneno’, que en esta ocasión recurre a la ficción para explorar, retratar y homenajear las vidas de las protagonistas de ‘Vestida de azul’ (1983). Me llamó la atención su exquisita educación y su habilidad para ocupar el menor espacio posible pese a acaparar todas las miradas. Al despedirme me hizo entrega, no sin cierta ceremonia, de su tarjeta: una bandera trans con su nombre bien grande en una tipografía tan coqueta como ella. Los datos de contacto eran claramente lo de menos.

El mismo atrevimiento fan que tuve yo lo habría tenido cualquiera que también se conociese al dedillo el casi desaparecido (e hipnótico) documental original, ahora disponible en Atresplayer Premium. En el erial de representación trans que seguía siendo España hasta hace muy pocos años, esta rareza era una de las poquísimas cintas en las que fijarnos quienes estábamos sedientos de ver y conocer a las que nos precedieron, ya fuese dentro o fuera de las pantallas. Sus seis protagonistas, cinco de ellas mujeres trans (Josette detransicionó en los años 90) se dedican, en su mayoría, al mundo del espectáculo, al trabajo sexual o a ambos. A Nacha, un huracán rubio platino al que adora la cámara, le debe alguna de sus escenas más icónicas, como la de la conversación con el falso cura con el emotivo alegato (este sí, real) de nuestra protagonista o aquella descacharrante llamada con un cliente, también falso. Suyas son, a su vez, algunas de las ocurrencias más replicables, como aquel “bueno, cariño, esto no es El Corte Inglés, aquí no hay rebajas en enero” ante alguien que trataba de regatear el precio de sus servicios.

Y es que a Nacha ‘la Poderosa’ no la torea nadie. Ni con 20 o 21 años, cuando Antonio Giménez-Rico rodó el documental, ni ahora. “La tontería del poderío viene de cuando salíamos a trabajar por las noches. Yo siempre he tenido mucha suerte, y cuando acabábamos de trabajar nos juntábamos, nos íbamos a cenar a algún lado y cuando yo abría la cartera tenía una manía: contaba el dinero y me frotaba las manos diciendo ‘¡Ay, qué poderío!’... y de ahí me sacaron el apodo las chicas que venían de Canarias. La gente lo tomaba por otro lado... que ojalá, pero no. Yo no he tenido ni mansiones ni quince coches. Sí he tenido muy buenas casas en unos sitios fabulosos, unos pedazo de abrigos de pieles, unas joyas y unos vestidos de muerte. Pero todo eso con los años va pasando. Hay que seguir viviendo, ahora más humildemente. Cuando no había dinero, las joyas se vendieron, claro, así que el poderío se quedó en el Monte de Piedad", explica con el sentido del humor tierno y fiero de quien lo ha vivido casi todo, de ida y de vuelta, mientras me atiende por videollamada desde Vigo. Allí reside desde hace 17 años: “Yo no sé si es que son más abiertos de mente por lo mucho que han emigrado, pero aquí todo el mundo me trata bien y me respeta… la única queja que tengo es la pésima comunicación de la ciudad".

Su periplo vital y geográfico se inició en el madrileño barrio obrero de Embajadores ("¿Qué te creías, que yo era del barrio de Salamanca?", se chotea en un momento dado). Se marchó de casa a los 13 años y se vio abocada a ejercer la prostitución poco después. Me enseña un libro titulado ‘A través de los ojos de mi madre’, de Tania Navarro. “Yo tenía trece años cuando la conocí y era un crío que no sabía por dónde tirar. Me acogió y me dijo ‘tú ven aquí'. Ella y Laura Frenchkiss fueron mis maestras”. Otra más de tantas genealogías trans iniciadas al duro abrigo del asfalto. Inició su transición en Barcelona, pero cuando se rodó ‘Vestida de azul’ residía en Madrid y trabajaba con el resto de las protagonistas (excepto Josette) en las inmediaciones del Paseo de la Castellana, concretamente en las calles María de Molina y Almagro. Ha vivido en Austria, Suiza, Alemania, Italia, Francia, Portugal y “en España entera”. Cuenta que allá donde iba no socializaba únicamente con sus colegas españolas y solía salirle un novio lugareño, algo que, unido a la costumbre de ver la televisión y a su desparpajo ha facilitado que se defienda con soltura en cinco idiomas. Vivía en Italia cuando conoció a Cristina Ortiz ‘La Veneno’, con quien nunca trabajó pero sí mantuvo una gran amistad, mucho antes de nombrarse así. Cuando se enteró de que había iniciado su transición fue porque su hermana Tatiana Sánchez, que también es una mujer trans, la avisó de que la había visto por la tele. “Y allá que cogimos el coche y nos fuimos a verla”, cuenta con una sonrisa.

La que tuvo retuvo, y no solo me la encuentro maquillada, sino también inmersa en plena búsqueda de la mejor iluminación, taza de café en ristre. “Ay, hijo, es que me acabo de mudar y todavía la luz no me la conozco”, se excusa. Su vida diurna no se diferencia mucho de la de cualquiera de las mujeres de su quinta que la rodean: “Yo me levanto, limpio mi casa, hago la compra y mis cosas como cualquier señora. Esta mañana he ido a hacer unos recados y me he metido en la iglesia de Santiago de Vigo, que le tengo mucha fe, y me he sentado, he dado una vueltecita viendo a mis santos, les he hablado y les he dado las gracias. Allí me siento muy bien, muy tranquila y menos sola. No es que sea la más católica del mundo, porque después de la vida que yo he llevado, pues sería un poco incoherente, pero mis creencias las tengo y no necesito a ningún cura”.

Su espiritualidad llamó la atención de Giménez-Rico, que al enterarse de que un cura no quiso darle de comulgar escenificó una toma con un falso sacerdote que le soltó tales barbaridades que “hubo un momento en que dije 'mira, corta que al final me voy a levantar y le voy a pegar un guantazo. Giménez-Rico no nos daba un guion: nos envenenaba". Y a pesar de la ausencia de guion, era él quien controlaba la narrativa. En un coloquio-homenaje al que la invitaron en el marco del Festival de San Sebastián 2023, lo resumía así: “Nos llenó la cabeza de pajaritos y ninguno voló”. Después de ‘Vestida de azul’ trabajó con actriz “haciendo dos o tres cositas más", en Alma de mujer y ‘Pepe Carvalho’, pero hasta que Vegas manifestó y defendió su interés por ella y hasta su paso por ‘Vestidas de azul’, condensado en 17 sesiones en las que “todo el mundo me trató de maravilla”, se pasó "cuarenta años esperando a que alguien me llame por teléfono para decirme 'Oye, ¿estás viva?". Con todo, hace 40 años experimentó brevemente las mieles de la fama: en ese mismo festival conoció a John Travolta, que se alojó a un par de habitaciones, y a Eleonora Vallone. También “estuve con José Luís López Vázquez, José Sacristán, Maruja Torres... me fui con ellos de bares, como una banda de amigos, una gente muy bohemia y muy simpática. Con Mónica Randall cenamos todas las chicas y Giménez-Rico y al día siguiente nos entrevistó Pepe Navarro para su programa", recuerda, como quitándole importancia.

“Yo soy defensora de la prostitución libre, sin acoso y sin que nadie te obligue"
Volviendo a su presente cotidiano, de noche su mundo es uno mucho más estigmatizado, pero no por ello inusual ni indigno: “Cuando dan las siete de la tarde una se convierte en otra. Cojo mi espejo, mi maquillaje, mis pinturas y me voy... pues a trotar por el mundo. Yo sigo trabajando, a mi aire. Imagínate en qué [sonríe pícara]. No me veo vieja, ni fea ni ordinaria, lo que pasa es que ya no hay clientes ni dinero, pero miedo no tengo y algo de dinero gano. Pero una se hace mayor y los cuerpos cambian, ahora llevo peor las perversidades del frío. También estoy muchas veces sola y ya no queda la alegría que había cuando estábamos todas juntas en este trabajo. Porque es un trabajo, ¿eh? Y un gran servicio social". Al sacar el tema del estigma y la posible regulación, me responde sin ambages: “Yo soy defensora de la prostitución libre, sin acoso y sin que nadie te obligue". Y con derechos laborales, que ella también paga impuestos "como la que más”. Pero aunque las instituciones le den algún que otro disgusto, ahora sí que puede acceder a alguna pequeña ayuda, a pesar de los paternalismos y otros obstáculos. Un gesto que no repara toda una vida de discriminación y que ella procura devolver con creces colaborando con la Cruz Roja o con asociaciones trans y LGTBI viguesas como la Asociación Nós Mesmas o PVLSE.

Sea o no por la buena estrella que menciona al comienzo de nuestra charla, lo cierto es que de las cinco mujeres trans (entonces “transexuales” o “travestís”, según la terminología de la época) que protagonizaron el documental, ella es la única que está aquí para contarlo. La palabra “superviviente” sale a colación más de una vez a lo largo de nuestra conversación. Al ponerlo de relieve, responde: “Pues qué quieres que te diga, me da un poco de miedo aquello de ser la única superviviente. Tampoco quiero que a nadie le dé por pensar que hay que ser como yo, aunque me siento muy segura y creo que doy una imagen y tengo una manera de ser y de vivir muy respetable. Veremos cómo es la experiencia y la reacción de la gente, porque es muy fuerte que seamos dos. Penélope [Guerrero, la actriz que la interpreta] se ha comido a la Nacha de entonces y la ha resucitado”. Eso sí, reconoce que siente algunos celos, que no envidia, por lo que estará viviendo “porque claro, nosotras hicimos un documental, pero ellos han dado vida a nuestras palabras. Han hecho historia. Y yo eso no lo he podido vivir la primera vez porque no era mi momento, ahora es el de ellas. Eso sí, lo poquito que he hecho esta vez lo he hecho con todo mi corazón”.

Pero además es consciente de que su supervivencia también significa que es posible ser trans y vivir para contarlo: “Para mí es un orgullo haber llegado a los 61 años con salud y haciendo las cosas con bastante coherencia. Gracias a Dios en la vida lo he tenido todo, todo. Una familia maravillosa, dinero, joyas, lo que me ha dado la gana. Nunca me ha faltado de nada. He tenido gente que me quería muchísimo y gente que me odiaba también", esto último lo adereza con una carcajada.

Reconoce que le cuesta apañarse con el inclusivo y la terminología actual, pero usa el “todes” siempre que cae y asegura que muchas diferencias se quedan en el lenguaje porque todas las personas trans y no binarias “sentimos lo mismo”. Se alegra cuando le comento que yo también soy trans porque reconoce sentirse más a gusto al hablar “de igual a igual”, y me cuenta animada que incluso de joven conoció a algún hombre trans como yo "pero antes lo llevaban más escondido”. También es una firme defensora de no exigir ningún tipo de modificación quirúrgica para validarnos ni hacer de menos a quien no las acometa: “Que Dios me perdone, que esto que voy a decir es muy vulgar, pero yo no sé si eres transgénero ni si estás operada o no porque el coño no lo lleva nadie en la frente, aquí somos todas iguales".

Al hablar de sus difuntas compañeras de reparto, cuenta que “a la pobre Renée la martirizaba porque ella no servía para la prostitución, con Tamara me llevaba divinamente y cuando se volvió a Málaga para morir allí le regalé unos pendientes y antes de morir le dijo a su hermana que me los devolviese... no te digo más. A Eva, bueno, pues la ayudé mucho a marcharse a su pueblo y luego me arrepentí, porque aquello fue su perdición por culpa de las drogas. Y mi historia con la Loren fue una muy larga, muy larga y si empiezo no termino”. A Loren le está dedicado el primer episodio de la serie. En el estreno por todo lo alto del documental en San Sebastián, fue precisamente ella quien, al asomarse por el balcón del Hotel María Cristina, donde se alojaban, le dijo asustada: “Maricón, yo no bajo que nos está esperando la policía ahí abajo y nos llevan presas”. Rompe a reír al recordarlo, explicándome que resulta que en aquella ocasión estaban allí para escoltarlas hasta la alfombra roja. Y se emociona al rememorar el aplauso de más de diez minutos que les dedicó el público tras la proyección. Un recuerdo que contrasta con el mal trato recibido entonces por buena parte de la prensa.

En la emotiva escena final del primer episodio, que le da una vuelta de tuerca terapéutica a la escena en el Palacio de Cristal del documental, aparecen las siguientes palabras: “En memoria de Isabel Torres, Laura Frenchkiss y de todas aquellas cuya historia se quedó sin contar”. Afortunadamente, no es el caso de la de Nacha, que ve "un sueño hecho realidad” con el estreno de ‘Vestidas de azul’, una serie que además cuenta con muchas personas trans delante y detrás de las cámaras, como el director Ian de la Rosa. Nada que ver con la cinta original y su sesgadísima mirada. "Ya me verás en la serie, ya. Estoy divina", dice con una mezcla de orgullo y coquetería.

Nacha tiene alquilados dos trasteros repletos de recuerdos, enseres y prendas fabulosas. Y mucho, muchísimo por vivir y por contar. Aprendamos de nuestros errores y enamorémonos de ella y de su historia mientras lo pueda disfrutar. Larga vida a Nacha María Sánchez y a todas las que, como ella, sembraron el barro de azulejos para que no nos hundamos al caminar.

sábado, 16 de diciembre de 2023

#hemeroteca #vih #mujeres | La lucha de Carmen contra el estigma en la sanidad: "Al ser una embarazada con VIH te decían que abortaras"

Público / Carmen Martín //

La lucha de Carmen contra el estigma en la sanidad: "Al ser una embarazada con VIH te decían que abortaras"

Candela Barro | Público, 2023-12-16

https://www.publico.es/mujer/lucha-carmen-estigma-sanidad-embarazada-vih-decian-abortaras.html 

Hace más de 30 años que Carmen Martín conoce que tiene VIH (el virus de la inmunodeficiencia humana). En España, la mayoría de los nuevos diagnósticos de VIH son de hombres (el 85% en 2022). Sin embargo, ellas representan el 15% de la población total diagnosticada entre 2013 y 2022, según el último informe epidemiológico del Ministerio de Sanidad.

Carmen relata a ‘Público’ cómo es vivir esta realidad. Un día a día en el que se cruza el estigma aún presente de tener el virus con todas las violencias que sufren las mujeres. Una lucha diaria por informar a los demás de un mensaje claro: indetectable es igual a intransmisible. Un axioma que también tuvo que explicar cuando se quedó embarazada de su hijo.

P. ¿En qué se diferencia el estigma del VIH entre mujeres y hombres?

Tanto hombres como mujeres nos hemos enfrentado a un juicio social común y a culpabilizarnos de vivir con VIH. A la sociedad el VIH le ha servido como coartada para enjuiciar la orientación sexual, los comportamientos de vida, los hábitos sexuales, etcétera.

En el caso de las mujeres nos hemos enfrentado al estándar de ser "una buena mujer". Un juicio en el que si tienes VIH puedes ser una mujer promiscua, por ejemplo. Siempre hemos tenido una etiqueta añadida por los roles que se nos han asignado. Nosotras lo vivimos más invisibilizadas y más silenciadas.

P. ¿Cómo funciona esa invisibilización?

Las mujeres nunca nos hemos sentido interpeladas en las campañas de prevención o promoción del diagnóstico precoz. Las campañas estaban dirigidas a utilizar preservativo y siempre con imágenes masculinas, interpelando a hombres que tienen sexo con hombres, a hombres del colectivo LGTBI+, pero no a mujeres lesbianas, bisexuales o trans.

Además, ellos han tenido referentes hombres que se han visibilizado independientemente de su orientación sexual o de su identidad. Tenían a Freddie Mercury o a Magic Johnson. Nosotras no teníamos un referente, nos enfrentábamos a un mayor silencio.

P. ¿Cómo influencian los roles asignados a las mujeres en esa mayor discriminación?

Tiene que ver con cómo nos relacionamos nosotras. En el rol de cuidadora, por ejemplo, nos orientan a cuidar a los demás y a cuidarnos poco. Las mujeres que han sido madres y han sido diagnosticadas después de ser madres son doblemente invisibilizadas. El estigma ya no solo nos afectaba a nosotras, sino también a nuestras familias. Existe ese miedo a que discriminen a nuestros hijos por saber que su madre tiene VIH o ha tenido un diagnóstico de sida.

En el ámbito de la pareja, muchas mujeres con VIH han sufrido violencia machista. Utilizan el VIH para hacer violencia psicológica. Te dicen: "Tú eres una sidosa, quién te va a querer a ti" o "Yo te quiero, pero claro, ¿a dónde vas a ir tú?". Hay estudios que dicen que las mujeres con VIH tienen un riesgo mayor de sufrir violencia de género. Es el mismo juicio de "algo habrás hecho para merecerlo".

P. ¿Cómo es la violencia que sufren las mujeres con VIH en el ámbito sanitario?

¿A cuántas mujeres en el inicio del VIH en nuestro país al quedarse embarazadas les decían que tenían que abortar? O mujeres en edad fértil que podían ser madres, les decían que por tener determinadas displasias tenían que quitarse el útero o los ovarios. No se nos informaba bien. Una de las cuestiones más duras de ser mujer con VIH es la falta de empatía en el ámbito sanitario.

P. ¿A usted le pasó algo así?

Yo deseaba ser madre por encima de muchas cosas y estaba informada. Sabía que podía tomar un tratamiento y tener un bebé sano. Sabía que tenía que tener mi carga viral indetectable, unas defensas a niveles aceptables y tendría los mismos riesgos que cualquier mujer embarazada.

Fui a un servicio público del sistema sanitario a hacerme la prueba de embarazo. Me hicieron una serie de preguntas, entre ellas si tengo alguna enfermedad. Comunico que sí, que tengo VIH. Y entonces, cuando el médico viene a contarme que es positivo, lo siguiente que me dice es que puedo abortar. En uno de los momentos más felices de mi vida, después de nueve años de intentar quedarme embarazada, ¿qué parte de mi deseo no entendió?.

Empecé a llorar de alegría, pero luego lloraba de rabia. Pensaba: "¿Por qué me ha jodido este momento? ¿Por qué el VIH tiene que marcar este momento?". Me dolió mucho, no entendí por qué no me decía como al resto de las mujeres cuál era el siguiente paso a seguir. O sea, al ser una mujer embarazada con VIH te decían que abortaras.

P. ¿Pasó más veces?

Acudí a una matrona y lo mismo. "¿Bebes? ¿Tomas drogas?". Te planteas: por qué me está haciendo estas preguntas de forma tan insistente. Esa mujer se hizo un juicio de valor de quién era yo. Tuve que levantarme y decirle que no le iba a permitir que me juzgara.

No quería contarle las consecuencias de mi deseo de tener aquel niño. Había cambiado el tratamiento por el embarazo y tenía de nuevo molestias que ya había superado. Eso fue psicológicamente un retroceso para mí. Necesitaba apoyo y no lo encontré. Me topé con mucha ignorancia y desconocimiento.

Tuve varias anécdotas durante el embarazo como mujer con VIH, me sentí maltratada y discriminada. Escuché como me llamaban enferma en el propio centro de salud.

P. ¿Y cuándo nació el niño hubo también discriminación?

Ahí lo pasé peor porque cuando ves que le puede pasar a tu hijo... Es muy injusto. No te puedo explicar el dolor, es indescriptible. Él estuvo seis semanas en tratamiento preventivo que se utiliza como seguimiento. Si yo estaba indetectable el virus era intransmisible, pero aún así al bebé se le hace un seguimiento de enfermedades infecciosas.

Imagina ir a pedir una prueba de VIH con un bebé, o sea, cambia la reacción. A todos los bebés les sacan sangre con mucho cuidado y delicadeza y notas cómo a tu hijo no lo tratan igual. Ese dolor es inmenso. Hay que ponerse en ese lugar para entenderlo, no puedo explicarlo con palabras.

P. ¿Cómo es posible que haya estigma en el sistema sanitario?

Las mujeres ya sabíamos que el virus indetectable era intransmisible. Sabíamos que podíamos tener hijos sanos con el tratamiento. Pero el mensaje no ha calado en el ámbito sanitario. En la carrera de medicina se estudia el VIH como otra enfermedad infecciosa, pero no hay formación específica. Nosotras vamos a atención primaria y hay mucha desinformación todavía hoy.

No solo nos enfrentamos al desconocimiento de médicas o médicos de turno, sino que están todos los demás profesionales: enfermeras, celadores, administrativos, etcétera. Los volantes ponen que tenemos VIH, así que cualquier persona puede verlo. Es necesario dar información en todo el ámbito sanitario.

P. ¿Qué le pediría en ese sentido a la nueva ministra de Sanidad?

A mí me parece que es inaceptable a estas alturas, después de más de 40 años de los primeros diagnósticos y teniendo en cuenta los avances de los tratamientos, que sea en el ámbito sanitario donde las personas con VIH sufrimos más situaciones de estigma.

La nueva ministra, que además es médica, debe incidir en que es muy importante que esta formación llegue a todos los rincones de la atención sanitaria.

P. ¿Se ha avanzado en concienciación?

No creo que en estos 40 años los avances médicos y científicos estén alineados con los avances sociales. Todavía nos seguimos enfrentando a soledad no deseada, a estigma, a rechazo, a situaciones de discriminación en el ámbito laboral y sanitario. Hay mucha desinformación también en las familias.

El sida y el VIH se siente como ajeno. Hay una generación que lo vive muy lejano y gente mayor que reproduce los estigmas anteriores. Ha habido unos años en los que parecía que ya no estábamos aquí, pero en España vivimos 150.000 personas VIH.

Todavía hoy se le deniega a personas con VIH la asistencia sanitaria, una intervención quirúrgica, por ejemplo. Esto no es de ayer ni de antes de ayer, es de hoy, 2023. O personas con miedo a que se sepa en el trabajo que tienen VIH. Sigue existiendo miedo a revelar el estado serológico.

P. ¿Cree que la ciudadanía se hace pruebas indiscriminadamente? Porque el diagnóstico tardío es muy alto...

Sí, el diagnóstico tardío sigue siendo alto. Casi el 50% de las personas que se diagnostican en nuestro país en 2022 lo hicieron tarde. ¿Por qué? Porque no existe percepción de riesgo. No ha calado el mensaje de que si tú tienes una relación sexual con una persona de la que no conoces su estado serológico, sea dentro o fuera de una relación, has podido tener una práctica de riesgo.

Seguimos reproduciendo mitos y falsas creencias sobre si tiene que ver con la orientación o con la identidad sexual o, incluso, con la promiscuidad. Las pruebas son accesibles en el ámbito comunitario y en las entidades. En 20 minutos se obtiene el resultado y son para todas y todos.

En el caso de las mujeres, ese retraso diagnóstico es muchísimo mayor y se diagnostican en una situación inmunológica muchísimo peor. El virus mata igual ahora que hace 40 años, la única diferencia es el tratamiento. Para tratar a una persona tiene que ser diagnosticada y para ser diagnosticada tiene que tener información y conciencia del riesgo.

viernes, 15 de diciembre de 2023

#hemeroteca #inmemoriam | Muere Josu Unanue, histórico activista del movimiento anti sida

Deia / Josu Unanue //

Muere Josu Unanue, histórico activista del movimiento anti sida

Unanue fue también candidato de EH Bildu a diputado general de Bizkaia
Deia, 2023-12-15
https://www.deia.eus/actualidad/sociedad/2023/12/15/muere-josu-unanue-historico-activista-7642685.html
 
Josu Unanue, fundador de asociaciones vascas y estatales de personas afectadas por el sida y que fue candidato de EH Bildu a diputado general de Bizkaia, ha fallecido este viernes.

"Nos ha dejado Josu. Más allá de los focos, un militante comprometido, alegre y trabajador", ha señalado EH Bildu en las redes sociales.

Unanue, seropositivo desde 1985, fue fundador de las asociaciones de afectados por el sida Txo Hiesa y T4 a finales de los años 80, y uno de los mas destacados activistas de este movimiento en toda España.

En 2011 fue elegido concejal por EH Bildu en su pueblo, Bermeo (Bizkaia), y durante cuatro años fue teniente de alcalde y concejal de Acción Social.

Cuatro años más tarde, la coalición abertzale le presentó como candidato a diputado general de Bizkaia y estuvo esa legislatura como juntero.

Unanue trabajó como engrasador y maquinista en atuneros congeladores en aguas africanas y cuando abandonó la mar fue profesor en centros de formación, antes de pasar por la política.

#hemeroteca #cine #destape | Cuando el destape fue más que tetas y ‘manolos’: cómo redescubrir el cine más denostado de España

Cartel de 'Los placeres ocultos' //
Cuando el destape fue más que tetas y ‘manolos’: cómo redescubrir el cine más denostado de España
Pablo Caldera | ICON, El País, 2023-12-15

https://elpais.com/icon/2023-12-15/otro-destape-es-posible-como-el-aborto-o-la-homosexualidad-se-colaron-en-el-cine-mas-denostado-de-espana.html

En agosto de 1974, escondido bajo el seudónimo de Sixto Cámara, Manuel Vázquez Montalbán firmó en la revista ‘Triunfo’ una columna en defensa del destape. En ella comparaba el descubrimiento de unos textos marxistas en una librería esa misma semana con los primeros escotes lucidos por Rocío Jurado: en el fondo, ambos ejemplos respondían a la misma ansia de expandir los límites de lo que la dictadura, entonces agónica, permitía hacer, leer, vestir o ver. “Yo pensaba: ‘¿Será posible? ¿Por fin sobrevolamos las ruinas de nuestros reprimidos pudores?’. Luego alguien ha dicho que nuestra sociedad no está preparada. Maldita sea. En este país, en cuanto alguien se ha hecho alguna ilusión evolutiva ha salido el sociólogo de turno diciendo que la sociedad no estaba preparada”. Se trata de uno de los primeros usos del término destape, aunque comúnmente se acepta que el concepto se originó en el programa de Àngel Casas en Radio Barcelona. Destape se refiere a toda una época, pero sobre todo a un tipo de cine que más tarde mutó en ‘españolada’ y del que hasta hace muy poco ya nadie quería hablar.

Al comienzo de ‘Manolo, la nuit’ (1973), una de las películas más significativas de las agrupadas bajo el complejo manto del destape, una voz en ‘off’ nos presenta a “ese colosal producto, el racial celtíbero español que en este caso se llama Manolo”, un Alfredo Landa que se pasea orgulloso ante la enardecida mirada de turistas suecas y alemanas. Ese hombre bajito, peludo, torpe y dicharachero, obsesionado con trascender algunos límites de la familia tradicional (conservando siempre su rol hegemónico en ella), era el modelo libidinal de finales del franquismo. Arribista y orgulloso, el personaje estandarizado se enfrentaba por la vía cómica a sus propios complejos. El propio Landa, Fernando Esteso o Andrés Pajares personificaron el estereotipo hasta auparlo como un icono del aperturismo español que caracterizó la ligereza moral premeditada de los últimos años del franquismo.

Se trataba de hombres de clase media-baja que solían impostar sibaritismo, acomplejados por su juzgada situación de inferioridad, cultural y corporal, respecto al resto de hombres europeos, presuntamente más formados, educados y, por qué no, más guapos. El éxito de películas como ‘Manolo, la nuit’ consistía justamente en la afirmación de estos estereotipos por la vía cómica y paródica, que no solo era una forma de evitar la posible censura, sino de restar gravedad al complejo.

Y no eran precisamente galanes, sino gañanes. Obsesionados con la posibilidad del sexo fuera del matrimonio, un privilegio que a la vez les negaban a sus mujeres (en ‘Manolo, la nuit’ el protagonista intenta denunciar por la vía penal a su mujer al creerla adúltera), en el macho ibérico reconocemos una tensión, inherente a un país en tránsito, entre libertad y control. Una voluntad de autoafirmación conduce a los machos ibéricos a utilizar a las mujeres a su antojo. Parece, en el cine del destape, que la libertad que se convoca siga una trama escalonada, a la que las mujeres solo podrán acceder una vez los machos ibéricos hayan quedado desacomplejados. Las encargadas de desacomplejar al macho ibérico eran las suecas, mujeres venidas de otra latitud, pero sobre todo de otro tiempo, que, si bien representaban aspiraciones de modernidad, no dejaban de ser vistas como algo ajeno. Las actrices del destape tuvieron que asumir rápidamente esa posición, afirmarse así en la conquista de la libertad, intentando, como Nadiuska, ser singulares en una narrativa que las reducía a todas a una abstracción sexual.

Si los personajes masculinos, protagonistas indiscutibles de estas cintas, asumían cierta complejidad psicológica (a pesar de lo simple del modelo), ¿qué ocurría con ellas? ¿Eran las mujeres del destape simples objetos de deseo o gozaban de cierta autonomía sexual? El debate en torno a la efectividad política y los aspectos positivos del destape parece estar clausurado hace tiempo: vistas hoy, algunas películas de la época destilan una sonrojante mezcla de machismo, racismo y homofobia. Sin embargo, ¿cómo renegar de un episodio cultural tan importante para nuestra historia contemporánea? Es cierto que el fenómeno no es específicamente español –en Australia, Italia o Brasil encontramos producciones semejantes, como señala Natalia Ardanaz, doctora en historia contemporánea con una tesis sobre las lecturas de género del destape, y que prepara un libro sobre el tema–, pero la efervescencia que, de un día para otro, produjo el destape en España no tiene comparación alguna. La integración de sus elementos en el imaginario colectivo en torno al cine español –recordemos la saga ‘Torrente’ (1998-2014), pero también películas como ‘Desde que amanece, apetece’ (2006)– y su posterior disolución, solo convocada por personajes como Luis Rubiales, dan cuenta de ello.

Tras años de silencio, en los que la sombra de la españolada apuntaba a cada producción patria que no se sometiera a una posible internacionalización, el destape vuelve a producir interés, si bien meramente historiográfico. Todos conocemos sus limitaciones y defectos, pero ¿tiene algo reivindicable? Por supuesto, ahí están las películas de Eloy de la Iglesia o las de Pedro Olea, que exploran sin tapujos la homosexualidad masculina –como ‘Los placeres ocultos’ (1977) o ‘Juego de amor prohibido’ (1975), ambas del primero– o aspectos más perversos, pero igualmente disidentes, del deseo masculino, como ‘No es bueno que el hombre esté solo’ (1973), de Olea, en la que José Luis López Vázquez vive con una muñeca a la que trata como esposa.

En el destape podríamos encuadrar también ‘Me siento extraña’ (1977), que recoge una de las primeras escenas de sexo lésbico –en este caso, entre Rocío Durcal y Bárbara Rey– de nuestro cine. Sin embargo, al no encajar en el marco de las comedias sexuales, estas películas suelen quedar fuera de la conversación. En el caso de Eloy de la Iglesia, la falta de desnudos parece también deslegitimar su papel en el conjunto, porque el término hace referencia a las partes más superficiales de la sexualidad, asociadas temáticamente a la comedia.

Es la comedia el género por excelencia del destape, y es en ese marco, que posibilita la ligereza en la representación, donde los desnudos femeninos o los personajes LGTBIQ+ abundan: en ‘Los bingueros’ (1979), Pajares y Esteso se travisten y acaban recibiendo una paliza en la calle. A pesar de la ridiculización de la homosexualidad y la transexualidad, la película es testimonio, quizás de forma ingenua, de la imposibilidad de vivir una sexualidad disidente en la vía pública. Alejandro Melero, autor del libro ‘Placeres ocultos. Gays y lesbianas en el cine español de la transición’ (Notorious Ediciones, 2008), reconoce que “la otredad sexual ha sido y es material muy jugoso para la comedia, siempre reflejando las ansiedades y los paradigmas de cada época. Con los cambios de modelos de masculinidad, estos patrones se adaptan, pero no desaparecen”.

Si las películas de De la Iglesia cosechaban un éxito moderado en la taquilla, las de Mariano Ozores, de bajo presupuesto y ritmo de producción acelerado, eran todo un fenómeno de masas. Desde el 1 de marzo de 1975, el código de censura permitió el desnudo siempre que estuviera “justificado” en el guion. Para 1978, la mitad de las películas producidas en España llevaban el sello S, importación patria de la marca X. Las películas se adaptaban bien a la conversación colectiva de la época: “Algunos de los debates más importantes a los que se enfrentaba la sociedad española, como el divorcio, el aborto, las libertades de gais y de lesbianas, se plantearon desde estas películas con audiencia masiva”, recuerda Melero.

Este verano, el alegato de Eva Amaral, a pecho descubierto en el festival Sonorama, recordó a una de las mujeres que siempre ha defendido su papel en el destape: Susana Estrada. En el documental ‘Susana y el sexo’ (2021), producido por RTVE, Estrada habla abiertamente del desprecio que sufrió en los primeros ochenta: no solo 14 procesos penales que la acusaban de agitar el “escándalo público”, sino amenazas de muerte por parte de grupos de extrema derecha (al grito de “¡Viva Cristo Rey!”) y una nula comprensión del movimiento feminista, que por entonces juzgó el papel de Estrada, María José Cantudo, Claudia Gravy o Nadiuska como un escollo en la lucha por la liberación de la mujer, pues, creían, las sometía de nuevo a la objetualización por parte de los hombres.

“El feminismo rechazó totalmente el fenómeno del destape cuando surgió. Siempre consideró que era hacer uso y abuso de la mujer, vieron en esa representación a la mujer objeto. En ese momento no se entendió que el cuerpo desnudo podría ser un campo de batalla”, reconoce Natalia Ardanaz. Estrada, Gravy o Eva Lyberten siempre han defendido el peso histórico de sus desnudos, a pesar del escarnio público y el desprecio social. En el documental ‘Mujeres sin censura’ (2021), dirigido por Eva Vizcarra, las actrices recuerdan los abusos de poder y agresiones sexuales cometidas por el productor Ignacio Ferrés ‘Iquino’. En ese contexto, por entonces públicamente ignorado, sus desnudos suponían una transgresión hoy naturalizada. ‘El enigma Nadiuska’, la serie que Valeria Vegas ha dedicado recientemente a la actriz más icónica del destape, profundiza en los abusos de poder llevados a cabo por su mánager Damián Rabal, que redibujan el mito del juguete roto que acompaña a la olvidada actriz desde hace décadas. ¿Cómo íbamos a olvidar el destape? Su estudio supone, en muchos casos, un ejercicio leve de justicia reparativa, un alegato contra aquellos que censuran la aventura de observar el pasado con los ojos de hoy.

Los avances que traen consigo los cambios en materia de derechos sociales sirven para identificar y discernir el humor anacrónico, que muchas veces hace de ese “no entender los tiempos” el propio conflicto narrativo, como en el caso de la estrenada este año ‘Como Dios manda’, de Paz Jiménez, película heredera de un landismo corregido y madurado. Si hoy podemos tener un debate sosegado en torno al destape, e incluso recuperar y aupar algunas de sus figuras, es porque sabemos que, aunque con excepciones, su tiempo se ha clausurado. “No es muy diferente a lo que ha pasado recientemente con la copla”, subraya Alejandro Melero. Se trata de una recuperación que en ningún caso supone un giro nostálgico, pues el camino de la crítica colectiva, que nos ha ayudado a reconocer todos los estereotipos que en aquellas películas se ponían en juego, ya está recorrido.

El interés por el destape es creciente, y el revisionismo de algunas de sus figuras (como ilustra el Goya de Honor a Mariano Ozores, o los sucesivos cameos de Pajares y Esteso en series como ‘La que se avecina’ o ‘Paquita Salas’) obedecen, en palabras de Ardanaz, “más que a justicia histórica, a un morbo comercial”. Frente a la gravedad impostada de algunas producciones patrias, conviene recordar la ligereza ‘amateur’ de ciertas películas del destape. Pero solo una ampliación de lo que entendemos como tal, que incluya sus propias disidencias, podrá quitarle el polvo a un concepto tan controvertido. En las películas más destacadas del destape reconocemos a un país obsesionado con sus propios complejos. Algo parecido le ha ocurrido, en el largo camino recorrido desde la Transición, al cine español, obsesionado a partir de los primeros ochenta por cumplir ciertos criterios de calidad importados. Es fácil renegar del destape. Sin embargo, el consenso social que existe en torno a la inutilidad de volver a dichas películas desde una posición neutral y acrítica lo eleva como fenómeno estético y social. En ese sentido, aquellas películas, sin intención alguna, politizaron la mirada de generaciones enteras.

lunes, 11 de diciembre de 2023

#hemeroteca #violenciasexual | Hernani: Dos detenidos acusados de agredir sexualmente a otro varón

Un furgón de la Ertzaintza llegando al Juzgado de Guardia de Donostia //

Hernani: Dos detenidos acusados de agredir sexualmente a otro varón

La víctima indica "no recordaba nada de lo ocurrido" y sospecha haber sido "agredido sexualmente"
EFE | Noticias de Gipuzkoa, 2023-12-11
https://www.noticiasdegipuzkoa.eus/sucesos/2023/12/11/hernani-detenidos-acusados-agredir-sexualmente-7624093.html 

Dos hombres, de 32 y 48 años, han sido detenidos acusados de agredir sexualmente a un tercero el pasado mes de noviembre en una vivienda de Hernani en la que los arrestados sometieron a la víctima tras, supuestamente, suministrarle diversas sustancias, ha informado el Departamento vasco de Seguridad.

La Ertzaintza tuvo conocimiento de los hechos a raíz de una denuncia interpuesta el pasado 1 de diciembre por una agresión sexual sufrida por un varón por parte de otros dos en un piso de Hernani.

La víctima explicó que había acudido a mediados de noviembre a un domicilio de la localidad y que, tras tomar una consumición, "no recordaba nada de lo ocurrido" y sospechaba haber sido "agredido sexualmente".

El Grupo de Investigación no uniformada de la Ertzain-etxea de Hernani inició a partir de entonces una investigación fruto de la cual se detuvo el pasado sábado a los dos sospechosos, acusados del delito de agresión sexual mediante sumisión química.

Los arrestados fueron trasladados a dependencias policiales para continuar con las diligencias y, una vez finalizadas, han sido puestos este lunes a disposición del Juzgado de Guardia de Donostia.

domingo, 10 de diciembre de 2023

#hemeroteca #trans | Manuela Trasobares : «No nacemos ni hombres ni mujeres y, por tanto, la heterosexualidad es una falsedad»

Naiz / Manuela Trasobares e Itziar Ziga en Maripensando //

Manuela Trasobares · Artista, filósofa y activista: «No nacemos ni hombres ni mujeres y, por tanto, la heterosexualidad es una falsedad»

Manuela Trasobares pasó por Iruñea para dar una charla en Maripensando desde los márgenes 2023. Acaba de publicar su “Voluntad de poder”, un libro de Historia y Filosofía. Ahora que los derechos y las vidas LGTBIQ+ vuelven a estar en el centro de las batallas políticas a nivel mundial -vamos, como siempre-, Manuela nos propone mirar hacia atrás y a lo profundo, con claridad y desconfianza crítica.
Itziar Ziga | Naiz, 2023-12-10
https://www.naiz.eus/es/hemeroteca/7k/editions/7k_2023-12-10-06-00/hemeroteca_articles/no-nacemos-ni-hombres-ni-mujeres-y-por-tanto-la-heterosexualidad-es-una-falsedad 

Escultora, pintora, mezzosoprano, filósofa. Artista fallera censurada por la mismísima Rita Barberá cuando la representó en un ninot desnuda, con un enorme plátano entre las piernas. Primera concejala transexual del Estado español, en 2007, en el pueblo de Castelló donde reside, nada menos que por el partido ARDE: el PSOE y el PP pactaron para dejarla a ella fuera. Inolvidable su paseo por Geldo para jurar su cargo, flanqueada por dos travestis barbudas, con la bandera republicana, sonando el “Himno de Riego”. Profesora de arte para criaturas sin familia ni oportunidades. Amorosa agitadora: solo hay que presenciar cómo, cuando está conociendo a una persona, aunque sea solo por unos minutos, la mira y la ve.

Para las desviadas del cambio de milenio, Manuela Trasobares (Figueres, 1962) es esa mujer de vestido rojo desbordante que estampó una copa contra el suelo de un plató, harta del deshumanizante maltrato que estaban sufriendo las transexuales que habían sido invitadas, precisamente para hablar de ellas, como si fueran fenómenas. Sucedió en la televisión valenciana, en 1997. El programa está colgado íntegro en la red, y es imposible verlo sin llorar primero de rabia, y después de sanación colectiva cuando Manuela interviene y se levanta. «Tenemos que ser fuertes y nos tenemos que unir todas», brama dirigiéndose a las compañeras trans que habían llevado de público para sufrir el escarnio, un escarnio más. Y ellas aplauden: aquello fue un sortilegio queer.

Manuela fue traída por EHGAM Nafarroa a su Maripensando 2023. Ha publicado su primer libro, “Voluntad de poder” (Ediciones Hidroavión). Charlar con ella te lleva desde Sumeria a la Ley Trans, pasando por la Guerra del 36, todo desde su erudición y sus propias vivencias, desde una infancia con todo en contra en la que no se dejó destruir. Asegura que el arte la salvó, y ella nos salvó a las desviadas: así lo sentimos muchísimas. Alucina con las criaturas jovencísimas que se le acercan, que la han leído: por fin es entendida en su complejidad y en su potencia. El mundo, o al menos parte de nuestro mundo, se ha acercado en los últimos años a la altura de Manuela Trasobares.

P. Tu libro parte de una idea poco halagüeña, que las personas al nacer somos arrojadas al mundo...


Heidegger hablaba del dasein, estamos arrojados al mundo. Después, los existencialistas, los absurdistas, lo desarrollaron más. Sí, es fatalista, saber que estamos arrojados de manera violenta a esta dimensión, llamémosle la vida. Todo esto lo he corroborado con otros autores como, por ejemplo, Nietzsche, o el paradigma para mí de la filosofía muy poco entendida y muy despreciada de Schopenhauer que dice que, ante la voluntad de vivir, está el deseo de la muerte. Son frases, como titulares periodísticos, pero en el fondo encierran muchas cosas. Mi libro es un libro de filosofía, yo analizo el porqué de las cosas y veo que, a través del estudio del pasado, entiendes el presente e incluso entiendes el futuro, y para mí la línea presente-pasado-futuro es otra arbitrariedad de la voluntad de poder. ¿Por qué hay ese dasein, ese sentirnos esputados a un mundo violento? Porque hay un poder que controla la realidad y que dice qué es la realidad. La voluntad de poder es un concepto filosófico creado por Nietzsche y es el que más me ha aclarado qué es el poder. La voluntad de poder es el poder que tiene el poder de decidir en cada momento lo que es verdad o lo que es mentira, y no necesariamente ese poder tiene una línea política o ideológica, no. Este poder es tan perverso que utiliza momentos históricos que parecen revolucionarios y detrás hay cosas muy reaccionarias, como la Revolución Francesa. La voluntad ha sido siempre la misma, está detrás de todo, no en los voceros políticos de turno, y raramente muestra su cara. La encontramos ya en la antigua Sumeria, en el imperio persa o en el imperio chino. No se puede definir, ¿por qué es tan extenso y tan grande ese fenómeno de la voluntad de poder? Solo sé a ciencia cierta que se ha heredado: los privilegiados que tienen ese poder son siempre los mismos. Yo tengo una teoría de qué es ese poder, pero considero que son teorías que no tienen un fundamento científico, son intuiciones... quizás a lo largo de la conversación lo podría ir desgranando.

P. Desde la antropología se considera que las primeras familias que acumularon excedentes, empezaron a intercambiar mujeres para afianzar sus alianzas, y este sería el origen tanto del patriarcado como de la oligarquía. Controlando la sexualidad de sus mujeres, sabían que la herencia quedaba en familia.


No es verdad que históricamente haya operado siempre un patriarcado, hay momentos en la historia en que ha habido otras fórmulas, matriarcados incluso. El patriarcado no ha sido lineal, pero puede ser que los intereses actuales nos hayan hecho creer que es lo que ha operado siempre. Históricamente ha habido muchas valoraciones del ser, de los conceptos de feminidad y de masculinidad. Lo no binario lo encontramos a lo largo de la Historia, todo esto que nos parece ahora modernidad. En el mundo antiguo incluso se potenció el no binarismo; el concepto hombre o mujer era como una que tiene la talla 36 y otra, que tiene la 40, eran accidentes. Por qué Aristóteles dice que todo es en potencia posibilidad. Si un árbol puede devenir en un libro significa que el ser en potencia puede ser muchas cosas, puede tener otras identidades. Estas filosofías las encontramos también en la India, en Camboya, en todas esas culturas que se llaman vulgarmente orientales. La cultura occidental también ha bebido mucho de la oriental, incluso la promulgación oficial de Jesús como una deidad y la reconstrucción de su biografía es un proceso parecido al de otros dioses de la Antigüedad egipcios o hindúes como Brahma, hay muchos paralelismos.

P. Me acabas de llevar a Nápoles, donde ha pervivido desde tiempos remotos un tercer género: los femminiélle. Las criaturas recién nacidas son llevadas a sus brazos para que les den suerte, guían al pueblo con sus cánticos ancestrales en una romería a Montevirgine cada 2 de febrero… Hasta en Europa tenemos vestigios de que todo no ha sido siempre igual.

Hoy en Irán matan a los homosexuales, tremendo, pero las transexuales son veneradas. Y nosotros los europeos nos creemos tan civilizados. Yo me pagué mi cambio de nombre, pero imagina si son canallas que en mi acta de nacimiento, cuando yo me casé, consta que yo hice un cambio de sexo. Esto es una canallada porque me demuestra que yo siempre estaré atada a un pasado. Sin embargo, en el acta de nacimiento de las transexuales en Irán no consta ese cambio, el respeto que tienen a ese ser es tremendamente superior al que tenemos aquí. Porque en nosotras, constantemente, en cualquier momento de la vida, va a salir a relucir que hicimos ese cambio. Napoli es una tierra muy especial, yo he estado allí... Como te decía, no hay un patrón recto lineal del patriarcado. Lo que pasa es que el sistema, como decía Foucault, sujeta al sujeto, nos quiere sujetos, clasificados. Entonces no hay nada mejor que también clasificar la Historia, como que la Historia evoluciona, y no es así. La Historia no ha sido una evolución constante, a lo mejor ha sido todo lo contrario.

P. Es muy interesante y estremecedor todo el relato que haces de la Guerra del 36, de la revolución anarquista, y de los cuarenta años de esa dictadura atroz que, como dices, nos arrancó el alma...

Yo me pregunto, entre otras muchas cosas, cómo es posible que en un país como Estados Unidos, que tienen tanta producción, que son tan avanzados, pudieran matar con una facilidad espasmódica a un presidente, a Kennedy, y, sin embargo, a Franco no hubo manera de matarlo. Y lo intentaron treinta mil veces. Qué pasa aquí, acaso no intentaron que pareciéramos unos pobres catetos cuando aquí estaban operando voluntades de poder tremendamente perversas a las que les interesó castrar a un pueblo y dejarlo completamente en la ignorancia y la miseria. Cuarenta años para la Historia no es nada, pero para una persona, para un pueblo, es toda una vida. Lo que yo me pregunto es por qué lo permitieron las democracias occidentales.

P. Por el pavor que les daba que se extendiera por el mundo ese anarquismo que había demostrado ser posible y operativo, por ejemplo en Barcelona...

El anarquismo fue muy real, y aquí lo provocó una revolución social, no una guerra civil. Pero ya se ocuparon enseguida de hacernos creer otra historia, borrando lo que pasó. Aquí lo que hubo fue una gran revolución social y, de hecho, cuando los rebeldes dan el golpe de Estado, triunfa el movimiento anarquista en Catalunya. Han querido minimizarlo, como si hubiera sido algo aislado, y no. Las demás provincias vieron esa realidad que querían imitar, que habíamos sido unos héroes, unos berracos, al haber conseguido dominar el Ejército. Como dijo García Oliver: al fin los anarquistas hemos podido con el Ejército. Y los anarquistas fueron los amos de Barcelona y de Catalunya, y se demostró que el anarquismo era factible. Los empresarios huyeron asustados, abandonaron las empresas, las industrias. Y, como decía Durruti, no nos hacen falta jefes porque nosotros somos quienes hemos levantado las fábricas y los edificios, el pueblo ha levantado las ciudades donde se reposa la burguesía. Durruti también dijo: la burguesía, cuando se vea acorralada por el pueblo, va a pedir auxilio al fascismo. Y no solo los fascistas, también los aliados, los comunistas, se dieron cuenta de que aquí no se estaba luchando solo contra el fascismo, se estaba haciendo la revolución social anarquista. Igual que en la revolución rusa, los bolcheviques hicieron desaparecer a los anarquistas.

P. De hecho, ya sabían cómo hacerlo, y lo repitieron aquí.


Como decía Federica Montseny, nunca se ha puesto en práctica el socialismo real, al menos en estas épocas. No digo en el pasado, a lo mejor en el pasado sí que se dio algún tipo de socialismo, o incluso de colectivizaciones. A lo mejor los movimientos de verdadero socialismo se han operado en otras etapas. Solo puedo decir que todos los socialismos del siglo XX han sido falsos, y han acabado siendo dictaduras de Estado. Salvador Allende sí que tenía un perfil especial, quizás Allende sí que hubiera hecho una verdadera revolución socialista, pero no lo sabremos porque no le dejaron. Lo que nos demuestra que, cuando alguien apunta maneras idealistas de verdad, en cuanto está por la labor, se lo quitan de en medio. ¿Por qué desaparece el movimiento anarquista ibérico? Desaparece porque, además de que hay todo un movimiento fascista que está en contra de los republicanos primero, pero sobre todo de los anarquistas, también hay una izquierda comunista que nos está mandando a las brigadas internacionales, y que nos está brindando una falsa ayuda. Lo más desastroso de todo ese episodio es cuando los comunistas llegan con las brigadas internacionales y les dicen a los milicianos que hagan el favor de retirarse, que ya se acabó esa juerga, eso de que no hay generales ni hay capitanes, que las mujeres deben estar en la retaguardia. Y las milicianas decían: pero si nosotras estamos aquí porque estamos haciendo nuestra propia revolución, como anarquistas y como mujeres.

P. Y ahora, hablemos de Durruti: nos obsesiona a las dos. El día en que nos conocimos, hace trece años, me contaste que se le acusaba de haber mandado matar a los maricones y a las putas de su columna en Bujaraloz, algo que descubriste era totalmente falso.

Por supuesto que no lo hizo, esa es una calumnia sostenida tanto por falangistas como por comunistas.

P. Tenemos que hacer un akelarre allá, le llamaría Bujarraloz… Tú proclamas en tu libro: “A mí de la diabólica Segunda Guerra Mundial solo me interesa el pueblo, y más el pueblo que fue marginado por el propio pueblo, como los judíos, los gitanos, los homosexuales, los transexuales, las prostitutas, los anarquistas, los artistas, los enfermos, las personas mayores y los discapacitados”. Excepto los judíos, la gente que hoy sigue machacada.

A mí el poder no me interesa, a mí los reyes, los marqueses, los intelectuales, la gente que tiene un nombre, la gente reconocida, no me interesa. El que es reconocido es porque de alguna manera se está prostituyendo al sistema, está ofreciendo algo que no es auténtico. A mí me interesa el pueblo, porque el pueblo, cuando no tiene nada, no tiene nada que conservar, no tiene nada por lo que ser hipócrita, sale de ahí su verdadera fuerza, su verdadera necesidad. Esto lo decía Dostoyevski en “Crimen y castigo”: yo ante quien ha sufrido, me arrodillo. No lo puedo decir a ciencia cierta, pero creo que el pueblo jamás ha tenido soberanía. A ver, yo en la Revolución Francesa veo más sombras que luces, la Ilustración fue una fantasmada tremenda. En la Revolución Francesa se utilizó al pueblo para hacerle la revolución a la burguesía. Los anarquistas no creían ni en las jerarquías, ni en los parlamentos, creían en las comunidades. Como decía Kropotkin, recibirás según tus necesidades. Tampoco vale lo de que la tierra es para quien la trabaja, ¡la tierra es para todos! Repito, todo lo que escapa a la voluntad de poder, lo que demuestra acciones reales de superación social, de amor por el pueblo, de soberanía del pueblo, acaba sofocado, con una vida muy corta: la Comuna de París, Allende, Durruti,… Y los socialismos que se han perpetuado en el tiempo, no son socialismos.

P. Aunque no esté de acuerdo del todo contigo en esto, o no quiera estarlo, tú sostienes que lo que celebramos como derechos adquiridos, feministas o LGTBI, son camelos del sistema para que creamos que avanzamos.

Tal y como lo has dicho te lo voy a repetir, son camelos. Es como los niños pensando en lo que les van a traer los reyes magos y se lo creen todo. Creen que los reyes existen, y que van a entrar en su casa a traerles regalos, y tienen miedo de hacer ruido. Es la metáfora de lo que hacen con nosotros. Si no sabes que los reyes son papá y mamá, vas a vivir una fantasía, y una fantasía que no es buena.

P. Al calor de la llamada Ley Trans, de la autodeterminación de género y nuestras posibilidades de existir, ¿cómo te sientes?

Lo que no es visible no existe, pero cuando aparecen tantos nombres, tantas identificaciones, esto me recuerda a lo que hacen los zoólogos, a la clasificación zoológica. Y como decía Foucault, esa clasificación le interesa al sistema para poder controlar más. Hay que ser más suspicaz y pensar que en cualquier momento, eso tan bonito, donde queremos ver la solución a nuestras fatalidades, se puede convertir en una calabaza. Cuando me preguntan qué libro escribiré después, mi biografía no creo que vaya a ser, pero estoy estudiando que ha habido cambios de sexo, no en el siglo XX, mucho antes.

P. Dicen que el emperador Heliogábalo ofreció parte de Roma al médico que le hiciera una vagina, allá por el siglo III...


Yo no tengo pruebas científicas, pero por cronistas de la época sabemos que Nerón se casó con una transexual. Igual que Alejandro Magno en Babilonia. Yo creo que entonces ya se practicaban vaginoplastias. La Historia simplifica porque tiene miedo a decir la verdad, los conceptos mujer y hombre son tan falsos como el plástico. En esta fantasía que estamos viviendo ahora, nos están dejando salir, y que la gente como mínimo no nos tire piedras, porque hasta hace cuatro días nos tiraban piedras. Aunque ya veremos cuando salgamos así montadas a la calle los piropos que nos van a dedicar, y eso que ahora estamos como en el clímax del entendimiento. Pero al menos ya se empieza a aceptar que la heterosexualidad es totalmente cultural, algo tan arbitrario. No nacemos ni hombres ni mujeres, y por tanto, esa supuesta atracción del hombre hacia la mujer y de la mujer hacia el hombre es una falsedad, la heterosexualidad es una falsedad. Eso de que un hombre cuando ve a una mujer se excita y quiere ir al coito, eso es mentira, no es así. Igual que el amor romántico tampoco es natural. La realidad es muy variopinta y no puedes tapar el cielo con los dedos. Creo que cada ser en sí mismo es un sexo y es un género, tú tienes tu manera de interpretar la vida, y de interpretar la sexualidad, o la no sexualidad. Porque hay gente que no tiene apetito sexual.

P. Para terminar, una pregunta que podría parecer impertinente, de no estar hecha desde el amor político. ¿Qué hace una muñeca auto-producida como tú hablando de fatalismo filosófico?

Yo cuando era pequeña, con plastilina, hacía una muñeca y jugaba con ella. Esta muñeca era actriz, era una estrella del cine mudo que había comenzado su carrera en los años veinte. Ella no envejecía. Y yo le preguntaba: tú que fuiste pionera en el cine, que hiciste tal película. Y ella me contaba que había hecho de Cleopatra… Yo toda mi vida tuve claro que quería ser esa muñeca. Yo me he redimido con mi infancia, yo he vuelto a mi infancia. Yo cuando era pequeña, cantaba agudísimo, y mi padre no lo soportaba. La vida me llevó por muchos derroteros, acabé siendo cantante de ópera, mezzosoprano, y qué cosas tiene la vida que ahora he recuperado ese registro que yo tenía cuando era pequeña. Estoy cantando otra vez con esas notas tan agudas y olvidándome de esa colocación que me enseñaron en el conservatorio. Yo de niña iba por la calle fantásticamente vestida con un miriñaque, con el pelo largo de Sissi emperatriz, pero era todo ficción. En realidad no había vestido, no había melena. Por eso sé que somos entes metafísicos. A mí Cenicienta me enloqueció, y yo sentía que llevaba su vestido por la calle. Para subir unas escaleras me lo recogía, y mi madre me decía: ¡pero qué coño haces!… Tú no te puedes imaginar con qué intensidad yo vivía todo esto, mi alter ego o mi mundo fantástico. Yo iba para clase y me decía, uy, no me he hecho las trenzas. Y me las hacáa, desde la raíz hasta las puntas, hasta me ponía la goma, claro. Era todo mímica, y a mí me hacía un ser tan feliz en medio de tanto rechazo y de tanta violencia. Era tan fuerte la capacidad que yo tenía de convertir lo asqueroso en bueno. Imagínate, a mí me llevaban al barbero, mi madre se ensañaba conmigo diciendo que me cortaran el pelo lo más corto posible, y yo transformaba esa situación, como si estuviera en la peluquería y fueran a cortarme las puntas. Y yo notaba, pese a la barbaridad que me habían hecho, que me habían cortado solo las puntas. Esa fantasía que yo viví, ahora la he hecho real. También puede ser una forma de género, o una forma de sexualidad, yo misma me erotizo. También puede ser narcisismo, no lo sé, no lo voy a analizar. Yo, gracias a vivir esa doble identidad, gracias a refugiarme en este mundo que no existe, he logrado superar situaciones muy tremendas, muy dramáticas. Eso no es no querer ver la realidad, porque yo sé que la realidad es una ficción creada por la voluntad de poder. ¿Qué es más real, mi realidad o la suya?, ¿por qué tiene que ser menos real la mía? Para mí mi realidad es superior a la que me imponen, por eso no creo en la edad ni en el género ni en tantos tópicos.

Regreso triunfal a Iruñea, 27 años después
Itziar Ziga

Manuela Trasobares regresa a Iruñea 27 años después de haber vivido aquí un momento de ovación, de merecida gloria y amor del público, seguido de un maltrato tan inmisericorde que a ella la hirió profundamente. En 1996, Manuela se presentó al Concurso Internacional de Canto Julián Gayarre. Recuerdo, por si hiciera falta, que es mezzosoprano, formada en el Conservatorio de Sofía, y que ha actuado en el Liceu de Barcelona, en La Scala de Milán, en el Palau de la Música de València… En la ópera solo cabe la excelencia. «Mi apasionada actuación fue un éxito a juzgar por los bravos aplausos del público, que me hizo salir dos veces a saludar, aunque luego las momias del jurado me descalificaron».

De regreso a Barcelona, dichosa por lo vivido, Manuela leyó en el tren la entrevista que le había hecho un periodista para un diario navarro. El titular de la entrevista rezaba: “Concursa una voz de castrato”. Aclaro que Manuela jamás se definió con semejante término, es doloroso tener que aclararlo. Toda la entrevista es una infamia.

Como periodista que soy, la trampa que le tendió él me parece la mayor de las canalladas. Ella se explayó generosamente, para eso estaba siendo entrevistada, y él jugó a la empatía y el respeto que se debe a toda entrevistada, para luego traicionarla y denigrarla, negro sobre blanco. Manuela podría no haber hablado desde su transexualidad, pero lo hizo: por mí y por todas mis compañeras.

Al llegar a Barcelona, rota, empezó a sangrar. Fue inmediatamente hospitalizada, el pronóstico era aterrador. Como tantas adversidades de su vida, Manuela también superó este trance, renacida. De la enfermedad y la muerte no nos libraremos, pero sí podemos señalar y reducir las violencias sistémicas, y en ello estamos. El odio normativo que animó a ese periodista a ultrajar hace 27 años a Manuela es el mismo que hoy blande cierto feminismo con el rocambolesco argumento de que las mujeres trans nos borran a todas las mujeres. Siempre la misma transfobia y la misma misoginia.

Eso sí, el regreso a Iruñea de Manuela fue amoroso y triunfal, y no solo en el Condestable, entre las nuestras reunidas por EHGAM Nafarroa para Maripensando. Por cierto, toda la jornada se petó: zorionak! Pasear por las calles abarrotadas de lo viejo en plena hora del vermú un soleado mediodía de sábado, las dos tan estratosféricas, ella del brazo de su encantador marido Carlos, recibiendo las amables sonrisas de la gente, fue una gesta imborrable. A menudo el mundo es un lugar fantástico.

miércoles, 6 de diciembre de 2023

#hemeroteca #gais #homonormatividad | Por un estilo gay contra ‘lo gay’

El País / Fotograma de 'Rojo, blanco y sangre azul' //

Por un estilo gay contra ‘lo gay’

Todas las historias que veo y leo con avidez son insatisfactorias por su deseo de integrar con calzador al homosexual en la vida contemporánea, occidental y capitalista
Juan Gallego Benot | Babelia, El País, 2023-12-06
https://elpais.com/babelia/2023-12-06/por-un-estilo-gay-contra-lo-gay.html 

Mi generación fue de las primeras en toparse con gays en las series y en los libros sin tener que buscarlos. Nada de librerías especializadas ni de videoclubes: durante mi infancia vi que la tele incluía personajes homosexuales como un emblema de modernidad en la España del pelotazo y del matrimonio gay (‘Física o química’, ‘Aquí no hay quien viva’...). En menos de 20 años, esa representación se ha extendido tanto como la imaginación del mercado. En las plataformas hay comedias románticas navideñas gays, dramas nórdicos de gays y películas basadas en novelas gays en las que príncipes ingleses gays se casan con el hijo bisexual de la presidenta de Estados Unidos. Como es de esperar, todas estas historias que veo y leo con avidez son profundamente insatisfactorias por su deseo de integrar con calzador al gay en la vida contemporánea (occidental, capitalista).

¿Es eso lo que queríamos? Paco Vidarte o Shangay Lily responderían que no. Hay esfuerzos por hallar una identidad que huya de esta asimilación, como el reciente libro 'Maricas malas', de Christo Casas, que intenta encontrar al sujeto que escapa de esa representación y mantiene su disidencia. La clave es si esa disidencia es algo que pueda debatirse en términos morales o si en ocasiones se convierte en una pose estética. Es decir, ¿se puede querer ser ‘buena marica mala’? Un gay blanco, con estudios universitarios, que viva en una gran ciudad, como yo mismo, difícilmente puede ser disidente. Y la disidencia, en ocasiones, se convierte en una imagen de la que el mercado se aprovecha. Me parece lógica e inevitable la crítica de Casas a la figura del ‘buen gay’, aquel que cabe en la representación y que copa el hueco de la diversidad con su réplica de los privilegios heterosexuales, pero ya hay productos culturales que recrean tipos de “lo LGTBI” de forma rentable, y en los que la diversidad se convierte de forma inevitable en un reclamo publicitario, por muy elaborado que sea el guion o por muy bien que estén dibujados los personajes: véanse ‘Pose’ o 'Euphoria'.

En su lugar, encuentro más ágiles las estrategias de una serie de obras que plantean formas estilísticas, que no temáticas, para escapar de lo asimilado. La obra del escritor chileno Pedro Lemebel, por ejemplo, presenta la disidencia como una forma de habla casi dialéctica. La novela de culto ‘La vida perra de Juanita Narboni’, de Ángel Vázquez, hace algo similar, desde el Tánger del primer franquismo, y usando la voz de una solterona amargada. Las posibilidades son muchas, pero todas tienen algunos aspectos en común. En el año 2005 se publicó en España ‘Contra natura’, de Álvaro Pombo, una novela cruel y ácida sobre la(s) homosexualidad(es). Sus personajes se caracterizan por la desigualdad fundacional: los separa la edad, la belleza, la educación y la clase. Aunque los ciclos del deseo los reúnen, pronto queda claro que estas desigualdades configuran su propia experiencia gay. Y esta cuestión dinamita cualquier noción de comunidad. Las múltiples digresiones y una sintaxis compleja imitan esa frustración en un baile enrevesado de voluntades e inevitabilidades lujuriosas. La conclusión es efectiva: para Pombo, la homosexualidad es múltiple, inevitable e insuficiente; está marcada por todo lo anterior pero no desaparece en ningún momento.

En consonancia, el autor anunció en televisión su rechazo a la aprobación del matrimonio gay, en pleno debate en la época. Aunque entonces suponía alinearse con posiciones reaccionarias, el escritor estaba motivado por una visión similar a la que hoy defiende Christo Casas. Para Pombo, el homosexual no podía entrar en la rueda familiar ya que su estado ‘contra natura’ era no solo una cuestión legal, sino un eje fundamental de su propia definición. El matrimonio vendría a ser una ficción, un engaño estatal que pretendía ‘tapar’ al homosexual. Aunque Casas denuncia esa misma estrategia —si bien indica que el matrimonio homosexual deberá ser un derecho mientras lo sea el heterosexual—, la identidad alternativa que propone parece dirimirse en la disidencia como categoría suficiente. Y sospecho, como decía, que incluso esa disidencia terminará siendo integrada (domada, higienizada) en algún momento, si es que no lo está siendo ya.

Sesenta años antes que Pombo, Jean Genet inventó otro estilo para evitar la definición moral de la identidad, de la que quizá el mejor ejemplo sea el recientemente reeditado, sin censura, 'Diario del ladrón'. Esta autobiografía hiperbólica defiende una forma antiburguesa que evita la lectura de fácil digestión. Consciente, hasta en épocas en las que la homosexualidad era penada, de que la forma tenía que intervenir en la relación entre raza, sexualidad y clase, Genet escribió a contrapelo de la novela como género, para emborronar y destruir cualquier similitud con este. Su explicitud salvaje es en realidad una cuestión de estilo, no de tema.

James Baldwin insistió en ello en ‘La habitación de Giovanni’, obra en la que la homosexualidad es asunto relevante porque supone un riesgo para la posición social de su protagonista. Los ejemplos se multiplican: ‘Té y simpatía’, la película de Vincente Minnelli donde no aparece ni un solo homosexual, es quizá el ejemplo más radical de que lo gay no necesita aparición identitaria para constituir una forma, y a finales de diciembre la directora Emerald Fennell estrena 'Saltburn', en la que busca tratar la seducción como un asunto de clase. La forma tal vez sea una manera de trabajar con ‘lo gay’ a partir de sus contradicciones, puesto que no parece tener salvación como disputa identitaria contra el mercado.

lunes, 4 de diciembre de 2023

#hemeroteka #bollerak | Euskal letretako bollerak sitsez eta isiltasunez

June, Lizar, Amaia eta Eva mahai-inguruan //

Euskal letretako bollerak sitsez eta isiltasunez

Lizar Begoña, June Fernández, eta Eva Pérez-Pons mahaiaren bueltan bildu ziren abenduaren 2an, Izarran (Araba). ‘Bollerak euskal letretan’ izenburupean, bollerak izendatzeko aukeratzen diren hitzez, isiltasun eta minez, eta erreferente bollero faltaz aritu ziren hizketan.
Onintza Irureta Azkune | Argia, 2023-12-04
https://www.argia.eus/albistea/euskal-letretako-bollerak-sitsez-eta-isiltasunez

Mahai-ingurua Sareinak taldeak antolatu zuen, Gorbeialdeko EHGAMekin elkarlanean. Gidari lanak egin zituen Amaia Alvarez Uria Sareinak taldeko kideak. Hizketaldirako baliatu zituen Lizar Begoñaren ‘Gepardo japoniarrak’ (Susa) poesia lana, Eva Pérez-Pons-en ‘Erresistentziarako gorputzak: bollerak’ (Lisipe) saiakera, eta June Fernándezen ‘Mariokerrak. Nola izan / esan bollera euskaraz ‘(Txalaparta) saiakera.

Amaia Alvarezek sarrera eman dio mahai-inguruari, esanez, azken urtetxoetan gero eta bollera gehiago ari dela literatura argitaratzen, eta pozgarria dela.

Hitzak aukeratzen
Alvarez hasi da galdezka ea zein hitz erabiltzen diren bollera esateko edo zein aukera dauden. June Fernándezi eman dio hitza eta ‘Mariokerrak. Nola esan / izan bollera euskaraz’ liburuari egin dio erreferentzia azken horrek. Izan ere, Fernándezek eta Alvarezek aurten bertan argitaratu dute liburua Txalaparta argitaletxearekin. Liburuaren abiapuntua Zinegoak izan zen. Zinegoak-eko antolatzaileek eskatu zieten ea egingo zuten hiztegi bat, eta hala, Aitor Aranaren ‘Gay hiztegia’-ren baliokide bat egitera abiatu ziren. Laster konturatu ziren hiztegi soil bat gaindituko zuela eta bi galderei erantzun nahi dien lana prestatu zuten Zinegoak-erako: nola esan lesbiana euskaraz, eta nola izan lesbiana euskaraz. Hasierako proiektuak liburu forma hartu zuen azkenean.

Fernándezek azaldu du libururako galdekatu zuten jendearen artean nabarmen ikusi zutela bollera hitza zela erabiliena. Termino politizatuagotzat dute (lesbiana hitza baino, adibidez), identitate politiko bat adierazten du eta subertsiboagoa da. Alabaina, Fernándezek aipatu du terminoak ez duela Euskal Herri osorako balio. Ipar Euskal Herrian gouine erabiltzen dute. ‘Mariokerrak’ libururako elkarrizketatutako ‘beteranoek’, aldiz, lesbiana terminoa aldarrikatu dute. Entzule batek ere aipatu du, lesbiana hitzaren erabilera ez duela baztertzen; bollera hitzak esanahi politikoa badu gaur egun, bere garaian lesbiana hitzak ere bazuela esanahi hori.

Fernándezek eta Alvarezek, berriz, eta hitz berriak sortzeko jolas egitea aldarrikatu nahian, azaldu dute nola mariokerrak terminoa proposatu duten bollera-glosarioa osatzen joateko. Irrikaz daude liburuaren bi egileak marioker terminoak zein bide egingo duen jakiteko. Oraingoz, Fernándezek Tinderren marioker erabiltzaile bat topatu du.

Eva Pérez-Ponsen ustez, bollera hitza lesbiana eta emakume homosexuala terminoetatik ateratzen da eta feminismo heterotik ateratzeko balio du. Errealitateak aldatzeko balio duen eta oso esanahi zabala duen terminotzat du, genitalitatetik eta sexu desira adieraztetik harago doana. Lizar Begoñak ere, bollera terminoaren alde egin du, lesbiana hitzarekin alderatuta modu politizatuagoan hartzen du.

Lesbiana, bollera, gouine hitzak alde batera utzi eta Alvarezek gogoeta egin du: sexualitatearekin lotutako zein hitz gutxi dagoen euskal literaturan, eta ‘Mariokerrak’ libururako galdetuta ere, oso gutxi jaso dituztela azaldu du. Gaiak tabua izaten jarraitzen du. Begoñak ahots gora egin du gogoeta: “Erreferenteak, irudiak, hitzak… falta zaizkigu”.

Sitsak eta isiltasunak
Esaten ez denaz eta isiltzen denaz aritu dira hizketan tarte batez laurak. Begoñak Sitsak poema irakurri du (‘esan nahi nizuna esan gabe / sabelpean hil zait / beste sits guztiak bezala’), eta azaldu du zer kontatu nahi zuen: “Esaten ez den guztia tripan hiltzen da”. Hitzak hustu eta beste esanahi bat ematen saiatu da Begoña bere poema liburuan. Begoñarentzat idaztea, “barruan daukadan gauza amorfo hortaz” aritzeko modua izan da, bere eremu librea. Pérez-Ponsek gehitu du oso hiztegi bitarra daukagula, praktikak eta hizkuntza ez doazela batera. Fernándezek bolleren minak aipatu ditu, minak isiltzea. Begoña eta Fernández bat etorri dira adieraztean sarri sortzaile bollerek esan nahi dituztenak idatziz transmititzen dituztela, eta ez aurrez aurre.

Euskal letretan bolleren presentzia
Alvarez errepasoa egiten hasi da di-da batean: Itxaro Borda aitzindari, beste belaunaldi batekoak Kattalin Miner eta Danele Sarriugarte, bertsolari bollerak, poesia egiten ari diren gazteak… Aipatu du ‘outing’-az (armairutik ateratzeaz) eztabaidatzeko beharra dagoela. Alde batetik, mahai-inguruan ere azpimarratu den bezala, euskal letretan erreferenteak falta direla nabarmentzen da, baina bestetik, armairutik ateratzeko zailtasunak daude. Begoñak ñabardura bat gehitu dio Alvarezen gogoetari: “Sortzaileak pentsa dezake ‘outing’a eginez gero, haren lanak begirada murriztailea jaso dezakeela, hau da, gu prisma bakarretik irakurtzeko arriskua dago, eta sortzaile bakoitza gauza askok zeharkatzen gaitu”.

#hemeroteca #vih | María Salgado, una de las responsables de la remisión de VIH en tres personas: 'Si se logró en ellos, la cura puede ser una realidad'

20 Minutos / María Salgado //

María Salgado, una de las responsables de la remisión de VIH en tres personas: 'Si se logró en ellos, la cura puede ser una realidad'

La doctora ha estado involucrada en tres de los seis únicos casos del mundo en los que el virus ha remitido. "Para los pacientes es algo que no se creen, es como una nueva oportunidad de vivir", cuenta Salgado.
Jorge Martínez | 20 Minutos, 2023-12-04
https://www.20minutos.es/noticia/5195214/0/maria-salgado-coautora-remision-vih-tres-personas-si-se-ha-logrado-estos-casos-cura-esta-cerca-una-realidad/

Es posible que cada vez estemos más cerca de conseguir la tan ansiada vacuna contra el VIH. Aunque prudente, María Salgado (Salamanca,1982), investigadora del IrsiCaixa, uno de los institutos de referencia mundial en la erradicación de este virus, se muestra esperanzada en que esto sea una realidad. "Todavía necesitamos mucha más investigación" asegura en una charla con 20minutos con motivo del día mundial de la lucha contra el SIDA, que se celebró este 1 de diciembre.

Los resultados en los que ella misma ha trabajado, en colaboración con la University College de Londres y publicados en la prestigiosa revista Nature, son totalmente prometedores. Existe una lista muy corta, de apenas 6 miembros, en los que la comunidad científica ha observado y probado que el virus ha remitido. Una hazaña que comenzó en 2008 con el denominado como 'Paciente de Berlín', la primera persona del mundo a la que se considera curada de VIH. En realidad solo a tres de estos seis se les considera totalmente curados, ya que los otros tres continúan, como afirma Salgado, en revisión.

Pero las investigaciones arrojan nuevos caminos en un mundo en el que se calcula que hasta 47 millones de personas conviven con esta enfermedad. 'Paciente de Londres', 'Paciente de Düsseldorf', y 'Paciente de Ginebra',.. así es cómo se conoce a los tres protagonistas con los que ha trabajado Salgado. A los dos primeros también se les considera curados y el tercero forma parte de los otros tres a los que la ciencia sigue todavía de cerca.

¿Qué tienen en común estos seis casos excepcionales?

En todos ellos la persona tenía una enfermedad hematológica y esto es muy importante remarcarlo, porque precisamente por esta enfermedad hematológica necesitaban un trasplante de células madre, algo que tiene una mortalidad y un riesgo bastante alto para hacerlo en personas que no lo necesitan. La particularidad además es que para ese trasplante se buscó a un donante que tuviera una mutación que existe en la población en muy baja proporción. Es una mutación que hace que el virus no pueda entrar en la célula y que se encuentra justo a la puerta de entrada de virus, lo llamamos un correceptor. Con el trasplante, las células del donante reemplazan a las células de la propia persona y, precisamente por esa mutación, si queda algún remanente del VIH en el paciente, este no es capaz de infectar a las células nuevas.

¿Y esto se podría aplicar a más pacientes?

El trasplante, como tal, es en realidad una estrategia con demasiado riesgo para usar en personas que son VIH positivas. Para ellos tenemos tratamientos ya de nueva generación que cada vez tienen menos efectos secundarios y son más estables en el tratamiento. Estas personas pueden vivir en perfecto estado y con un buen estado de salud durante mucho tiempo. Aun así, para nosotros esto es una puerta para obtener mucha información y diseñar nuevas estrategias. Esto abre la puerta, sobre todo, a la búsqueda de terapias génicas y nuevas estrategias que puedan ser menos peligrosas que los trasplantes. Las nuevas terapias génicas van encaminadas hacia esa mutación, hacia esa puerta de entrada, intentando romper ese gen en personas con VIH. Ya hay algunos estudios haciendo este tipo de trabajos.

Usted participado en el proceso de remisión de tres de estos seis pacientes gracias a su investigación. ¿Cómo ha sido el proceso?

El proceso ha sido bastante largo. Llevamos desde 2014 estudiando a personas que viven con VIH y hemos estado involucrados en el caso del paciente de Londres, el de Düsseldorf, y el de Ginebra. Nosotros trabajamos en el laboratorio, no con ellos directamente, pero he tenido la oportunidad de conocer a Adam Castillejos, paciente de Londres, y a Paul Edmon, el paciente de City of Hope. Fue una experiencia bastante gratificante como investigadora conoces el otro lado de la historia. Además, son personas que se han curado del VIH pero continúan tomando otro tipo de pastillas, por el trasplante o porque tienen otro tipo de complicaciones.

¿Y cómo fue ese encuentro con ellos?


Fue muy interesante. Es muy importante conocer su historia porque realmente nosotros hablamos siempre de "pacientes" curados, pero hasta llegar ahí ellos han vivido la dureza de un diagnóstico de VIH. En los dos casos fue hace ya bastantes años, en la época en la que los tratamientos antirretrovirales no estaban disponibles, especialmente Paul Edmons, al que se lo diagnosticaron en los años 80. Estuvo controlado durante muchos años, pero de pronto le llegó otro diagnóstico, el de una leucemia. Es algo muy duro para ellos porque de repente tienes un diagnóstico de otra enfermedad que puede amenazar otra vez tu vida. Ellos cuentan que curarse tanto de leucemia, como de VIH, es algo que no se creen, es como una nueva oportunidad de vivir.

¿Y en qué punto se encuentra ahora mismo la ciencia? ¿Estamos cerca de esa vacuna?

Me gustaría decirte que está a la vuelta de la esquina, pero todavía necesitamos mucha más investigación. Con el 'Paciente de Berlín' a nivel científico se abrió toda una línea de investigación nueva. Se están buscando nuevos fármacos que puedan erradicar el virus y se están ahora estudiando diferentes campos. Unos son los anticuerpos neutralizantes, otros las vacunas terapéuticas, que se dan ya a las personas infectadas pero para mejorar sus sistema inmune contra el virus. Hay también fármacos que intentan reactivar el virus para poder eliminarlo luego, o incluso fármacos que intentar dormir más el virus para que luego no se pueda reactivar. Hay toda una gran batería de fármacos y estrategias que están todavía en investigación. Cada vez vamos teniendo resultados más esperanzadores, pero todavía estamos trabajando en ello.

¿Hay esperanza?

Por supuesto. Desde que se han conocido estos casos toda la comunidad científica se ha volcado con la solución. Si se ha logrado en estos casos, la cura puede ser una realidad. Por supuesto que hay esperanza. Pero el fin conlleva varias partes: conlleva prevención, conlleva tratar a las personas que están infectadas y conlleva trabajar en la cura. Esta es la parte en la que tenemos que investigar más y la que es un poco más complicada. Tanto a nivel de prevención como de tratamientos se están haciendo grandes avances y nos queda terminar de rematar con conseguir algún fármaco que nos permita curar a todos los pacientes.

¿Por qué sigue siendo tan difícil conseguir una vacuna para el VIH después de tantos años?

Es un proceso muy lento. La ciencia como tal es algo muy vocacional, a veces va dando pequeños pasos y a veces grandes pasos. Yo llevo más de 15 años trabajando específicamente en VIH y es complicado. Estamos ante un virus que se integra en el genoma de la persona que infecta y que se queda escondido. No expresa ningún tipo de señal de que está ahí escondido, con lo que esa es una de las mayores dificultades precisamente para llegar a conseguir una cura. Es un proceso lento, vamos haciendo pequeños avances y vamos cambiando incluso paradigmas que teníamos. A veces lo nuevo que aprendemos nos lleva a otro lado. Esto se ha visto mucho con la investigación en coronavirus, que a nivel mediático era confuso, se discute, se va avanzando... es el método científico.

La vacuna contra el coronavirus se consiguió, en cambio, en tiempo récord. ¿Por qué esta no?

La comparación con el coronavirus puede ayudar bastante para entender las diferencias. El coronavirus infecta en el pulmón y el VIH infecta la sangre y a las células del sistema inmune. Una diferencia fundamental es que el coronavirus no se integra dentro del ADN de la persona, mientras que el VIH sí y elimina además nuestras defensas. El tratamiento antirretroviral puede reducir la multiplicación de estos virus, pero no puede eliminarlos, sino que se quedan ahí dormidos, dentro de las células. Lo que está costando a la comunidad científica es esto, conseguir eliminar esos virus que se quedan dormidos. La otra gran diferencia con el coronavirus es la capacidad de modificar que tiene el VIH, de hacer variantes. Esto lo hemos entendido muy bien con el coronavirus, vamos viendo variantes nuevas y tenemos que volver a vacunar contra esa nueva variante. Lo que ocurre con el VIH es que una misma persona puede tener más variantes de las que hay en el mundo de coronavirus. Es un virus con muchísima más variación y los anticuerpos que se generan contra ese virus no son suficientes para eliminarlo.

¿Qué supone formar parte de algo tan extraordinario?


Para mí este proceso ha sido todo un honor. Al final son muchos años de trabajo. Lo que tiene la ciencia es que todos los científicos tienen una automotivación impresionante y todos trabajamos mucho tiempo para conseguir ciertos resultados y ciertos avances en la ciencia. Cuando precisamente conoces a las personas que se han curado, o que han vivido un avance tan relevante, es muy motivador. Formar parte de este tipo de estudios que puedan dar algún tipo de esperanza es todo un honor, ver a esas personas, cómo han cambiado sus vidas, ver que la cura es posible... Para mí es una gran motivación para seguir trabajando en ello.