martes, 22 de octubre de 2024

#hemeroteca #homofobia #editoriales | Leer a cara des-cubierta

El Salto / Literatura 'gay' a la sombra //

Leer a cara des-cubierta

Roca Editorial acaba de publicar un libro de temática LGTBI... pero no quiere que lo sepas.
Ramón Martínez | La mirada rosa, El Salto, 2024-10-22
https://www.elsaltodiario.com/mirada-rosa/leer-cara-des-cubierta 

Siempre que le hablo de la portada de un libro, mi amiga Miren, en la trastienda de la fantástica librería Mujeres y Compañía donde trabaja, me recuerda con vehemencia que ese trozo de cartón que envuelve las tripas de cualquier volumen realmente se llama “cubierta”. El lado posterior, como es lógico, tiene por nombre “contracubierta”. Son datos técnicos que tal vez solo interesen a quienes acostumbramos pasearnos por los bosques de la literatura, pero hace pocos días, visitando Berkana —la otra librería donde paso varias horas a la semana—, el nombre de esa parte de los libros ha cobrado una importancia especial.

Hace tiempo era realmente complicado identificar esa literatura que hoy llamamos “LGTBI”. Cuando un libro había sido publicado por una gran editorial resultaba prácticamente imposible saber a primera vista si entre sus páginas aparecería alguna referencia a la realidad de lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales. Incluso las obras de autores visiblemente LGTBI presentaban sus tramas con un pudor extremado, de suerte que, como mucho, solo a través de ciertos códigos muy particulares podía comprenderse qué tipo de texto ofrecían.

Creo que es una experiencia compartida: hemos leído muchas novelas donde el protagonista “explora su identidad”, “descubre una forma diferente de vivir” o “debe enfrentarse a sus secretos”, que es lo que aparecía en aquellas misteriosas contracubiertas, o mejor “encubiertas”, porque con esos textos ambiguos pretendían ocultar la verdadera naturaleza del libro que abrazaban.

Con el tiempo nuevas editoriales visibles y valientes comenzaron a publicar sin esos melindres. Por fin las traseras ofrecían los argumentos con claridad y ya no era necesario aprender a leer entre líneas. La oferta literaria empezaba a parecerse a la vida real: cada vez eran menos las personas que encubrían su verdadera forma de ser y también los libros podían salir de sus armarios de cartón.

En los últimos años un gran número de editoriales generalistas se han ido sumando a publicar sin remilgos literatura LGTBI visible y “des-cubierta”, pero, aunque siempre es motivo de celebración disponer de más publicaciones sobre las cuestiones que históricamente han sido relegadas a un segundo plano o, peor aún, al espinoso campo de la denominada “subliteratura”; surge ahora el problema de que no toda visibilidad debe considerarse positiva, más aún cuando esa supuesta visibilidad no aparece por ningún sitio.

Hace unos días llegó a Berkana ‘A la sombra de un laurel de indias’, escrita por Jesús Nadador y publicada por la editorial Roca, en cuya contracubierta no aparece ni una sola mención a que la homosexualidad del hijo del protagonista es el centro de la trama. Por eso Mili Hernández, que a estas alturas ya ha tenido que aguantar demasiados silencios, decidió añadir a la estantería donde descansa el libro un pequeño cartel donde puede leerse ‘Este libro tiene temática LGTBIQ+, pero Roca Editorial no quiere que lo sepas’ y, a continuación, un resumen de cuál es el verdadero argumento de la novela.

Aún no la he leído, pero se agradece que, frente a quienes deciden invadir un género literario por intereses comerciales —pese a que les gusta tan poco como para pretender borrar sus huellas y las tramas de sus publicaciones—, haya quien siga protegiendo las lecturas de quienes siempre hemos querido leer a cara “des-cubierta”.

lunes, 21 de octubre de 2024

#libros #homosexualidad #literatura | Ellos y el tiempo

Ellos y el tiempo / Jaime Sempere : prólogo de Oscar Hernández Campano.
Barcelona [etc.] : Egales, 2024 [10-21].
456 p.

/ ES / Libros / NOV / Literatura / Homosexualidad / Relaciones amorosas /

📘 Ed. impresa: ISBN 9788419728661 / 22.95 €
📝 Cita APA-7: Sempere, Jaime (2024). Ellos y el tiempo. Egales.

París, 1874. Louis y Christophe creen estar en su mejor momento. Uno es dueño del periódico más vendido de la Tercera República francesa y el otro goza de un gran éxito como dramaturgo en los cafés-teatros de la capital. Ambos son ajenos a la realidad exterior, a los rumores que los señalan: están enamorados. Sin embargo, un telegrama urgente llega en la madrugada del 9 de mayo a la redacción del periódico. Un compañero de infancia e íntimo amigo de Louis ha fallecido. El magnate ignora que pronto se verá involucrado en una investigación por asesinato y que su destino está a punto de verse comprometido por una amenaza del pasado. Arriesgándose a perderlo todo, decide continuar adelante: la vida de Christophe, su amado, está en sus manos.

😏 Jaime Sempere (Madrid, 1985), Máster en Escritura y Narración. Ha ganado diversos concursos de relatos como el XV Certamen Literario Ateneo Cultural Paterna. En 2023 publicó "Los retoños" y participó en las antologías "Tu boca en mi piel" y "Yo no tengo la culpa de haber leído a Mendicutti", ambas publicadas por Egales. Colabora como corrector con Nórdica Libros, Capitán Swing o Fulgencio Pimentel, entre otras. Actualmente es librero de Berkana y editor de Flores Raras y Egales. "Ellos y el tiempo", finalista del IX Premio Internacional de Novela «Alcorcón Siglo xxi», supone su regreso a la literatura LGTBIAQ+.

#libros #contracultura | Ángeles bailando en la cabeza de un alfiler : la explosión libertaria de 1976-1977

Ángeles bailando en la cabeza de un alfiler : la explosión libertaria de 1976-1977 / Pepe Ribas.
Madrid : Libros del K.O., 2024 [10-21].
326 p.

/ ES / Libros / ENS / Barcelona / Contracultura / Libertarias / Memoria sentimental / Testimonios / Transición

📘 Ed. impresa: ISBN 9788419119742 / 22.90 €
📝 Cita APA-7: Ribas, Pepe (2024). Ángeles bailando en la cabeza de un alfiler : la explosión libertaria de 1976-1977. Libros del K.O.

En la segunda mitad de la década de los setenta, Barcelona vivió una explosión libertaria cuyos ecos se replicaron, en mayor o menor medida, en gran parte de España. Se vivía la etapa más creativa en un país en el que había teatro independiente sin teatros, vanguardias sin escuelas ni museos, lectores y compradores de libros sin bibliotecas públicas. Una parte de la generación más joven supo cultivarse y crear sin reglas ni mandatos: las consignas, si existían, las arrastraba la brisa hasta el camión de la basura.

Como en una coreografía acelerada y delirante, Pepe Ribas (fundador de la mítica revista Ajoblanco) evoca aquella efervescencia libertaria que se desarrollaba sobre un confuso trasfondo social de ilusión y miedo, libertad y un atrevimiento hasta la asfixia, en el que todo parecía posible. El espejismo terminó desvaneciéndose: las instituciones y los partidos políticos maniobraron para, primero encauzar, y luego ahogar, esta fuerza libertaria demasiado imprevisible para la ortodoxia política (tanto de derechas como de izquierdas). Envolvieron la contracultura en diseño, sentimiento nacional y negocio, la alegría se transformó en interés individual y en neurosis. De compartirlo casi todo se pasó a la competitividad y a la insatisfacción bañada en alcohol. La heroína empezó a sembrar la calle de cadáveres y delincuencia. Pero ese espejismo no fue en vano: gran parte de su legado ha permeado hasta nuestros días a través del ecologismo, el feminismo, la liberación sexual y la cultura libre e independiente.

#hemeroteca #lgtbi | Paula Iglesias, presidenta de la FELGTBI: "Llamar maricón no es una forma de hablar, es homofobia"

Paula Iglesias, presidenta de la FELGTBI: "Llamar maricón no es una forma de hablar, es homofobia"
"Siempre hemos ido de la mano del movimiento que consideramos feminista: aquel que no excluye a ninguna compañera" / "Con los casos de fraude se ha intentado instrumentalizar a las personas trans para restar valor a una ley"
infoLibre, 2024-10-21
https://www.infolibre.es/igualdad/paula-iglesias-presidenta-felgtbi-llamar-maricon-mierda-alguien-homofobia-no-forma-hablar_1_1883773.html

Paula Iglesias //
Parece difícil imaginar un examen más duro que aquel que se deslizó frente a la Federación Estatal LGTBI (FELGTBI+) allá por febrero de 2021. Entonces, salían a la luz los primeros borradores de la llamada ‘ley trans’. Aunque no era el punto de partida, sino el resultado de años de trabajo minucioso, se convirtió en el comienzo de una contienda extenuante que interpeló no sólo al colectivo, sino también a líderes políticos de distintos colores y a activistas feministas críticas con la ley. Han pasado ya tres años desde entonces, uno con la norma en vigor, y Paula Iglesias respira con aparente serenidad. La desde este viernes nueva presidenta de la FELGTBI cree improbable que la etapa que se abre ahora sea más convulsa que la anterior. Pero, además, la activista tiene tablas: durante los últimos cinco años ha ostentado el cargo de vicepresidenta de la principal organización LGTBI del país, así que sabe bien cuáles son sus prioridades, cuáles sus alianzas y cuáles los frentes donde merece la pena batallar.

En estos momentos está celebrándose el juicio por el asesinato de Samuel Luiz. ¿Qué significaría hacer justicia en este caso?

Lo que esperamos desde la Federación y desde todo el colectivo es que, si te matan al grito de 'maricón', la justicia reconozca que es homofobia.

Los acusados y los testigos admiten haber escuchado a los agresores dirigirse a la víctima al grito de 'maricón', pero las defensas se centran en enmarcarlo en un insulto corriente, sin una carga homófoba.

El lenguaje tiene implicaciones. Llamar 'maricón de mierda' a alguien no debe ser considerado una forma de hablar, es una forma de homofobia. Es un discurso homófobo y de odio que, además, como hemos visto, puede tener consecuencias muy graves, hasta el punto de acabar con la vida de alguien.

Esta semana el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, también ha sido insultado al grito de 'maricón'. ¿Estamos retrocediendo?

Quiero pensar que no. Pero es verdad que existe una minoría que quiere hacer ver a la sociedad que la diversidad es una amenaza y no un valor que la enriquece. Esa minoría quizá está teniendo ahora altavoces que antes no tenía, como las redes sociales y algunas instituciones.

La LGTBIfobia no deja de estar, año tras año, entre las principales causas de delitos de odio. ¿Qué es lo que está fallando?

Desde la Federación y desde otras entidades hemos impulsado el Pacto de Estado contra los discursos de odio hacia los grupos vulnerables, precisamente buscando una alianza entre los movimientos sociales y las instituciones para hacer frente a estos discursos que al final son la antesala de lo que luego es más visible, desgraciadamente, que son las consecuencias del odio.

Las cifras oficiales dejan fuera una parte importante de la violencia que no se denuncia. ¿Es la infranuncia un problema?

Sí, la infradenuncia es un problema. Lo que no se nombra y lo que no se visibiliza no existe, y para lo que no existe no hace falta tomar medidas. Es verdad que el colectivo LGTBI tiene una historia de discriminación que en determinados momentos de la historia también ha partido de los agentes policiales, pero afortunadamente ahora trabajamos con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para que la atención en estos casos sea la adecuada y que el colectivo LGTBI pueda encontrar en estos agentes personas aliadas, que les acompañen en un momento muy complicado y de mucha vulnerabilidad.

La Federación deja atrás una etapa complicada, especialmente en lo que respecta a las relaciones institucionales con los partidos políticos en torno a la 'ley trans'. ¿Será esta etapa menos convulsa?

Cualquiera que asume un cargo como el de la Presidencia de la Federación espera que la etapa sea lo menos convulsa posible y que se establezcan alianzas. El colectivo cada vez tiene más fuerza, pero necesita alianzas en la sociedad y también en las instituciones para seguir avanzando en derechos. Si no remamos todas a una, el camino se hace mucho más complicado.

Y sobre esas alianzas, ¿qué esperan del actual Ministerio de Igualdad? Especialmente tras un inicio difícil debido a los comentarios tránsfobos de la exdirectora del Instituto de las Mujeres.

En esta última etapa del Ministerio de Igualdad hemos percibido predisposición a trabajar conjuntamente, así que esperamos poder ir caminando juntas, especialmente en el tema del Pacto de Estado contra los delitos de odio.

Además de esa, ¿cuáles son las otras prioridades en la agenda?

El desarrollo del protocolo para el acompañamiento a las personas trans en el ámbito laboral, que además la ministra de Trabajo se comprometió a su desarrollo tanto en el Orgullo de este año como el viernes en la inauguración de nuestro Congreso. También nos gustaría abordar todo lo que tiene relación con identidades y realidades que han sido menos visibilizadas, como son las personas no binarias y el reconocimiento de su identidad, o la prohibición de cirugías y tratamientos hormonales a menores intersex y un adecuado registro que garantice sus derechos. También vamos a seguir trabajando obviamente por intentar conseguir centros escolares y aulas libres de esos discursos de odio, porque nos preocupa especialmente cómo se están difundiendo dentro de los centros. Trataremos de mejorar la atención sanitaria no sólo a nivel de atención a temas relativos a la salud sexual y reproductiva del colectivo, sino también abordar la salud mental que muchas veces es consecuencia de que sufrimos violencia.

Respecto a las personas no binarias, ¿cómo esperan que se materialice ese reconocimiento identitario?

Ya contamos con un caso en España: una persona que ha podido registrarse como persona no binaria porque en su país de origen así se lo permitían. Entendemos que es una cuestión de voluntad política y esperamos poder sentarnos para ver cuál es el mejor mecanismo que pueda reconocer la identidad de las personas no binarias.

Durante la legislatura se estuvo a punto. ¿Por qué cree que no han conseguido conquistar ese frente?

No sé qué es lo que falla. Es verdad que es un colectivo muy invisible, afortunadamente está empezando a visibilizarse más, no sólo su identidad, sino también las trabas que sufren a nivel social y a nivel de reconocimiento. Vamos a trabajar porque esa identidad se reconozca de alguna manera.

Esta legislatura también quedó marcada por discursos que ponen sobre la mesa fraudes relacionados con la ley trans. ¿Les preocupa esto?

Como toda ley, se puede cometer algún tipo de fraude. Pero además de suponer un fraude de ley, lo que se intenta es instrumentalizar a las personas trans para irestar valor a una ley que lo que hace es ampliar derechos, para seguir estigmatizándolas y discriminándolas. Pero la realidad es que se está haciendo un buen uso de la ley, únicamente se han rechazado en torno al 1,4% de las solicitudes, así que en general se está haciendo un buen uso de esa ley y está garantizando derechos para las personas trans. En los casos en los que se esté utilizando para cometer fraude, hay que perseguirlos como con cualquier otra norma.

¿Se ha cerrado la herida con el movimiento feminista? ¿Están preparados para ir de la mano?

Nunca han dejado de ir de la mano, siempre han sido movimientos aliados porque han compartido lucha. Las intersecciones nos atraviesan a todas y siempre hemos ido de la mano del movimiento que consideramos feminista, aquel que no excluye a ninguna compañera. Es verdad que ha supuesto una confrontación con determinadas personas que se denominan feministas, pero consideramos que es una minoría que ha hecho más ruido que otra cosa. La verdad es que la mayoría del movimiento feminista sigue de la mano del colectivo LGTBI y no va a permitir que de esa lucha se excluya a ninguna mujer.

Mencionaba antes que los discursos de odio están encontrando un altavoz en las instituciones. Los partidos que son portavoces de esos discursos, como Vox y el PP, ¿tienen cabida en el Orgullo?

No sería muy coherente ir en contra de los derechos de un colectivo y aparecer en el evento más reivindicativo del colectivo, una manifestación que reivindica derechos y que es una explosión del poder ser en libertad. Ahí, evidentemente, no caben los discursos de odio, en ningún caso.

#hemeroteca #lesbofobia #testimonios | Gordofobia, homofobia y relaciones tóxicas: los núcleos de la primera novela de Julieta Sverdlick

Julieta Sverdlick //

Gordofobia, homofobia y relaciones tóxicas: los núcleos de la primera novela de Julieta Sverdlick

La autora decidió escribir una historia basada en su paso de la niñez a la adultez en una familia “judía progre” y su sorpresa al enamorarse de una mujer y el proceso de aceptación.
Rosario Bernasconi | Perfil, 2024-10-21
https://www.perfil.com/noticias/cultura/gordofobia-homofobia-y-relaciones-toxicas-los-nucleos-de-la-primera-novela-de-julieta-sverdlick.phtml

‘Cuando quieras podés destruirme’ es la primera novela de Julieta Sverdlick que decidió hacer una ficción de su paso a la adolescencia en el que se enamoró de una mujer, se encontró con el odio a su cuerpo mientras su primer amor en secreto se convirtió en una especie de encierro donde crecía un vínculo cada vez más tóxico. “Yo fui encontrando mucha homofobia en lugares impensados, como en un colegio súper abierto o en una familia súper progre, pero el lugar que más me llamó la atención de entrada, fue en mí misma”, reflexionó la autora en diálogo con PERFIL.

La autora es argentina, pero vive hace casi siete años en Nueva York, Estados Unidos, a donde fue a estudiar actuación y terminó convirtiéndose en su hogar. Si bien la escritura siempre fue parte de su vida, su profesión eran las artes escénicas, por lo que anteriormente no se había dedicado de lleno a pensar en publicar sus textos. Pero durante la pandemia empezó a construir el relato que finalmente tomó forma de novela gracias a la tutoría de Luz Santomauro.

Su historia plasmada en la novela permite reflexionar sobre las limitaciones propias, las de la familia, el dolor que genera tener que ocultar una relación que no responde al mandato de heterosexualidad y el poder de palabras que, sin demasiada consciencia, el círculo íntimo dice o censura. La historia de Julieta se da en un contexto, que en un principio parecería ser muy abierto: sus padres son psicólogos, están vinculados al mundo del teatro y son “judíos progres”, según detalla ella, sin embargo, cuando se enteran de que M era más que una amiga, le prohíben verla.

Esta transición, que se da entre los últimos años del secundario y los primeros post egreso, va envolviendo a la protagonista de mucha culpa y permitiendo que su única par, M, la manipule y la lastime, porque ella misma cargaba también con heridas profundas. “A mi mamá le agarraban ataques de ansiedad y no podía respirar. Me llamaba y entre gemidos pedía que alguien la ayudara -sin dejar de remarcar que eso que le pasaba era mi culpa-, antes de volver a encerrarse en el baño”, dice uno de los pasajes del libro.

Actualmente, la relación de Julieta y sus padres se sanó. “Hoy somos todos muy conscientes de las cosas que pasaron, de cómo actuamos, de cómo podríamos haber actuado, de cómo cambiamos desde ese momento; fue un proceso súper acompañado de ellos también”, aclaró la autora a PERFIL. Pero su historia puede servir a quienes atraviesan situaciones similares o ayudar a comprender a quienes juzgan sin conocer lo que significa negar la identidad de alguien.

– Tu libro es una autoficción. Es una historia ficcional porque una vez que se convierte en novela, uno elige los órdenes, qué prioriza, qué no, pero hay personajes que son gente que te conoce, ¿qué sentiste al momento de publicarla?
–Yo también soy fiel creyente de que toda palabra escrita es ficción y eso a mí me dio tranquilidad, además es una novela contada en primera persona y claramente desde la subjetividad de su protagonista. Entonces yo no sentía que estaba revelando nada de nadie, porque en realidad son personajes vistos a través de los ojos de la protagonista de la novela. Y la narración cuenta todo lo que le va pasando, desde un lugar de crecimiento y desde el amor y desde una mirada en la que se note que no hay villanos, que todos están haciendo lo mejor que pueden hacer con lo que tienen en el momento.

– Como decís, no hay villanos en el texto, pero hay acciones que ponen a los personajes en determinado lugar.
– Hace poco, me preguntaban cuál era el desafío a la hora de mostrar lo que ahora se llama una relación tóxica. Para mí el mayor desafío en la relación amorosa que fue una relación tóxica o en cualquier relación entre dos personajes es poder mostrar un poco los dos lados y que también, sobre todo en una relación tóxica, tiene que haber dos para que ese vínculo se dé. Muchas veces uno es el que ocupa el lugar de manipular más y es al que la gente en general condena más, porque bueno, quizás sí es el que está teniendo un poco más de poder, pero también hay otro que lo habilita y que sigue ahí y también hay todo un contexto social y un contexto familiar. Ese contexto de los personajes de la novela es el caldo de cultivo perfecto para que surja una relación así porque en una relación en donde hay que mantener un secreto entre adolescentes que se sienten juzgadas por el afuera y que hay tanto miedo, eso es un marco perfecto porque uno pasa a depender 100% del otro porque si no está con el otro está solo y porque el otro es el único que sabe la verdad de lo que uno está viviendo entonces todo eso genera una circunstancia que permiten que eso se dé así.

–Una cosa que recuerda la protagonista es uno de los primeros libros que amó que es ‘El niño envuelto’ de Elsa Bornemann, ¿creés que hoy que existe ese vínculo entre los jóvenes o niños que empiezan a tener la posibilidad de lectura fluida, de tener un libro de cabecera como te pasó a vos?
–Es una buena pregunta, no tengo tantos niñes, alrededor, en este momento, pero los que tengo sí son de familias muy lectoras que entonces fomentan mucho eso. Sí me parece que hay algo de cuando uno es niño, que cuando se engancha con un mundo lo quieren volver a leer y volver a leer y volver a leer y lo tienen súper presente. En ese sentido creo que sí, que eso siempre tiene la posibilidad de existir, pero no sé cuán presente está la lectura en la niñez ahora que hay tanta pantalla.

– El texto, más allá de su valor literario, es valioso como testimonio y porque ayuda a la reflexión.
–Pienso que a mí me hubiese venido re bien leer algo así en su momento porque hay algo re poderoso en la representación, que por suerte hay cada vez un poquito más.

– Es importante para ser leído desde adentro de una situación similar y desde afuera para llegar a comprender toda la violencia de los silencios que hay en torno a determinadas cosas.
– Es parte de lo que quiero retratar en el libro. Yo fui encontrando mucha homofobia en lugares impensados, como en un colegio súper abierto o en una familia súper progre, pero el lugar que más me llamó la atención de entrada, fue en mí misma. Por eso todo lo que se decía afuera dolía y resonaba más, porque te estaba dentro.

#hemeroteca #homofobia #crimenesdeodio #justica | La foto de los (presuntos) asesinos de Samuel

Público / Imagen del juicio por el asesinato de Samuel Luiz //

La foto de los (presuntos) asesinos de Samuel

Paco Tomás | Público, 2024-10-21

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/87802/la-foto-de-los-presuntos-asesinos-de-samuel/

Una de las últimas polémicas en redes sociales ha tenido lugar tras la difusión de las fotografías de cuatro de las cinco personas que están siendo juzgadas por el asesinato de Samuel Luiz el 3 de julio de 2021 en A Coruña. La publicación -un viral "ahora tú" difundido a través de las historias de Instagram- anulaba la ocultación del rostro de los acusados, algo que suelen hacer todos los medios de comunicación, y mostraba abiertamente las caras de Kaio Amaral, Alejandro Freire, Catherine Silva y Diego Montaña durante el juicio. No muestra la de Alejandro Mínguez. Cosas de la plantilla, que no da para cinco fotos.

La publicación se viralizó y provocó una reacción en la que se cuestionaba esta decisión y se consideraba un error difundir la imagen de aquellos que aún no habían sido condenados. Con conceptos del tipo "nosotros no somos como ellos", se intentaba alertar de la sed de venganza que se manifiesta a través de esa publicación, que surge en una instrumentalización del dolor. Publicar las fotos, en el banquillo de los acusados, de Kaio, Alejandro, Catherine y Diego solo alimenta -según las personas en desacuerdo con la difusión de las fotografías- el instinto punitivista que busca el castigo incluso antes de la sentencia, sin concederle a los acusados la posibilidad de reinsertarse en la sociedad como ciudadanos ejemplares, y generando más odio y violencia en nombre de la justicia.

Ese choque de opiniones me llevó a reflexionar sobre lo que se buscaba publicando en la imagen y sobre los argumentos de quienes se oponían a esa conducta. Y desde la reprobación de la difusión de los rostros de los acusados hay unos razonamientos con los que no estoy de acuerdo.

El primero responde al cada vez más cuestionable principio de inocencia garantizado por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Sabemos que, aunque eso sea un principio jurídico clave en un Estado de Derecho, eso no es así. Basta estar imputado en una investigación para que medios y opinión pública te declaren culpable. Basta entrar en X -antiguo Twitter- para ver cómo todos los días se juzga y se condena socialmente a una persona por un tuit, por un titular, por un chiste. Esas personas podrían ser jurado popular algún día de estos y ya vienen de casa con el veredicto del prejuicio aprendido.

Tapar el rostro de un acusado, desde el primer instante de la detención, responde a dos razones concretas: la presunción de inocencia y que no afecte al desarrollo del caso si, por ejemplo, la víctima tuviera que reconocer al agresor y pudiera verse condicionada por las imágenes difundidas. En el caso de Samuel es evidente que la víctima no puede reconocer al agresor. Y respecto a la presunción de inocencia, claro que hay que esperar a la sentencia, obviamente, pero todos sabemos, incluida la defensa de los acusados, que aquí no estamos enjuiciando la culpabilidad o la inocencia. En la grabación de las cámaras de seguridad se ve la agresión y a sus responsables. Eso permitió su detención. Aquí estamos asistiendo a un juego de tácticas de la defensa para evitar que los cinco acusados cumplan entre los 22 y 27 años de prisión que pide la fiscalía. Maneras de atenuar la condena, no de demostrar su inocencia. Usar el consumo de drogas y alcohol como atenuante o huir del agravante de homofobia. De ahí que ya estemos viendo como Catherine o Kaio acusan directamente a Diego Montaña y a Alejandro Freire. Colaboración con la justicia para obtener un trato de favor. Hemos visto mucho cine judicial como para detectar las estrategias. De ahí que la publicación de las fotos no altere el principio de inocencia.

Las imágenes que se han difundido están extraídas de un juicio abierto. No se ha rebuscado en sus redes sociales para sacar esa foto familiar ni ese retrato perjudicado y malintencionado de una noche de fiesta. Son fotos al alcance de cualquiera. Eso no altera el proceso judicial como sí lo haría la publicación de las fotos del jurado.

Sentir rabia ante un crimen homófobo es nuestro derecho. Nadie puede ni debe arrebatarnos ese dolor. Y manifestarlo abiertamente no es venganza. Venganza es creerte Chuck Norris y tomarte la justicia por tu mano. Cometer un crimen para saldar otro. No publicar cuatro fotos en una historia. Y tampoco compro el argumento de que esa historia -que recuerden que es visible solo durante 24 horas- celebre el castigo desde un desbocado instinto punitivista. La justicia es punitivista. De lo contrario, ningún delincuente estaría en la cárcel y todos estarían haciendo cursillos de buena ciudadanía. Y no teman por el derecho a la reinserción. Está al alcance de todos los ciudadanos españoles. Incluso de los etarras, por mucho que les joda a algunos.

Decimos mucho que feminismo y lucha LGTBI+ van de la mano. Y es cierto. Entonces, ¿por qué cuando se publicaron las fotos, sin pixelado, de los violadores de la Manada nadie señaló que eso estaba mal? ¿Por qué todos conocemos el rostro de Ricardo González, el voto particular que exculpaba a los acusados y que solo vio "jolgorio" donde había una violación? Siento que nadie se atrevería a decir, con razón, que las movilizaciones del "yo sí te creo" que se indignaron ante la condena de nueve años por abuso sexual eran movilizaciones punitivistas que buscaban más castigo en lugar de entender la justicia como un espacio de reinserción. ¿Por qué cuando se habla de homofobia, de transfobia, hay tanto matiz? Incluso dentro de las propias comunidades LGTBI+, especialmente gais, hay corrientes de pensamiento que parecen destilar una superioridad moral -con seguridad yo también la he ejercido en otras ocasiones- que nos encumbra como seres de luz, personas que trasladamos el debate emocional de la calle a la sobriedad académica, si es que eso es posible. Como si las personas y entidades LGTBI+ no llevásemos años haciendo un trabajo pedagógico sobre el peligro estructural que supone el heteropatriarcado. No paramos de explicar que la homofobia también reside en el empleo de la palabra "maricón", independientemente de que quien lo reciba sea o no homosexual o bisexual. La agresión ataca a lo que se percibe de nosotros. Por eso hay violencia homófoba en el colegio, a edades muy tempranas. No porque tengamos deseo sexual -con seis años yo no lo tenía- sino porque el niño agresor, con su adoctrinada manera de ver el mundo, interpreta que no eres un hombre como él. Y eso debe ser castigado.

Todos aplaudimos a Gisèle Pelicot cuando decidió hacer público el juicio a su marido y a los 50 hombres que la violaron. Celebramos la dignidad de la frase "que la vergüenza cambie de bando". Precisamente al rostro visible de los agresores es a lo que se refería Gisèle Pelicot. ¿Por qué cuando nosotros mostramos los rostros de nuestros agresores estamos cometiendo un error? ¿Por qué nuestro miedo no puede cambiar de bando?

Por supuesto que publicar el rostro de los homófobos no acaba con la homofobia. Ni publicar el rostro del violador acaba con los violadores. Ni el del narco acaba con el tráfico de drogas ni el del político corrupto acaba con la corrupción. No somos tan ingenuos. Podríamos pensar, llegados a este supuesto, que o todos los rostros de los delincuentes deben permanecer en el anonimato o ninguno. Opino que la exposición pública ayuda a que la sociedad entienda que violar, agredir, asesinar, humillar, no sale gratis. Y eso no es incompatible con seguir trabajando en combatir la homofobia desde la educación. Pero sí ayuda a que el miedo y la vergüenza cambien de bando.

#hemeroteca #homofobia #crimenesdeodio #justicia | Sobre el juicio por el asesinato de Samuel Luiz: "Los crímenes por homofobia deben recibir condenas adecuadas"

Protesta por el asesinato de Samuel Luiz //

Sobre el juicio por el asesinato de Samuel Luiz: "Los crímenes por homofobia deben recibir condenas adecuadas"

Cuando se celebra el mediático juicio por el asesinato homófobo de Samuel Luiz, Ramón Martínez reflexiona sobre la importancia del mismo para luchar contra la LGTBIfobia.
Ramón Martínez | Shangay, 2024-10-21
https://shangay.com/2024/10/21/samuel-luiz-asesinato-juicio-homofobia-opinion/

Aunque pasó de puntillas por nuestro país, la Ilustración dejó algunas ideas que aún hoy resuenan en nuestra tradición filosófica. Una de ellas es aquel principio del derecho penal que prescribe «odia el delito, compadece al delincuente», pero –ustedes me perdonen– no tengo ni intención ni fuerzas para compadecerme de la suerte que corran personas como las que estos días están siendo juzgadas como responsables de la muerte de Samuel Luiz.

El asesinato de Samuel Luiz en 2021 provocó una ola de indignación: salimos en masa a las plazas a exigir #JusticiaParaSamuel, y aún hoy conservamos esa rabia, que, si bien nunca ha desaparecido, vuelve ahora a sentirse a flor de piel, cuando comienza uno de los juicios más importantes para el movimiento LGTBIQ+ del Estado español en toda su historia.

La cólera nos embarga ahora que los testimonios de testigos y posibles asesinos nos recuerdan cómo se produjo el asesinato de Samuel; pero creo que es necesario detenernos tan solo un momento para reflexionar en torno a qué podemos hacer con toda esa rabia, para preguntarnos de qué manera gestionar nuestra indignación de forma que resulte verdaderamente productiva.
«Si de verdad queremos justicia para Samuel y tantas otras víctimas de homofobia, no bastará con campañas en redes»
La pasada semana, cuando algunos medios de comunicación empezaron a difundir información en torno al juicio, se inundaron las redes sociales con las imágenes de los presuntos asesinos de Samuel. La publicación, compartida una y otra vez, denunciaba que, mientras el rostro de la víctima había aparecido hasta la saciedad en todas partes, las caras de sus asesinos apenas habían sido expuestas al público.

Aunque, irónicamente, las fotografías que acompañaban aquel mensaje se habían obtenido gracias a los medios que cubrían el juicio, la campaña recordaba a otras muchas denuncias sociales similares: también habíamos difundido los rostros de los violadores de “la manada” y, en Francia, una de las claves del juicio a los violadores de Gisèle Pelicot está siendo, precisamente, que todo el mundo pueda observar la aparente normalidad de quienes cometen delitos tan atroces.

Con todo, yo me encontré con serias dudas sobre la oportunidad de difundir esas imágenes. Comprendí que era una herramienta para exorcizar la rabia que nos atraviesa al recordar el brutal asesinato de Samuel, pero me inquietaba tanto que el clamor popular de la condena se adelantase a la sentencia e ignorase la presunción de inocencia –más que cuestionable a estas alturas–; como que ese pequeño exorcismo acabara siendo el único vehículo que empleara tanta gente indignada para mostrar su enfado, cuando no me cabe duda de que si de verdad queremos justicia para Samuel y para tantas otras víctimas de la homofobia, no bastará con campañas en redes sociales.
«Detrás de un asesino se esconde todo un entramado social» 
 Además, me preocupó también de aquella galería de fotografías acabara consiguiendo demonizar a los seguros culpables del asesinato del joven coruñés hasta el punto de que hiciéramos caer sobre ellos todo el peso de la homofobia y olvidásemos el verdadero alcance de esta, que va mucho más allá de un pequeño grupo de asesinos de una noche de verano. Ante la urgencia a la que nos obligan medios y redes sociales, creo hoy, con más calma, que nos equivocamos tanto quienes compartían las imágenes de los presuntos culpables de la muerte de Samuel como quienes no lo hicimos. Nos equivocamos, pero tampoco podíamos hacer mucho más en aquel momento para expresar nuestra rabia.

Hace ya varias décadas, Hannah Arendt publicó una serie de polémicos artículos en torno al juicio contra Eichmann, el oficial nazi responsable de supervisar la deportación de la población judía, de la que gran parte acabó siendo asesinada en Auschwitz. Durante el proceso Arendt comprendió algo importante: la banalidad del mal. El delincuente no es el único culpable de sus crímenes, sino que detrás de un asesino se esconde todo un entramado social que a través de distintas órdenes, normas y costumbres puede conducir a cualquier persona a un momento en que la decisión de cometer o no un crimen terrible acaba pareciendo intrascendente.

No quiere esto decir que no exista una culpa clara en quien empuña la pistola, golpea a alguien hasta la muerte o aprieta el botón que conduce a una persona hacia su exterminio, sino que es preciso también condenar a todo ese ambiente que facilita las armas, educa en los golpes, dispone las deportaciones y a quiénes deben destinarse. Por eso no basta con compartir las fotografías de los presuntos responsables del asesinato de Samuel, porque Samuel no es en absoluto la única víctima de la homofobia, la bifobia y la transfobia en nuestro país; porque, aunque logremos contemplar esos rostros culpables, ahí no puede acabarse nuestra rabia.
«Necesitamos canalizar nuestra rabia de la forma más inteligente, para allanar el camino de la fiscalía y las acusaciones»
Acaba de empezar uno de los juicios más importantes para el movimiento LGTBIQ+ del Estado español en toda su historia: su resultado puede marcar un antes y un después en la concienciación social del alcance de la intolerancia homófoba y, sobre todo, de sus consecuencias. Necesitamos proceder con toda cautela para que en este momento crucial el resultado del proceso refuerce nuestro mensaje reivindicativo. Necesitamos canalizar nuestra rabia y nuestra frustración de la forma más inteligente posible para allanar el camino de la fiscalía y las acusaciones –tanto las particulares como la acusación popular, en manos de la asociación LGTBI Alas, de A Coruña–, que, por lo que sabemos a través de algunos medios, están haciendo un trabajo impecable.

No dejan de insistir en preguntar a cada testigo si escuchó cómo el presunto asesino gritaba a su víctima «te voy a matar, maricón de mierda» poco antes de perseguirlo junto a otras personas y golpearlo brutalmente hasta acabar con su vida. Esa es la clave de este juicio: que se reconozca la motivación homófoba del crimen y se aplique adecuadamente el agravante del artículo 22 del Código Penal.

Así, puede que estos días sea preciso que contengamos la rabia y la respiración lo suficiente para que quienes están ahora en la primera línea puedan hacer bien su trabajo. Después, en caso de que la condena no sea la que exigimos, será el momento de desbocar la furia y el grito y, tal como sucedió en su momento con la sentencia de “la manada”, nos citaremos ese mismo día en el Ministerio de Justicia y el todas las Delegaciones del Gobierno del país para dejar bien claro nuestro mensaje: que los crímenes por homofobia deben recibir condenas adecuadas y que, en todo caso, este juicio es solo uno entre muchos.

Queremos #JusticiaParaSamuel y, también, que esta sentencia sirva de punto de apoyo para otras muchas, porque el asesinato de Samuel es un caso concreto y la homofobia ha sido, es y por desgracia seguirá siendo un problema común en España hasta que los tribunales se comprometan a aplicar adecuadamente las leyes que protegen los derechos humanos de las personas LGTBI.

lunes, 14 de octubre de 2024

#libros #lgtbi #mayores | La tercera edad LGTBIQ+

La tercera edad LGTBIQ+ / Manuel Ángel Soriano.

Barcelona [etc.] : Egales, 2024 [10-14].
124 p.

Serie: G. 
/ ES / Libros / ENS / LGTBI / Mayores / Memoria histórica / Testimonios

📘 Ed. impresa: ISBN 9788419728647 / 17,95 €
📝 Cita APA-7: Soriano, Manuel Ángel (2024). La tercera edad LGTBIQ+. Egales.

"La tercera edad LGTBIQ+" es un ensayo clave pensado para traer a la mente de la sociedad del siglo XXI la Memoria Histórica de un colectivo muy valiente que, en aquella España de los años setenta, luchó, a riesgo de sufrir torturas, encarcelamientos y vejaciones, por alcanzar unas cuotas de dignidad impensables dentro de la dictadura franquista. Por desgracia, hoy en día, este colectivo no solo es marginal dentro del ámbito LGTBIQ+, peor aún, está prácticamente olvidado por el resto de la sociedad. «Cuando ni el cuerpo responde como quisiéramos ni la aceptación es la misma, se activa el reencuentro con uno de los mayores obstáculos: el rechazo. Vemos mar­chitar nuestra condición de narcisos. Aunque todo haya cambiado, la actitud en ese aspecto es la misma: desear lo que en verdad apetece. El resto para el menudeo».
 
😏 Manuel Ángel Soriano nació en Madrid en 1948. Licenciado en Psicología y Diplomado en Psicología Clínica por la Universidad Complutense de Madrid. Comienza su andadura en el campo de la psicología en 1972. Autor de ensayos LGTB. En 1978 vio la luz su primer libro, 'Homosexualidad y represión', Editorial Zero Zyx. En 2005 publicó su tesis doctoral, 'La marginación homosexual en la España de la Transición' (Editorial Egales), recientemente traducida en Estados Unidos al inglés, 'Homophobia in 1970s Spain: Psychiatry, Fascism and the Transition to Democracy'.

viernes, 11 de octubre de 2024

#hemeroteca #transfobia #politica | Ayuso modifica las leyes trans y LGTBI de Madrid para esquivar los recursos del Gobierno ante el Constitucional

IDA, al frente del PP, en la Asamblea de Madrid //

Ayuso modifica las leyes trans y LGTBI de Madrid para esquivar los recursos del Gobierno ante el Constitucional

El PP madrileño elimina el “requisito” de contar con informes médicos para que los menores puedan recibir tratamientos hormonales y se limita a establecer el “apoyo” de esos profesionales
Iñigo Aduriz | El Diario, 2024-10-11
https://www.eldiario.es/madrid/ayuso-modifica-leyes-trans-lgtbi-madrid-esquivar-recursos-gobierno-constitucional_1_11726609.html

El PP de Isabel Díaz Ayuso ha registrado este viernes en la Asamblea de Madrid las reformas de la leyes trans y LGTBI de la Comunidad de Madrid que tanto el Gobierno como el Defensor del Pueblo recurrieron ante el Tribunal Constitucional por vulnerar los derechos del colectivo reconocidos en la normativa estatal.

El nuevo texto de la norma sobre las personas trans, que el partido de Ayuso pide tramitar en lectura única y, por tanto, sin habilitar un periodo de enmiendas para que pueda recibir correcciones de los grupos, elimina el “requisito” de contar con informes médicos para que los menores puedan recibir tratamientos hormonales, una de las cuestiones que impulsó los citados recursos y provocó el rechazo de los colectivos LGTBI. Al contar con mayoría absoluta, el PP no necesitará del apoyo de otros grupos para sacar adelante estas modificaciones.

En la norma actual, cuyos artículos más delicados fueron suspendidos por el Constitucional hasta su decisión final, se establecía que “para iniciar el tratamiento farmacológico será requisito necesario que previamente” los menores “reciban apoyo de los profesionales de salud mental infanto-juvenil, mantenido durante todo el proceso y en el caso de que existiera comorbilidad será imprescindible un informe favorable del profesional que esté tratando al menor en dichas patologías”.

En la modificación registrada este viernes, en cambio, ese aspecto se matiza y recoge que “con anterioridad al comienzo del tratamiento farmacológico, y durante todo el proceso, el menor recibirá apoyo de los profesionales de salud mental infanto-juvenil”. Además, añade, “en el caso de que exista alguna enfermedad será imprescindible un informe del profesional que esté tratando al menor”.

El nuevo texto, además, establece que los espacios o equipamientos separados por sexos se deban adaptar al “pleno respeto a las necesidades, los derechos y la intimidad” de las personas transexuales. En cuanto a la ley LGTBI, el Gobierno de Ayuso modifica el artículo que afecta a la capacidad de las asociaciones para personarse en procedimientos judiciales o administrativos y que también había quedado en suspenso por el Constitucional.

En sintonía con el Consejo de Estado
Con la modificación, el Gobierno de Ayuso trata de sortear la posible inconstitucionalidad de la ley autonómica que se encuentra precisamente en el Constitucional. De hecho, en la exposición de motivos, explica que el nuevo texto “modifica puntualmente algunos de los artículos afectados” tras “los dictámenes del Consejo de Estado de fecha 21 de marzo de 2024 y con el fin de realizar ajustes técnicos y mejoras en la redacción de los textos”.

En julio el Constitucional admitía a trámite los recursos que el Ejecutivo central presentó contra la ley trans madrileña y también contra la ley LGTBI. La decisión del tribunal, tomada por unanimidad del pleno, acarreó la suspensión cautelar de los artículos recurridos por el Gobierno, que supuestamente invaden “competencias estatales” y recoge normas “claramente regresivas, que limitan derechos de los ciudadanos”, según dijo en su momento la ministra de Igualdad, Ana Redondo. En mayo, además, el mismo tribunal ya admitió a trámite un recurso similar pero presentado por el Defensor del Pueblo.

La reacción de Más Madrid y PSOE
“Ayuso recula por obligación para evitar un varapalo judicial ante lo que siempre dijimos que era una derogación encubierta y un ataque a los derechos de las personas LGTBI y trans”, ha asegurado la portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot. “Gracias a los recursos del Gobierno de España y de Más Madrid a instancias del defensor del Pueblo, hoy el PP ha tenido que rectificar y las personas LGTBI y en particular las y los menores trans estarán un poco más seguros en nuestra región”, ha añadido.

En su opinión, “atacar estas leyes fue desde el inicio un acto cobarde y miserable y consideramos que esta auto-enmienda es un pequeño triunfo del movimiento en defensa de los derechos LGTBI”.

Además, el portavoz en materia LGTBI del PSOE en la Asamblea, Santi Rivero, ha remarcado que es “un triunfo” del recurso del Gobierno y ha instado al PP a “abandonar la transfobia que ha copiado de Vox”. “Es un clamor y al final el tiempo nos ha dado la razón en que el PP se equivocaba discriminando y volviendo a patologizar a las personas trans. Esta modificación es un triunfo de la verdad y de la dignidad de las personas trans”, ha zanjado.

jueves, 10 de octubre de 2024

#hemeroteca #homofobia | Nuevo caso de homofobia en menores en Valencia

Imagen de disco-móvil, ajena a la noticia //

Nuevo caso de homofobia en menores en Valencia

Un grupo de menores insultó a otro menor con expresiones de carácter homófobo, procediendo mediante violencia e intimidación a robarle el bolso
Viva Valencia, 2024-10-10
https://vivavalencia.net/valencia/1779910/nuevo-caso-de-homofobia-en-menores-en-valencia/

La Guardia Civil de Valencia investiga a dos menores de edad por un presunto delito de odio y varios delitos de robo en el interior de vehículos.

La Guardia Civil, ha procedido a la investigación de 2 menores, por su presunta participación en un delito de robo interior vehículo y un presunto delito de odio, siendo uno de ellos investigado, además de por los delitos anteriormente reseñados, por un delito de robo con violencia.

Los hechos se produjeron el pasado 4 de agosto, cuando un grupo de jóvenes, tras asistir a una disco-móvil, procedieron a insultar a otro menor por su orientación sexual, sustrayéndole mediante violencia e intimidación un bolso en cuyo interior se encontraba el teléfono móvil.

Posteriormente, se marcharon a pie del lugar, rompiendo a su paso los cristales de hasta 6 vehículos que se encontraban estacionados, sustrayendo diferentes efectos del interior de los mismos.

Tras más de un mes de investigación, los agentes lograron obtener las imágenes de los autores, pudiendo de esta forma identificarlos. Estas personas, ambas de 15 años de edad, poseen numerosos antecedentes, encontrándose uno de ellos ingresado en un Centro de Menores.

La investigación, que se enmarca dentro del Plan de Actuación de la Guardia Civil ante los delitos de odio y conductas que vulneran las normas legales sobre discriminación, ha contado con la colaboración del Equipo de Respuesta a los Delitos de Odio (REDO), la Policía Local de Beniparrell y Albal, siendo coordinada por la Fiscalía Delegada de Delitos de Odio.

#hemeroteca #lgtbi #trabajo | Cuenta atrás para que las empresas de más de 50 trabajadores elaboren su plan de igualdad LGTBI: estas son las principales claves

Firma del acuerdo contra la discriminación laboral LGTBI, 2024-10-26 //

Cuenta atrás para que las empresas de más de 50 trabajadores elaboren su plan de igualdad LGTBI: estas son las principales claves

Este jueves entra en vigor la norma que regula las medidas a implementar por las compañías para garantizar que no se discrimine al colectivo en el ámbito laboral
Irene Ruiz de Valbuena | El País, 2024-10-10
https://elpais.com/economia/mis-derechos/2024-10-10/cuenta-atras-para-que-las-empresas-de-mas-de-50-trabajadores-elaboren-su-plan-de-igualdad-lgtbi-estas-son-las-principales-claves.html 

Tras meses de negociación con los agentes sociales, ayer 9 de octubre, se publicó en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto 1026/2024, que establece el marco regulador para que las empresas de más de 50 trabajadores elaboren un plan de igualdad LGTBI. La norma exige que estas compañías apliquen un conjunto planificado de medidas destinadas a asegurar la igualdad real y efectiva de las personas LGTBI, incluyendo protocolos específicos para la atención de situaciones de acoso y violencia. Las empresas deben comenzar ya a negociar estos planes pues, ya que si no consiguen un acuerdo tendrán que aplicar las medidas incluidas en la norma.

Se trata del desarrollo reglamentario de una obligación recogida en la conocida como ley trans, en vigor desde el pasado 2 de marzo, pero que hasta ahora no contaba con una regulación que definiera su contenido y alcance. “Esta norma aporta seguridad jurídica al desarrollar una obligación prevista en la Ley 4/2023 para las mercantiles con más de 50 personas trabajadoras y supone una oportunidad para las empresas de avanzar en su compromiso con la diversidad, mejorando el clima laboral y la reputación corporativa”, valoran Almudena Batista y Elisabet Calzada, socias de laboral de Cuatrecasas. Asimismo, las abogadas destacan que este reglamento ha sido acordado en el marco del diálogo social, “lo que ha permitido alcanzar un consenso amplio y equilibrado que refuerza su legitimidad y eficacia”.

¿Cuándo entra en vigor?
El Real Decreto 1026/2024, de 8 de octubre, por el que se desarrolla el conjunto planificado de las medidas para la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI en las empresas, entra en vigor al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial del Estado, es decir, hoy, 10 de octubre.

¿A qué empresas se aplica?
La norma se aplica a empresas con una plantilla superior a 50 trabajadores, aunque aquellas con menos empleados también pueden implementar, de manera voluntaria, estas medidas para la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI.

¿Se aplica también a los empleados subcontratados?
Sí, el real decreto precisa que las medidas planificadas también se extienden a los trabajadores cedidos por Empresas de Trabajo Temporal (ETTs), asegurando una cobertura integral.

¿Cuándo y cómo se deben elaborar los planes de igualdad LGTBI?
Las medidas deben ser negociadas en el marco de los convenios colectivos, ya sean de ámbito empresarial o superior. Para aquellos convenios firmados antes de la entrada en vigor del decreto, del 10 de octubre de 2024, se establece un plazo de tres meses para que la comisión negociadora se constituya (hasta el 10 de enero de 2025). Si se trata de un convenio colectivo sectorial, se podrá establecer que las medidas se adapten a nivel empresarial.

Por su parte, si no hay convenio aplicable y la empresa no cuenta con representación legal de los trabajadores deberá crearse, en un plazo de seis meses, una comisión negociadora que incluya a los sindicatos más representativos. No obstante, si los sindicatos no responden a la convocatoria de la empresa después de 20 días (10 días iniciales, ampliables por otros 10 más), ésta podrá aprobar unilateralmente las medidas para la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI.

En este punto, Almudena Batista recomienda a las empresas que encuadren bien su situación en los distintos escenarios previstos por la Ley: con o sin convenio colectivo propio, convenio colectivo sectorial de aplicación, empresa sin convenio colectivo aplicable, etc. Y es que como, apunta la abogada, este es el paso previo para poder determinar los plazos, los interlocutores y el ámbito de negociación y así cumplir de forma efectiva con esta obligación.

Plazos para la negociación
La norma fija un máximo de 3 meses desde la constitución de la comisión negociadora para acordar el conjunto de medidas por la igualdad LGTBI. “Un plazo significativamente inferior al otorgado para los planes de igualdad, que era de 12 meses”, señala Elisabet Calzada, que añade que, aunque en determinadas circunstancias puede ser algo exiguo, por lo general, resulta adecuado para fomentar una negociación ágil y efectiva.

En caso de que no se llegue a un acuerdo en este período, la empresa deberá aplicar las medidas estipuladas en el decreto de forma provisional hasta que entren en vigor las que posteriormente se puedan acordar mediante convenios colectivos o acuerdos de empresa.

Contenido mínimo de las medidas
La nueva normativa impone que las medidas que implanten las empresas obligadas incluyan, en primer lugar, cláusulas de igualdad de trato y no discriminación que fomenten un ambiente laboral inclusivo y diverso. En segundo lugar, medidas de formación específica destinadas a eliminar estereotipos en los procesos de selección.

En tercer lugar, deben regularse los criterios para la clasificación y promoción profesional, que deberán basarse en elementos objetivos como la cualificación y la capacidad, para garantizar el desarrollo de su carrera profesional en igualdad de condiciones. La integración de módulos específicos sobre los derechos de las personas LGTBI en el ámbito laboral dirigidos a toda la plantilla en los planes de formación, es otro de los contenidos mínimos.

Los planes de igualdad LGTBI también deberán contar con medidas que favorezcan la promoción de la heterogeneidad de las plantillas para lograr entornos laborales diversos, inclusivos y seguros. El nuevo real decreto también exige que se garantice el disfrute de los permisos, beneficios sociales y derechos de todas las personas trabajadoras, sin discriminación por razón de orientación e identidad sexual y expresión de género. Asimismo, las empresas obligadas deberán integrar en su régimen disciplinario las infracciones y sus correspondientes sanciones por comportamientos que atenten contra la libertad sexual, la orientación e identidad sexual y la expresión de género de las personas trabajadoras.

Por último, los planes de igualdad LGTBI deben acompañarse con protocolos frente al acoso y la violencia contra las personas del colectivo LGTBI, que contengan mecanismos de prevención, de detección y de actuación frente a estos actos. Para cumplir con esta obligación no es necesario que las empresas elaboren un protocolo específico, basta con que incluyan medidas concretas para las personas LGTBI en su protocolo general frente al acoso y la violencia o que lo amplíen para incluirlas.

En opinión de Almudena Batista, estas medidas son esenciales para establecer unas bases mínimas de actuación frente a situaciones que pueden estar viviendo personas trabajadoras del colectivo LGTBI. No obstante, la abogada matiza que “este contenido puede ser adaptado a la realidad de las concretas empresas y, por supuesto, ampliado con medidas adicionales, en ese compromiso con la diversidad que tenga la empresa”.

Vigencia de las medidas
El periodo de vigencia de las medidas para la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI se pactará en el convenio colectivo de aplicación, si esta es la vía para negociarlas. Por su parte, cuando las medidas planificadas se negocien mediante acuerdos de empresa, su periodo de vigencia lo determinarán las partes negociadoras.

Obligaciones de evaluación y revisión
El real decreto especifica que las empresas deberán evaluar y revisar periódicamente sus medidas para la igualdad de las personas LGTBI, de forma similar a lo que ocurre con los planes de igualdad. Los convenios colectivos y los acuerdos de empresa podrán establecer los plazos para evaluar el cumplimiento de las medidas planificadas acordadas. Esto no impide que también se revisen cuando se detecte que no se adecúan a los requisitos legales y reglamentarios o resultan insuficientes. De esta forma, se garantiza, según se remarca en la norma, que se mantengan actualizadas y adaptadas a las necesidades cambiantes de la fuerza laboral.

En cualquier caso, si se producen fusiones o cambios en la estructura de la empresa, las medidas por la igualdad LGTBI que hayan sido acordadas previamente deberán ser respetadas.

lunes, 7 de octubre de 2024

#libros #homosexualidad #cine | Eloy de la Iglesia : el placer oculto del cine español

Eloy de la Iglesia : el placer oculto del cine español / Carlos Barea (ed.).

Madrid : Dos Bigotes, 2024 [10-07]
296 p.

/ ES / Libros / ENS / REC / Cine / Eloy de la Iglesia / Homosexualidad / Marginación / Memoria histórica / Quinquis / Transición

📘 Ed. impresa: ISBN 9788412765793 / 20.95 €
📝 Cita APA-7: Barea, Carlos (ed.) (2024). Eloy de la Iglesia : el placer oculto del cine español. Dos Bigotes.


‘Eloy de la Iglesia. El placer oculto del cine español’ nos aproxima a la trayectoria, vibrante y compleja, de uno de los directores más importantes de la Transición, responsable de títulos tan populares como ‘El techo de cristal’, ‘La semana del asesino’, ‘El diputado’, ‘El pico’ o ‘La estanquera de Vallecas’. Mirado con desdén por la crítica de la época, que no le perdonó su ambición comercial, y reivindicado por las nuevas generaciones, la figura de Eloy de la Iglesia es fundamental para acercarnos a una de las etapas más convulsas de nuestra historia reciente.

Este ensayo colectivo, coordinado por Carlos Barea, profundiza en los distintos aspectos que confluyen en las películas del cineasta vasco, donde la voluntad de provocación y el erotismo más crudo conviven con la intención de mostrar de manera realista los vaivenes políticos y las transformaciones sociales. Por su extensa filmografía desfilaron las estrellas del momento (Carmen Sevilla, Amparo Muñoz, Simón Andreu, Vicente Parra o José Sacristán, entre otros) y nuevos talentos sin experiencia ante la cámara (como José Luis Manzano, su actor fetiche).

Homosexual y comunista, Eloy de la Iglesia contribuyó decisivamente a retratar las luces y, sobre todo, las sombras de un país que despertaba a la democracia pero que daba la espalda a una parte de la población. Entre los marginados se hallaban los denominados quinquis, que dieron nombre al exitoso subgénero cinematográfico, o los integrantes del colectivo LGTB, a quienes dotó de una voz hasta entonces silenciada.

😏 Autoría: Carlos Barea | Violeta Kovacsics | Eduardo Bravo | Nicolás Grijalba de la Calle | Diana Aller | Francina Ribes Pericàs | Juan Sánchez | La Caneli | David Velduque | Alejandro Melero | Vicente Monroy