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Vallecas despide al joven en situación de calle fallecido // |
Denuncian la desatención de Madrid a las personas que viven en la calle tras la muerte de un joven argelino: "El sistema les fuerza a la exclusión total"
Pilar Sánchez, concejala de Más Madrid insiste en la responsabilidad de la sociedad: "No nos podemos permitir que haya un joven que ha sido solicitante de asilo y que acaba solo, muerto, en un descampado".
Luna González | Público, 2025-02-20
https://www.publico.es/sociedad/denuncian-desatencion-madrid-personas-viven-calle-muerte-joven-argelino-sistema-les-fuerza-exclusion-total.html
Una veintena de integrantes de Parroquias, Asociaciones, educadores sociales y miembros de Más Madrid dieron el último adiós el pasado miércoles a Abdelkader Boudjelti, un joven de 29 años que vivía en la calle desde junio del año pasado. El fallecido pertenecía al colectivo LGTBIQ+ y padecía TLP (Trastorno Límite de la Personalidad) y un trastorno de estrés postraumático por el acoso que sufrió en su país de origen, Argelia.
El acto de despedida a Abdelkader tuvo lugar a unos metros de donde se encontró su cuerpo el día anterior, en la calle, a unos metros del Centro de Acogida El Vivero, en Vallecas (Madrid). Los presentes en el acto reivindicaron la escasa atención de las administraciones madrileñas a los jóvenes muy vulnerables en situación de calle, bajo el lema: "La calle mata, la falta de acogida también". Patricia Fernández, abogada de la Asociación Coordinadora de Barrios, explica a ‘Público’ que están pendientes de la autopsia, puesto que no se saben los motivos del fallecimiento del joven.
"No hay recursos disponibles para nadie"
Abdelkader Boudjelti, conocido como Manino, era un joven argelino de 29 años que tuvo que emigrar de su país por los maltratos y abusos sexuales que sufrió por su condición LGTB, lo que le provocó un TLP y trastorno de estrés postraumático.
Manino entró en el Sistema de acogida de Protección Internacional y Temporal en 2022. Adolfo Rodríguez, experto en intervención con personas sin hogar, comentó a ‘Público’ que, una vez acaba el plazo que una persona puede permanecer en el Sistema, pasa a ser competencia autonómica y municipal. Cuando se le acabó el plazo a Manino en junio del año pasado, decidió volver del norte del país a Madrid, pero Rodríguez asegura que, "por la situación de falta de recursos, Madrid no es el mejor sitio al que podría haber venido. No hay recursos disponibles para nadie".
Varios miembros que acudieron al acto de despedida del joven hicieron hincapié en que buscó numerosas alternativas para tener mejores condiciones de vida. Al volver a Madrid, Manino acudió a un centro de salud mental, donde le proporcionaban medicación, pero no techo por falta de plazas.
Además, buscó ayuda en la Oficina LGTB de la Comunidad de Madrid –donde acogen a personas del colectivo que sufren vulneración por serlo–, pero tampoco le ayudaron "porque tenía problemas de salud mental", según comenta Rodríguez, pese a que se ajustara al perfil que debería ser amparado por esta oficina.
Por último, el joven buscó plazas de emergencia a nivel municipal y tampoco pudo acceder a ellas. Rodríguez explica que "en un primer momento, se atendió en el servicio municipal Prevención de Violencias Urbanas Nexus", donde se hacía seguimiento a chicos jóvenes que se encontraran en la calle o con dificultades. Sin embargo, "el proyecto cerró y dejó de haber seguimiento", lo que provocó que las personas vulnerables a las que atendían "quedasen abandonados en la nada absoluta", añade el educador social.
El joven, desatendido por todas las administraciones de la capital, vivió sus últimos meses de vida en el barrio madrileño de Vallecas. Allí fue donde falleció, a escasos metros de los dos primeros albergues a los que suelen acudir los jóvenes en situación de vulnerabilidad: el Centro de Acogida El Vivero y el de Campaña de Frío. Rodríguez comenta que se piden plazas para estos jóvenes, ya que "se supone que tienen que suplir estas necesidades para evitar que la gente muera, pero no ha funcionado".
"El municipio más rico de España no tiene soluciones ni alternativas"
Manino no es el primer joven que tiene este final, Adolfo Rodríguez comenta que en su carrera laboral ha tenido otro caso similar a este. También, el educador social añadió que tiene constancia de "en torno a 30 o 40 mensajes que se han enviado para solicitar plazas para chicos jóvenes que están en la calle y no está habiendo respuesta. Se solicitan plazas y no hay".
El hecho de que esta situación sea más común de lo que debería preocupa a distintos colectivos. Patricia Fernández, abogada de la Coordinadora de Barrios, –asociación encargada del seguimiento de menores y jóvenes marginados y excluidos–, transmite a Público la preocupación sobre la gestión de la capital: "Nos preocupa enormemente que el Ayuntamiento de Madrid, el municipio más rico de España, no tenga soluciones y alternativas integrales para personas con patología mental grave y con distintas condiciones de vulnerabilidad".
Varias administraciones a las que acudió Manino pusieron sus "problemas comportamentales" como excusa para no acogerle. Fernández afirma que en "las personas con problemas de salud mental se interpreta como déficits comportamentales o mal comportamiento lo que en realidad son comportamientos propios de su enfermedad". "La falta de diagnóstico, la falta de atención, la falta de acompañamiento están en la base de esta triste muerte", añade la abogada.
Manino era una persona con un "perfil de protección muy importante y todavía no tenía resuelta su solicitud de asilo, lo que es competencia del Ministerio del Interior", explica Fernández. A la Coordinadora de Barrios le preocupa que no se le dé ningún tipo de ayuda ni respuesta a una persona solicitante de protección internacional por el fin de los plazos de estancia, "cuando la directiva de la UE es muy clara y dice que nunca se le pueden retirar las condiciones a una persona mientras siga siendo solicitante".
"Nadie vive en la calle por gusto"
Pilar Sánchez, concejala del Grupo Municipal Más Madrid, y Diana Paredes, diputada del mismo partido en la Asamblea de Madrid, también asistieron al acto en memoria de Manino. Ambas coinciden en que lo primero que se debe hacer es investigar cuáles son las circunstancias del caso y qué ha ocurrido.
Sánchez hace hincapié en la responsabilidad de la sociedad: "No nos podemos permitir que haya un joven que ha sido solicitante de asilo y que acaba solo, muerto, en un descampado". La concejala añade el reto que plantea un caso como el de Manino: "Creo que es un reto para nuestra sociedad el tener un sistema de acogida que dé respuesta a las diferentes necesidades de las personas más vulnerables".
"Nadie vive en la calle por gusto", sentencia Sánchez. Paredes, por su parte, añade que hay muchos casos de migrantes que se ven obligados a vivir en la Terminal 4 del Aeropuerto Madrid-Barajas-Adolfo Suárez o, directamente, en los parques. "El sistema está forzando a familias y a jóvenes a la exclusión total", afirma la diputada.
Paredes comenta la dureza de la situación de Manino, que buscó recursos y "en todos, sistemáticamente, se le cerraron las puertas". También, añade que no es el único caso que conocen, lo que demuestra "el raquítico sistema de acogida y de protección que hay en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento. Es un sistema que no abarca".
El caso de Abdelkader no es un caso aislado, como él hay miles de migrantes en la capital de España que viven en la calle desde hace meses y buscan un techo desesperadamente, pero ninguna administración les ampara ni les proporciona soluciones. "Tienes que irte a la nada, a la oscuridad y a la exclusión más absolutas", asegura Rodríguez.
El experto en intervención con personas sin hogar afirma que Manino, probablemente, llevaba un par de días fallecido y culpa a las administraciones de no cumplir con el seguimiento necesario. "En este caso tenemos nombre y apellido y parte de su historia, pero no es la primera vez que pasa. Los chicos están pidiendo ayuda, se están acercando lo máximo posible a las administraciones y están haciendo por no verlo", sentencia Rodríguez.
Este medio ha intentado ponerse en contacto con la oficina LGTB de la Comunidad de Madrid y con la Consejería de Asuntos Sociales de la capital y no ha obtenido respuesta.
El acto de despedida a Abdelkader tuvo lugar a unos metros de donde se encontró su cuerpo el día anterior, en la calle, a unos metros del Centro de Acogida El Vivero, en Vallecas (Madrid). Los presentes en el acto reivindicaron la escasa atención de las administraciones madrileñas a los jóvenes muy vulnerables en situación de calle, bajo el lema: "La calle mata, la falta de acogida también". Patricia Fernández, abogada de la Asociación Coordinadora de Barrios, explica a ‘Público’ que están pendientes de la autopsia, puesto que no se saben los motivos del fallecimiento del joven.
"No hay recursos disponibles para nadie"
Abdelkader Boudjelti, conocido como Manino, era un joven argelino de 29 años que tuvo que emigrar de su país por los maltratos y abusos sexuales que sufrió por su condición LGTB, lo que le provocó un TLP y trastorno de estrés postraumático.
Manino entró en el Sistema de acogida de Protección Internacional y Temporal en 2022. Adolfo Rodríguez, experto en intervención con personas sin hogar, comentó a ‘Público’ que, una vez acaba el plazo que una persona puede permanecer en el Sistema, pasa a ser competencia autonómica y municipal. Cuando se le acabó el plazo a Manino en junio del año pasado, decidió volver del norte del país a Madrid, pero Rodríguez asegura que, "por la situación de falta de recursos, Madrid no es el mejor sitio al que podría haber venido. No hay recursos disponibles para nadie".
Varios miembros que acudieron al acto de despedida del joven hicieron hincapié en que buscó numerosas alternativas para tener mejores condiciones de vida. Al volver a Madrid, Manino acudió a un centro de salud mental, donde le proporcionaban medicación, pero no techo por falta de plazas.
Además, buscó ayuda en la Oficina LGTB de la Comunidad de Madrid –donde acogen a personas del colectivo que sufren vulneración por serlo–, pero tampoco le ayudaron "porque tenía problemas de salud mental", según comenta Rodríguez, pese a que se ajustara al perfil que debería ser amparado por esta oficina.
Por último, el joven buscó plazas de emergencia a nivel municipal y tampoco pudo acceder a ellas. Rodríguez explica que "en un primer momento, se atendió en el servicio municipal Prevención de Violencias Urbanas Nexus", donde se hacía seguimiento a chicos jóvenes que se encontraran en la calle o con dificultades. Sin embargo, "el proyecto cerró y dejó de haber seguimiento", lo que provocó que las personas vulnerables a las que atendían "quedasen abandonados en la nada absoluta", añade el educador social.
El joven, desatendido por todas las administraciones de la capital, vivió sus últimos meses de vida en el barrio madrileño de Vallecas. Allí fue donde falleció, a escasos metros de los dos primeros albergues a los que suelen acudir los jóvenes en situación de vulnerabilidad: el Centro de Acogida El Vivero y el de Campaña de Frío. Rodríguez comenta que se piden plazas para estos jóvenes, ya que "se supone que tienen que suplir estas necesidades para evitar que la gente muera, pero no ha funcionado".
"El municipio más rico de España no tiene soluciones ni alternativas"
Manino no es el primer joven que tiene este final, Adolfo Rodríguez comenta que en su carrera laboral ha tenido otro caso similar a este. También, el educador social añadió que tiene constancia de "en torno a 30 o 40 mensajes que se han enviado para solicitar plazas para chicos jóvenes que están en la calle y no está habiendo respuesta. Se solicitan plazas y no hay".
El hecho de que esta situación sea más común de lo que debería preocupa a distintos colectivos. Patricia Fernández, abogada de la Coordinadora de Barrios, –asociación encargada del seguimiento de menores y jóvenes marginados y excluidos–, transmite a Público la preocupación sobre la gestión de la capital: "Nos preocupa enormemente que el Ayuntamiento de Madrid, el municipio más rico de España, no tenga soluciones y alternativas integrales para personas con patología mental grave y con distintas condiciones de vulnerabilidad".
Varias administraciones a las que acudió Manino pusieron sus "problemas comportamentales" como excusa para no acogerle. Fernández afirma que en "las personas con problemas de salud mental se interpreta como déficits comportamentales o mal comportamiento lo que en realidad son comportamientos propios de su enfermedad". "La falta de diagnóstico, la falta de atención, la falta de acompañamiento están en la base de esta triste muerte", añade la abogada.
Manino era una persona con un "perfil de protección muy importante y todavía no tenía resuelta su solicitud de asilo, lo que es competencia del Ministerio del Interior", explica Fernández. A la Coordinadora de Barrios le preocupa que no se le dé ningún tipo de ayuda ni respuesta a una persona solicitante de protección internacional por el fin de los plazos de estancia, "cuando la directiva de la UE es muy clara y dice que nunca se le pueden retirar las condiciones a una persona mientras siga siendo solicitante".
"Nadie vive en la calle por gusto"
Pilar Sánchez, concejala del Grupo Municipal Más Madrid, y Diana Paredes, diputada del mismo partido en la Asamblea de Madrid, también asistieron al acto en memoria de Manino. Ambas coinciden en que lo primero que se debe hacer es investigar cuáles son las circunstancias del caso y qué ha ocurrido.
Sánchez hace hincapié en la responsabilidad de la sociedad: "No nos podemos permitir que haya un joven que ha sido solicitante de asilo y que acaba solo, muerto, en un descampado". La concejala añade el reto que plantea un caso como el de Manino: "Creo que es un reto para nuestra sociedad el tener un sistema de acogida que dé respuesta a las diferentes necesidades de las personas más vulnerables".
"Nadie vive en la calle por gusto", sentencia Sánchez. Paredes, por su parte, añade que hay muchos casos de migrantes que se ven obligados a vivir en la Terminal 4 del Aeropuerto Madrid-Barajas-Adolfo Suárez o, directamente, en los parques. "El sistema está forzando a familias y a jóvenes a la exclusión total", afirma la diputada.
Paredes comenta la dureza de la situación de Manino, que buscó recursos y "en todos, sistemáticamente, se le cerraron las puertas". También, añade que no es el único caso que conocen, lo que demuestra "el raquítico sistema de acogida y de protección que hay en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento. Es un sistema que no abarca".
El caso de Abdelkader no es un caso aislado, como él hay miles de migrantes en la capital de España que viven en la calle desde hace meses y buscan un techo desesperadamente, pero ninguna administración les ampara ni les proporciona soluciones. "Tienes que irte a la nada, a la oscuridad y a la exclusión más absolutas", asegura Rodríguez.
El experto en intervención con personas sin hogar afirma que Manino, probablemente, llevaba un par de días fallecido y culpa a las administraciones de no cumplir con el seguimiento necesario. "En este caso tenemos nombre y apellido y parte de su historia, pero no es la primera vez que pasa. Los chicos están pidiendo ayuda, se están acercando lo máximo posible a las administraciones y están haciendo por no verlo", sentencia Rodríguez.
Este medio ha intentado ponerse en contacto con la oficina LGTB de la Comunidad de Madrid y con la Consejería de Asuntos Sociales de la capital y no ha obtenido respuesta.
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