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Un informe sitúa el voto LGTBIQ+ como "muro de contención" frente al avance ultra
En apenas dos años, el número de personas LGTBIQ+ que se autoubican ideológicamente en la izquierda ha crecido del 38% al 45%, según un estudio de la Federación Estatal LGTBI+, en colaboración con 40dB.
María Martínez Collado | Público, 2025-04-10
https://www.publico.es/politica/informe-situa-voto-lgtbiq-muro-contencion-frente-avance-ultra.html
La Federación Estatal LGTBI+ ha presentado este jueves el informe ‘Estado LGTBIQ+ 2025’, elaborado en colaboración con la agencia 40dB. Más allá de ofrecer una radiografía electoral del colectivo, el documento traza un retrato político de una ciudadanía que, lejos de la apatía, parece responder cuando percibe que sus derechos están en riesgo.
Uno de los datos más llamativos que arroja el estudio es la baja tasa de abstención de la población LGTBIQ+ en las elecciones europeas de 2024: apenas un 19%, frente al 53% de abstención registrada en la población general. Este comportamiento electoral sitúa al colectivo como uno de los más movilizados del país, una circunstancia que, según María Rodríguez, responsable de Investigación, Formación y Calidad de la Federación, refleja una alta conciencia de "la necesidad de ver reconocidos y defendidos sus derechos".
La investigación demuestra que las personas LGTBIQ+ están dispuestas a votar de manera "decidida y consciente, especialmente cuando su igualdad está en juego", subraya Rodríguez. De hecho, según el informe, un 57,4% de las personas LGTBIQ+ se decantan por partidos progresistas, en contraste con el 40% de la población general. Una diferencia que, tal y como apuntan desde la Federación, ilustraría no solo una afinidad política, sino una estrategia de voto basada en la protección de derechos adquiridos frente a discursos regresivos.
La fidelidad al bloque progresista no es, sin embargo, automática. Como advierte David Armenteros, vicepresidente de la Federación, "este apoyo no es gratuito". Armenteros reclama que los partidos que reciben el respaldo del colectivo no solo prometan, sino que legislen y consoliden derechos: "No basta con comprometerse con la diversidad en discursos o programas. Es imprescindible actuar, garantizar el cumplimiento de la legislación vigente y avanzar con determinación".
El informe respalda estas palabras con datos. En apenas dos años, el número de personas LGTBIQ+ que se autoubican ideológicamente en la izquierda ha crecido del 38% al 45%, consolidando una tendencia. Además, casi uno de cada diez votantes del PP en las elecciones generales del 23 de julio de 2023 declara que ahora optaría por partidos progresistas. Las transferencias de voto, por tanto, no solo existen, sino que reflejarían una reacción frente al actual contexto político y social.
Este contexto, según Armenteros, está marcado por un aumento de las agresiones físicas y verbales, así como por el crecimiento de discursos ultraconservadores. "Cuando la violencia y el odio se sienten más cerca, el colectivo LGTBIQ+ refuerza su compromiso con quienes defienden la igualdad", afirma. Pero también exige: la Federación reclama medidas concretas, como la vigilancia del cumplimiento del real decreto que obliga a las empresas a garantizar la igualdad y la no discriminación, la aprobación de un pacto de Estado contra los discursos de odio y la implementación de la ley LGTBIQ+ en ámbitos clave como educación, sanidad, derechos familiares, migración y violencia.
En cuanto al futuro electoral inmediato, el estudio apunta que las personas LGTBIQ+ tienen mayor intención de acudir a las urnas que la media de la población. Esta diferencia en la movilización se traduciría, según la Federación, en mayor capacidad de influencia en procesos electorales ajustados, donde el voto del colectivo puede inclinar la balanza.
La encuesta, realizada entre el 28 de febrero y el 14 de marzo de 2025 con una muestra de 800 personas del colectivo, ofrece un retrato estadístico pero también humano: las personas que votan lo hacen desde su propia experiencia, muchas veces marcada por la exclusión o la violencia. En tiempos de radicalización ultra y amenaza a los derechos civiles, el voto LGTBIQ+ parece constituirse como "un muro de contención", en palabras de Rodríguez, ante el avance del odio.
Uno de los datos más llamativos que arroja el estudio es la baja tasa de abstención de la población LGTBIQ+ en las elecciones europeas de 2024: apenas un 19%, frente al 53% de abstención registrada en la población general. Este comportamiento electoral sitúa al colectivo como uno de los más movilizados del país, una circunstancia que, según María Rodríguez, responsable de Investigación, Formación y Calidad de la Federación, refleja una alta conciencia de "la necesidad de ver reconocidos y defendidos sus derechos".
La investigación demuestra que las personas LGTBIQ+ están dispuestas a votar de manera "decidida y consciente, especialmente cuando su igualdad está en juego", subraya Rodríguez. De hecho, según el informe, un 57,4% de las personas LGTBIQ+ se decantan por partidos progresistas, en contraste con el 40% de la población general. Una diferencia que, tal y como apuntan desde la Federación, ilustraría no solo una afinidad política, sino una estrategia de voto basada en la protección de derechos adquiridos frente a discursos regresivos.
La fidelidad al bloque progresista no es, sin embargo, automática. Como advierte David Armenteros, vicepresidente de la Federación, "este apoyo no es gratuito". Armenteros reclama que los partidos que reciben el respaldo del colectivo no solo prometan, sino que legislen y consoliden derechos: "No basta con comprometerse con la diversidad en discursos o programas. Es imprescindible actuar, garantizar el cumplimiento de la legislación vigente y avanzar con determinación".
El informe respalda estas palabras con datos. En apenas dos años, el número de personas LGTBIQ+ que se autoubican ideológicamente en la izquierda ha crecido del 38% al 45%, consolidando una tendencia. Además, casi uno de cada diez votantes del PP en las elecciones generales del 23 de julio de 2023 declara que ahora optaría por partidos progresistas. Las transferencias de voto, por tanto, no solo existen, sino que reflejarían una reacción frente al actual contexto político y social.
Este contexto, según Armenteros, está marcado por un aumento de las agresiones físicas y verbales, así como por el crecimiento de discursos ultraconservadores. "Cuando la violencia y el odio se sienten más cerca, el colectivo LGTBIQ+ refuerza su compromiso con quienes defienden la igualdad", afirma. Pero también exige: la Federación reclama medidas concretas, como la vigilancia del cumplimiento del real decreto que obliga a las empresas a garantizar la igualdad y la no discriminación, la aprobación de un pacto de Estado contra los discursos de odio y la implementación de la ley LGTBIQ+ en ámbitos clave como educación, sanidad, derechos familiares, migración y violencia.
En cuanto al futuro electoral inmediato, el estudio apunta que las personas LGTBIQ+ tienen mayor intención de acudir a las urnas que la media de la población. Esta diferencia en la movilización se traduciría, según la Federación, en mayor capacidad de influencia en procesos electorales ajustados, donde el voto del colectivo puede inclinar la balanza.
La encuesta, realizada entre el 28 de febrero y el 14 de marzo de 2025 con una muestra de 800 personas del colectivo, ofrece un retrato estadístico pero también humano: las personas que votan lo hacen desde su propia experiencia, muchas veces marcada por la exclusión o la violencia. En tiempos de radicalización ultra y amenaza a los derechos civiles, el voto LGTBIQ+ parece constituirse como "un muro de contención", en palabras de Rodríguez, ante el avance del odio.
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