Imagen: El País / Jorge Mario Bergoglio entre Justin y su mujer Sophie Gregoire Trudeau |
Los obispos canadienses apuntan a que Francisco podría visitar el país el próximo año.
El País, 2017-05-31
http://internacional.elpais.com/internacional/2017/05/30/mundo_global/1496144678_830406.html
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha instado al papa Francisco a visitar Canadá para pedir disculpas a los pueblos indígenas por el trato dado por la Iglesia Católica a los niños nativos en los internados que dirigía en este país a finales del siglo XIX.
"Le dije [al Papa] lo importante que es para los canadienses ir hacia una verdadera reconciliación con los pueblos indígenas y yo subrayé lo mucho que podría ayudar que emitiese una disculpa", ha explicado Trudeau a los periodistas después de reunirse con el Sumo Pontífice en audiencia privada este lunes.
Alrededor del 30% de los niños de los pueblos originarios de Canadá, cerca de 150.000 niños, fueron llevados a la fuerza a lo que se conoce como "residencias". Su proyecto inicial era educar a los pequeños, pero después se convirtieron en parte de una campaña gubernamental para erradicar la cultura indígena (como algunos de estos centros llegaron a defender había que "matar al indio en el niño"). En las residencias, era habitual que los menores sufrieran abusos sexuales y físicos.
Los datos que el Gobierno maneja en la actualidad sugieren que la mitad de los menores internados en este tipo de instituciones murieron de tuberculosis y otras enfermedades. Muchos de los que lograron sobrevivir a la experiencia afirman que sufrieron abusos psicológicos, físicos y sexuales por ejemplo por hablar su propia lengua. También eran frecuentes las amenazas de una condena eterna si no se convertían al Cristianismo. El Gobierno de Canadá ya pidió perdón oficialmente a los indígenas por estas prácticas en 2008 y el predecesor de Francisco, Benedicto XVI, expresó su "tristeza" por los abusos cometidos en Canadá en 2009.
La Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá admitió en 2015 que esta práctica, que mantuvo a los niños de las Naciones Originarias, los Inuit y los Métis lejos de sus padres, equivalía a un "genocidio cultural". La comisión formuló 94 recomendaciones, entre las que se encuentra una disculpa formal de la Iglesia a los supervivientes y a sus descendientes por su papel en este escándalo.
Así, Trudeau, católico que fue educado en una escuela jesuita y ferviente defensor de los derechos de los homosexuales, aprovechó su visita al Vaticano para invitar al Papa a Canadá, según ha contado tras la cita. El Papa, según el primer ministro, le "recordó que ha dedicado su vida entera a apoyar a las personas marginadas en el mundo" y que espera trabajar con él y con los obispos canadienses en este sentido. Los obispos canadienses han dicho que el Papa podría visitar el país el próximo año.
La invitación al Papa a viajar a Canadá, que se produjo este lunes en la primera entrevista entre ambos, celebrada en el Vaticano, la ha dado a conocer el propio Trudeau, mientras que la Santa Sede no lo menciona en su nota sobre la cita. Según la Santa Sede, el Papa y Trudeau abordaron algunos de los asuntos tratados en la cumbre del G7 celebrada este fin de semana en Taormina (Sicilia), sobre todo los relativos a Oriente Próximo.
El papa y Trudeau, según el Vaticano, subrayaron en el encuentro, que duró 36 minutos, "las buenas relaciones bilaterales entre la Santa Sede y Canadá y la contribución de la Iglesia Católica en la vida social del país", así como de la "libertad religiosa, la integración y la reconciliación".
El primer ministro canadiense acudió al Vaticano acompañado por su esposa, Sophie Trudeau, y tras su encuentro a solas con el papa, se entrevistó, como es habitual en este tipo de reuniones, con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, y con el secretario para las Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher.
Trudeu, de 45 años, llegó al Vaticano después de participar en Bruselas en la cumbre de la OTAN, en la del G7 de Taormina y de visitar ayer, domingo, el municipio italiano de Amatrice (centro), devastado por los terremotos del 24 de agosto de 2016, y para hoy, martes, tiene prevista una reunión con su homólogo italiano, Paolo Gentiloni.
"Le dije [al Papa] lo importante que es para los canadienses ir hacia una verdadera reconciliación con los pueblos indígenas y yo subrayé lo mucho que podría ayudar que emitiese una disculpa", ha explicado Trudeau a los periodistas después de reunirse con el Sumo Pontífice en audiencia privada este lunes.
Alrededor del 30% de los niños de los pueblos originarios de Canadá, cerca de 150.000 niños, fueron llevados a la fuerza a lo que se conoce como "residencias". Su proyecto inicial era educar a los pequeños, pero después se convirtieron en parte de una campaña gubernamental para erradicar la cultura indígena (como algunos de estos centros llegaron a defender había que "matar al indio en el niño"). En las residencias, era habitual que los menores sufrieran abusos sexuales y físicos.
Los datos que el Gobierno maneja en la actualidad sugieren que la mitad de los menores internados en este tipo de instituciones murieron de tuberculosis y otras enfermedades. Muchos de los que lograron sobrevivir a la experiencia afirman que sufrieron abusos psicológicos, físicos y sexuales por ejemplo por hablar su propia lengua. También eran frecuentes las amenazas de una condena eterna si no se convertían al Cristianismo. El Gobierno de Canadá ya pidió perdón oficialmente a los indígenas por estas prácticas en 2008 y el predecesor de Francisco, Benedicto XVI, expresó su "tristeza" por los abusos cometidos en Canadá en 2009.
La Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá admitió en 2015 que esta práctica, que mantuvo a los niños de las Naciones Originarias, los Inuit y los Métis lejos de sus padres, equivalía a un "genocidio cultural". La comisión formuló 94 recomendaciones, entre las que se encuentra una disculpa formal de la Iglesia a los supervivientes y a sus descendientes por su papel en este escándalo.
Así, Trudeau, católico que fue educado en una escuela jesuita y ferviente defensor de los derechos de los homosexuales, aprovechó su visita al Vaticano para invitar al Papa a Canadá, según ha contado tras la cita. El Papa, según el primer ministro, le "recordó que ha dedicado su vida entera a apoyar a las personas marginadas en el mundo" y que espera trabajar con él y con los obispos canadienses en este sentido. Los obispos canadienses han dicho que el Papa podría visitar el país el próximo año.
La invitación al Papa a viajar a Canadá, que se produjo este lunes en la primera entrevista entre ambos, celebrada en el Vaticano, la ha dado a conocer el propio Trudeau, mientras que la Santa Sede no lo menciona en su nota sobre la cita. Según la Santa Sede, el Papa y Trudeau abordaron algunos de los asuntos tratados en la cumbre del G7 celebrada este fin de semana en Taormina (Sicilia), sobre todo los relativos a Oriente Próximo.
El papa y Trudeau, según el Vaticano, subrayaron en el encuentro, que duró 36 minutos, "las buenas relaciones bilaterales entre la Santa Sede y Canadá y la contribución de la Iglesia Católica en la vida social del país", así como de la "libertad religiosa, la integración y la reconciliación".
El primer ministro canadiense acudió al Vaticano acompañado por su esposa, Sophie Trudeau, y tras su encuentro a solas con el papa, se entrevistó, como es habitual en este tipo de reuniones, con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, y con el secretario para las Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher.
Trudeu, de 45 años, llegó al Vaticano después de participar en Bruselas en la cumbre de la OTAN, en la del G7 de Taormina y de visitar ayer, domingo, el municipio italiano de Amatrice (centro), devastado por los terremotos del 24 de agosto de 2016, y para hoy, martes, tiene prevista una reunión con su homólogo italiano, Paolo Gentiloni.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.