Imagen: El Diario Vasco / Manuel Irurita, obispo de Barcelona aiste a la 'visión' de Ramona Olazabal |
Una exposición de la gasteiztarra Fundación Sancho el Sabio pone el foco en las 'apariciones' de la Virgen de 1931. Varios 'visionarios' de Ezkioga fueron silenciados con su ingreso en el psiquiátrico.
Kepa Oliden | El Diario Vasco, 2017-04-23
http://www.diariovasco.com/alto-deba/arrasate/201705/23/virgen-santa-agueda-20170523000813-v.html
Las supuestas apariciones marianas de Ezkioga, en 1931, enardecieron el fervor católico en el contexto de la recién proclamada II República. Su ideario laico y aconfesional inflamaba los ánimos en los círculos católicos más conservadores y la Virgen se les apareció a Andrés y Antonia Bereziartua en aquel momento providencial.
Era la noche del 29 al 30 de junio de 1931 y los dos hermanos de 8 y 11 años bajaban del caserío con las marmitas de leche. Desde entonces y hasta el 26 de diciembre, en que la Iglesia prohibió la veneración de este 'santuario', Ezkioga se convertiría en lo más parecido a un 'Lourdes' vasco. Se cree que aquella eclosión de misticismo popular religioso atrajo a un millón de peregrinos anhelantes de presenciar algún hecho milagroso.
Tanta exaltación religiosa era alimentada por un fenómeno de sugestión colectiva. El número de visionarios que aseguraban haber visto a la Virgen se multiplicó e incluso hubo uno -un ataundarra llamado Patxi- que se declaró portador de un mensaje divino que debía comunicar a los diputados católicos vascos José Antonio Agirre, Jesús María Leizaola y el posteriormente asesinado en Mondragón Marcelino Oreja. Logró reunirse con ellos en noviembre de 1931 pero al parecer no le tomaron en serio.
Este Patxi sería uno de los 'visionarios' que terminarían encerrados en el psiquiátrico de Santa Águeda. Las autoridades civiles republicanas y eclesiásticas encabezadas por el obispo de Vitoria Mateo Múgica, desautorizaron el fenómeno de Ezkioga como un fraude, tal y como lo había sentenciado el papa Pío XI.
El paraje del monte Anduaga escenario de las 'apariciones' y donde se improvisó el 'santuario' mariano de Ezkioga fue cercado y desalojado por las fuerzas de seguridad. Hubo incluso cargas policiales y detenciones por 'resistencia a la autoridad'.
Persecución
Los supuestos visionarios fueron objeto de persecución y acabaron siendo acallados con una orden de ingreso en instituciones mentales. El grueso de ellos precisamente en el sanatorio arrasatearra de Santa Águeda. Y así fue cómo se ahogó y se silenció este gigantesco brote de misticismo religioso cuya memoria recupera una exposición instalada en la capital alavesa.
La Fundación Sancho el Sabio trata en esta muestra fotográfica y documental dos temáticas esquivas: la mística y la política.
'Visiones. Mística y política en el País Vasco' se expone hasta el 3 de junio en dos escenarios de la capital alavesa: la sala Araba de la Fundación Vital (La Paz, 5 - 1ª planta de Dendaraba) acoge el grueso del apartado fotográfico y el desarrollo principal de los contenidos. Se puede visitar de lunes a sábados de 18.00 a 20.30, y domingos y festivos de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 20.30 horas.
Por su parte, en la sede de la Fundación Sancho el Sabio (Portal de Betoño, 23) se expone una amplia selección documental y bibliográfica debidamente contextualizada con paneles informativos e imágenes.
Esta exposición bibliográfica tiene como objetivo abordar de forma más detenida el impacto que tuvieron los libros en la construcción y desarrollo de los fenómenos místicos.
Fondo bibliográfico
Los libros y publicaciones de todo tipo cumplirán un papel determinante, bien sea en la consolidación y justificación de lo acontecido o en la denigración o prohibición de su desarrollo. La Fundación Sancho el Sabio cuenta en este sentido con un fondo bibliográfico de gran riqueza a través del cual se pueden rastrear los pormenores de los sucesos más célebres de nuestro entorno. Se puede visitar de lunes a jueves de 9.00 a 13.30 y de 15.00 a 18.00 horas, y los viernes de 8.00 a 15.00 horas.
La exposición 'Visiones. Mística y política en el País Vasco' que promueve la Fundación Sancho el Sabio es comisariada por Ander Gondra y Gorka López de Munain, responsables del Centro de Estudios de la Imagen Sans Soleil, una entidad vitoriana dedicada a la investigación sobre cuestiones relacionadas con la cultura visual.
La exposición supone un completo y original recorrido a una temática esquiva y polémica, poniendo el foco en un episodio muy poco conocido, las supuestas apariciones de la Virgen en Ezkioga.
El pastor 'visionario' del pueblo alavés de Bachicabo
No alcanzó la fama ni la repercusión del fenómeno de Ezkioga, pero también Araba tuvo su aparición mariana durante la II República. Ocurrió en el verano de 1931 cuando al joven pastor de 14 años José Luis Barrio, natural de Bachicabo (municipio de Valdegovía), se le 'apareció' la Virgen sobre una roca cerca del manantial de Petrás, tal que en Lourdes. Pronto se sumaron otros videntes que también veían a la Madre de Dios y se disparó el fervor. Pero no todos compartían ese sentimiento, y surgieron enfrentamientos entre los creyentes y los jóvenes anticlericales de la comarca. Hubo incluso pedradas y palos. Y el vidente Barrio, al cabo de muchos años, negó sus visiones.
Era la noche del 29 al 30 de junio de 1931 y los dos hermanos de 8 y 11 años bajaban del caserío con las marmitas de leche. Desde entonces y hasta el 26 de diciembre, en que la Iglesia prohibió la veneración de este 'santuario', Ezkioga se convertiría en lo más parecido a un 'Lourdes' vasco. Se cree que aquella eclosión de misticismo popular religioso atrajo a un millón de peregrinos anhelantes de presenciar algún hecho milagroso.
Tanta exaltación religiosa era alimentada por un fenómeno de sugestión colectiva. El número de visionarios que aseguraban haber visto a la Virgen se multiplicó e incluso hubo uno -un ataundarra llamado Patxi- que se declaró portador de un mensaje divino que debía comunicar a los diputados católicos vascos José Antonio Agirre, Jesús María Leizaola y el posteriormente asesinado en Mondragón Marcelino Oreja. Logró reunirse con ellos en noviembre de 1931 pero al parecer no le tomaron en serio.
Este Patxi sería uno de los 'visionarios' que terminarían encerrados en el psiquiátrico de Santa Águeda. Las autoridades civiles republicanas y eclesiásticas encabezadas por el obispo de Vitoria Mateo Múgica, desautorizaron el fenómeno de Ezkioga como un fraude, tal y como lo había sentenciado el papa Pío XI.
El paraje del monte Anduaga escenario de las 'apariciones' y donde se improvisó el 'santuario' mariano de Ezkioga fue cercado y desalojado por las fuerzas de seguridad. Hubo incluso cargas policiales y detenciones por 'resistencia a la autoridad'.
Persecución
Los supuestos visionarios fueron objeto de persecución y acabaron siendo acallados con una orden de ingreso en instituciones mentales. El grueso de ellos precisamente en el sanatorio arrasatearra de Santa Águeda. Y así fue cómo se ahogó y se silenció este gigantesco brote de misticismo religioso cuya memoria recupera una exposición instalada en la capital alavesa.
La Fundación Sancho el Sabio trata en esta muestra fotográfica y documental dos temáticas esquivas: la mística y la política.
'Visiones. Mística y política en el País Vasco' se expone hasta el 3 de junio en dos escenarios de la capital alavesa: la sala Araba de la Fundación Vital (La Paz, 5 - 1ª planta de Dendaraba) acoge el grueso del apartado fotográfico y el desarrollo principal de los contenidos. Se puede visitar de lunes a sábados de 18.00 a 20.30, y domingos y festivos de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 20.30 horas.
Por su parte, en la sede de la Fundación Sancho el Sabio (Portal de Betoño, 23) se expone una amplia selección documental y bibliográfica debidamente contextualizada con paneles informativos e imágenes.
Esta exposición bibliográfica tiene como objetivo abordar de forma más detenida el impacto que tuvieron los libros en la construcción y desarrollo de los fenómenos místicos.
Fondo bibliográfico
Los libros y publicaciones de todo tipo cumplirán un papel determinante, bien sea en la consolidación y justificación de lo acontecido o en la denigración o prohibición de su desarrollo. La Fundación Sancho el Sabio cuenta en este sentido con un fondo bibliográfico de gran riqueza a través del cual se pueden rastrear los pormenores de los sucesos más célebres de nuestro entorno. Se puede visitar de lunes a jueves de 9.00 a 13.30 y de 15.00 a 18.00 horas, y los viernes de 8.00 a 15.00 horas.
La exposición 'Visiones. Mística y política en el País Vasco' que promueve la Fundación Sancho el Sabio es comisariada por Ander Gondra y Gorka López de Munain, responsables del Centro de Estudios de la Imagen Sans Soleil, una entidad vitoriana dedicada a la investigación sobre cuestiones relacionadas con la cultura visual.
La exposición supone un completo y original recorrido a una temática esquiva y polémica, poniendo el foco en un episodio muy poco conocido, las supuestas apariciones de la Virgen en Ezkioga.
El pastor 'visionario' del pueblo alavés de Bachicabo
No alcanzó la fama ni la repercusión del fenómeno de Ezkioga, pero también Araba tuvo su aparición mariana durante la II República. Ocurrió en el verano de 1931 cuando al joven pastor de 14 años José Luis Barrio, natural de Bachicabo (municipio de Valdegovía), se le 'apareció' la Virgen sobre una roca cerca del manantial de Petrás, tal que en Lourdes. Pronto se sumaron otros videntes que también veían a la Madre de Dios y se disparó el fervor. Pero no todos compartían ese sentimiento, y surgieron enfrentamientos entre los creyentes y los jóvenes anticlericales de la comarca. Hubo incluso pedradas y palos. Y el vidente Barrio, al cabo de muchos años, negó sus visiones.
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