Imagen: Nius / Exposición de las campañas contra el VIH |
Una exposición repasa las campañas para informar y sensibilizar sobre el sida y el VIH. 'SiDa. NoDa' fue el primer anuncio, en 1988´. Nius te muestra la exposición antes de que se inaugure. Rostros conocidos como el actual ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se atrevieron a dar la cara para concienciar.
Beatriz García Fernández | Nius, 2019-11-27
https://www.niusdiario.es/sociedad/sanidad/30-anos-campanas-publicitarias-sida-vih-pontelo-ponselo-transmite-respeto_18_2857320380.html
El sida llegó pronto a España, a los pocos meses de diagnosticarse el primer caso en Estados Unidos en 1981. Allí lo llamaban el cáncer raro. Era una nueva enfermedad de origen desconocido y destino cruel: en España hasta 1995 –año en el que se empezó a administrar el tratamiento con retrovirales de alta eficacia- morían miles de personas al año por sida. Se tardó dos años en dar con el origen, un virus al que llamaron VIH, y más de una década en encontrar un tratamiento que evita desarrollar el sida.
El pánico cundió entre la población: los primeros años lo contraían personas adictas a las drogas, que adquirían el virus al compartir jeringuillas. Pronto la epidemia llegó al colectivo homosexual, que en esa época era el principal ejecutor de prácticas sexuales de riesgo (sin protección). Y después a los bebés que nacían de madres afectadas.
El ministerio de Sanidad se puso a trabajar: había que parar la epidemia. En 1988 ve la luz la primera campaña dirigida a toda la población: las ciudades se inundaron de carteles y la televisión empezó a emitir un anuncio que todos recuerdan: SiDa-NoDa. El objetivo era claro: informar a la población de cómo se transmitía el VIH.
Desde entonces han pasado 30 años y los mensajes han cambiado tanto como lo ha hecho la epidemia y la sociedad. El Ministerio de Sanidad ha recopilado estas tres décadas de lucha en una exposición que recorre no sólo la publicidad de 30 años, sino que permite ver la evolución de la enfermedad y de la propia sociedad española en tan poco tiempo. Nius ha podido verla antes de que se inaugure, y hablar con algunos de los protagonistas de lucha de tres décadas.
Del pánico al estigma
Ramón Espacio, activista del VIH desde 1993 y director de la Coordinadora Estatal de VIH y sida desde 2017, recuerda que los primeros años fueron terribles. “Los médicos se ponían traje de buzo para atender a los enfermos, y algunos se negaban”, rememora. “La desinformación hizo mucho daño, y hoy en día seguimos luchando contra los estereotipos del sida”, dice, Espacio, que recalca que aún muchos marcan distancia cuando saben que una persona es portadora del VIH.
“En esos momentos tan dramáticos había que lanzar mensajes muy claros, muy didácticos”, explica Julia del Amo, presidenta del Plan Nacional Contra el Sida. “Cómo se contrae el sida y cómo no, para poder evitarlo”, aclara. Hoy los mensajes van dirigidos a acabar con esa imagen de marginalidad que se asocia al sida y al VIH. “Todavía hoy es algo que se cuenta en voz baja, que muchos ni siquiera cuentan”, reconoce Espacio.
La valentía del “Póntelo. Pónselo”
Muy pronto la medicina descubrió cómo se transmitía el VIH y, como no se sabía frenar la enfermedad que provoca –eso llegaría a mediados de los 90- los departamentos de salud de todo el mundo se empeñaron en evitar la expansión del virus. La mejor manera de evitarlo era proteger las relaciones sexuales. Así que eso había que decirle a la población: usen preservativo.
Fue el germen del famoso 'Póntelo. Pónselo', que soliviantó a los sectores más conservadores de la sociedad e incluso puso en pie de guerra a la Conferencia Episcopal. Era 1990, la epidemia estaba en plena expansión, y la campaña publicitaria se coló en el imaginario colectivo de varias generaciones.
Hoy: la lucha por el diagnóstico y contra el estigma
Julia del Amo tiene claro que hoy en día el miedo al sida es menor. Al fin y al cabo, se puede vivir con VIH y no desarrollar la enfermedad, e incluso en los últimos cinco años se ha descubierto que portadores bien medicados ni siquiera transmiten el virus.
“Eso reflejan también las campañas, la evolución de la enfermedad y de la sociedad”, explica Del Amo. “Al principio el sida y el VIH se perciben desde la gravedad y ahora quizás desde un excesivo optimismo cuando las cosas todavía no están normalizadas, porque hay casi 4.000 nuevos diagnósticos cada año, que es un número altísimo”, advierte.
Así que sí, campañas como #TransmiteRespeto, de 2018, luchan por la no discriminación, pero también ponen el foco en que ante cualquier sospecha las personas se sometan a la prueba del VIH (un simple análisis de sangre). Cuanto antes se comience con la medicación, más se inactivará el virus.
El pánico cundió entre la población: los primeros años lo contraían personas adictas a las drogas, que adquirían el virus al compartir jeringuillas. Pronto la epidemia llegó al colectivo homosexual, que en esa época era el principal ejecutor de prácticas sexuales de riesgo (sin protección). Y después a los bebés que nacían de madres afectadas.
El ministerio de Sanidad se puso a trabajar: había que parar la epidemia. En 1988 ve la luz la primera campaña dirigida a toda la población: las ciudades se inundaron de carteles y la televisión empezó a emitir un anuncio que todos recuerdan: SiDa-NoDa. El objetivo era claro: informar a la población de cómo se transmitía el VIH.
Desde entonces han pasado 30 años y los mensajes han cambiado tanto como lo ha hecho la epidemia y la sociedad. El Ministerio de Sanidad ha recopilado estas tres décadas de lucha en una exposición que recorre no sólo la publicidad de 30 años, sino que permite ver la evolución de la enfermedad y de la propia sociedad española en tan poco tiempo. Nius ha podido verla antes de que se inaugure, y hablar con algunos de los protagonistas de lucha de tres décadas.
Del pánico al estigma
Ramón Espacio, activista del VIH desde 1993 y director de la Coordinadora Estatal de VIH y sida desde 2017, recuerda que los primeros años fueron terribles. “Los médicos se ponían traje de buzo para atender a los enfermos, y algunos se negaban”, rememora. “La desinformación hizo mucho daño, y hoy en día seguimos luchando contra los estereotipos del sida”, dice, Espacio, que recalca que aún muchos marcan distancia cuando saben que una persona es portadora del VIH.
“En esos momentos tan dramáticos había que lanzar mensajes muy claros, muy didácticos”, explica Julia del Amo, presidenta del Plan Nacional Contra el Sida. “Cómo se contrae el sida y cómo no, para poder evitarlo”, aclara. Hoy los mensajes van dirigidos a acabar con esa imagen de marginalidad que se asocia al sida y al VIH. “Todavía hoy es algo que se cuenta en voz baja, que muchos ni siquiera cuentan”, reconoce Espacio.
La valentía del “Póntelo. Pónselo”
Muy pronto la medicina descubrió cómo se transmitía el VIH y, como no se sabía frenar la enfermedad que provoca –eso llegaría a mediados de los 90- los departamentos de salud de todo el mundo se empeñaron en evitar la expansión del virus. La mejor manera de evitarlo era proteger las relaciones sexuales. Así que eso había que decirle a la población: usen preservativo.
Fue el germen del famoso 'Póntelo. Pónselo', que soliviantó a los sectores más conservadores de la sociedad e incluso puso en pie de guerra a la Conferencia Episcopal. Era 1990, la epidemia estaba en plena expansión, y la campaña publicitaria se coló en el imaginario colectivo de varias generaciones.
Hoy: la lucha por el diagnóstico y contra el estigma
Julia del Amo tiene claro que hoy en día el miedo al sida es menor. Al fin y al cabo, se puede vivir con VIH y no desarrollar la enfermedad, e incluso en los últimos cinco años se ha descubierto que portadores bien medicados ni siquiera transmiten el virus.
“Eso reflejan también las campañas, la evolución de la enfermedad y de la sociedad”, explica Del Amo. “Al principio el sida y el VIH se perciben desde la gravedad y ahora quizás desde un excesivo optimismo cuando las cosas todavía no están normalizadas, porque hay casi 4.000 nuevos diagnósticos cada año, que es un número altísimo”, advierte.
Así que sí, campañas como #TransmiteRespeto, de 2018, luchan por la no discriminación, pero también ponen el foco en que ante cualquier sospecha las personas se sometan a la prueba del VIH (un simple análisis de sangre). Cuanto antes se comience con la medicación, más se inactivará el virus.
- Algunos datos sobre el sida y el VIH
- Entre 140.000 y 170.000 personas viven en España infectadas por el VIH.
- Un 18% de los infectados no está diagnosticado.
- La mayoría de los nuevos casos se dan en hombres (84,6 % ) y la media de edad se sitúa en los 35 años.
- Desde que comenzó la epidemia del sida se han notificado un total de 87.369 casos.
- Se estima que en el último año se han diagnosticado 571 casos.
- En el mundo, desde 1981 78 millones de personas han contraído el VIH y 35 millones han muerto por enfermedades relacionadas con el sida.
- Hoy 36,7 millones de personas viven con VIH.
- 16 millones no reciben el tratamiento que les permitiría llevar una vida prácticamente normal.
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