viernes, 29 de noviembre de 2019

#hemeroteca #lgtbi #activismo | Lumagorri: «Se trata de cuestionar y dinamitar el cisheteropatriarcado como sistema que perpetua el capitalismo»

Imagen: Alternatiba / Sejo Carrascosa y Amets Martínez, Lumagorri
Lumagorri: «Se trata de cuestionar y dinamitar el cisheteropatriarcado como sistema que perpetua el capitalismo».
Alternatiba, 2019-11-29
http://alternatiba.net/es/2019/11/29/entrevista-con-lumagorri-se-trata-de-cuestionar-y-dinamitar-el-cisheteropatriarcado-como-sistema-que-perpetua-el-capitalismo/

Lumagorri, asociación contra el cisheterosexismo, nace en 2009 como herramienta de lucha contra la heteronorma. Sus integrantes también coordinan el Observatorio LGTBI+ de Gasteiz que visibiliza y denuncia las agresiones y desigualdades que sufre este colectivo. Nos lo cuentan.

¿Cómo y con qué objetivos surge Lumagorri? ¿cuáles son vuestras líneas de acción política?


Lumagorri surge en 2009, así que podemos decir que estamos de aniversario. Aunque el recorrido que como organización hemos hecho es un tanto... intermitente.

Surge de una reflexión en la que nos sumergimos en aquel entonces, empezamos a reflexionar sobre las alianzas que teníamos, es decir, si las alianzas nos las marcábamos en relación a con quien follábamos o si las alianzas las teníamos que hacer en base a otros criterios políticos, entendíamos que había personas LGTBI+ que tenían tan asumida la heteronorma, que estaban dispuestas a ser domesticadas por la norma heterosexual, y esto no nos acercaba a estas personas si no que nos alejaba. Y de aquellos debates, que fueron muchos y creo recordar que duraron alrededor de un año surge la necesidad de seguir organizades.

Actualmente trabajamos en 5 ejes diferentes: Heteronormatividad y homonormatividad, cuestionando el modelo de relaciones heteropatriarcal y capitalista; Pinkwashing y homonacionalismo, en una ciudad como Gasteiz y con tras haber sufrido la época de Maroto en el Ayuntamiento el discurso homonacionalista es habitual; lucha contra la LGTBI+fobia; visibilidad LGTBI+; Capitalismo rosa, otro de los grandes frentes que tiene este movimiento. En el último años además hemos trabajado el tema de la memoria LGTBI+ local y también de Euskal Herria.

Coordináis el Observatorio de Derechos LGTBI+ de Gasteiz, una iniciativa novedosa aquí. ¿Dónde surge la necesidad de este espacio y qué enfoque tiene?


El proyecto surge hace varios años, digamos que el movimiento LGTBI+ de la ciudad, al igual que el de otros lados, siempre ha denunciado las agresiones que nos ocurrían, en Gasteiz no fue diferente. Pero en 2017 el movimiento de la ciudad sufre una desactivación muy grande, y en ese contexto se producen algunas palizas, un año antes un secuestro, y vemos que existe una carecía muy grande a la hora de gestionar estas cosas que ocurren. En ese momento Lumagorri decide impulsar una red más amplia que tenga como dedicación exclusiva la atención a personas que hayan sufrido una agresión LGTBI+fobica y la correspondiente denuncia social y política, así surge la Red Transbollomarika, que finalmente termina desactivándose también, pero que dota a esta ciudad de un protocolo a seguir en caso de sufrir una agresión, Lumagorri decide continuar su trabajo y elaboramos el primer informe de agresiones LGTBI+fobicas en Gasteiz en 2017, que recogía 15 agresiones, ese mismo año el Ayutamiento de Gasteiz presenta el informe sobre la realidad LGTBI+ en Gasteiz. La elaboración de este primer informe marco el inicio de la colaboración con el Ayuntamiento, nuestra labor era poner los medios (teléfonos, redes sociales, redes personales...) para acceder a la información en caso de producirse la agresión, con esta información se organizaba la respuesta social y se evaluaba posibles medidas a tener en cuenta para evitar que pudiera volver a producirse una agresión, ya sea poniéndonos en contacto con instituciones en algunas ocasiones, empresarios en otras, comités de empresa... En ese proceso se elabora el segundo informe en 2018 que recoge 13 agresiones (más dos, de las que no tenemos información suficiente), en este proceso se viene reclamando la creación de este observatorio, que además es una solicitud que las personas entrevistadas le hacen al Ayuntamiento en el estudio sobre la realidad LGTBI+ de 2017.

Finalmente en mayo de 2019 firmamos el convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Gasteiz y actualmente estamos adaptando todo el material que tenemos a esta nueva fase, revisando y creando nuevos protocolos, seguimos recogiendo incidencias..., podemos afirmar que este mismo año ya hemos recogido y superado tantas incidencias como en 2017, actualmente tenemos constancia de 16 agresiones LGTBI+fobicas, algunas de ellas de una gravedad considerable, y teniendo en cuenta que la recogida de información se hace de mayo a abril (el informe se presenta con motivo del Día internacional contra la LGTBI+fobia los 17 de mayo) es decir, que desde el cierre del último informe han pasado 6 meses, es evidente que ha habido un incremento considerable de agresiones LGTBI+fobicas, nosotres este incremento entendemos que se da tanto porque tenemos más recursos para tener constancia de lo que ocurre como por la legitimación que determinados medios de comunicación y Partidos Políticos hacen otorgan a la ultraderecha.

Sacar adelante el proyecto de Observatorio no esta siendo fácil, hay mucho trabajo por hacer y el Ayuntamiento está más preocupado en los titulares que en los recursos, actualmente no disponemos del local que se ha comprometido a ceder para esta actividad, no tenemos respuesta sobre el reconocimiento que desea hacer de los recursos del Observatorio y la posibilidad de publicarlos en sus soportes y recientemente nos han comunicado el recorte de más del 50% del presupuesto para 2020. Lumagorri no va a dejar este proyecto pero en estas condiciones es inviable el proyecto. Siempre dijimos que la lucha contra la LGTBI+fobia debia de disponer de recursos y de compromisos políticos, y a la vista de los acontecimientos los compromisos en materia LGTBI de este Ayuntamiento son con los medios de comunicación, estamos ante una operación de Pinkwashing de libro.

Además de vuestra acción en Gasteiz, ¿participáis en espacios a nivel de Euskal Herria, plataformas, coordinadoras...? y a nivel internacional, ¿mantenéis relaciones o líneas de trabajo con colectivos o espacios LGTBI+? Qué agendas comunes hay?

En Gasteiz participamos en la Coordinadora 28J, junto a las compañeras de B.A.L.A y otras personas. En Euskal Herria participamos en la Plataforma Harro! Y fuera de Euskal Herria no tenemos líneas de trabajo con otros colectivos, existen relaciones, porque este mundo es muy pequeño, y tenemos amigas en otros colectivos pero actualmente no hay nada que pase más de allá de los deseos.

¿Cómo veis la situación del movimiento LGTBI+ en Euskal Herria? Está coordinado, hay una agenda común? ¿Creéis que existe una articulación con el movimiento feminista? ¿Hay encuentro?

En Euskal Herria, o Euskal Herriak nos gusta más decir, porque el capitalismo nos ha llevado siempre a las grandes capitales, a que celebremos sus fiestas, sus prides y sus mierdas, pero en Euskal Herria existe el movimiento LGTBI+ más allá de las capitales, y queremos poner en valor todo ese currazo en los pueblos. Hace unos meses surgió Harro! Ese es el marco común que tenemos los colectivos LGTBI+ de Euskal Herria y ese es el espacio de coordinación que tenemos, en que reflexionamos juntes y en el que elaboramos las agendas comunes, hoy somos 9 colectivos pero pronto seremos más. El movimiento en este país esta creciendo, esta coordinándose, esta generando alianzas y creando redes; en septiembre apoyamos a les trabajadores del metal en Bizkaia, y a futuro tendremos que hablar de las propuestas del movimiento de pensionistas o de la Carta de Derechos Sociales. Nosotres además de marikas, bolleras y trans somos personas precarias, jóvenes, pensionistas, algunas son racializadas... Y a su vez en las demás luchas también hay personas LGTB, en la medida en la que somos atravesades por diferentes ejes de opresión la respuesta a estos debe ser también interseccional. Por tanto, debemos crear esas alianzas y alimentarnos de manera mutua.

Está claro que el movimiento LGTBI+ debe nutrirse del feminismo, así como el feminismo debe recoger, de hecho las recogen y en mucha medida las han generado, las posturas críticas al género y las sexualidades que se producen desde las corporalidades LGTBI+. Las articulaciones deben darse en espacios y lugares concretos sin olvidar nunca los espacios de encuentro. No concebimos un movimiento LGTBI+ que no sea feminista como no concebimos tampoco un feminismo que no sea critico con el cisheteropatriarcado.

Por otro lado, ¿cómo valoráis la agenda de los partidos políticos en temas LGTBI+ ahora que está de moda el washing de todos los colores?

Si bien se ha conseguido, en una mínima medida, entrar en la agenda política, es cierto que los resultados pueden ser contradictorios. La gestión de la orientación sexual e identidad de género, ni puede ni debe gestionarse dentro las políticas neo-liberales, que solo buscan réditos electoralistas. A los partidos progresistas les falta aún mucho debate y coraje para profundizar en el debate, cuestionar privilegios y plantear nuevas formas de relaciones sociales ajenas a las jerarquías inmutables del sistema.

Los cuerpos, los deseos y las sexualidades deben estar en el eje de toda acción política, como el feminismo y el ecologismo.

La gestión de eso que llaman diversidad sexo genérica solo pasa por una homogenización con la norma cisheterosexual, solo para personas blancas, autóctonas y respetables, por no decir que también son mayoritariamente hombres gays, unas políticas que adolecen de falta de una visión interseccional feminista para que incida en los sectores menos favorecidos de la sociedad. Las instituciones son cisheteronormativas por definición y función y de lo que se trata de cuestionar, y dinamitar el cisheteroptriarcado como un sistema regulado para la perpetuación de una jerarquía vital del capitalismo.

Entrando en temas un poco más de fondo, venimos asistiendo en los últimos tiempos a debates políticos sobre temas como la trampa de la diversidad identitaria (y si es necesario o no seguir manteniendo a un colectivo tan diverso bajo las siglas LGTBI+ lo cual puede invisibilizar a algunas), o las encendidas críticas de algunas feministas a las posiciones queer o incluso a la necesidad de defender que el sujeto del feminismo tienen que ser claramente las mujeres y que, por ejemplo, las trans deben estar fuera, en sus propios colectivos. Sabemos que existe una corriente TERF que en algunos lugares es bastante fuerte. En las recientes V Jornadas Feministas de EH celebradas en Durango se abrió algo este debate en torno a las personas trans hombres por ejemplo. ¿qué opináis de todo esto? ¿cómo veis estos debates en Euskal Herria?

Creemos que hay que saludar con alegría el surgimiento de nuevas identidades y corporalidades, de nuevos tropos sexuales y de género que cuestionen el asfixiante mundo machista y cisheterosexual. Hay muchas formas de relacionarse y desde dónde relacionarse que son ajenas a las tendencias uniformadoras que nos propone el capitalismo actual. Nuevos lenguajes y nuevas gramáticas que nos valgan para leer diversas formas en las que habitar este mundo y al mismo tiempo que nos sirvan para cambiarlo, hacerlo más amable, más justo. Nuevas identidades que dinamiten los binarismos: hombre-mujer, homo-hetero... Pero no hay que olvidar la facilidad que tiene el sistema para digerir las diferentes expresiones sexo-genéricas con políticas identitarias sin cuestionar un ápice la norma que las crea, la realización de políticas comunitaristas no es más que una sofisticación cruel del neoliberalismo, creando nuevas jerarquías y opresiones, en vez de abrir espacios a las disidencias a la norma. Tampoco valoramos positivamente caer en debates escolásticos nominalistas que deriven en una especie de olimpiadas de la opresión que lleven a olvidar cual es verdadero enemigo. No olvidemos que la identidad siempre es un efecto, nunca una causa. Podemos ser hiperidentitarias o postidentitarias , eso no importa si lo que logramos con ello es cuestionar y transformar el sistema.

Seguramente estemos ante los últimos tiempos de ese concepto paraguas que es lo LGTBI+QWERTY... un concepto que por más letras que se pongan nunca podrá abarcar las diferentes identidades que se generan desde la norma, la norma cisheteropatriarcal.

Si hay algo que caracteriza al feminismo es su capacidad de subversión, de cuestionar la realidad en todos sus aspectos; también de su capacidad para el debate y discusión. Que haya una realidad biológica, el nacer con vulva o pene, o nacer con algo que no se interprete como vulva o pene, supone una base para la violencia contra las mujeres en todo el planeta, pero eso no quita que otras realidades corporales sufran esta violencia ajenamente a su conformación genital. El sujeto del feminismo pueden ser también esos cuerpos y expresiones que no corresponden a la norma cisheteropatriarcal, cuerpos atravesados ademas por la raza, la clase, la capacidad, etc. Cuestionar los privilegios, y hay muchas mujeres que los tienen, es una de las grandes herramientas que tiene el feminismo para conseguir sus objetivos. El feminismo debe debatir sin condenar, buscando los puntos de encuentro y no resaltando las diferencias.

Mas que de Euskal Herria, nos gusta hablar de Euskal Herriak, ya que valoramos las diferencias y particularidades que se inscriben en ese plural más abierto y menos determinante. Por eso esos debates en unas partes se producen con mas profundidad y análisis y en otros priman otras cuestiones mas urgentes, eso es un activo y no un déficit. Hablar de que si las posiciones queer son frívolas, si la transexualidad infantil potencia el binarismo o de qué hacer, no con la prostitución, sino con las prostitutas son debates que enriquecen el movimiento y refuerzan las respuestas.

Imagen: Alternatiba / Amets Martínez
Elkarrizketa pertsonala Amets Martínezi:

Gaztetan hasi zinen militantzia politikoan, zein ibilbidea izan duzu? Zerk eraman zintuen militatzera?


14 urterekin hasi nintzen militantzian amnistiaren aldeko mugimenduan, ez zen ohikoena urte hoiekin militantzia hor haztea, egia da garai hartan tarteka ikasle mugimenduan ere egon nintzela baina oso momentu puntualetan izan zen. Oso aberasgarria izan zen niretzako garai hartako militantzia hori, aberasgarria bezain gogorra hori bai, nik uste oso militantzia bortitza izan zela, asteroko atxiloketak, torturak, espetxeratzeak... errealitate gordina kudeatu behar genuen, ez zen erreza izan.

Herri honetan errepresioaren ondorioak egunerokotasunean daude, nire familiak errepresioaren hatzaparrak ez ditu ezagutu baina nire ingurua bai, gurasoen lagunek hasiera batean eta ondoren nire inguru sozialari tokatu zitzaion, amorru guzti hori bideratzea tokatu zitzaidan beste hainbesteri gertatu zaion bezala, eta hori izan zen militatzera eraman ninduna.

Eta nola eman zenuen jauzia LGTBI+ mugimenduan militatzera?


Erreferenteen kontua oso garrantzitsua da, gogoratzen naiz militantzian erreferente gay edo lesbianak etengabe bilatzen nituela, ez nituen aurkitzen. Eta deserosotasun hori geroz eta haundiagoa izan zen. Orduan EHGAM antolatutako kanpaldi batera joateko aukera izan nuen, eta hau oso garrantzitsua izan zen, giro politiko atsegin batean euskaraz beste gay edo lesbiana batzuekin komunikatzeko aukera izan nuen lehenengo aldiz, gaur egungo perspektiban tontakeri bat eman dezake, baina pentsa duela 20 bat urteko testuinguruan Gasteizen, armairu sakonean, etengabe errepresio politikoaren inguruan lanean, inolako erreferenterik gabe... oso gogorra zen. Kanpaldi horretatik irten eta zuzenean Gasteizko ekainaren 28ko bileretan parte hartzen hasi nintzen, hor elkar ezagutu ginen Txerra Bolinaga eta biok, Sejo pixkat lehenago ezagutu nuen... eta egun batetik bestera Gaztetxeak talde ezberdinekin antolatutako bilera batean geunden E28ko “komisio” horretako ordezkari bezala bi marika (Txerra ta biok) eta bollera bat (Txiki). Eta hortik hasita gaur arte.

Badakigu EHko ezkerreko militantzia eredua (gainontzekoak bezala), besteak beste, oso heteronormatiboa izan dela eta badela. Zu marika zara, bazterretan zaude, nola bizi izan duzu hori militantzia espazio mistoetan?

Hasiera batean, 14 urterekin ez nintzen gauza hauetaz oso konsziente, gero urte gutxi geroago gauzak aldatu ziren, ni banituen beste beharizan batzuk, eta lehen aipatu dudan erreferente ezaren kontua oso gaizki eraman nuen. Pentsa! Ez da bakarrik militantzia eredua heteronormatiboa dela, baizik eta ni militatzen nuen eremuan tetosterona barruraino sartuta zegoen. Gogoan dut auzoko preso bat espetxetik irten eta niri egokitu zitzaidala harreran lore sorta bat ematea, ni oso lotsatia naiz eta horrelako ekitaldiak ez ditut bereziki gustoko, baina hortxe nengoen eskenatokian, jende guztia begira eta ni preso ohiari lore sorta bat emateko, berarengana hurbildu bi musu eta lore sorta eman eta eskenatokitik jeitsi nintzen, orduan gerturatu zitzaidan militantzia kide batek eta belarrira esan zidan “como se nota que eres maricon, a quien se le ocurre dar dos besos a un preso”, inoiz ez du jakingo pertsona horrek zenbat min eragin zidan horrek, ze nolako eragina izan zuen niregan. Nik uste hau oso ongi deskribatzen duela zelan bizitzen nuen militantzia horrelako markoetan, eta gogorrak izan diren, eta diren gaur egun ere militantzia eredu hauek.

Gaur egun nola bizi duzu zauden espazioetan, mistoetan bazaude? Aldaketarik egon da? Gauza bera da marika, bollera, trans, bi edo intersexuala izatea?

Aldaketak egon direla ukaezina da, nik uste hein batean aldaketa hoiek probokatu egin ditugula, espazioren bat irabazi badugu da espazio hori kokistatu dugulako eta edozein momentutan desppistatu ezkero galduko dugula ziur nago. Gaur egun espazio mistoetan militantzian jarraitzen dut, baina espazio hoiek guztietan ikuspegi LGTBI-a sartzen saiatzen naiz, LGTBI ekintzailea naiz eta militantzia hori ulertzen dut bizitzako arlo guztietan eman behar dela, eta militantzian bereziki, beraz eremu misto hoietan ikuspegi hau sartzea da nire betebeharra.

Ez da berdina marika, bollera, trans, bi edo intersexuala izatea, eta ez da berdina ere gay edo maritxua izatea edo bollera edo lesbiana, mugimendu honek bollera eta maritxu terminoak bere egin eta politikoki armatu ditu, zenbait militantzietan nahigo gaituzte gay eta lesbianak bezala maritxu eta bollera baino. Bollerak gainera diskriminazio bikoitzari aurre egin behar izaten diote, bollera eta emakume izateagatik. Hortaz aparte, non daude militante trans-ak? Jakina, trans ekintzaileek badituzte beraien espazio politiko propioak. baina espazio mistoetaz ari naiz, espreski LGTBI mugimenduak ez diren eremuetan non daude trans pertsonak? Zergaitik ez ditugu trans pertsonak alderdi politikoetan ikusten, edo beste eremuetan? Eta zer non daude LGTBI pertsona arrazializatuak? Uste dut honen inguruku gogoetak gure mugimenduetara eraman beharko ditugula.

Mugimendu mistoetan eragozpen gehiegi daude oraindik genero eta sexu aniztasuna asumitzeko, zisheteroaraua oso errotuta dago gure militantzia eredu eta kideetan eta hau aldatzeko erresistentzia haundia dago.

Imagen: Alternatiba / Sejo Carrascosa
Entrevista personal a Sejo Carrascosa:

Tienes una muy larga trayectoria de activismo, sólo con este tema podríamos hacer una larga entrevista. ¿Cómo y qué te impulsó a ser activista y en qué ámbitos, espacios?

No lo recuerdo más que como una forma de estar situado en un tiempo y en un lugar, de una necesidad más que de una opción. Mi adolescencia y juventud coincidieron con los últimos estertores del franquismo y lo que luego se llamo “transición”, el ansia de libertad era una sensación generalizada y compartida en mi entorno más cercano, en mi cuadrilla. A los 15 años me cambié al bachillerato nocturno para trabajar por las mañanas y estaba rodeado de gente más mayor y de un profesorado concienciado, tanto con la situación política como con otro tipo de educación más formadora, que me sirvió para conocer ideas y pensamientos prohibidos en esa época. Mis primeras acciones “políticas” recuerdo que fueron una huelga en el instituto en contra de la separación por sexos en las aulas y horarios y las luchas contra la imposición de la Selectividad para entrar en la universidad, que en aquella época era, mas que ahora, una forma de segregación clasista.

Mis primeras lecturas sobre política fueron sobre todo anarquistas, sobre el Mayo del 68, la Contracultura en EE.UU. y también sobre las diferentes corrientes marxistas, trostkismo y maoísmo... Las prohibiciones y la censura habían generado una avidez enorme de conocimiento y se devoraba todo lo que caía en nuestras manos, todo lo que estaba prohibido se volvía totalmente atractivo. A los 15 años empecé mi activismo en lo que se llamaba entonces Grupos Autónomos de Barrio, de clara tendencia antiautoritaria, de ahí vino todo rodado, lucha juvenil, vecinal, liberación sexual, sindicalismo...

Imagino que con tantos cambios políticos, territoriales, has vivido militancias muy diversas en todos los sentidos. En los tiempos del posfranquismo imagino que las cosas serían muy complicadas, con los niveles de persecución, acoso e impunidad tan altos (algo que por otra parte sigue vigente aunque no de la misma manera claro), luego vinieron tiempos como los de la movida madrileña, ¿tiempos de libertad? Cuéntanos un poco de esa fase.

A pesar del dolor y sufrimiento que generaba la represión fascista (clandestinidad, detenciones torturas, cárcel...) la intensidad de los momentos vividos los recuerdo con cierta gratitud. Los anhelos de libertad nos ofertaban novedades constantes, el descubrimiento de tantos aspectos sociales y vitales que nos habían sido negados nos colocaba en una constante vorágine vital que no dejaba tiempo ni a la reflexión ni al desaliento.

Recuerdo las movilizaciones eran constantes, una empresa en huelga, la subida de precio de la alimentación básica, el cierre de una guardería... además de las demandas generales de la sociedad, la amnistía, las libertades la disolución de los aparatos de represión, la legalización de los partidos políticos...

El día a día era una constante de a manifestaciones, reuniones y asambleas. Se discutía todo y durante todo el día en el autobús que te llevaba a la fabrica, en los recreos de los institutos, en las hora del bocata...

Con la “transición” y la crisis económica toda ilusión devino en un sentimiento de frustración que caló en las entrañas de los cuerpos que pasaron de ser potencia a ser fracaso. Lo que se denominó popularmente “pasotismo” y más apropiadamente “desencanto” fue el triunfo de un sistema que supo cambiar algo para que todo siguiera más o menos igual. El paro, la penuria y el uso evasivo de las drogas se convirtió en el nuevo escenario donde las clases populares se vieron obligadas, de nuevo, a representar la miseria vital de la desilusión y el descreimiento. Desaparecieron los horizontes colectivos y las ilusiones a compartir, el individualismo se instalo en una generación que paso de la avidez de libertad a soluciones particulares. La diversión, la fiesta y el cóctel de drogas y sexo se convirtieron en la única forma de concebir la libertad. Un mundo alegre y despreocupado. Pásatelo bien y no pienses en nada mas, eso fue La Movida, una capa de pintura colorida que tapó lo que podía quedar de esperanza y empatía social. La pandemia del SIDA fue el jarro de agua fría para despertar de ese sueño.

Posteriormente vienes a vivir a Euskal Herria. ¿qué te impulsó a tomar esa decisión? ¿cómo encontraste la situación aquí? Han pasado muchos años, será difícil compartir una reflexión una valoración de tantos años de lucha, pero, ¿te gustaría destacar algo? ¿cómo ves la situación actual del movimiento LGTBI+? ¿qué retos principales tiene?


La lucha contra el VIH-SIDA exigía una tensión diaria en la que no se veía salida. Enfermedades, hospitales y muertes era las constantes cotidianas, la rabia y la impotencia unidas de la mano al deterioro físico eran muy muy difíciles de llevar. Y decidí retirarme de la primera línea para venir a vivir a EH, un espacio con un gran tejido social en el que pensaba que la vida podría ser un poco más fácil. La represión y las formas de enfrentarse a ella lo dinamitaron, las prioridades en la respuesta, las detenciones, las multas y los castigos hicieron que perdiera, si no vigor, sí el enriquecimiento que le caracterizaba. No por eso han flaqueado las redes que siguen activas aunque el debate ha perdido matices en aras de unas políticas más institucionales.

En referencia al movimiento LGTBI+ soy optimista, se puede ver cómo cada vez más gente joven participa en grupos y actividades, mas allá del 28J, y como ocurre con el movimiento feminista están surgiendo nuevas realidades y los retos que ellas conllevan. Espero sepa mantenerse en sus cauces de autonomía y que no sea captado por las instituciones para su lavado de cara, que es el riesgo más grande que se tiene.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.