domingo, 1 de febrero de 2015

#hemeroteca #testimonios | Luis de Villena (escritor): “Cuando salí del colegio dejé de ser católico a los dos meses”

Imagen: Dos Manzanas
Luis de Villena (escritor): “Cuando salí del colegio dejé de ser católico a los dos meses”
Aashta Martinez | La Pluma en el Armario, 2015-02-01

http://www.dosmanzanas.com/2015/02/luis-de-villena-escritor-cuando-sali-del-colegio-deje-de-ser-catolico-a-los-dos-meses-3.html

 Tiene 63 años y lleva toda su vida dedicándose al periodismo y a la literatura, desde que con solo diecinueve años publicase su primer libro de poemas. Se considera una persona “vitalista” y asegura que no le interesa el catolicismo, “más allá de la cultura”. Tampoco se muestra muy optimista con la situación del país, y cree que España nunca ha estado mejor “que en la etapa de Felipe González”.

Cuenta que de pequeño ya era un niño rarito y muy tímido. ¿Ha mejorado la cosa con el paso de los años?
Sí, claro. En realidad no era un niño muy tímido. Lo parecía porque yo era hijo único y mi padre había muerto cuando yo tenía unos diez años, y en aquella época eso me hizo una persona retraída. La ausencia de padre crea esa sensación de orfandad y de que necesitas a alguien. Esa forma de ser apocada e indefensa se confundía con timidez, lo que conllevó que durante años fuese un niño acosado por otros niños en la pre-adolescencia. Cuando eso ocurre luego tienes que luchar mucho para creer en la bondad de los demás. Yo iba a un colegio de alta burguesía donde estudiaban niños con papás muy ricos. Eso no quitaba que fueran brutos y tuvieran un lado salvaje que no he perdonado nunca.

De eso habla precisamente en “Mi colegio”. ¿Qué otros traumas le quedan aún por resolver?

Bueno… Cuando tenía once años tuve un profesor que era cura y que me metía mano todos los días. Con esa edad yo era un niño muy guapito, así que el profesor me buscaba, me llevaba a una habitación y me tocaba. Pero no pasaba nada más; ni me violaba, ni me besaba ni me decía cosas sucias. Se limitaba a hablar conmigo y preguntarme cosas como dónde iba a ir de vacaciones o qué había pasado el domingo, y a la vez me hacía tocamientos. Pero a mí eso no me causó ningún trauma. Entiendo que es un abuso sexual a un nivel bajo. Yo no pensaba que ese profesor era malo o un pervertido, solamente un pesado. A mí me hizo muchísimo más daño el acoso de mis compañeros. La Iglesia católica ha tenido un fondo de homosexualidad reprimida brutal.

“El mundo literario está lleno de sinvergüenzas, mala gente y malos amigos que por triunfar hacen cualquier cosa”. ¿Me va a contar quién es el belcebú de las letras?
No creo que haya un belcebú de las letras, pero ese es el ámbito que yo conozco mejor. En todos los gremios hay personas que se quieren aprovechar de los demás. En todos los ámbitos cerrados hay una lucha por el poder continua. Eso me parece normal, lo que es feo es hacer cualquier cosa por triunfar: hacer trampas, engañar a uno, buscar la amistad de uno para aprovecharte de eso…. Se trata de la calidad mala de muchísima gente. Hablo de esa gente mafiosa que hace lo posible por trepar y por triunfar, a veces engañando a los demás y a veces pisándoles la cabeza para subir ellos encima y aprovechándose de ellos. Es lo que yo llamo los ‘lameculos’. Eso da una sensación de que la raza humana es deplorable. Pero los hay en el mundo de las letras y en todos los mundos. Digamos que hay un 40% de indeseables lameculos y un 60% de gente honesta.

¿Va de erudito por la vida?
No voy de erudito por la vida. Soy una persona de libros, a quien siempre le ha gustado leer y conocer. Soy un enamorado de la sabiduría. Lo que ocurre en este momento es que como el nivel de educación es muy bajo, cuando hay alguien que destaca un poco por sus conocimientos parece que es que sabe mucho más y que va de sabio por la vida. Quizás algunas personas de mi entorno saben mucho menos que yo y, como se suele decir, en el país de los ciegos, el tuerto es el rey.

Dice que en España la cultura está en trance agónico. Aparte de la sinvergonzonería, ¿hay algo que marche como la seda aquí?
Me temo que en estos momentos no hay nada que marche muy bien en España. Lo del trance agónico se refiere a que aquí siempre estamos agonizando sin saber si el país va a marchar o no va a funcionar. Luego nos hemos encontrado con una clase política llena de corrupción y una clase de banqueros y personas que han robado lo que era inverosímil creer. Casos como el de la familia Pujol, que es de una vergüenza verdaderamente increíble. Presentarse como el patriota número uno de Cataluña y haber tenido durante treinta años millones en el extranjero. Es como pensar que los catalanes son imbéciles. Aparte de eso, la economía no está muy bien, la cultura está fatal porque necesita ayudas y no las tiene… Somos como un perro lleno de pulgas. Yo, que ya soy una persona mayor, no recuerdo una etapa peor que la actual desde que murió Franco. Y tampoco había vivido peor. En los años ochenta y noventa vivía muchísimo mejor que ahora, no solo por cuestiones económicas, sino porque todo parecía más fácil y abundante, la gente parecía más feliz y alegre. Ahora nos parece que la anterior etapa de gobierno socialista era el paraíso.

Dice que la Iglesia está muy habituada a la corrupción sexual y moral. ¿Hay algo que le una al Papa Francisco?
Realmente no. Yo me eduqué en un colegio católico y estuve ocho años con curas y marianistas y terminé harto. Ese colegio tenía un alto nivel intelectual, se salía con un nivel cultural muy bueno pero contaba con un catolicismo puro, obsesivo y represor. Cuando salí del colegio dejé de ser católico a los dos meses. No me gusta nada el catolicismo, y menos el español que ha sido especialmente duro y ofensivo contra todos los que no eran católicos. El Papa Francisco me pareció al principio distinto, y ahora lo veo menos distinto. Su problema es que dice muchas cosas y hace muy pocas. Va de campechano por la vida pero no hace nada por cambiar las cosas.

¿Qué le enseñaron en el colegio católico de la congregación marianista donde estudió?
A nivel de formación cultural, en el Colegio de El Pilar me enseñaron mucho y bien. Cuando terminé el bachillerato de letras salí con un nivel intelectual que, comparado con el actual, es inmenso. Lo peor es que era un colegio anticuado, de derechas, enormemente religioso y que mis compañeros eran bastante brutos, a pesar de pertenecer todos a la alta burguesía. Como siempre, había una minoría bruta y una mayoría silenciosa, que es la cosa más tonta que puede haber en el mundo. Esa minoría especialmente bruta es la que me hizo tanto daño cuando era pequeño.

Y usted, ¿es más marianista o “podemista”?
No he sido de ningún partido político, ni lo soy. Creo que en este momento la política está mal y que todos los políticos tienen un tono vulgar que me repele bastante. El PP no me gusta, el PSOE está muy de capa caída y Podemos me parece una historia poco clara con un populismo que no está muy nítido. Yo soy una persona de izquierdas pero no sé en qué partido podría militar. No me interesan los partidos, me interesa la libertad individual y los derechos del hombre. En definitiva, la lucha por todas las libertades ilustradas, es decir, no la libertad de un pueblo ignorante sino la libertad de un pueblo culto, porque solo esa libertad merece la pena. La libertad de un pueblo ignorante no existe en realidad porque, con un pueblo ignorante como hemos visto ahora en Cataluña, los gobernantes hacen lo que quieren; los hacen nacionalistas, antinacionalistas, católicos, comunistas….

Una vez comentó que Zapatero era un hombre con muy buenas intenciones, pero que la crisis económica le destrozó. ¿Cómo ve las intenciones de Rajoy?
Las intenciones de Rajoy son muy elementales. Es un títere absoluto de Angela Merkel. Él intenta poner en práctica todas las recetas que le da Merkel para salir de la crisis, porque se da cuenta de que la crisis, no solo es mala para todos los españoles, sino que puede también arruinar al PP. Si el PP no logra mejorar la situación de aquí a las próximas elecciones, las perderá de una manera abrumadora. Eso es lo que creo que en estos momentos persigue Rajoy. Eso y frenar a Artur Más, que es otro ridículo. Mas es un político de pacotilla al que Rajoy quiere quitarse de encima, un mentiroso que ha mentido a España y a Cataluña, que es una parte de España le guste a él o no. En los últimos meses ha dicho una cantidad de necedades que si la gente fuera un poco inteligente le habría mandado ya a freír espárragos.

“El cristianismo terminó con la pluralidad moral”. ¿Es una persona de moral relajada?
No, yo soy una persona libre. En ese momento me refería al mundo que he estudiado mucho, al mundo de la Antigüedad. Ese mundo grecorromano que está en el fondo de Europa. Era un mundo muy plural, en el que había muchas religiones y se permitían todas. Y había muchas morales, porque ellos sabían que la libertad consistía en la posibilidad de poder elegir. Uno no es libre si no puede elegir. Así que en el mundo antiguo había una gran libertad moral. Cuando llegó el cristianismo, que se impuso en la Antigüedad y prohibió todas las religiones, se creó una única moral: la moral cristiana. Y todo lo que quedaba fuera de esa moral era malo y negativo. La modernidad ha recuperado la pluralidad moral. Hoy sabemos que hay distintas morales y que ninguna es mejor o peor que otra. Yo estoy a favor de la eutanasia y los cristianos están en contra, y ambas buscan el bien del hombre. Y esa felicidad se puede buscar por muchos caminos. Yo no la busco por el camino cristiano, porque me ha defraudado. La busco por otros caminos más laicos.

“El sexo metafórico es mucho más rico que el sexo directo”. ¿Está en abstinencia perpetua de carne?
¡No, hombre! Yo he sido una persona muy promiscua, incluso. Cuando tenía en torno a treinta años era una persona que disfrutaba mucho con la promiscuidad. La sexualidad ha sido un factor muy bueno y atractivo para mí. Lo que siempre he dicho es que el sexo real siempre se queda más corto que el sexo mental. Cuando nosotros pensamos en el sexo siempre vamos mucho más lejos que cuando luego nos encontramos con alguien. El sexo real es siempre más moderado que el sexo mental. Pero eso pasa casi en todo. Los sueños van siempre más lejos que la vida real. Eso puede tener algo que ver con mi propia sexualidad. A mí me gusta el sexo tranquilo y dulce, quedarme con la ternura.

“Estoy deseando pedir asilo político en Francia, porque España me parece intratable”. ¿Qué tiene la quiche que no tenga el cocido?
Esa frase fue una pequeña provocación para llamar la atención sobre un problema español. Yo he sido una persona muy educada en los valores franceses, soy algo afrancesado. Pero lo cierto es que España es un país lleno de problemas de identidad. Aquí se pierde mucho tiempo tratando de averiguar qué somos o qué no somos. Que si los catalanes son españoles o si los españoles son catalanes. El nacionalismo es algo ridículo y atrasado. En Francia no existe ese problema, los franceses son franceses y luego se dedican a otras muchas cosas mucho más productivas que mirarse el ombligo.

Javier Marías le otorgó el título de Duke of Malmundo en 1999. ¿Va a pedir que se lo convaliden si finalmente se marcha al país vecino?

¡No! ¡No tiene nada que ver! [risas]. Además, no es un título español sino británico. Javier Marías heredó una historia literaria sobre un reino llamado reino de Redonda, que es una isla del Caribe. Y este es un juego literario que existió en Inglaterra desde principios del siglo XX y es un título que, de alguna manera un tanto peculiar, le fue a caer a Javier, como el Rey de Redonda. Y como ese rey da títulos y yo soy amigo suyo, en 1999 me dio el título de Duke of Malmundo, ya que yo acababa de publicar una novela, bastante gay por cierto, llamada “El mal mundo” y que le había gustado.

Y TAMBIÉN…
Mi colegio
Fernando G. Delgado | El País, 2006-11-07

http://elpais.com/diario/2006/11/07/madrid/1162902266_850215.html

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