martes, 10 de abril de 2018

#hemeroteca #bibliotecas #documentacion | Los 3.000 primeros títulos de la Biblioteca Digital Vasca

Imagen: El Diario Vasco / Fundación Sancho el Sabio
Los 3.000 primeros títulos de la Biblioteca Digital Vasca.
El archivo reunirá todos los contenidos escritos y editados en Euskadi o con temática vasca.
Alberto Moyano | El Diario Vasco, 2018-04-10
http://www.diariovasco.com/culturas/biblioteca-digital-vasca-20180410203404-nt.html

Un usuario podrá buscar a través de cualquier dispositivo informático 'Bernardo Atxaga' y la respuesta incluirá su obra bibliográfica, el acceso al contenido digitalizado de todas sus obras, los artículos que ha escrito, sus poemas musicalizados, sus letras de canciones, y las referencias a los cuadros e ilustraciones que hayan servido para portadas de sus libros. Sirva este caso como ejemplo de las prestaciones que ofrecerá la Biblioteca Digital Vasca, un proyecto que la Consejería de Cultura pondrá en marcha antes de fin de año. El primer bloque de libros disponibles constará de 3.000 títulos de todos los géneros: narrativa -tanto en castellano como en euskera-, ensayo, poesía, literatura infantil y juvenil, y cómics. El objetivo final, sin plazos marcados, es reunir en una plataforma digital, aún sin nombre, los archivos de música, cine y arte disponibles en el país.

El proyecto para la puesta en marcha de esta Biblioteca Nacional Digital Vasca arrancó el pasado día 22 con la firma de un convenio entre el Gobierno Vasco y la Fundación Sancho el Sabio de Vitoria. El acuerdo rubricado por el consejero de Cultura, Bingen Zupiria, y el presidente de la Fundación Vital, Jon Urresti, tiene dos años de vigencia con carácter prorrogable. El Gobierno Vasco aportará un mínimo de 100.000 euros anuales y se encargará del pago de los gastos derivados del proceso de selección de las obras. La Fundación Sancho el Sabio aportará por su parte un máximo de 100.000 euros anuales para financiar los trabajos de digitalización de las obras. Tal y como recuerda el viceconsejero de Cultura, Joxean Muñoz, esto es sólo el principio porque «cuando nos referimos a una biblioteca nacional estamos hablando más de una mediateca porque habrá libros, pero también audios e imágenes de cine. Y algún día se podrá conectar con imágenes de obras que están en nuestros museos».

El viceconsejero de Cultura recuerda que «en Euskadi tenemos una red de más de 300 bibliotecas en todos los barrios y pueblos, con más de dos millones de documentos. La mitad de la población aproximadamente -980.000 personas- es socia. Pero eso no es una biblioteca nacional: ahí te puedes encontrar un libro de Bernardo Atxaga, de Mario Vargas Llosa o de Paul Auster. Son bibliotecas de lectura pública». Sin embargo, recalca Muñoz, «una biblioteca nacional se preocupa del patrimonio bibliotecario del país y que se nutre de cuatro conceptos: los que se escribe en euskera en cualquier parte del mundo; lo que han creado autores vascos sobre cualquier tema y en cualquier idioma; todo lo que se haya producido sobre temas vascos en cualquier punto del mundo; y todo lo que se ha editado en Euskadi».

A día de hoy, la Consejería de Cultura tiene constancia de la catalogación de 66.100 documentos y estima que en su totalidad rondan los 150.000. Aunque, tal y como señala Muñoz, hay «mucho trabajo ya hecho porque en la actualidad casi todas las instituciones trabajan con fondos digitalizados», el viceconsejero de Cultura no quiere adelantar plazos para la finalización de un trabajo que, por otra parte, exigirá una continuidad dada la necesidad de actualizar permanentemente los fondos. A la hora de establecer un método de trabajo, «podíamos hacer empezado a hacerlo de forma cronológica, a partir del primer libro en euskera, de 1545, por ejemplo. Si lo hacemos así, nos pasa como en el colegio, que nunca llegábamos a la I Guerra Mundial, así que una vez más, nos hemos puesto en la piel del usuario, para ver qué le interesa más. Evidentemente, hay libros clásicos porque son referentes, pero sobre todo, libros que se están publicando en los últimos años. Nos interesa más la segunda mitad del siglo XX y el siglo XXI que el siglo XVII. Entonces, primero se hará una0 criba y se realizará una propuesta, y luego habrá una comisión que valorará cuáles serán los 3.000 primeros títulos por los que empezar».

En línea con lo realizado en Noruega, «en donde también han empezado a hacer su biblioteca nacional en este siglo XXI y han optado igualmente por el formato digital», el Gobierno Vasco ha descartado la posibilidad de poner en marcha un archivo físico. Por un lado, «no nos podemos meter en poner en marcha un edificio, con treinta personas. La estructura ha de ser mínima, contando con todo lo que ya hay»; por otro, «sería absurdo que nosotros nos lanzáramos como Gobierno Vasco a poner en marcha una biblioteca física cuando no vas a tener ningún volumen del siglo XVI, ni XVII, a no ser que te pongas ahora a comprar, lo cual sería un disparate y ni siquiera los ibas a encontrar. Son libros que ya están en los fondos de las diputaciones forales, así que volver a hacer una colección no tiene sentido. Y decirles a las diputaciones que nos den sus fondos no tendría recorrido. ¿Qué queda? El trabajo digital».

En este sentido, añade Joxean Muñoz, «ya se han dado pasos porque en estos momentos, todo lo que tiene que ver con la memoria de cine, música, bertsolarismo está ya en Filmoteca Vasca, Eresbil o el Xenpelar Dokumentazio Zentroa, pero al mismo tiempo, está en una caja de seguridad en el aparato informático del Gobierno Vasco. Estas instituciones conservan todos sus fondos en discos externos y luego se preocupan de actualizar los formatos, de forma que tienes garantizado que dentro de diez años seguirás pudiendo acceder a ellos».

Además de la Fundación Sancho el Sabio, «una biblioteca referencial que ha digitalizado ya muchos fondos», en el proyecto de creación de esta Biblioteca Nacional Digital Vasca participarán otras entidades porque el objetivo es «hacer un proyecto compartido y que no sea la biblioteca del Gobierno Vasco, sino del país. Que podamos trabajar todos juntos y si la institución que se ocupa del cine es la Filmoteca y de música, el Archivo Eresbil, que ambos formen parte del proyecto. Si luego hace falta más gente, igual es mejor que se incorporen a sus plantillas que tener nosotros un 'staff' propio que duplique el conocimiento que ya tienen allí. «Queremos sacar rendimiento al sistema de instituciones culturales», concluye Muñoz, cuyo departamento trabaja ya en la creación de un consorcio que se encargue de impulsar este proyecto. Una vez digitalizados los libros, la Biblioteca incorporará la música y el cine. Finalmente, se incluirán los fondos artísticos.
  • El proyecto
  • Los primeros títulos que estarán disponibles en la Biblioteca Digital Vasca corresponderán a la producción editorial de este siglo y de finales del XX. Paulatinamente, se incorporarán el resto.
  • Fondos: edición en euskera en cualquier lugar, creada por un autor vasco en cualquier idioma o lugar, que verse sobre temática vasca publicada en cualquier idioma o lugar, y el conjunto de títulos publicados en el País Vasco.
  • Presupuesto de este año: 100.000 euros del Gobierno Vasco y 100.000 de la Fundación Sancho el Sabio.
  • La cifra
  • 66.100 registros bibliográficos tiene identificados la Consejería de Cultura, aunque estima que existen más de 150.000

«Un gran portal de la cultura vasca» de fácil acceso.
En el centro del proyecto se sitúa el acceso sencillo a unos contenidos dirigidos al conjunto de la «ciudadanía vasca».
Alberto Moyano | El Diario vasco, 2018-04-10
http://www.diariovasco.com/culturas/gran-portal-cultura-20180410205608-nt.html

En el proyecto sobre el que trabaja la Consejería de Cultura, la Biblioteca Nacional Digital Vasca nace con vocación de convertirse en «un gran portal de la cultura vasca que reúna la obra y el pensamiento de autores vascos a lo largo de la historia». En el centro del proyecto se sitúa el acceso sencillo a unos contenidos dirigidos al conjunto de la «ciudadanía vasca», además de a estudiosos e investigadores de todo el mundo. El presupuesto destinado a este proyecto contempla también la adquisición de los contenidos digitalizados aún sujetos a los derechos de autor -que expiran a los 80 años para los autores fallecidos antes del 7 de diciembre de 1987-. A la implicación en este «modelo participado» de Eresbil, Filmoteca o Sancho el Sabio, se sumarán previsiblemente otras instituciones culturales, como Euskaltzaindia, Elhuyar o Eusko Ikaskuntza.

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