domingo, 23 de diciembre de 2018

#hemeroteca #violencia | Fernando Lumbreras: Una muerte (todavía) sin respuestas

Imagen: Google Imágenes / Fernando Lumbreras
Una muerte (todavía) sin respuestas.
La policía destaca que la investigación «acaba de comenzar y hay múltiples hipótesis».
Lucía Gómez | El Mundo, 2018-12-23
https://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2018/12/23/5c1e7b4e21efa058438b46d2.html

El edificio número 9 de la calle Julián Peña permanece en silencio desde que hace dos semanas una de las vecinas encontró el cuerpo inerte, maniatado y golpeado hasta la muerte de Fernando Lumbreras, el primer presidente del colectivo Lambda. Durante media hora nadie contesta al telefonillo y ni una sola persona entra o sale del portal. Transcurridos varios minutos, tan solo una mujer, que ronda los 75 años, se decide finalmente a abrir la puerta de su domicilio.

En un primer momento se muestra reticente a hablar. Son muchos los periodistas y policías que durante días los han avasallado a preguntas, por lo que la familia les ha hecho llegar su deseo expreso de no contestar: «Su hermana me ha dicho que no diga nada a los periodistas, que lo tergiversan todo», admite esta vecina.

Pepa, que así se llama, recuerda a Fernando con mucho cariño. Ambos comenzaron a vivir en el edificio al mismo tiempo, hace ya 44 años, y los unía una estrecha relación. «Siempre saludaba, era educado, cariñoso y muy buena persona. Un poco extravagante, pero ya está», comenta la anciana con tristeza. Asegura que todo el edificio continúa sorprendido con su asesinato porque «no tenía enemigos, era muy tranquilo y nadie quería hacerle daño».

Persona familiar
Según el testimonio de esta misma vecina Fernando era una persona familiar, que vivió con su madre hasta que ella falleció. Desde entonces, residía solo pero era frecuente verle rodeado de amigos, a algunos de los cuales acogió en su casa durante un tiempo. Sin embargo, Pepa afirma que desde hacía un tiempo vivía solo. «Últimamente no entraba tanta gente a su casa», subraya.

Para sus vecinos era frecuente encontrarse con Fernando en el edificio. Por eso Pepa y otra vecina se extrañaron cuando se percataron de que hacía días que no sabían nada de él. De hecho, la última muestra de vida era su conexión en Whatsapp dos días antes a las 14.15. «Comentamos que era raro no verlo y que no contestara a las llamadas, así que después de dos días sin saber nada de él mi vecina decidió entrar en su casa», recuerda. Fue esa misma mujer, que guardaba una copia de las llaves que Fernando le había dado, la que se encontró el cuerpo sin vida, tumbado en la cama boca abajo, maniatado y vestido, con un golpe en la cabeza por el que sangraba y una prenda alrededor del cuello. «Llevaba dos días muerto cuando lo encontró. En ese momento la escuché gritar», explica Pepa angustiada.

La Policía Nacional baraja en estos momentos el robo como principal móvil del asesinato del ex presidente de Lambda, Fernando Lumbreras. «La hipótesis más evidente con la que trabajamos es que fuera un robo», aseguran agentes del Grupo de Homicidios de Valencia, que todavía no han detenido a ningún sospechoso. Actualmente el caso se encuentra bajo secreto de sumario y «hay varias líneas de investigación abiertas», pero el círculo de posibles motivaciones comienza a estrecharse. Y es que tras descartar el móvil homófobo la policía también ha negado que la muerte de Lumbreras pudiera deberse a un juego sexual. Sin embargo, desde Homicidios reiteran que la investigación «acaba de comenzar y hay múltiples hipótesis sobre la mesa».

En este sentido, los agentes tienen que trabajar ahora también con el informe del forense, que confirmó la semana pasada que el cuerpo presentaba signos de asfixia.

Fernando Lumbreras nació en Melilla hace 60 años. Pronto se trasladó a Valencia, donde comenzó su lucha revolucionaria por los derechos del colectivo homosexual. Su defensa por la libertad lo llevó a militar en el Moviment d'Alliberament Gai del País Valencià, hasta su cierre en el año 1985. Meses después nació el colectivo Lambda.

De él Fernando formó parte desde el principio, siendo una de las principales caras visibles y participando en la Comisión del Colectivo. Abanderado de la lucha LGTBI en Valencia, pronto fue elegido presidente de Lambda, cargo que ocupó desde 1988 hasta 1994. Quienes conocían a Fernando lo definen como una persona «icónica, con una fuerte personalidad y energía», como se reflejaba en sus ojos, uno azul y otro verde. Sus compañeros y amigos recuerdan con orgullo la valentía con la que dio «la cara públicamente ante una sociedad fuertemente LGTBIfóbica y serofóbica como la Valencia de los años ochenta y noventa». Para ellos, «siempre fue una persona muy moderna y abierta».

Ley de igualdad
Sus compañeros de Lambda coincidieron con él por última vez en la celebración de la aprobación de la Ley de Igualdad LGTBI valenciana el pasado mes de noviembre, en el Octubre Centre de Cultura Contemporània. Según fuentes de Lambda, la lealtad de Fernando con el colectivo homosexual se demostró hasta el último momento de su vida, a pesar de las diferencias de contexto entre la lucha que él inició y la actual.

«Siempre se caracterizó por su honestidad y respeto hacia otras personas y opiniones, tal y como demuestra el hecho de que haya estado vinculado a Lambda hasta el mismo momento de su asesinato», resaltan.

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