Imagen: El Diario Vasco / Julia Fernández |
«En las industrias se ve a profesionales trabajando en puestos importantes, pero desaparecen cuando se llega a los consejos de administración».
Fernando Segura | El Diario Vasco, 2016-01-25
http://www.diariovasco.com/economia/201601/25/julia-fernandez-presidenta-aspegi-20160125002633.html
Julia Fernández, presidenta de la Asociación de Profesionales y Empresarias de Gipuzkoa (Aspegi), afirma que las mujeres se están incorporando al mundo de la empresa, pero admite que es un camino con obstáculos. Para removerlos, Aspegi ha convocado los premios a la mujer empresaria y profesional del año, con el objetivo de que las galardonadas sirvan de modelo para las jóvenes que quieren iniciar un negocio o una carrera profesional.
-¿La mujer empresaria es algo anecdótico en Gipuzkoa o la situación está cambiando?
-Está empezando a cambiar. La prueba la tenemos en que una de nuestras actividades estrella, el proyecto Emekin, ha conseguido desde su arranque en 2007 apoyar a mujeres que han puesto en marcha 432 empresas. Este dato demuestra que la mujer guipuzcoana se va concienciando cada vez más en que puede montar su propio negocio y se va lanzando a la aventura.
-¿Cuántas mujeres empresarias hay en Gipuzkoa?
- No dispongo de ese dato. Aspegi cuenta con 540 socias.
-El cambio, no obstante, parece lento. No es fácil encontrarse con mujeres empresarias.
- Sí, es lento, porque se requiere un cambio social que no se gesta de la noche a la mañana. La sociedad se debe concienciar de que la mujer es capaz de llevar adelante una empresa. Si no existe este entorno favorable, las propias mujeres pueden llegar a creer que no son capaces. Uno de los elementos que puede romper esta situación es mostrar modelos de empresarias guipuzcoanas de éxito. De ahí que hayamos convocado los premios, para dar a conocer a mujeres con coraje que han llevado adelante sus proyectos.
-¿En qué sectores están comenzando a pisar fuerte las mujeres, además de en el comercio?
-Las nuevas generaciones con formación universitaria no llegan solo de las tradicionales carreras de letras, jurídicas o de la salud. Cada vez hay más arquitectas, ingenieras y del mundo de la tecnología y la ciencia. Es importante este cambio, porque facilita la creación de empresas relacionadas con esos estudios.
-¿Por qué si en la universidad el número de chicos y chicas es parejo, posteriormente a la hora de lanzar proyectos las segundas van por detrás?
-Sí, eso mismo pasa en los cargos directivos. En las industrias se ve a mujeres trabajando en puestos importantes, pero cuando se llega a los consejos de administración, desaparecen. ¿Por qué? El famoso 'techo de cristal' que en algunos aspectos sigue estando presente. Aspegi elaboró el año pasado una guía de recomendaciones para conseguir que las mujeres que tienen como mínimo la misma formación que un hombre y capacidad demostrada puedan acceder a esos puestos.
-¿Cuáles son las causas que impiden que accedan a esos puestos? ¿Cómo define el 'techo de cristal'?
-Si es de cristal es porque es transparente. Uno de los componentes principales es el sentimiento que se transmite a las mujeres y a los hombres, de que la primera es la cuidadora y el segundo el que provee a la familia. En consecuencia, la mujer cuando es madre sigue teniendo ese sentimiento de que está abandonando a los hijos y puede decidir no acceder a esos puestos porque no dispone, o cree no disponer, de suficiente tiempo para su familia. Una frase muy repetida entre las que se encuentran en esta situación es 'no me compensa'.
-¿La maternidad sigue siendo un hándicap fundamental?
-La maternidad no es un hándicap, lo que ocurre es que la sociedad no está concienciada en que la atención a los hijos se distribuya entre todos. Si una mujer tiene la capacidad para acceder a un cargo elevado, el entorno debe permitirlo. Me refiero a un entramado en el que deben figurar las guarderías y otros recursos para que las madres profesionales desarrollen su carrera sin sentirse culpables porque no están atendiendo a sus hijos.
-¿Y mientras no se disponga de este entramado, es partidaria de las cuotas femeninas?
-Es un mal necesario. No es lo ideal, no deberían existir, pero hasta que llegue el momento en que haya una verdadera igualdad de oportunidades habrá que establecer alguna medida. Las cuotas, poquito a poquito, están consiguiendo que seamos más visibles dentro de las empresas y de los puestos directivos. La Ley de Igualdad estatal, que establecía unas cuotas para las mujeres en los consejos de dirección en las empresas de más de 250 trabajadores, diez años después apenas ha conseguido resultados. En Euskadi, solo el 9% de las empresas cumple con la norma, estamos a la cola, por detrás de Melilla, en el número de mujeres incorporadas a estos niveles, pese a que somos una comunidad con una riqueza empresarial muy potente.
-¿Por qué se registra esta bajísima incorporación?
-La verdad, no lo sé.
-¿Las mujeres aprovechan las oportunidades para crear empresas? ¿Están cogiendo el tren de esa palabra de moda, el emprendizaje?
- Sí, nuestra experiencia con Emekin es clara. Aspegi tiene programas de estas características, al igual que las administraciones, los bancos... Las mujeres no están a la zaga, empiezan a ser conscientes de que estas posibilidades están ahí y de que además dependen de ellas solas, no de alguien que esté por encima. Ellas son las gestoras de su negocio.
- Aspegi ha convocado el premio a la empresaria y a la directiva/profesional del año. ¿No se sienten representadas por los certámenes que ya existen?
- Somos el único territorio de Euskadi que carece de un premio destinado a las mujeres. En Gipuzkoa también es necesario resaltar la imagen de las empresarias y las actividades de éxito que llevan a cabo. Hay que hacer visible ese trabajo, mostrar que nosotras también realizamos una aportación importante a la riqueza del territorio. Y, además, para que sirvan de inspiración especialmente para la gente joven que se está planteando montar un negocio. De ahí que invitemos a todas las empresarias y profesionales interesadas a que envíen sus candidaturas a Aspegi.org. El plazo estará abierto hasta el 7 de febrero.
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