Imagen: La Razón / Manuel Altolaguirre, Vicente Aleixandre, José Luis cano y Carlos Bousoño |
El escritor Emilio Calderón ha indagado con detalle en la vida del premio Nobel.
Víctor Fernández | La Razón, 2016-01-24
http://www.larazon.es/cultura/vicente-aleixandre-la-historia-del-corazon-de-poeta-jamas-contada-EB11763214#.Ttt1vAqUm0PN5vg
A Vicente Aleixandre, tan amigo de Lorca, no le gustó cómo publicó en 1984 «Abc» los «Sonetos del amor oscuro» del poeta granadino. El periódico omitía cualquier referencia a su homosexualidad, pese a que era evidente que eran poemas amorosos dedicados por un hombre a otro. «Se ve que todavía ésa es palabra tabú en España, en ciertos medios, como si el confesarlo fuese un descrédito para el poeta. Todo eso viene de muy antiguo, de cuando la Inquisición quemaba vivos a los culpables del delito nefando. No es extraño que aún haya gentes para las que toda sospecha de ese supuesto pecado sea vista como peligro, aunque ya no haya Inquisición», le dijo a su confidente José Luis Cano. El ya anciano premio Nobel hablaba con conocimiento de causa porque su vida amorosa ha sido también un tema tabú... Hasta ahora.
Hace una semana, Emilio Calderón se alzó con el II Premio de Biografías y Memorias que organiza la editorial Stella Maris con un ensayo que verá la luz en marzo. Para ello incluso han contado con un jurado de peso formado por Ignacio Martínez de Pisón, José Carlos Somoza, Luis Racionero, Carles Geli y María Borràs. «La biografía de un hombre está en sus besos» es el primer intento de construir una aproximación biográfica rigurosa del autor de «Espadas como labios» o «Historia del corazón». Además de descubrir que todavía queda por publicar un importante conjunto de poemas, Calderón se ha adentrado en aspectos poco estudiados sobre Aleixandre, especialmente su bisexualidad, poniendo por primera vez nombre y apellido a algunas de esas relaciones.
Calderón, en declaraciones a este diario, explicó que Aleixandre sigue siendo hoy «un desconocido en el plano personal y literario. Es como si hubiera sido enviado a cierto limbo». En este sentido, aún quedaba documentación por analizar, y que ha permanecido inédita durante décadas, como la correspondencia mantenida con Gregorio Prieto, el pintor de la Generación del 27, y a quien el poeta convirtió en su confidente, hasta el punto de manifestarle en una carta que él era abiertamente bisexual.
Documento clave
Para poder bucear en un terreno complicado, existe un documento clave, hasta ahora inédito. Durante años, Carmen Conde, la mujer que se convirtió en la primera en ingresar en la Real Academia de la Lengua, vivió en la misma casa que Aleixandre, en la mítica calle Velintonia. Conde fue apuntando en algunas notas las confesiones del poeta, hoy guardadas en la institución que lleva su nombre en Cartagena. Una de ellas está fechada el 16 de marzo de 1949 y en ella escribe Conde: «V.A. Confidencias absolutas del proceso amoroso total: punto de partida y crisis a los 50 años». En el reverso, la autora apunta la lista prácticamente completa de los hombres y las mujeres que formaron parte de la biografía de alguien que necesitaba amar y ser amado.
La lista se inicia con los nombres de Carmen de Granada, a quien conoció cuando él tenía 24 años y a la que dejó por el futuro político Pedro Sáinz Rodríguez. A ella le siguió la alemana llamada simplemente Eva por Carmen Conde, aunque sabemos que su nombre completo era Eva Seifert «(alemana, 7 años mayor que él) (varios años) (1939 vino x última vez)», apunta la académica.
A ella le siguió José Manuel García Briz «(luminoso, resplandeciente. 3 años)». Emilio Calderón asegura que fue éste «su primer amante masculino, a quien había conocido en Aravaca. Fue una relación intensa». Una de las revelaciones más importantes del biógrafo sobre García Briz, quien posteriormente tendría una relación con la poetisa Ernestina de Champourcín, es que él no fue el autor de unos poemas que publicó en primavera de 1929 en la revista «Mediodía». Gracias a las cartas de Champourcín a Conde, Calderón ha podido determinar que en realidad fueron escritos por Aleixandre para lucimiento de su pareja. Curiosamente García Briz los editó dedicándolos al poeta. En 1930, José Manuel ya tenía novia y los dos amigos coincidieron en San Sebastián. Pese a su nueva situación sentimental, Briz le confesó que desearía volver a estar con él.
Sin embargo, por esos años ya había otro hombre ocupando el corazón de Aleixandre. Se llamaba Andrés Acero Acero. Según la ficha que de él se conserva en la Fundación Pablo Iglesias, había nacido en Barcelona en 1914, era miembro de la UGT y estuvo en la cárcel antes de la proclamación de la Segunda República. Tras la guerra se exilió en México, donde se suicidó. «Se lo presentó García Lorca, pero Vicente lo apartó de la influencia del granadino. Acero era un chico ingenuo y Vicente pensaba que Lorca podría presentarle a gente no conveniente», afirma Calderón. La lista redactada por Conde aporta un nuevo nombre tras Acero: Carlos Bousoño, escritor, académico y Premio Príncipe de Asturias, fallecido el pasado mes de octubre. Además del testimonio del documento citado, hay un epistolario amoroso que no ha visto todavía la luz, al menos en forma de libro porque sí se ha usado en un juicio como prueba. Fue durante el proceso que se inició en octubre de 2007 para determinar si Carlos Bousoño y su esposa Ruth Crespo eran los propietarios legales del archivo de Aleixande y que querían vender por cinco millones de euros a la Junta de Andalucía y a la Diputación Provincial de Málaga.
Secreto a voces
Las misivas fueron aportadas por los mismos Bousoño en el juicio. «Esta relación ha sido un secreto a voces y nadie se atrevía a decir nada sobre ella. Empieza a finales de los 40, aunque ellos se conocen desde 1942. Antes, entre 1945 y 1946 Aleixandre habría estado con una chica que sabemos que se llamaba Clara y fue la inspiradora de “Historia del corazón”. Bousoño la sustituye», según su biógrafo.
La nota de Carmen Conde nos añade otro nombre del que solamente se conoce el apellido: Sassot. De él dice Conde: «1949, febrero, le desbanca de Carlos». La información le viene proporcionada por el actor Pepe Vidal y el escritor ibicenco Francisco Mayans Jofre. Pero Aleixandre volvió de nuevo con Bousoño, a quien Calderón define como «un amor de madurez». Sobre esta relación, como aclara el biógrafo, quedan unas 60 cartas, hoy inéditas. «He leído muy pocas y la historia me ha sido también confirmada por Vicente Molina Foix». Habrá que esperar hasta marzo para conocer el resto de la historia.
Hace una semana, Emilio Calderón se alzó con el II Premio de Biografías y Memorias que organiza la editorial Stella Maris con un ensayo que verá la luz en marzo. Para ello incluso han contado con un jurado de peso formado por Ignacio Martínez de Pisón, José Carlos Somoza, Luis Racionero, Carles Geli y María Borràs. «La biografía de un hombre está en sus besos» es el primer intento de construir una aproximación biográfica rigurosa del autor de «Espadas como labios» o «Historia del corazón». Además de descubrir que todavía queda por publicar un importante conjunto de poemas, Calderón se ha adentrado en aspectos poco estudiados sobre Aleixandre, especialmente su bisexualidad, poniendo por primera vez nombre y apellido a algunas de esas relaciones.
Calderón, en declaraciones a este diario, explicó que Aleixandre sigue siendo hoy «un desconocido en el plano personal y literario. Es como si hubiera sido enviado a cierto limbo». En este sentido, aún quedaba documentación por analizar, y que ha permanecido inédita durante décadas, como la correspondencia mantenida con Gregorio Prieto, el pintor de la Generación del 27, y a quien el poeta convirtió en su confidente, hasta el punto de manifestarle en una carta que él era abiertamente bisexual.
Documento clave
Para poder bucear en un terreno complicado, existe un documento clave, hasta ahora inédito. Durante años, Carmen Conde, la mujer que se convirtió en la primera en ingresar en la Real Academia de la Lengua, vivió en la misma casa que Aleixandre, en la mítica calle Velintonia. Conde fue apuntando en algunas notas las confesiones del poeta, hoy guardadas en la institución que lleva su nombre en Cartagena. Una de ellas está fechada el 16 de marzo de 1949 y en ella escribe Conde: «V.A. Confidencias absolutas del proceso amoroso total: punto de partida y crisis a los 50 años». En el reverso, la autora apunta la lista prácticamente completa de los hombres y las mujeres que formaron parte de la biografía de alguien que necesitaba amar y ser amado.
La lista se inicia con los nombres de Carmen de Granada, a quien conoció cuando él tenía 24 años y a la que dejó por el futuro político Pedro Sáinz Rodríguez. A ella le siguió la alemana llamada simplemente Eva por Carmen Conde, aunque sabemos que su nombre completo era Eva Seifert «(alemana, 7 años mayor que él) (varios años) (1939 vino x última vez)», apunta la académica.
A ella le siguió José Manuel García Briz «(luminoso, resplandeciente. 3 años)». Emilio Calderón asegura que fue éste «su primer amante masculino, a quien había conocido en Aravaca. Fue una relación intensa». Una de las revelaciones más importantes del biógrafo sobre García Briz, quien posteriormente tendría una relación con la poetisa Ernestina de Champourcín, es que él no fue el autor de unos poemas que publicó en primavera de 1929 en la revista «Mediodía». Gracias a las cartas de Champourcín a Conde, Calderón ha podido determinar que en realidad fueron escritos por Aleixandre para lucimiento de su pareja. Curiosamente García Briz los editó dedicándolos al poeta. En 1930, José Manuel ya tenía novia y los dos amigos coincidieron en San Sebastián. Pese a su nueva situación sentimental, Briz le confesó que desearía volver a estar con él.
Sin embargo, por esos años ya había otro hombre ocupando el corazón de Aleixandre. Se llamaba Andrés Acero Acero. Según la ficha que de él se conserva en la Fundación Pablo Iglesias, había nacido en Barcelona en 1914, era miembro de la UGT y estuvo en la cárcel antes de la proclamación de la Segunda República. Tras la guerra se exilió en México, donde se suicidó. «Se lo presentó García Lorca, pero Vicente lo apartó de la influencia del granadino. Acero era un chico ingenuo y Vicente pensaba que Lorca podría presentarle a gente no conveniente», afirma Calderón. La lista redactada por Conde aporta un nuevo nombre tras Acero: Carlos Bousoño, escritor, académico y Premio Príncipe de Asturias, fallecido el pasado mes de octubre. Además del testimonio del documento citado, hay un epistolario amoroso que no ha visto todavía la luz, al menos en forma de libro porque sí se ha usado en un juicio como prueba. Fue durante el proceso que se inició en octubre de 2007 para determinar si Carlos Bousoño y su esposa Ruth Crespo eran los propietarios legales del archivo de Aleixande y que querían vender por cinco millones de euros a la Junta de Andalucía y a la Diputación Provincial de Málaga.
Secreto a voces
Las misivas fueron aportadas por los mismos Bousoño en el juicio. «Esta relación ha sido un secreto a voces y nadie se atrevía a decir nada sobre ella. Empieza a finales de los 40, aunque ellos se conocen desde 1942. Antes, entre 1945 y 1946 Aleixandre habría estado con una chica que sabemos que se llamaba Clara y fue la inspiradora de “Historia del corazón”. Bousoño la sustituye», según su biógrafo.
La nota de Carmen Conde nos añade otro nombre del que solamente se conoce el apellido: Sassot. De él dice Conde: «1949, febrero, le desbanca de Carlos». La información le viene proporcionada por el actor Pepe Vidal y el escritor ibicenco Francisco Mayans Jofre. Pero Aleixandre volvió de nuevo con Bousoño, a quien Calderón define como «un amor de madurez». Sobre esta relación, como aclara el biógrafo, quedan unas 60 cartas, hoy inéditas. «He leído muy pocas y la historia me ha sido también confirmada por Vicente Molina Foix». Habrá que esperar hasta marzo para conocer el resto de la historia.
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