Imagen: Noticias de Gipuzkoa |
La Federación de Personas con Discapacidad cree “fácilmente subsanable” legalizar las máquinas de preservativos de las fachadas. Reclama que el Ayuntamiento controle otros elementos de las aceras.
Carolina Alonso | Noticias de Gipuzkoa, 2017-03-09
http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2017/03/09/vecinos/donostia/casi-todo-el-mobiliario-urbano-incumple-las-normas-segun-elkartu
La Federación Coordinadora de Personas con Discapacidad Física de Gipuzkoa, Elkartu, ha remitido una carta al Ayuntamiento de Donostia en la que asegura que “casi todo” el mobiliario urbano que se coloca en las calles en la actualidad incumple las normativas de accesibilidad fijadas en las leyes.
En una carta dirigida al concejal de Urbanismo, Enrique Ramos, Elkartu asegura que sus socios se encuentran “cada vez más” con elementos diversos “que se sacan a la calle sin cumplir con la normativa de accesibilidad, como, por ejemplo, los objetos que se utilizan en las tiendas para exponer todo tipo de artículos”. Los integrantes de la coordinadora Elkartu añaden que “los bares, a raíz de la prohibición de fumar en el interior de los mismos, han sacado toda clase de mobiliario al exterior, colocando baldas y mobiliario alto sin proyección al suelo, que incumplen totalmente con la accesibilidad”.
La carta remitida al Consistorio es consecuencia de la noticia, adelantada recientemente por este periódico, que informaba de que el Consistorio había ordenado retirar algunas máquinas de preservativos situadas en el exterior de fachadas después de que un niño se diese un coscorrón con una de ellas. En la orden de retirada el Consistorio aludía a la necesidad de cumplir la normativa de accesibilidad, que impide que sobresalgan de las fachadas elementos que puedan suponer un peligro y que entorpezcan el paso de las personas.
Al hilo de esta orden municipal, Elkartu señala al Ayuntamiento que el hecho de que algunas máquinas expendedoras situadas junto a las farmacias incumplan la ley de accesibilidad “es fácilmente subsanable ya que se debe prolongar la proyección de dicha máquina hasta el suelo” con el fin de que sea detectable por cualquier persona y, de este modo, no sea fácil chocar con ella.
Pero, para Elkartu, no solo las máquinas expendedoras tienen que cumplir la ley en materia de accesibilidad. Según recuerda, en las condiciones técnicas sobre accesibilidad del entorno urbano, fijadas en el decreto del 11 de abril 68/2000, se obliga a que “los elementos de uso público, como cabinas, hornacinas telefónicas, fuentes, bancos, cajeros, marquesinas, mostradores, expositores externos, kioscos de revistas u otros análogos se diseñarán y ubicarán de modo que puedan ser utilizados por personas con dificultad en la accesibilidad”
Estas reglas implican, por ejemplo, que los toldos de los comercios estén situados a una altura mínima de 2,20 metros con el fin de que las personas con problemas de visión no se choquen con ellos, algo que no siempre suceden, según afirman. La queja de Elkartu también se dirige a las numerosas mesas y banquetas altas del exterior de los bares que han sido autorizadas por el Consistorio en determinadas calles y que “impiden el acceso a las personas en sillas de ruedas”, por ejemplo. “Una persona con problemas de movilidad no puede disfrutar de una consumición en una de estas sillas altas”, señalan fuentes de Elkartu, que reclaman que los permisos del Ayuntamiento tengan en cuenta también la situación.
La carta al concejal de Urbanismo subraya además que el decreto de accesibilidad obliga a que las instalaciones permanentes o provisionales no interfieran el itinerario peatonal y que sean diseñadas “teniendo en cuenta la accesibilidad”, para lo que es obligatorio que haya siempre dos metros libres, lo que no siempre sucede, según la queja de Elkartu.
En una carta dirigida al concejal de Urbanismo, Enrique Ramos, Elkartu asegura que sus socios se encuentran “cada vez más” con elementos diversos “que se sacan a la calle sin cumplir con la normativa de accesibilidad, como, por ejemplo, los objetos que se utilizan en las tiendas para exponer todo tipo de artículos”. Los integrantes de la coordinadora Elkartu añaden que “los bares, a raíz de la prohibición de fumar en el interior de los mismos, han sacado toda clase de mobiliario al exterior, colocando baldas y mobiliario alto sin proyección al suelo, que incumplen totalmente con la accesibilidad”.
La carta remitida al Consistorio es consecuencia de la noticia, adelantada recientemente por este periódico, que informaba de que el Consistorio había ordenado retirar algunas máquinas de preservativos situadas en el exterior de fachadas después de que un niño se diese un coscorrón con una de ellas. En la orden de retirada el Consistorio aludía a la necesidad de cumplir la normativa de accesibilidad, que impide que sobresalgan de las fachadas elementos que puedan suponer un peligro y que entorpezcan el paso de las personas.
Al hilo de esta orden municipal, Elkartu señala al Ayuntamiento que el hecho de que algunas máquinas expendedoras situadas junto a las farmacias incumplan la ley de accesibilidad “es fácilmente subsanable ya que se debe prolongar la proyección de dicha máquina hasta el suelo” con el fin de que sea detectable por cualquier persona y, de este modo, no sea fácil chocar con ella.
Pero, para Elkartu, no solo las máquinas expendedoras tienen que cumplir la ley en materia de accesibilidad. Según recuerda, en las condiciones técnicas sobre accesibilidad del entorno urbano, fijadas en el decreto del 11 de abril 68/2000, se obliga a que “los elementos de uso público, como cabinas, hornacinas telefónicas, fuentes, bancos, cajeros, marquesinas, mostradores, expositores externos, kioscos de revistas u otros análogos se diseñarán y ubicarán de modo que puedan ser utilizados por personas con dificultad en la accesibilidad”
Estas reglas implican, por ejemplo, que los toldos de los comercios estén situados a una altura mínima de 2,20 metros con el fin de que las personas con problemas de visión no se choquen con ellos, algo que no siempre suceden, según afirman. La queja de Elkartu también se dirige a las numerosas mesas y banquetas altas del exterior de los bares que han sido autorizadas por el Consistorio en determinadas calles y que “impiden el acceso a las personas en sillas de ruedas”, por ejemplo. “Una persona con problemas de movilidad no puede disfrutar de una consumición en una de estas sillas altas”, señalan fuentes de Elkartu, que reclaman que los permisos del Ayuntamiento tengan en cuenta también la situación.
La carta al concejal de Urbanismo subraya además que el decreto de accesibilidad obliga a que las instalaciones permanentes o provisionales no interfieran el itinerario peatonal y que sean diseñadas “teniendo en cuenta la accesibilidad”, para lo que es obligatorio que haya siempre dos metros libres, lo que no siempre sucede, según la queja de Elkartu.
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