Barcelona : Virus, 2017 [03].
138 p.
ISBN 9788492559787
/ ES / ENS / RE / Open Access
/ Estereotipos / Feminismo / Género / Hombres / Identidades / Masculinidad / Movimientos sociales
TEXTO COMPLETO | Virus
http://www.viruseditorial.net/paginas/pdf.php?pdf=masculinidades-y-feminismo.pdf
“Vengo a decir que partimos de una base un tanto ambigua y peligrosa. Un momento del desarrollo histórico en el norte global en el que es más posible hacer una crítica a la modernidad, a la humanidad, incluso al humanismo, que hacer una crítica mordaz y abierta al hombre, a la hombría, a la masculinidad. Probablemente porque sigue siendo más fácil y posible la crítica general y difusa que la crítica concreta sobre sujetos y acciones concretas, aún seguimos preguntándonos por qué los grandes nombres —casi todos hombres— del pensamiento crítico, la filosofía, la política, el arte, la literatura o cualquier otro espacio han dejado a un lado y han obviado la cuestión del género. Si exceptuamos a las pensadoras de la crítica feminista y a los pocos pensadores que han considerado seriamente el pensamiento feminista, nos encontraremos con que, más allá de algunas menciones de pasada, los principales referentes del pensamiento y las grandes ideas adolecen de una generalizada ceguera de género. Puede ser que el género, como otras formas de organización social desigual, sea una de esas cosas que siguen muy pegadas al cuerpo y que habitualmente provocan dolor casi con solo pensarlas. Dolor que puede afrontarse como una responsabilidad o que se puede calmar y hacer invisible de maneras diversas.”
Los debates en torno a la masculinidad y la creación de grupos de hombres, han carecido hasta ahora de una revisión crítica sobre su verdadero alcance transformador. En 'Masculinidades y feminismo', se cuestiona la noción, a priori positiva, de nuevas masculinidades. Por lo general, estas se componen de adultos heterosexuales, de clase media blanca y con núcleos familiares heteronormativos que, a menudo, excluye a las masculinidades homosexuales, afeminadas, trans*, menores o adolescentes, migrantes, personas mayores o mujeres masculinas.
En la práctica, nos encontramos ante grupos autoreferenciales que enfatizan cada vez más la propia identidad masculina, en lugar de ahondar en las relaciones de poder o el diálogo con el feminismo. Esto muestra cómo el hombre sigue viéndose y mirándose como principio y fin, superhéroe en el campo de la lucha por la igualdad. Asimismo, la ficción entre nueva y vieja masculinidad, sustituye a la comprensión del desarrollo histórico de la dominación patriarcal por una difusa división generacional.
La supuesta e insuficiente asunción de roles en campos como la paternidad o las tareas domésticas, oculta la profunda desigualdad de género existente en lo social, y el hecho de que los hombres seguimos monopolizando los espacios de socialización, sin renunciar a nuestros privilegios en el trabajo, los movimientos sociales, etc. La pregunta es si se puede acabar con la desigualdad sin acabar también con la masculinidad y, por lo tanto, si esta debe reformarse, transformarse o abolirse.
Los debates en torno a la masculinidad y la creación de grupos de hombres, han carecido hasta ahora de una revisión crítica sobre su verdadero alcance transformador. En 'Masculinidades y feminismo', se cuestiona la noción, a priori positiva, de nuevas masculinidades. Por lo general, estas se componen de adultos heterosexuales, de clase media blanca y con núcleos familiares heteronormativos que, a menudo, excluye a las masculinidades homosexuales, afeminadas, trans*, menores o adolescentes, migrantes, personas mayores o mujeres masculinas.
En la práctica, nos encontramos ante grupos autoreferenciales que enfatizan cada vez más la propia identidad masculina, en lugar de ahondar en las relaciones de poder o el diálogo con el feminismo. Esto muestra cómo el hombre sigue viéndose y mirándose como principio y fin, superhéroe en el campo de la lucha por la igualdad. Asimismo, la ficción entre nueva y vieja masculinidad, sustituye a la comprensión del desarrollo histórico de la dominación patriarcal por una difusa división generacional.
La supuesta e insuficiente asunción de roles en campos como la paternidad o las tareas domésticas, oculta la profunda desigualdad de género existente en lo social, y el hecho de que los hombres seguimos monopolizando los espacios de socialización, sin renunciar a nuestros privilegios en el trabajo, los movimientos sociales, etc. La pregunta es si se puede acabar con la desigualdad sin acabar también con la masculinidad y, por lo tanto, si esta debe reformarse, transformarse o abolirse.
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