Imagen: El Español / Ignacio Arsuaga |
¿Quién está detrás de la plataforma protagonista de la semana tras sacar un bus contra los transexuales? Un sobrino de Rato, junto a su núcleo duro, planean las campañas. ¿Se puede convertir en el Trump español? "Si se presenta a las urnas, se llevará buena parte del pastel", comenta una persona que le conoce bien.
Joaquín Vera | El Español, 2017-03-04
https://www.elespanol.com/reportajes/20170303/197980564_0.html
En el bajo del 200 del madrileño paseo de la Habana se celebra todos los lunes por la mañana una reunión de “frentes a los que atacar” desde la plataforma ciudadana HazteOir. En el despacho están Ignacio Arsuaga -líder del movimiento ultracatólico que ha acaparado buena parte de los titulares de esta semana- y su núcleo duro: Pablo Santana y Miguel Vidal. Un triunvirato que hace unas semanas -sin contar con el resto de la dirección ni el resto de trabajadores- decidieron lanzar una nueva campaña contra lo que ellos llaman “la Inquisición Gay”: un autobús transfobo que recorriera España denunciando “las atrocidades” de las leyes autonómicas que buscan erradicar la homofobia.
Arsuaga, Santana y Vidal son las tres caras más visibles de HazteOir, una asociación que nació en 2001 como respuesta a las manifestaciones contra los penúltimos coletazos del Gobierno de José María Aznar. 16 años después, dirigentes del Partido Popular que les acompañaban tras las pancartas -entre ellos el propio Mariano Rajoy- e incluso la Conferencia Episcopal, le han dado la espalda por la radicalización de sus últimas campañas.
“Ni la Conferencia Episcopal quiere saber nada de Arsuaga y sus compañeros de locuras”, explica a El Español un compañero de protestas del sobrino del ex vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato. Prefiere mantenerse en el anonimato “por miedo a las represalias”, que puedan emprender desde HazteOir, una asociación que, recuerda, mantiene una relación “esencialmente veraz” con la sociedad secreta El Yunque, tal y como quedó probado en una sentencia del juzgado de Primera Instancia número 48 de Madrid. El Yunque es una organización mexicana de extrema derecha con alcance internacional, cuya misión principal es "luchar contra las fuerzas de Satanás".
La iluminación de Arsuaga
Arsuaga es el licenciado en Derecho por la Universidad Pontifica de Comillas artífice de la plataforma. Casado y padre de cinco hijos se define como “católico, provida y emprendedor social”. Se considera católico gracias a la fe de sus padres y en el colegio, pero la iluminación le llegó años más tarde. Al igual que le sucediese a San Pablo durante su caída del caballo camino de Damasco, Arsuaga cuenta que fue en 1991 durante una peregrinación a Czestochowa -ciudad industrial situada al sur de Polonia en la parte alta del río Warta- en una Jornada Mundial de la Juventud cuando sufrió un momento “clave” de su conversión. “Ahí tomó conciencia de que Jesucristo, la Iglesia y la fe no es solamente un código moral o un hacer el bien a los demás, sino una persona que me ama con locura, quiere mi salvación y me está esperando en el sagrario”, explicaba en una entrevista al portal religioso ‘Camino Católico’.
También le sucedió en el mismo año (1991) esta iluminación al ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien precisamente nombró a la plataforma de Arsuaga de "utilidad pública". Él mismo cuenta que encontró a Dios en Las Vegas: "Él salió manifiestamente en mi encuentro". Así lo aseguró el ex titular de Interior a una entrevista concedida años después al portal cristiano ‘Religión en Libertad’. Antes de ese momento, no declaraba católico, pero no practicante por lo que decía que su fe era una fe muerta porque era una fe sin obras.
El máximo líder del que ha sido llamado ‘Tea Party español’, está al frente de un equipo formado por una veintena de personas, aunque según cuentan varios ex trabajadores de HazteOir, su relación con la base de la plantilla es “nula”: “El aparece en la sede y sólo habla con su núcleo duro y con Teresa, la actual jefa de prensa, pero nadie más”. Un tema recurrente, tal y como informan estas fuentes, de sus conversaciones es “el complejo” del católico patrio. Para Arsuaga, el católico practicante cuando tiene la oportunidad de hablar de Dios, “no lo hace porque se avergüenza de ello”.
Pero si hay algo que actualmente le “avergüenza” a Arsuaga e incluso le crea “absoluta obsesión” es el rumbo del Partido Popular en la Comunidad de Madrid, liderado por Cristina Cifuentes. Esa animadversión le llevó a sacar otro autobús -también polémico, aunque no acaparó tantos titulares como el de esta semana- contra la presidenta madrileña: “Si votas Cifuentes, votas aborto. Yo rompo”. Lo hizo en mitad de la primera campaña electoral a liderar Madrid y la líder de los populares consiguió pararlo.
Y como dicen los más cercanos al círculo de Cifuentes, “ella siempre golpea doble”. Ya desde el Gobierno regional, el pasado 2016 se puso del lado de la otra minoría que quita el sueño a Arsuaga, el colectivo LGTB, al que él llama "La Inquisición Gay". En una comunidad autónoma en la que las agresiones homófobas se han disparado en los últimos años y siguiendo la estela de otros parlamentos regionales, la ley Cifuentes contra la homofobia vio la luz verde definitiva gracias a los votos de todos los partidos políticos: PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos.
Aló, Arsuaga
Así Arsuaga, de nuevo, desplegó toda su maquinaria propagandística. En octubre de 2015 el líder de la plataforma también se convierte en editor de Actuall, un medio digital cuya filosofía es “promover la participación de los ciudadanos en la defensa de los derechos humanos, desde la concepción hasta la muerte natural”. Eso en negro sobre blanco. En la práctica un Aló, Arsuaga en toda regla: “Me mandaban escribir contra el colectivo gay, el aborto y Cifuentes y a favor de la familia y la vida. Y no había otra. Si no te gustaba, eso sí, no me obligaban a firmar las crónicas”. Este es el resumen de un licenciado en Periodismo que llegó a Actuall a hacer unas prácticas pero se quedó un par de años más con un contrato precario “ante la falta de oportunidades laborales fuera”.
Con Alfonso Basallo como director y Rosana Ribera como directora adjunta la redacción del periódico no cuenta con más de una decena de periodistas que, tal y como admiten, hacen “activismo” a través de su plataforma y redes sociales. Todo ello, supervisado por una de las dos personas de máxima confianza de Arsuaga: Miguel Vidal.
Tal es el grado de confianza que una también ex trabajadora que prefiere seguir en el anonimato asegura que “Nacho hace lo que le dice Miguel”. Nacho por Arsuaga y Miguel por Vidal. Y tal es la recompensa por estos servicios que a Vidal se le acumulan los cargos entre la plataforma ultracatólica. Es director adjunto. También director de campañas. Y, quien fue durante siete años director y coordinador de programas e informativos de Canal Sur, saca tiempo para ser el máximo responsable de la Comunicación de HazteOir.
Santana cierra el triunvirato
El triunvirato lo termina de componer Pablo Santana, el ingeniero que no suele aburrirse, como él mismo se define, ya que considera que “hay muchas injusticias a las que plantar cara” y que “los brazos cruzados son para los funerales”. Con un perfil alto durante esta última campaña al tener que hacer de portavoz de los ultracatólicos ante la imposibilidad de atender Arsuaga a todos los medios interesados, Santana es de Valladolid aunque actualmente reside en Madrid.
Ex afiliado al Partido Popular, los trabajadores consultados por este periódico que han compartido campañas con Santana lo definen como un profesional “con mucho caracter” y que siempre ha estado muy alineado “con los valores de HazteOir”: “Aquí muchos hemos trabajado porque no encontramos otra cosa. Él no”. “Tú te lo encuentras y te parece un cura”, comenta al periodista una ex trabajadora. “Se pasa el día rezando y habla como si fuera de otra época. Se relaciona con gente supermayor”, añade.
La dirección de HazteOir tiene a su cargo una veintena de trabajadores que gestionan los casi 7.000 socios con los que cuenta la plataforma y 500.000 miembros registrados en la página web. Sin embargo, de los datos de HazteOir lo que más llama la atención son los relativos a sus cuentas. En 2015, los ultracatólicos consiguieron sólo de cuotas y donativos de sus socios más de 2,5 millones de euros. De esa cantidad, el mayor monto (81,79%) va dedicado a campañas.
Gracias a Fernández Díaz
Para llegar a esas cifras en 2013 se produce un hecho que hace que las cuentas de HazteOir se disparen. El Gobierno del Partido Popular declara a la plataforma ultracatólica de “utilidad pública”, lo que otorga beneficios fiscales a aquellos que la integran. Los ingresos pasan de los 1,8 millones a los 2,3 en tan sólo 12 meses.
En 2014, Podemos -que sólo era asociado a su omnipresente líder en las tertulias televisivas- consiguió con una campaña electoral de tan sólo 138.000 euros cinco eurodiputados. Así consta en la contabilidad entregada en su momento al Tribunal de Cuentas. “Arsuaga no verbaliza que le gustaría montar un partido político, pero no me cabe la menor duda de que le ronda la cabeza”, explica este mismo excompañero del activista. “Lo que está claro es que podría ocupar un hueco en el mapa electoral a la derecha que todavía no ha sido cubierto”, analiza. “Se ha demostrado esta semana”, añade.
Se refiere a cómo la semana comenzó con un autobús naranja -mensaje contra los niños los niños transexuales incluido- recorriendo las principales calles de la capital madrileña. Las asociaciones LGTB empezaron a denunciar lo que han considerado que puede ser un delito de odio y todos los partidos políticos -en una unanimidad insólita en estos tiempos de fragmentación política-. La opinión pública dividida -aunque no a 50%- dejó patente en redes sociales que el apoyo a los ultracatólicos no es un asunto menor.
“¿Se puede convertir en el Trump español?”, pregunta ese medio a las fuentes que ha consultado para realizar este reportaje. “Tiempo. Si se presenta a las urnas, se llevará buena parte del pastel”. “Estados Unidos no es España. Por suerte”. “El Iglesias de la derecha más extrema aún no ha aparecido. ¿Por qué no él?”.
Arsuaga, Santana y Vidal son las tres caras más visibles de HazteOir, una asociación que nació en 2001 como respuesta a las manifestaciones contra los penúltimos coletazos del Gobierno de José María Aznar. 16 años después, dirigentes del Partido Popular que les acompañaban tras las pancartas -entre ellos el propio Mariano Rajoy- e incluso la Conferencia Episcopal, le han dado la espalda por la radicalización de sus últimas campañas.
“Ni la Conferencia Episcopal quiere saber nada de Arsuaga y sus compañeros de locuras”, explica a El Español un compañero de protestas del sobrino del ex vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato. Prefiere mantenerse en el anonimato “por miedo a las represalias”, que puedan emprender desde HazteOir, una asociación que, recuerda, mantiene una relación “esencialmente veraz” con la sociedad secreta El Yunque, tal y como quedó probado en una sentencia del juzgado de Primera Instancia número 48 de Madrid. El Yunque es una organización mexicana de extrema derecha con alcance internacional, cuya misión principal es "luchar contra las fuerzas de Satanás".
La iluminación de Arsuaga
Arsuaga es el licenciado en Derecho por la Universidad Pontifica de Comillas artífice de la plataforma. Casado y padre de cinco hijos se define como “católico, provida y emprendedor social”. Se considera católico gracias a la fe de sus padres y en el colegio, pero la iluminación le llegó años más tarde. Al igual que le sucediese a San Pablo durante su caída del caballo camino de Damasco, Arsuaga cuenta que fue en 1991 durante una peregrinación a Czestochowa -ciudad industrial situada al sur de Polonia en la parte alta del río Warta- en una Jornada Mundial de la Juventud cuando sufrió un momento “clave” de su conversión. “Ahí tomó conciencia de que Jesucristo, la Iglesia y la fe no es solamente un código moral o un hacer el bien a los demás, sino una persona que me ama con locura, quiere mi salvación y me está esperando en el sagrario”, explicaba en una entrevista al portal religioso ‘Camino Católico’.
También le sucedió en el mismo año (1991) esta iluminación al ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien precisamente nombró a la plataforma de Arsuaga de "utilidad pública". Él mismo cuenta que encontró a Dios en Las Vegas: "Él salió manifiestamente en mi encuentro". Así lo aseguró el ex titular de Interior a una entrevista concedida años después al portal cristiano ‘Religión en Libertad’. Antes de ese momento, no declaraba católico, pero no practicante por lo que decía que su fe era una fe muerta porque era una fe sin obras.
El máximo líder del que ha sido llamado ‘Tea Party español’, está al frente de un equipo formado por una veintena de personas, aunque según cuentan varios ex trabajadores de HazteOir, su relación con la base de la plantilla es “nula”: “El aparece en la sede y sólo habla con su núcleo duro y con Teresa, la actual jefa de prensa, pero nadie más”. Un tema recurrente, tal y como informan estas fuentes, de sus conversaciones es “el complejo” del católico patrio. Para Arsuaga, el católico practicante cuando tiene la oportunidad de hablar de Dios, “no lo hace porque se avergüenza de ello”.
Pero si hay algo que actualmente le “avergüenza” a Arsuaga e incluso le crea “absoluta obsesión” es el rumbo del Partido Popular en la Comunidad de Madrid, liderado por Cristina Cifuentes. Esa animadversión le llevó a sacar otro autobús -también polémico, aunque no acaparó tantos titulares como el de esta semana- contra la presidenta madrileña: “Si votas Cifuentes, votas aborto. Yo rompo”. Lo hizo en mitad de la primera campaña electoral a liderar Madrid y la líder de los populares consiguió pararlo.
Y como dicen los más cercanos al círculo de Cifuentes, “ella siempre golpea doble”. Ya desde el Gobierno regional, el pasado 2016 se puso del lado de la otra minoría que quita el sueño a Arsuaga, el colectivo LGTB, al que él llama "La Inquisición Gay". En una comunidad autónoma en la que las agresiones homófobas se han disparado en los últimos años y siguiendo la estela de otros parlamentos regionales, la ley Cifuentes contra la homofobia vio la luz verde definitiva gracias a los votos de todos los partidos políticos: PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos.
Aló, Arsuaga
Así Arsuaga, de nuevo, desplegó toda su maquinaria propagandística. En octubre de 2015 el líder de la plataforma también se convierte en editor de Actuall, un medio digital cuya filosofía es “promover la participación de los ciudadanos en la defensa de los derechos humanos, desde la concepción hasta la muerte natural”. Eso en negro sobre blanco. En la práctica un Aló, Arsuaga en toda regla: “Me mandaban escribir contra el colectivo gay, el aborto y Cifuentes y a favor de la familia y la vida. Y no había otra. Si no te gustaba, eso sí, no me obligaban a firmar las crónicas”. Este es el resumen de un licenciado en Periodismo que llegó a Actuall a hacer unas prácticas pero se quedó un par de años más con un contrato precario “ante la falta de oportunidades laborales fuera”.
Con Alfonso Basallo como director y Rosana Ribera como directora adjunta la redacción del periódico no cuenta con más de una decena de periodistas que, tal y como admiten, hacen “activismo” a través de su plataforma y redes sociales. Todo ello, supervisado por una de las dos personas de máxima confianza de Arsuaga: Miguel Vidal.
Tal es el grado de confianza que una también ex trabajadora que prefiere seguir en el anonimato asegura que “Nacho hace lo que le dice Miguel”. Nacho por Arsuaga y Miguel por Vidal. Y tal es la recompensa por estos servicios que a Vidal se le acumulan los cargos entre la plataforma ultracatólica. Es director adjunto. También director de campañas. Y, quien fue durante siete años director y coordinador de programas e informativos de Canal Sur, saca tiempo para ser el máximo responsable de la Comunicación de HazteOir.
Santana cierra el triunvirato
El triunvirato lo termina de componer Pablo Santana, el ingeniero que no suele aburrirse, como él mismo se define, ya que considera que “hay muchas injusticias a las que plantar cara” y que “los brazos cruzados son para los funerales”. Con un perfil alto durante esta última campaña al tener que hacer de portavoz de los ultracatólicos ante la imposibilidad de atender Arsuaga a todos los medios interesados, Santana es de Valladolid aunque actualmente reside en Madrid.
Ex afiliado al Partido Popular, los trabajadores consultados por este periódico que han compartido campañas con Santana lo definen como un profesional “con mucho caracter” y que siempre ha estado muy alineado “con los valores de HazteOir”: “Aquí muchos hemos trabajado porque no encontramos otra cosa. Él no”. “Tú te lo encuentras y te parece un cura”, comenta al periodista una ex trabajadora. “Se pasa el día rezando y habla como si fuera de otra época. Se relaciona con gente supermayor”, añade.
La dirección de HazteOir tiene a su cargo una veintena de trabajadores que gestionan los casi 7.000 socios con los que cuenta la plataforma y 500.000 miembros registrados en la página web. Sin embargo, de los datos de HazteOir lo que más llama la atención son los relativos a sus cuentas. En 2015, los ultracatólicos consiguieron sólo de cuotas y donativos de sus socios más de 2,5 millones de euros. De esa cantidad, el mayor monto (81,79%) va dedicado a campañas.
Gracias a Fernández Díaz
Para llegar a esas cifras en 2013 se produce un hecho que hace que las cuentas de HazteOir se disparen. El Gobierno del Partido Popular declara a la plataforma ultracatólica de “utilidad pública”, lo que otorga beneficios fiscales a aquellos que la integran. Los ingresos pasan de los 1,8 millones a los 2,3 en tan sólo 12 meses.
En 2014, Podemos -que sólo era asociado a su omnipresente líder en las tertulias televisivas- consiguió con una campaña electoral de tan sólo 138.000 euros cinco eurodiputados. Así consta en la contabilidad entregada en su momento al Tribunal de Cuentas. “Arsuaga no verbaliza que le gustaría montar un partido político, pero no me cabe la menor duda de que le ronda la cabeza”, explica este mismo excompañero del activista. “Lo que está claro es que podría ocupar un hueco en el mapa electoral a la derecha que todavía no ha sido cubierto”, analiza. “Se ha demostrado esta semana”, añade.
Se refiere a cómo la semana comenzó con un autobús naranja -mensaje contra los niños los niños transexuales incluido- recorriendo las principales calles de la capital madrileña. Las asociaciones LGTB empezaron a denunciar lo que han considerado que puede ser un delito de odio y todos los partidos políticos -en una unanimidad insólita en estos tiempos de fragmentación política-. La opinión pública dividida -aunque no a 50%- dejó patente en redes sociales que el apoyo a los ultracatólicos no es un asunto menor.
“¿Se puede convertir en el Trump español?”, pregunta ese medio a las fuentes que ha consultado para realizar este reportaje. “Tiempo. Si se presenta a las urnas, se llevará buena parte del pastel”. “Estados Unidos no es España. Por suerte”. “El Iglesias de la derecha más extrema aún no ha aparecido. ¿Por qué no él?”.
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