jueves, 27 de septiembre de 2018

#hemeroteca #identidades | Pero, ¿tú qué eres?

Imagen: El País
Pero, ¿tú qué eres?
Identidades de género diversas.
Celia Blanco | Mordiscos y Tacones, El País, 2018-09-27
https://elpais.com/elpais/2018/09/25/mordiscos_y_tacones/1537873426_179817.html

Definirse como hombre o mujer no trae implícito tener unos genitales concretos A veces, ni siquiera nos sentimos identificados con ninguna de esas dos categorías humanas.

Durante años frecuenté un bar en Chueca antes de que la mayoría de locales terminaran reconvertidos en chinos o en franquicias. Su dueño me miró embelesado hasta que una noche se armó de valor y me preguntó si ya había terminado mi proceso de reasignación de sexo. Mi tamaño y vozarrón engañan. Aquella vez, hace más de 10 años, solo fue la primera.

Una persona cisgénero es aquella cuya identidad de género coincide con su género asignado. Yo soy una mujer cisgénero, por mucho que algunos crean que soy una mujer trans. Una persona transexual es aquella cuya identidad sexual no concuerda con el género asignado. Al fin y al cabo, asignarnos ser de un sexo u otro, es algo que hace un miembro del personal sanitario al hacerse cargo de la genitalidad del recién nacido. Ve un pene, asigna hombre. Observa vulva, determina mujer. Pues no siempre. La identidad de género no la da una genitalidad u otra. Tus genitales no determinan que seas hombre o mujer. Hay niñas que nacen con pene y niños que nacen con vulva. Carla Antonelli es una mujer transexual que lucha incansable, entre otras cosas, por la Ley Integral de Identidad y Expresión de género, aprobada por mayoría absoluta en marzo de 2016, pero que primero ignoró Cristina Cifuentes y de la que también se escaquea Ángel Garrido. Hasta el Defensor del Pueblo se ha llevado las manos a la cabeza por el incumplimiento de esta ley. Leo Mulió es un hombre transexual y psicólogo en Transdiversa. Leo también pelea. Lo lleva haciendo desde el primer día. Su canal de YouTube, tiene años, y sigue siendo una referencia. Con él suple la irresponsabilidad política porque la transexualidad forme parte de la diversidad y realidad educativa de este país. Cualquier menor con dudas sobre su identidad sexual, encuentra en la red lo que el colegio le niega. Esta Jessica explica lo que es ser la novia de un chico trans y, a pesar de no estar editado y de su calidad bastante rudimentaria, más de un millón y medio de reproducciones confirman que se debe de pasar de contrabando en los recreos. Yo, por si acaso, espero que circule aún más.

Si ya hay peloteras con los hombres y mujeres transexuales, no les quiero ni contar con las personas no binarias. No se identifican ni como hombres ni como mujeres; en esa nomenclatura no se sienten cómodes. Y digo cómodes, porque, las personas no binarias piden elles mismes que usemos el sufijo e como inclusivo. También conviene saber que no son transexuales. El término transexual solo se aplica a los dos géneros, hombre, mujer y ellos no son ni una cosa ni otra. Las personas no binarias piden, por favor, que dejemos de preguntarles por sus genitales. ¿Por qué tienen que ser hombres o mujeres? ¿Quién les obliga a ser una u otra cosa? Australia tiene el género no específico desde 2014. Desde 2015 los nepalíes pueden inscribirse en el tercer género, indefinido. En los Territorios del Noroeste de Canadá, desde 2017, todos los nacimientos se registran con la identidad de género x. Lo decidieron en Asamblea Legislativa, puesto que esta región de Canadá carece de partidos políticos. Y sin embargo, también la existencia del tercer género crea disparidad de opiniones. Para Leo Mulió, "en ocasiones no se está haciendo de la mejor manera, llegando incluso a mezclar cuestiones de diversidad corporal (intersexualidad) con identidades no binarias, complicando aún más la situación. Según cómo se haga esto puede contribuir a un gran avance social o a una forma más de discriminación. Definitivamente lo mejor desde mi punto de vista es que se eliminase el sexo/género de la documentación, igual que se ha hecho con otras características que aparecían en el pasado".

Hace unos días, falleció Francisco Javier U. P., más conocido como Ely. Había recibido una brutal paliza por parte de un menor tres semanas antes. El hecho de que Francisco Javier vistiera cuando le daba la gana de mujer, llevó a muchos (entre los que me incluyo) a pensar que se trataba de una mujer transexual. Varias asociaciones de personas transexuales explicaron que, en muchas ocasiones, son elles mismes los que ocultan su condición ante el rechazo de los círculos más cercanos. Hay personas transexuales que no modifican en absoluto su cuerpo y hay hombres, independientemente de su orientación sexual, que se travisten por gusto. Durante horas especulamos sobre la obligación de los medios de informar correctamente sobre la identidad sexual de Ely. A mí me calló la bocaza Miguel, un vallisoletano que conocía al fallecido. "Querida, creo que prejuzgas con ligereza. Pero insisto, valoro tu esfuerzo profesional por tratar de acercarte al personaje y a la persona, otros ni lo han intentado. Yo solo critico esa necesidad de etiquetas, que a Ely le darían igual (por no usar lo que ella diría)". ‘Touché’, Miguel.

Para Leo Mulió, sin embargo, la identidad de género es innegociable: "Saber la identidad de género de las personas es fundamental. Vivimos en un mundo en el que la mayoría de la población ni siquiera es consciente de qué es la identidad de género, ni de que eso mismo es lo que nos hace pertenecer a un género (mujer, hombre o género no binario). Es por este motivo que se siguen vulnerando los derechos fundamentales de las personas trans".

Había publicado ya este artículo cuando la gente de Transdiversa se puso en contacto conmigo para explicarme un par de cosas que yo no había transmitido correctamente. Lo hicieron con una sonrisa en la cara y muchísima humildad. Su intención es hacernos entender.

¿Seremos capaces de querer aprender?

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