Imagen: El Español / Rosa y Carol |
Es el mayor banco de semen del mundo y España el país que más crece en número de usuarios. Los pedidos llegan en 24 horas y por mensajero. Las clínicas de fertilidad española lo critican.
David López Frías | El Español, 2017-04-22
http://www.elespanol.com/reportajes/grandes-historias/20170421/210229441_0.html
Hasta hace poco, a los niños los traía una cigüeña desde París. Eso lo sabe todo el mundo. Ahora no. Ahora llegan desde Dinamarca y los trae un mensajero de DHL. Ese fue, al menos, el caso de Carol y Rosa: un matrimonio de Sant Andreu de la Barca (Barcelona). Ambas llevaban cinco años buscando quedarse embarazadas. Inseminaciones artificiales, fecundaciones in vitro, constantes cambios de clínicas y 25.000 euros invertidos. Todo ello sin un solo resultado positivo.
“Es el dinero que te dejas, pero también la frustración. La sensación de que no íbamos a ser capaces de traer un niño al mundo”. Carol tiene 37 años y Rosa 33. Ambas se habían sometido a diferentes tratamientos en Barcelona. Tras los sucesivos fracasos, decidieron probar una fórmula cada vez en auge en España: la inseminación casera.
Con sólo un puñado de clicks, compraron esperma de Cryos. Es el mayor banco de semen del mundo y tiene sede en Dinamarca. Al día siguiente, un mensajero de DHL les trajo un tanque metálico, herméticamente cerrado, como los que en las películas guardan el antídoto de una epidemia mortal. En este caso, lo que traía eran dos pajuelas. Esto es, dos tubitos que contienen en total un mililitro de semen de primerísima calidad y las pruebas médicas del donante. Además, el paquete incluía un pequeño kit ‘make-yourself’ para inseminarse en casa.
Más barato, más íntimo
“Es más barato, es más íntimo, lo puedes hacer en casa y además te aconsejan muy bien, cosa que no hicieron en el resto de clínicas, donde parece que estén deseando que fracase la inseminación para pasar a la in vitro. Te aconsejan sólo tres inseminaciones y luego pasar a la in vitro, que es más cara. Igual en nuestro caso necesitábamos una más”, señala Rosa. Ella es la que ha dado a luz en este caso. La pareja decidió que fuese ella la que se inseminase. Al ser más joven, entendieron que tenía más posibilidades de quedarse en estado. Y así fue.
En la intimidad de su hogar manipularon el kit, consistente en las pajuelas y una jeringuilla estándar, sin aguja. “Tiene el mismo mecanismo que un tampón. Lo introduces e inyectas el esperma”, cuenta Carol.
Lo hicieron en la intimidad de su hogar y siguiendo las recomendaciones de Cryos. "Nos dijeron que, para que el cuerpo estuviese más receptivo y el proceso fuese más natural, venía bien mantener relaciones sexuales y tener un orgasmo a la hora de inseminarse", cuenta Carolina. Inmediatamente después del acto, procedieron a la inseminación. Necesitaron tres envíos, pero finalmente, Rosa se quedó embarazada. Nueve meses después, ha venido al mundo Aina, la primera hija de este matrimonio.
A pesar de que las clínicas convencionales de fertilidad desaconsejan esta práctica, al considerarla peligrosa y con pocas probabilidades de éxito, lo cierto es que cada vez son más las mujeres que optan por este método de inseminación. Especialmente en España, según cuentan desde la clínica Cryos. Su portavoz en nuestro país asegura que “España ha sido uno de los países en los que más hemos crecido en los dos últimos años”. No puede revelar el número de clientes que tienen aquí, pero afirma que “en el último año se ha incrementado en un 100% el número de solicitantes de esperma”.
Añaden además desde Cryos que "no tiene nada de peligroso, porque nuestro esperma ha pasado todas las pruebas obligatorias. Lo que es peligroso es realizar inseminaciones con hombres que ofrecen su semen por internet y puede tener todo tipo de enfermedades".
¿Qué tendrá el esperma danés, cuya demanda crece tanto en nuestro país? Para empezar, la información. En España, optar por la inseminación artificial en una clínica significa aceptar el esperma de un donante anónimo, del que nada se sabe. Y por supuesto, no se puede elegir. Ni los rasgos físicos, ni el grupo sanguíneo, ni la etnia, ni absolutamente nada.
Niños a la carta
Dinamarca es el caso opuesto. Mujeres de más de 80 países en el mundo recurren a este banco de esperma que cuenta con 746 donantes, aunque el número se incrementa cada día. Uno de los principales motivos es que casi pueden elegir niño a la carta. En la web de Cryos hay centenares de perfiles de donantes de esperma. La usuaria puede elegir el color de los ojos, el del pelo, su nivel académico y hasta la profesión. Si le gusta viajar, si es aficionado a la lectura… Todos esos datos están a disposición de la compradora. De hecho, hay hasta fotos del donante de pequeño, para que las clientas puedan hacerse una idea de cómo podría ser su pequeño retoño cuando nazca.
También puede consultarse la motilidad (la concentración de espermatozoides móviles por mililitro) y si se ha alcanzado el número máximo de hijos nacidos en un país: “Cuando en España han nacido seis hijos de un mismo donante, ya no se envían más pajuelas de ese hombre a ese país”. Es decir: un niño nacido mediante este método puede tener un máximo de cinco hermanos biológicos en España. En cada país, el límite es distinto.
La información se paga
El volumen de información que recibe la persona que contrata el servicio, va en función de lo que pague. Así, una persona puede pedir esperma danés a domicilio por 550 euros. Es la opción más barata, y la compradora sabrá sus rasgos físicos, etnia, altura, peso, grupo sanguíneo y formación.
Una posibilidad más cara es la del donante con perfil anónimo amplificado. En este caso, la compradora elige al donante en la misma web y puede ver una foto del donante cuando era pequeño, escuchar un archivo de audio con su voz, recibir un informe con sus intereses, aficiones y hasta el resultado de un test de inteligencia emocional. La opción más cara ronda los mil euros. Aquí, el hijo nacido tiene la posibilidad de, una vez cumpla los 18 años, conocer al donante.
De tanta calidad es el esperma danés (o tantos controles de calidad supera), que Cryos surte de esperma a muchas de las clínicas de fertilidad españolas. Es decir, que el semen que le introducen a cualquier usuaria de clínicas de fecundación españolas, tiene muchos números de proceder de este banco de Dinamarca.
El danés que soñó con semen
¿Quién está detrás del mayor banco de esperma del mundo? Su nombre es Ole Schou. Un emprendedor danés que una noche de 1981 soñó con semen. No era un sueño erótico. Era esperma congelado. A partir de ahí, se centró en investigar acerca del esperma. Tras seis años de trabajo, fundó Cryos, con sede en la ciudad danesa de Aarhus. En 1994 amplió el negocio, abriendo una sucursal en la capital, Copenhague. Y en 2001 inició su expansión internacional y abrió un centro en Seattle, Estados Unidos.
Cryos lleva operando 20 años en España, pero la auténtica fiebre se ha desatado en los dos últimos años. La normalización de los tratamientos de fecundación y la proliferación de clínicas en nuestro país ha llevado a los españoles a perder el miedo sobre este área.
“Nosotras llevábamos cinco años intentándolo. Pero en ninguna clínica nos habían informado de cuestiones tan elementales como, por ejemplo, que para que el cuerpo de la mujer esté más receptivo y el proceso sea más natural, es recomendable mantener relaciones sexuales justo antes de la inseminación. En las clínicas es mucho más frío, y creemos que ese factor ha podido influir en este caso para que no tuviéramos éxito en las tentativas anteriores”, cuenta Carol. En el caso de este matrimonio, consiguieron el embarazo al tercer envío.
Características y aficiones
Laura es chilena, pero reside en España. Ella ha recurrido a Cryos y ya está embarazada de dos meses. Ella opto por el servicio de donante anónimo ampliado. Es decir: conoce el alias de su donante, su trabajo (Sargento de la Policía Militar de Dinamarca), su grupo sanguíneo, sus aficiones y sus fotos de pequeño. Pero no su aspecto actual.
“Opté por este servicio porque creo que disponer de la información necesaria es bueno para todo el mundo. No sólo sus características físicas, sino saber si le gusta leer, si le gusta viajar. Al final creo que es importante. No significa que a mi hijo le vaya a gustar viajar, pero para mí era importante saber que esa persona tenía mucho mundo, por ejemplo”, apunta.
A los tribunales
No obstante, esto en España es inviable que las clínicas de fertilidad ofrezcan lo mismo, porque es ilegal que una clínica suministre esperma a particulares. Dichas clínicas se han pronunciado contra Cryos, al considerar que se trata de una práctica peligrosa para la mujer. La SEF (Sociedad Española de Fertilidad) hizo público un comunicado advirtiendo de los riesgos de la inseminación casera. La empresa danesa optó por poner una demanda a la SEF (Sociedad Española de Fertilidad) que aún está pendiente de sentencia.
Una de las principales quejas de la SEF es que el porcentaje de éxito de la práctica de inseminación casera es muy baja. Pero casos como el de Carol y Rosa o el de Laura, ponen de manifiesto que es un sistema tan válido como otro cualquiera, mucho más barato y menos invasivo. Aina y otros muchos niños que están naciendo en nuestros días son la generación de vikingos españoles que vienen a desmentir esta acusación.
“Es el dinero que te dejas, pero también la frustración. La sensación de que no íbamos a ser capaces de traer un niño al mundo”. Carol tiene 37 años y Rosa 33. Ambas se habían sometido a diferentes tratamientos en Barcelona. Tras los sucesivos fracasos, decidieron probar una fórmula cada vez en auge en España: la inseminación casera.
Con sólo un puñado de clicks, compraron esperma de Cryos. Es el mayor banco de semen del mundo y tiene sede en Dinamarca. Al día siguiente, un mensajero de DHL les trajo un tanque metálico, herméticamente cerrado, como los que en las películas guardan el antídoto de una epidemia mortal. En este caso, lo que traía eran dos pajuelas. Esto es, dos tubitos que contienen en total un mililitro de semen de primerísima calidad y las pruebas médicas del donante. Además, el paquete incluía un pequeño kit ‘make-yourself’ para inseminarse en casa.
Más barato, más íntimo
“Es más barato, es más íntimo, lo puedes hacer en casa y además te aconsejan muy bien, cosa que no hicieron en el resto de clínicas, donde parece que estén deseando que fracase la inseminación para pasar a la in vitro. Te aconsejan sólo tres inseminaciones y luego pasar a la in vitro, que es más cara. Igual en nuestro caso necesitábamos una más”, señala Rosa. Ella es la que ha dado a luz en este caso. La pareja decidió que fuese ella la que se inseminase. Al ser más joven, entendieron que tenía más posibilidades de quedarse en estado. Y así fue.
En la intimidad de su hogar manipularon el kit, consistente en las pajuelas y una jeringuilla estándar, sin aguja. “Tiene el mismo mecanismo que un tampón. Lo introduces e inyectas el esperma”, cuenta Carol.
Lo hicieron en la intimidad de su hogar y siguiendo las recomendaciones de Cryos. "Nos dijeron que, para que el cuerpo estuviese más receptivo y el proceso fuese más natural, venía bien mantener relaciones sexuales y tener un orgasmo a la hora de inseminarse", cuenta Carolina. Inmediatamente después del acto, procedieron a la inseminación. Necesitaron tres envíos, pero finalmente, Rosa se quedó embarazada. Nueve meses después, ha venido al mundo Aina, la primera hija de este matrimonio.
A pesar de que las clínicas convencionales de fertilidad desaconsejan esta práctica, al considerarla peligrosa y con pocas probabilidades de éxito, lo cierto es que cada vez son más las mujeres que optan por este método de inseminación. Especialmente en España, según cuentan desde la clínica Cryos. Su portavoz en nuestro país asegura que “España ha sido uno de los países en los que más hemos crecido en los dos últimos años”. No puede revelar el número de clientes que tienen aquí, pero afirma que “en el último año se ha incrementado en un 100% el número de solicitantes de esperma”.
Añaden además desde Cryos que "no tiene nada de peligroso, porque nuestro esperma ha pasado todas las pruebas obligatorias. Lo que es peligroso es realizar inseminaciones con hombres que ofrecen su semen por internet y puede tener todo tipo de enfermedades".
¿Qué tendrá el esperma danés, cuya demanda crece tanto en nuestro país? Para empezar, la información. En España, optar por la inseminación artificial en una clínica significa aceptar el esperma de un donante anónimo, del que nada se sabe. Y por supuesto, no se puede elegir. Ni los rasgos físicos, ni el grupo sanguíneo, ni la etnia, ni absolutamente nada.
Niños a la carta
Dinamarca es el caso opuesto. Mujeres de más de 80 países en el mundo recurren a este banco de esperma que cuenta con 746 donantes, aunque el número se incrementa cada día. Uno de los principales motivos es que casi pueden elegir niño a la carta. En la web de Cryos hay centenares de perfiles de donantes de esperma. La usuaria puede elegir el color de los ojos, el del pelo, su nivel académico y hasta la profesión. Si le gusta viajar, si es aficionado a la lectura… Todos esos datos están a disposición de la compradora. De hecho, hay hasta fotos del donante de pequeño, para que las clientas puedan hacerse una idea de cómo podría ser su pequeño retoño cuando nazca.
También puede consultarse la motilidad (la concentración de espermatozoides móviles por mililitro) y si se ha alcanzado el número máximo de hijos nacidos en un país: “Cuando en España han nacido seis hijos de un mismo donante, ya no se envían más pajuelas de ese hombre a ese país”. Es decir: un niño nacido mediante este método puede tener un máximo de cinco hermanos biológicos en España. En cada país, el límite es distinto.
La información se paga
El volumen de información que recibe la persona que contrata el servicio, va en función de lo que pague. Así, una persona puede pedir esperma danés a domicilio por 550 euros. Es la opción más barata, y la compradora sabrá sus rasgos físicos, etnia, altura, peso, grupo sanguíneo y formación.
Una posibilidad más cara es la del donante con perfil anónimo amplificado. En este caso, la compradora elige al donante en la misma web y puede ver una foto del donante cuando era pequeño, escuchar un archivo de audio con su voz, recibir un informe con sus intereses, aficiones y hasta el resultado de un test de inteligencia emocional. La opción más cara ronda los mil euros. Aquí, el hijo nacido tiene la posibilidad de, una vez cumpla los 18 años, conocer al donante.
De tanta calidad es el esperma danés (o tantos controles de calidad supera), que Cryos surte de esperma a muchas de las clínicas de fertilidad españolas. Es decir, que el semen que le introducen a cualquier usuaria de clínicas de fecundación españolas, tiene muchos números de proceder de este banco de Dinamarca.
El danés que soñó con semen
¿Quién está detrás del mayor banco de esperma del mundo? Su nombre es Ole Schou. Un emprendedor danés que una noche de 1981 soñó con semen. No era un sueño erótico. Era esperma congelado. A partir de ahí, se centró en investigar acerca del esperma. Tras seis años de trabajo, fundó Cryos, con sede en la ciudad danesa de Aarhus. En 1994 amplió el negocio, abriendo una sucursal en la capital, Copenhague. Y en 2001 inició su expansión internacional y abrió un centro en Seattle, Estados Unidos.
Cryos lleva operando 20 años en España, pero la auténtica fiebre se ha desatado en los dos últimos años. La normalización de los tratamientos de fecundación y la proliferación de clínicas en nuestro país ha llevado a los españoles a perder el miedo sobre este área.
“Nosotras llevábamos cinco años intentándolo. Pero en ninguna clínica nos habían informado de cuestiones tan elementales como, por ejemplo, que para que el cuerpo de la mujer esté más receptivo y el proceso sea más natural, es recomendable mantener relaciones sexuales justo antes de la inseminación. En las clínicas es mucho más frío, y creemos que ese factor ha podido influir en este caso para que no tuviéramos éxito en las tentativas anteriores”, cuenta Carol. En el caso de este matrimonio, consiguieron el embarazo al tercer envío.
Características y aficiones
Laura es chilena, pero reside en España. Ella ha recurrido a Cryos y ya está embarazada de dos meses. Ella opto por el servicio de donante anónimo ampliado. Es decir: conoce el alias de su donante, su trabajo (Sargento de la Policía Militar de Dinamarca), su grupo sanguíneo, sus aficiones y sus fotos de pequeño. Pero no su aspecto actual.
“Opté por este servicio porque creo que disponer de la información necesaria es bueno para todo el mundo. No sólo sus características físicas, sino saber si le gusta leer, si le gusta viajar. Al final creo que es importante. No significa que a mi hijo le vaya a gustar viajar, pero para mí era importante saber que esa persona tenía mucho mundo, por ejemplo”, apunta.
A los tribunales
No obstante, esto en España es inviable que las clínicas de fertilidad ofrezcan lo mismo, porque es ilegal que una clínica suministre esperma a particulares. Dichas clínicas se han pronunciado contra Cryos, al considerar que se trata de una práctica peligrosa para la mujer. La SEF (Sociedad Española de Fertilidad) hizo público un comunicado advirtiendo de los riesgos de la inseminación casera. La empresa danesa optó por poner una demanda a la SEF (Sociedad Española de Fertilidad) que aún está pendiente de sentencia.
Una de las principales quejas de la SEF es que el porcentaje de éxito de la práctica de inseminación casera es muy baja. Pero casos como el de Carol y Rosa o el de Laura, ponen de manifiesto que es un sistema tan válido como otro cualquiera, mucho más barato y menos invasivo. Aina y otros muchos niños que están naciendo en nuestros días son la generación de vikingos españoles que vienen a desmentir esta acusación.
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