Imagen: El País / Cristo de la Expiración en un proceso de restauración |
Los restauradores lamentan la medida adoptada por el ministerio por las quejas de algunas hermandades andaluzas.
Peio H. Riaño | El País, 2019-09-19
https://elpais.com/cultura/2019/09/19/actualidad/1568906962_122195.html
“El incendio ha causado graves daños a la policromía, que se encuentra totalmente perdida en toda la parte derecha del Cristo y de la cruz”. Las llamas que devoraron la basílica de Triana (Sevilla) en 1973 se comieron la mitad de la imagen del Cristo de la Expiración, conocido como ‘El Cachorro’, y el restaurador que se acercó hasta el lugar de los hechos hizo un diagnóstico de extrema gravedad. La talla había perdido las puntas de los dedos de los pies, los dos talones, los gemelos y la primera falange del dedo meñique.
“Por haber sido mojado el Cristo para apagar el incendio, han sufrido movimiento todas las juntas que componen el bloque de la imagen y se ha levantado la policromía”, añadía el escrito que ha podido leerse ‘online’ durante unas horas, antes de que el Ministerio de Cultura decidiera retirar el contenido científico del archivo digitalizado de la web del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE). El informe en el que se aclaraba que la reconstrucción se realizó en madera de cedro iba acompañado por unas fotografías del proceso de restauración que han herido la sensibilidad religiosa de la Hermandad del Cachorro, según ha explicado Cultura.
El ministerio informa de que el IPCE ha optado por retirar de Internet las fotos y los informes “por deferencia a las cofradías y hermandades propietarias de los bienes restaurados”. Sin embargo, apuntan las fuentes oficiales que esta medida se mantendrá “mientras se aclara jurídicamente con la Abogacía del Estado el derecho a su difusión, dada la complejidad de las casuísticas”. De hecho, toda esta información científica mantiene, como siempre, su acceso público en la sede del IPCE, donde El País ha podido acceder a ella.
Un real decreto de 2018 aclara que entre las funciones del IPCE se encuentra “la difusión de los proyectos de la institución”. La divulgación de estos informes es reconocida de esta manera como una actividad de interés general. Para Leandro Núñez, abogado especializado en Propiedad Intelectual del bufete AUDENS, es un caso en el que chocan dos derechos fundamentales: el de investigación y el de sentimiento religioso, pero debería haber prevalecido la libertad científica “porque no se pretende causar ningún daño a los sentimientos religiosos y se trata con respeto”.
“Además, los informes solo se refieren a un objeto que está siendo restaurado, por mucho sentimiento que despierte en algunas personas. Todos estos procesos de restauración documentados contribuyen a que en el futuro otros proyectos se restauren de manera correcta. La decisión de la retirada es un error y se ha tomado para evitar problemas, pero el Ministerio de Cultura debería haber apoyado a la investigación científica”, sostiene Núñez. En la misma línea, Borja Adsuara, abogado especializado en propiedad intelectual, dice que no ve conflicto. “No entiendo por qué el ministerio ha retirado los informes. Esos informes son de interés general porque tienen un interés científico”, apunta.
Cultura ha hecho un llamamiento a “todas aquellas hermandades y cofradías titulares de los bienes cuya restauración ha sido difundida por el IPCE” para comunicar por correo electrónico al instituto la solicitud de retirada de los fondos del acceso al público de la web del IPCE. En las últimas horas han sido retirados los informes de La Macarena, Jesús del Gran Poder, Cristo de la Pasión y Descendimiento de Cristo de la Hermandad de La Quinta Angustia, El Cachorro (todas ellas de Sevilla) y Jesús Nazareno de Puente Genil (Córdoba).
Conciencia protectora
Después de cuatro años y 300.000 euros de inversión para la digitalización y difusión, este lunes el IPCE hizo público su extraordinario archivo de más de 41.000 documentos, con los expedientes relativos a los procesos de intervención en bienes culturales muebles e inmuebles realizados desde 1961. A través de ellos se puede entender la importancia de los especialistas en la conservación y restauración del patrimonio español. “Es una información esencial para conocer la técnica y los materiales del artista y de las restauraciones que se hayan hecho en la pieza. Son estudios muy valiosos, porque puedes saber qué se le ha hecho a la talla y comprobar qué reacción tienen los materiales a lo largo del tiempo. El futuro de la conservación de las obras depende de esos diagnósticos”, cuenta Marisa Rivera, presidenta de la Asociación Profesional de Conservadores Restauradores de las Instituciones Museísticas (APCRIMA).
La Asociación de Conservadores y Restauradores de España (ACRE) felicita al IPCE por la digitalización de sus informes técnicos y acceso a los mismos. “Respetamos enormemente el sentimiento religioso y la devoción de las hermandades y cofradías, pero entendemos que la información que se facilita es meramente técnica, realizada por profesionales con enorme rigor y respeto”, aclara. Diana Pardo, presidenta del grupo español del International Institute for Conservation, apunta que conocer esos informes permite “conocer la materialidad de la pieza, que ayuda a tomar decisiones”.
“Poder acceder a la información es positivo, porque supone aportar más conocimiento”, cuenta Pardo. Este conocimiento es el que permitió a los expertos hace más de 40 años devolver a la vida a El Cachorro. Para los especialistas consultados la divulgación de los daños de estas esculturas también es esencial para la creación de una conciencia sobre la vulnerabilidad del patrimonio artístico.
Los hermanos mayores de las cofradías sevillanas afectados por la polémica hablan de imágenes “desasosegantes”, “escabrosas” e “hirientes” que no deben “circular libremente” dado su “componente devocional”, informa Margot Molina. “El fondo siempre ha estado abierto a técnicos e investigadores y estamos de acuerdo, lo que no se justifica es su difusión indiscriminada porque algunas son desasosegantes. Debemos recordar que no se trata solo de obras de arte, sino que todas tienen un componente devocional”, explicó este jueves José Félix Ríos, hermano mayor del Gran Poder.
“Por haber sido mojado el Cristo para apagar el incendio, han sufrido movimiento todas las juntas que componen el bloque de la imagen y se ha levantado la policromía”, añadía el escrito que ha podido leerse ‘online’ durante unas horas, antes de que el Ministerio de Cultura decidiera retirar el contenido científico del archivo digitalizado de la web del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE). El informe en el que se aclaraba que la reconstrucción se realizó en madera de cedro iba acompañado por unas fotografías del proceso de restauración que han herido la sensibilidad religiosa de la Hermandad del Cachorro, según ha explicado Cultura.
El ministerio informa de que el IPCE ha optado por retirar de Internet las fotos y los informes “por deferencia a las cofradías y hermandades propietarias de los bienes restaurados”. Sin embargo, apuntan las fuentes oficiales que esta medida se mantendrá “mientras se aclara jurídicamente con la Abogacía del Estado el derecho a su difusión, dada la complejidad de las casuísticas”. De hecho, toda esta información científica mantiene, como siempre, su acceso público en la sede del IPCE, donde El País ha podido acceder a ella.
Un real decreto de 2018 aclara que entre las funciones del IPCE se encuentra “la difusión de los proyectos de la institución”. La divulgación de estos informes es reconocida de esta manera como una actividad de interés general. Para Leandro Núñez, abogado especializado en Propiedad Intelectual del bufete AUDENS, es un caso en el que chocan dos derechos fundamentales: el de investigación y el de sentimiento religioso, pero debería haber prevalecido la libertad científica “porque no se pretende causar ningún daño a los sentimientos religiosos y se trata con respeto”.
“Además, los informes solo se refieren a un objeto que está siendo restaurado, por mucho sentimiento que despierte en algunas personas. Todos estos procesos de restauración documentados contribuyen a que en el futuro otros proyectos se restauren de manera correcta. La decisión de la retirada es un error y se ha tomado para evitar problemas, pero el Ministerio de Cultura debería haber apoyado a la investigación científica”, sostiene Núñez. En la misma línea, Borja Adsuara, abogado especializado en propiedad intelectual, dice que no ve conflicto. “No entiendo por qué el ministerio ha retirado los informes. Esos informes son de interés general porque tienen un interés científico”, apunta.
Cultura ha hecho un llamamiento a “todas aquellas hermandades y cofradías titulares de los bienes cuya restauración ha sido difundida por el IPCE” para comunicar por correo electrónico al instituto la solicitud de retirada de los fondos del acceso al público de la web del IPCE. En las últimas horas han sido retirados los informes de La Macarena, Jesús del Gran Poder, Cristo de la Pasión y Descendimiento de Cristo de la Hermandad de La Quinta Angustia, El Cachorro (todas ellas de Sevilla) y Jesús Nazareno de Puente Genil (Córdoba).
Conciencia protectora
Después de cuatro años y 300.000 euros de inversión para la digitalización y difusión, este lunes el IPCE hizo público su extraordinario archivo de más de 41.000 documentos, con los expedientes relativos a los procesos de intervención en bienes culturales muebles e inmuebles realizados desde 1961. A través de ellos se puede entender la importancia de los especialistas en la conservación y restauración del patrimonio español. “Es una información esencial para conocer la técnica y los materiales del artista y de las restauraciones que se hayan hecho en la pieza. Son estudios muy valiosos, porque puedes saber qué se le ha hecho a la talla y comprobar qué reacción tienen los materiales a lo largo del tiempo. El futuro de la conservación de las obras depende de esos diagnósticos”, cuenta Marisa Rivera, presidenta de la Asociación Profesional de Conservadores Restauradores de las Instituciones Museísticas (APCRIMA).
La Asociación de Conservadores y Restauradores de España (ACRE) felicita al IPCE por la digitalización de sus informes técnicos y acceso a los mismos. “Respetamos enormemente el sentimiento religioso y la devoción de las hermandades y cofradías, pero entendemos que la información que se facilita es meramente técnica, realizada por profesionales con enorme rigor y respeto”, aclara. Diana Pardo, presidenta del grupo español del International Institute for Conservation, apunta que conocer esos informes permite “conocer la materialidad de la pieza, que ayuda a tomar decisiones”.
“Poder acceder a la información es positivo, porque supone aportar más conocimiento”, cuenta Pardo. Este conocimiento es el que permitió a los expertos hace más de 40 años devolver a la vida a El Cachorro. Para los especialistas consultados la divulgación de los daños de estas esculturas también es esencial para la creación de una conciencia sobre la vulnerabilidad del patrimonio artístico.
Los hermanos mayores de las cofradías sevillanas afectados por la polémica hablan de imágenes “desasosegantes”, “escabrosas” e “hirientes” que no deben “circular libremente” dado su “componente devocional”, informa Margot Molina. “El fondo siempre ha estado abierto a técnicos e investigadores y estamos de acuerdo, lo que no se justifica es su difusión indiscriminada porque algunas son desasosegantes. Debemos recordar que no se trata solo de obras de arte, sino que todas tienen un componente devocional”, explicó este jueves José Félix Ríos, hermano mayor del Gran Poder.
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