Imagen: Hoyesarte |
Hoyesarte, 2017-04-19
www.hoyesarte.com/evento/2017/04/en-la-orilla-rafael-chirbes-llevado-al-teatro/
Adolfo Fernández y Ángel Solo llevan al teatro 'En la orilla', la galardonada novela de Rafael Chirbes en la que se retrata con toda crudeza las consecuencias de la especulación y la burbuja inmobiliaria. Tras su estreno en Alicante, el Teatro Valle-Inclán (Madrid) acoge la adaptación de esta historia de vidas marcadas por el fracaso, la derrota y los sueños truncados.
Después de ‘Crematorio’ (2007), Chirbes profundiza en la debacle del ladrillo con ‘En la orilla’. La obra comienza donde se quedó la primera historia, esto es “con un perro escarbando en la carroña”, en palabras del propio Chirbes. “Mientras en ‘Crematorio’ había modernidad, agitación, riqueza, ladrillo y costa, aquí lo que hay es el mundo abandonado que había detrás de eso, el patio trasero donde todo se está pudriendo”.
Coproducida por Centro Dramático Nacional, K Producciones, La Pavana / Diputación de Valencia y Emilia Yagüe Producciones, detrás de esta obra está el empeño de Adolfo Fernández, que además de ser autor de la adaptación junto a Ángel Solo, también realiza labores de dirección y producción y forma parte del reparto junto a Sonia Almarcha, Marcial Álvarez, Rafael Calatayud, César Sarachu y Yoima Valdés.
La historia comienza con la aparición de un cadáver en el pantano de una pequeña localidad costera de España. Esteban, el protagonista, es un carpintero obligado a cerrar su negocio. Junto a él desfilan una serie de personajes, dentro de un mundo en ruina moral y social. Como explica el director, “en la anterior novela de Chirbes estaban muy bien reflejadas las élites políticas y sus corrupciones, pero ésta habla de la codicia más popular, más entendible, la que nos queda más próxima. Esa es la razón de haberla elegido. La historia de un simple carpintero víctima, al final, de su propia codicia”.
“El mérito de Chirbes es haber reflejado un viaje desde la posguerra hasta la actualidad en un pueblo levantino de ficción que él llama Olba. En su pantano, en el marjal, se han escondido infamias desde de la Guerra Civil hasta hoy: los especuladores de la posguerra, los que aprovecharon el marjal para hacer negocios que luego continuaron sus hijos, terminando con una fotografía realista de la corrupción actual”, concluye Ángel Solo.
Y TAMBIÉN…
Chirbes y la podredumbre nacional, a escena.
José Luis Romo | El Mundo, 2017-04-19
http://www.elmundo.es/cultura/2017/04/19/58f7997d46163fdf3e8b464c.html
Después de ‘Crematorio’ (2007), Chirbes profundiza en la debacle del ladrillo con ‘En la orilla’. La obra comienza donde se quedó la primera historia, esto es “con un perro escarbando en la carroña”, en palabras del propio Chirbes. “Mientras en ‘Crematorio’ había modernidad, agitación, riqueza, ladrillo y costa, aquí lo que hay es el mundo abandonado que había detrás de eso, el patio trasero donde todo se está pudriendo”.
Coproducida por Centro Dramático Nacional, K Producciones, La Pavana / Diputación de Valencia y Emilia Yagüe Producciones, detrás de esta obra está el empeño de Adolfo Fernández, que además de ser autor de la adaptación junto a Ángel Solo, también realiza labores de dirección y producción y forma parte del reparto junto a Sonia Almarcha, Marcial Álvarez, Rafael Calatayud, César Sarachu y Yoima Valdés.
La historia comienza con la aparición de un cadáver en el pantano de una pequeña localidad costera de España. Esteban, el protagonista, es un carpintero obligado a cerrar su negocio. Junto a él desfilan una serie de personajes, dentro de un mundo en ruina moral y social. Como explica el director, “en la anterior novela de Chirbes estaban muy bien reflejadas las élites políticas y sus corrupciones, pero ésta habla de la codicia más popular, más entendible, la que nos queda más próxima. Esa es la razón de haberla elegido. La historia de un simple carpintero víctima, al final, de su propia codicia”.
“El mérito de Chirbes es haber reflejado un viaje desde la posguerra hasta la actualidad en un pueblo levantino de ficción que él llama Olba. En su pantano, en el marjal, se han escondido infamias desde de la Guerra Civil hasta hoy: los especuladores de la posguerra, los que aprovecharon el marjal para hacer negocios que luego continuaron sus hijos, terminando con una fotografía realista de la corrupción actual”, concluye Ángel Solo.
Y TAMBIÉN…
Chirbes y la podredumbre nacional, a escena.
José Luis Romo | El Mundo, 2017-04-19
http://www.elmundo.es/cultura/2017/04/19/58f7997d46163fdf3e8b464c.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.