Imagen: Google Imágenes / Cultura mochica (actual Perú) |
Germán Navarro Espinach* | Crónicas de la Diversidad, n. 5 (Octubre - Noviembre 2014)
http://www.cronicasdeladiversidad.com/comentarios_reales.html
Sorprende mucho a cualquier persona que indague sobre la diversidad sexual en aquel pasado lejano los comentarios homofóbicos del Inca Garcilaso en sus Comentarios Reales, justificando el genocidio de los sodomitas llevado a cabo de forma implacable por los incas sobre determinadas poblaciones. Con esa actitud cruel contra la diversidad sexual en nada se diferenciaban esas matanzas de las realizadas por los españoles contra los pueblos precolombinos, reproduciendo la ideología dominante en la Europa medieval trasladada ahora al otro lado del Atlántico.
El 5 de octubre de 1513, días después del descubrimiento del Océano Pacífico, Vasco Núñez de Balboa mandó matar a varios cientos de indios panameños en la aldea de Quarequa, entre ellos unos cuarenta que practicaban la sodomía. La descripción del suceso procede del texto de Pedro Mártir de Anglería titulado "De rebus oceanicis et orbe novo decades tres", obra publicada en latín en 1530 y traducida al inglés en 1555. Este autor explica cómo Balboa descubrió que la casa del rey de Quarequa estaba infectada con “el libertinaje más abominable y antinatural”, pues encontró al hermano del rey y a otros muchos hombres jóvenes vestidos con ropa de mujer, lampiños y adornados de un modo afeminado. Por ello ordenó que fuesen lanzados a los perros de presa. Tal castigo ejemplar hizo que los indígenas entregaran a más hombres que también practicaban la sodomía porque tenían miedo de las represalias que pudieran tomar los españoles ante el silencio cómplice.
Recuérdese que el padre Bartolomé de las Casas, obispo de Chiapas, publicó en 1552 su obra "Brevísima relación de la destrucción de las Indias" confirmando las matanzas crueles llevadas a cabo por los españoles contra los indígenas americanos por ese u otros motivos. Esta obra también fue editada en Frankfurt con los grabados que realizó Théodore de Bry. Por aquellos años, el propio Hernán Cortés, cuyas matanzas en México igualaban a las de Balboa en Panamá, creía que aquellas civilizaciones precolombinas estaban infectadas de sodomía. En una carta escrita en 1519 decía que se les había informado y estaban muy seguros de que era cierto que todos eran sodomitas y practicaban ese “abominable pecado”.
Pero a los incas ¿de dónde les venía esa homofobia tan violenta y cruel?
Durante este mes de agosto de 2014 y en el marco de mi estancia como investigador invitado por la Maestría de Historia de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos he leído con detenimiento los "Comentarios Reales" de Inca Garcilaso con la mente puesta en los textos en que se narra el asesinato de los sodomitas por los incas, como sucede en el capítulo 13 del libro 3º o en los capítulos 11 y 19 del libro 6º. Y ha sido un verdadero placer comprobar, gracias al amigo Julio Lossio, que existía desde hacía más de una década un estudio excelente sobre este tema a cargo de Michael J. Horswell, profesor de literatura española y latinoamericana de la Florida Atlantic University. Dicho trabajo lleva por título 'Un sacrificio fundacional: el Inca Garcilaso y los “sodomitas” de Los Comentarios Reales' y está publicado en el libro de Jorge Bracamonte Allain (editor), “De amores y luchas. Diversidad sexual, derechos humanos y ciudadanía” (Lima, Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, 2001, págs. 81-103).
Según explica Horswell con acierto, Inca Garcilaso fijó una visión distorsionada del rol de la diversidad sexual en la época prehispánica porque se vio forzado a limpiar de la tradición incaica toda presencia de sexualidad transgresora del sistema de valores cristiano impuesto por los españoles. De manera que en su obra intentó asimilar a los incas dentro de las expectativas de género y sexualidad que gobernaban a los españoles para que los lectores europeos no tuvieran dudas de su “virilidad” civilizada frente a las prácticas sodomitas de la barbarie indígena.
Lo cierto es que muchos de estos comportamientos eran habituales en los ritos de la cultura andina, siendo calificados por el discurso colonial de los españoles como degenerados pero con el vocabulario de los lectores europeos de la época, es decir, actos sodomíticos. Y es que desde la Edad Media la ideología sexual de la doctrina cristiana condenaba cualquier práctica “no natural” de la sexualidad.
Identificando la sodomía con la barbarie la erradicación de la diversidad sexual sirvió como buena excusa para justificar el genocidio sobre las poblaciones indígenas que ejecutaron los españoles. Y en ese mismo sentido la obra de Inca Garcilaso de la Vega la utilizó para justificar la dominación de los incas sobre las otras culturas del antiguo Perú. La élite incaica se diferenciaba así de los bárbaros andinos no incaicos que practicaban sodomía o diversidad sexual. En realidad, esa versión de la historia dada por Inca Garcilaso correspondía más a las necesidades retóricas de sus lectores europeos que a las verdaderas costumbres de los Incas, quienes, por otro lado, que nosotros sepamos, nunca prohibieron la sodomía ni ordenaron castigos específicos para tales prácticas. Más aún, los sujetos de “tercer género” fueron respetados y celebrados.
Comparto con Horswell la idea de que reconocer cómo ha funcionado el discurso social en la discriminación y violación de los derechos humanos en tiempos pasados permite identificar y terminar con las mismas estrategias discursivas que hoy marginan a las minorías sexuales o de otro tipo en cualquier parte del mundo. Por eso recomiendo la lectura de su importante libro "La descolonización del sodomita en los Andes coloniales", cuya segunda edición ha sido publicada en Quito por la editorial Abya-Yala en 2013. La primera edición es de 2010, traducción de su "Decolonizing the Sodomite: Queer Tropes of Sexuality in Colonial Andean" (Austin, University of Texas Press, 2005). Se trata sin duda de un valioso estudio en el que se demuestra cómo la heteronormatividad dominante en la España medieval viajó a los Andes a través de la cronística y la literatura coloniales para servir de justificante contra el exterminio de las poblaciones autóctonas de América. La obra de Horswell es una historia alternativa, diferente, crítica respecto al discurso oficial del pasado, que merece la pena leer y divulgar para entender mejor nuestro presente y construir un futuro donde los derechos sexuales se defiendan frente a cualquier brote de homofobia. Como esos anuncios impresentables de gran formato que en las calles de Lima y en otras partes del Perú atacan la homosexualidad como una “abominación” citando la Biblia. Cuando lo que sí que es abominable es la falta de respeto a la diversidad humana bajo el paraguas del amor a un Dios supuestamente homofóbico.
* Director del Departamento de Historia Medieval, Ciencias y Técnicas Historiográficas y Estudios Árabes e Islámicos. Facultad de Filosofía y Letras Universidad de Zaragoza, España.
El 5 de octubre de 1513, días después del descubrimiento del Océano Pacífico, Vasco Núñez de Balboa mandó matar a varios cientos de indios panameños en la aldea de Quarequa, entre ellos unos cuarenta que practicaban la sodomía. La descripción del suceso procede del texto de Pedro Mártir de Anglería titulado "De rebus oceanicis et orbe novo decades tres", obra publicada en latín en 1530 y traducida al inglés en 1555. Este autor explica cómo Balboa descubrió que la casa del rey de Quarequa estaba infectada con “el libertinaje más abominable y antinatural”, pues encontró al hermano del rey y a otros muchos hombres jóvenes vestidos con ropa de mujer, lampiños y adornados de un modo afeminado. Por ello ordenó que fuesen lanzados a los perros de presa. Tal castigo ejemplar hizo que los indígenas entregaran a más hombres que también practicaban la sodomía porque tenían miedo de las represalias que pudieran tomar los españoles ante el silencio cómplice.
Recuérdese que el padre Bartolomé de las Casas, obispo de Chiapas, publicó en 1552 su obra "Brevísima relación de la destrucción de las Indias" confirmando las matanzas crueles llevadas a cabo por los españoles contra los indígenas americanos por ese u otros motivos. Esta obra también fue editada en Frankfurt con los grabados que realizó Théodore de Bry. Por aquellos años, el propio Hernán Cortés, cuyas matanzas en México igualaban a las de Balboa en Panamá, creía que aquellas civilizaciones precolombinas estaban infectadas de sodomía. En una carta escrita en 1519 decía que se les había informado y estaban muy seguros de que era cierto que todos eran sodomitas y practicaban ese “abominable pecado”.
Pero a los incas ¿de dónde les venía esa homofobia tan violenta y cruel?
Durante este mes de agosto de 2014 y en el marco de mi estancia como investigador invitado por la Maestría de Historia de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos he leído con detenimiento los "Comentarios Reales" de Inca Garcilaso con la mente puesta en los textos en que se narra el asesinato de los sodomitas por los incas, como sucede en el capítulo 13 del libro 3º o en los capítulos 11 y 19 del libro 6º. Y ha sido un verdadero placer comprobar, gracias al amigo Julio Lossio, que existía desde hacía más de una década un estudio excelente sobre este tema a cargo de Michael J. Horswell, profesor de literatura española y latinoamericana de la Florida Atlantic University. Dicho trabajo lleva por título 'Un sacrificio fundacional: el Inca Garcilaso y los “sodomitas” de Los Comentarios Reales' y está publicado en el libro de Jorge Bracamonte Allain (editor), “De amores y luchas. Diversidad sexual, derechos humanos y ciudadanía” (Lima, Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, 2001, págs. 81-103).
Según explica Horswell con acierto, Inca Garcilaso fijó una visión distorsionada del rol de la diversidad sexual en la época prehispánica porque se vio forzado a limpiar de la tradición incaica toda presencia de sexualidad transgresora del sistema de valores cristiano impuesto por los españoles. De manera que en su obra intentó asimilar a los incas dentro de las expectativas de género y sexualidad que gobernaban a los españoles para que los lectores europeos no tuvieran dudas de su “virilidad” civilizada frente a las prácticas sodomitas de la barbarie indígena.
Lo cierto es que muchos de estos comportamientos eran habituales en los ritos de la cultura andina, siendo calificados por el discurso colonial de los españoles como degenerados pero con el vocabulario de los lectores europeos de la época, es decir, actos sodomíticos. Y es que desde la Edad Media la ideología sexual de la doctrina cristiana condenaba cualquier práctica “no natural” de la sexualidad.
Identificando la sodomía con la barbarie la erradicación de la diversidad sexual sirvió como buena excusa para justificar el genocidio sobre las poblaciones indígenas que ejecutaron los españoles. Y en ese mismo sentido la obra de Inca Garcilaso de la Vega la utilizó para justificar la dominación de los incas sobre las otras culturas del antiguo Perú. La élite incaica se diferenciaba así de los bárbaros andinos no incaicos que practicaban sodomía o diversidad sexual. En realidad, esa versión de la historia dada por Inca Garcilaso correspondía más a las necesidades retóricas de sus lectores europeos que a las verdaderas costumbres de los Incas, quienes, por otro lado, que nosotros sepamos, nunca prohibieron la sodomía ni ordenaron castigos específicos para tales prácticas. Más aún, los sujetos de “tercer género” fueron respetados y celebrados.
Comparto con Horswell la idea de que reconocer cómo ha funcionado el discurso social en la discriminación y violación de los derechos humanos en tiempos pasados permite identificar y terminar con las mismas estrategias discursivas que hoy marginan a las minorías sexuales o de otro tipo en cualquier parte del mundo. Por eso recomiendo la lectura de su importante libro "La descolonización del sodomita en los Andes coloniales", cuya segunda edición ha sido publicada en Quito por la editorial Abya-Yala en 2013. La primera edición es de 2010, traducción de su "Decolonizing the Sodomite: Queer Tropes of Sexuality in Colonial Andean" (Austin, University of Texas Press, 2005). Se trata sin duda de un valioso estudio en el que se demuestra cómo la heteronormatividad dominante en la España medieval viajó a los Andes a través de la cronística y la literatura coloniales para servir de justificante contra el exterminio de las poblaciones autóctonas de América. La obra de Horswell es una historia alternativa, diferente, crítica respecto al discurso oficial del pasado, que merece la pena leer y divulgar para entender mejor nuestro presente y construir un futuro donde los derechos sexuales se defiendan frente a cualquier brote de homofobia. Como esos anuncios impresentables de gran formato que en las calles de Lima y en otras partes del Perú atacan la homosexualidad como una “abominación” citando la Biblia. Cuando lo que sí que es abominable es la falta de respeto a la diversidad humana bajo el paraguas del amor a un Dios supuestamente homofóbico.
* Director del Departamento de Historia Medieval, Ciencias y Técnicas Historiográficas y Estudios Árabes e Islámicos. Facultad de Filosofía y Letras Universidad de Zaragoza, España.